Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

A Night por Ari_123_love

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

One Shot.
Espero que les guste^^ y acepto todo tipo de críticas

Todo empezó una noche. Yo sabía que no debía ir a la fiesta de apertura de ese restaurant, pero me costaba dejar esa vida. Al saber que me casaré pronto, decidí tomar una vida más seria y tranquila.

Aun así me encontré a mitad de la fiesta, en la barra, bebiendo una copa.

“Vamos Tae, no seas aburrido.“ Hyoyeon me animó a salir a bailar.

“Ani. Noona, sabes que decidí dejar de venir a este tipo de cosas; no sé qué hago aquí.“ Le recordé, algo severo.

“Divertirte... Sabes qué te costará dejar ésta vida.“ Ella tan sabía, como siempre. Sí, ser niño rico no es fácil. “Vamos a bailar, mejor bailarín que tú no hay.“ Me sonrió.

“No debo... Sabes que hice un acuerdo.“ Quiero bailar, mi cuerpo ansía eso. Pero no.

“Ella no está aquí; no está en el país, no te preocupes.“ Me giñó un ojo y se fue a bailar tan seductoramente, sólo como ella sabe.

Me regresé a mi posición original y tomé otro trago; ahí fue cuando vi esos ojos, esa boca, ese rostro. Todos bellos, pero hubo un problema. Le pertenecían a un hombre.

No sé si eran las copas que traía encima, pero al verlo se me hizo bello. Sus facciones, la manera en que caminaba, algo en él me atraía y mucho. Yo no soy gay, y ese no era el momento para empezar a serlo.

Después de un rato, y con el alcohol afectando mi juicio, seguí los consejos de mi amiga y fui a bailar. La música me llamaba, me obligaba a moverme a su compás. Bailaba con cualquiera qué estuviera enfrente mío. Era cómo adicción. Hasta que con unas vueltas y movimientos, quién terminó enfrente de mi fue él. Sentí un impulso recorrer mis venas; era mí sangre corriendo libremente, bajo el dominio del alcohol.

Mis caderas se movieron suavemente al ritmo de la música, mis movimientos eran determinados, hasta que sus manos se aferraron a mi cadera. Estaba bailando conmigo. Me miró a los ojos y pude ver una leve sonrisa en ellos. Pude sentir un impulso eléctrico subiendo por mi columna vertebral; él me pegó a su cuerpo de una manera inesperada, aunque yo no me quedé atrás, rosé mis caderas lentamente contra las suyas, sentí su aroma, incluso los latidos de su corazón al compás de la música; después me separé un poco, la canción estaba por acabar y yo tenía que salir de ese embrollo.

Al acabar la canción le miré con una sonrisa en la boca y escapé de ahí.

 

“Tae... Mira.“ Krystal se abrazó a mi cuello y apagó mi laptop, en donde estaba tan concentrado. “Ya sabes que Jessica va a abrir su galería de arte.“ Me mostró el periódico con la nota de la futura apertura.

“Amor, sabes que vivimos a un día de Seúl.“ Acaricié su brazo y me giré a verla. Ahh, Krystal es mi mejor amiga, por eso al saber que nuestros padres planeaban un matrimonio arreglado no me molesté.

“Pero Jessica nos invitó antes que a todos.“ Gimoteó. “Ya sé que te pedí venirnos a vivir aquí, pero después de casarnos ya no saldremos a éstas fiestas.“ Venía con determinación.

“Está bien...“ Suspiré. “Pero estaremos ahí una semana, no más, no menos.“ Preferí sentenciar eso a que me pida un mes entero en Seoul.

Por supuesto que Krystal se emocionó, aunque, por otra parte, yo tenía esa sensación de que algo iba a pasar, bueno o malo.

En la apertura, Jessica nos saludó con apremio, sin embargo se tuvo que ir a empezar su discurso. De nuevo a mi lugar en la mesa, incluso Krystal se está divirtiendo más que yo. Suspiré, lo que era la fiesta ya había empezado. Me dirigí a la barra y pedí un trago, ya no quiero seguir siendo parte de esto.

Si bien mi trago está a la mitad, mi claridad es buena, pero ver aquellos enormes ojos de nuevo me descolocó. Tendremos círculos sociales parecidos? Lo seguí con mi mirada, conoce a mucha gente, en ese momento me frustró no conocerlo.

Tras otro trago me paré, tenía que buscar a mi prometida. La fiesta era en la misma galería, así que buscarla no era fácil, ya que la galería constaba de tres pisos. Pero dónde diablos se metió esa chica?

Subí al segundo piso, pero no la encontré, la música está terriblemente alta y algo me dijo que saliera de ahí. Tomé el ascensor, pero justo en el momento que las puertas se cerraban una mano las detuvo y él entró al ascensor.

Una fracción de segundo fue suficiente para sentir su mirada en mí, había algo electrizante en él. El ascensor subió; el tercer piso estaba desierto. Salí, creyendo que él regresaría a la fiesta, y yo me adentré en el silencioso espacio. Mi teléfono sonó.

“Yuh-bah-sae-yo?“ Era Krystal. “Jung, dónde estás?“ Pregunté preocupado por ella.

“Lo siento Tae, no me sentí bien, luego Victoria se ofreció a llevarme a su casa para que descansara...“ Su silencio culpable. “...Oppa, estás enojado?“ Usó su dulce voz para persuadirme.

“No... Me alegro que estés con Noona Victoria, no quiero que vuelvas al hotel sola... De ser necesario quédate con ella.“ Era obvio que se quedaría con ella.

Volví sobre mis pasos y encontré el ascensor abierto, con él adentro. Me había esperado? Entre algo nervioso y noté como alzó una ceja.

“Encontró lo que buscaba?“ Su voz era grave, bastante hipnoptizante.

“Eobseo... Mi novia no está aquí.“ Por qué mencioné a Krystal? Tuve que hacerlo, fue un impulso para defenderme, pero de qué?

“Ha de estar bien...“ Su voz fue seca, algo cortante y muy distante.

“M-me llamo Lee Tae Min.“ Sentí como mi lengua tropezaba, mientras las puertas del ascensor se cerraban.

“Lo sé...“ Qué? Me atraganté con el aire de mis pulmones. “Yo soy Choi Min Ho.“ Mi quijada cayó al suelo. Mierda, estaba ante la presencia de uno de los más ricos en todo el país, aun más rico que Tiffany Noona o Donghae Hyung. Se giró hacía mi dirección y sentí como su mirada me quemó.

“Yo lo sé todo sobre ti.“ Me susurró mientras me acorralaba contra la esquina del ascensor. En ese segundo debí haber corrido, pero no pude, su boca atrapó a la mía rudamente.

Mis ojos se abrieron por completo, Choi Minho me había besado! Eso era la cosa más extraña que me había pasado en la vida. Al abrirse la puerta del ascensor, él salió actuando tan normal, mientras yo quería que me tragara la tierra por la vergüenza.

No pude quedarme largo rato en la fiesta, ese suceso no dejaba de dar vueltas en mi cabeza, mareándome. Fui a despedirme de Jessica y explicarle por qué su hermana ya no estaba. Adónde fuera que iba sentía esa mirada quemándome.

Me fui directo al hotel, no podía para de dejar de pensar en Choi Minho, sus facciones, sus ojos y su boca. Esa boca que me asaltó tan inesperadamente. No! Por qué pensaba en él? Eso está mal, no?

Entre el ascensor y marqué mi piso, nuevamente alguien lo detuvo. Choi Minho entró por la puerta. Maldición, pudo haberme seguido o tener una habitación en el mismo hotel que yo, pero sea cómo sea, marco mi destino. Seleccionó un piso antes que el mío, se giró y me sonrió seductoramente.

“Por qué huyes?“ Se acercó a mí. “Sabes, digamos que estoy muy intrigado por tu forma de ser, no sueles actuar como el típico niño mimado y rico.“ Esto último ya lo susurró sobre mi boca, justa antes de besarme y dominarme con su lengua, la cual no tuvo piedad de la mía.

Al abrirse el ascensor me agarró fuertemente, evitando que escapara, y me llevó a su habitación. Simplemente él era muy rápido, o yo estaba aletargado por todo lo ocurrido, no pude notar cuando abrió la puerta y me arrastró a la cama, me aventó sobre ella y sonrió de nuevo.

“P-por qué haces esto?“ Era extraño oír mi voz, había matices de miedo, curiosidad e incluso excitación. “No nos c-conocemos.“ Era cierto, yo no sabía nada de él.

“Tsk...“ Chasqueó mientras reía. “Oh Lee Taemin, yo te conozco, te he notado.“ Entonces nuestros círculos sociales son los mismos. “Es una lástima que tú no me hayas notado.“ Caminaba de derecha a izquierda y viceversa. Ahora yo me sentía apenado por no haberle notado antes... Pero que diablos, por qué me sentí apenado?

Ahhh, me tenía ahí, me observó detenidamente con una media sonrisa en el rostro. Mis nervios aumentaron cuando se acercó y noté su aroma.

“Ahh, Taemin, todo estaba bien, pero luego toda Corea se enteró de tu futura boda.“ Estaba molesto. Eso me causó gracia, él actuó como cualquiera hubiera actuado ante una boda arreglada. Cualquiera menos yo.

“S-sigo sin entender.“ Me empezaba a afectar su cercanía y a la vez que fuera tan distante.

“Tsk... Tae, Tae, Tae.“ Negó con la cabeza. Me apoyé sobre mis codos y después logré sentarme en esa inmensa cama. “Estoy terriblemente obsesionado contigo.“ Me miró algo mal, y después se acercó lo suficiente para poder aventarme contra la cama de nuevo.

“D-de qué estás hablando?“ Increíble, cada vez que abría la boca era preguntar o demostrar mi ignorancia de la situación.

“Tsk... Ya me cansé de explicarte.“ Se pegó a mi cuerpo y me besó. “La primera vez que te vi, bailabas en medio de la gente, destacando entre todos. Llamaste tanto mi atención...“ Murmuró.

Mi corazón se aceleró, escucharlo hablar de su obsesión hacía mi era raro, temía lo que vendría después, pero también moría por saber que pasaría.

“M-minho...“ Susurré. Su aroma era embriagador. “D-déjame ir.“ Pedí, pero mi subconsciente rogó por que se negara.

“No!“ Fue conciso. Se movió para quedar a horcajadas sobre mí. “Oh, Taemin, no pretendo dejarte ir.“ Pego su nariz a mi mejilla y exhaló.

“E-esto no está bien...“ Me lamenté, pero tenía que acabar con ésta situación que me estaba empezando a gustar.

“Taemin, dame ésta noche, sólo ésta noche.“ Bajo a su boca y besó mi cuello con lujuria.

“P-pero...“ Me calló con su boca. Ahh, de nuevo su lengua hace lo que quiere con la mía.

“No,no. Hoy voy a hacerte de todo.“ La última palabra la susurró tan suave y sensualmente, provocándome escalofríos. A qué se refería con eso?

Asió mis manos por encima de mi cabeza, luego su boca volvió a mi cuello. Nunca había sentido esa vibración en mi piel, su boca era la responsable de eso.

Una de sus manos empezó a jugar con los botones de mi camisa, los hundía en mi piel, solamente para después desabrocharlos tan lentamente que me provocó un desespero.

Sonreía de una manera tan sucia, y sin embargo yo quería saber que sería ese todo del que me hablo.

“Ahhhh, no seas cruel.“ Mi voz era un gemido.

“Quiero hacerte sufrir.“ Besó mi pecho descubierto. “A sí sabrás lo que he sufrido por tener ésta terrible obsesión contigo.“ De nuevo a lo de la obsesión, siendo sincero, eso, me empezaba a excitar.

“Taemin... Eres tan perfecto... tu boca, tu cuello, tus caderas.“ Rozó su nariz por mi cara y su mano tentó mis caderas, por sobre mi pantalón. Ahh, sentí una corriente electica por todo mi cuerpo, noté que me puse color escarlata.

Después de otras caricias que lograron arrancarme gemidos, Minho soltó mis manos, dejándome libre a medias, ya que sus piernas me tenían inmovilizado de la cadera para abajo.

“Mmm, me gusta cuando cooperas.“ Sonó divertido, y yo era un mar de confusión. Podía irme, con un movimiento rápido me libraba de él; pero también podía quedarme y seguir esa oscura senda por la cual Choi Minho me estaba arrastrando.

Traté de liberarme, esa era le decisión correcta. Y sin embargo no pude dar más de cuatro pasos, sus manos me tomaron por la cadera y me obligaron a sentarme en su regazo.

“Querías huir...“ Su sonrisa lasciva seguía en sus labios. “Créeme, no vas a querer irte nunca.“ Era una amenaza o una advertencia? Me dio miedo que, fuera cual fuera el caso, él tuviera razón.

Me asió de nuevo y volví a dar al colchón. Besó mi cuello, succionó el pedazo que besó y después enterró sus dientes en él. El dolor era intenso, pero por un extraño motivo sentí, de nuevo, esa vibración en mi ser.

“N-no lo h-hagas...“ La última palabra era un jadeo. Él me hacía jadear.

“Puedo...Quiero... Lo haré.“ Su mano recorrió mi pecho y se detuvo en mi pantalón. Después me miró con una sonrisa en sus ojos y se mordió un labio. Se sacó la camisa, dejándome ver su pecho, perfectamente esculpido. Dios santo, no sé por qué me excitó tanto verlo sin camisa.

“Ngh...“ Otro gemido. Los gemidos empiezan a salir por sí solos. “M-minho... sí te noté.“ No sé por qué le conté eso.

“Mmm, ah sí?“ Dejó de besar mi cuello y me miró divertido. “Mejor aún, no?“ Tenía un ácido en su forma de ser, algo que me molestó y a la vez me llamó tanto la atención.

Volvió a besar mi cuello, bajó por mi pecho dejando un camino de saliva, remarcó con su lengua el contorno de mi ombligo, y yo...lo único que podía hacer era retorcerme debajo de él. Sus manos desabrocharon mi pantalón y lo bajaron a medias; yo en realidad ya no quería salir de ahí sin saber a qué se refirió con todo.

“Taemin...“ Susurró en mi oído, mientras quitó mi pantalón. “Te haré descubrir el cielo.“ Su mano llegó a mi entrepierna y acarició lentamente.

Sentí que mi razón terminó de abandonar mi cuerpo. Minho acariciaba todo mi cuerpo y después volvía a enfocarse en mi entrepierna, provocándome roncos gemidos. Se detuvo. Desabrochó la presilla de su pantalón y lo deslizó, quitando, junto con éste, sus boxers. Entré en pánico al saber que yo deseaba lo que estaba a punto de pasar.

Sentir su desnudez me hizo sentir calor, estaba jugando con el elástico de mi boxer y con mi paciencia. Estaba excitado, Choi Minho me había manoseado todo el cuerpo y algo más. Tras jadear por la exasperación, decidí incitarlo a que terminara su cometido. Mis manos fueron directo a su pecho, acariciando sus marcados abdominales. Dios, éste chico me estaba volviendo loco, su cuerpo estaba tensado ante mis caricias y eso me deleitaba. Mis manos pasaron a su espalda y buscaron camino, era glorioso acariciarlo y tocar su espalda ancha.

Bajo mis boxers, dejándome desnudo. Su mano tomó mi orgullo y lo estrujó, provocando que gritara fuertemente. Él rio al verme tan vulnerable.

Su mano siguió su camino, hasta tocar mi trasero. Nuevamente grité.

“Oh, tranquilo...“ Dejó de acaricia y se pegó a mi cuerpo. Llevó uno de sus dedos a mi boca y me obligó a lamerlo. “Esto sólo dolerá un poco.“ Terminé por lamer tres de sus dedos y después los arrastró a mi entrada, ahí abajo.

Introdujo en mí uno de sus dedos, causándome un terrible dolor. Empezó a moverlo en círculos, sólo para después introducir un segundo dedo. Movió sus dedos en forma de tijeretas, y yo dejé de sentir mi dolor inicial. Terminó de meter su tercer dedo, provocando que me retorciera y gritara.

“D-duele...“ Gimoteé, mientras me aferraba a sus brazos.

“Tschh...Pronto el dolor desaparecerá.“ Besó mi cuello salvajemente.

Me liberó de esa presión, pero después sentí otro dolor tan agudo, que arqueé mi espalda en reflejo. Había corrompido en mí, tan lento y fuerte a la vez; dolía, pero no quería que se detuviera.

“Ngh...“ Sentí que se detuvo. “Por qué...paras?“

“No quiero lastimarte, te dije que dolería un poco.“ Me sorprendió su interés. Ahh, por qué me siento tan confundido respecto a él?

En cuanto dejé de sentir dolor él volvió a moverse, cada vez más adentro, más profundo. Volví a arquear mi espalda cuando tocó un punto que ni yo mismo sabía que tenía. Poco a poco mis gemidos dejaron de ser únicos, él también gemía y jadeaba. Sus ojos estaban cerrados, él disfrutaba de lo que estaba haciéndome. Se veía hermoso, como un Apolo.

Cada vez las embestidas eran más rápidas, cada vez yo sentía menos dolor y más placer. Su vientre rosaba mí, ya muy excitado, miembro, haciendo que me corriera entre los dos. En cambio, él estaba muy excitado, muy ansiado de esto, esta noche, no se iba a correr tan fácilmente, como yo.

Siguió entrando y saliendo dentro de mí, me volvía a excitar, verlo cubierto de perlas de sudor era lo único -y último- que faltaba para su look de Apolo.

Noté como sus movimientos se hacían más lentos, estaba a punto de detenerse, pero ahora yo era el que quería hacer todo lo que el tiempo nos permitiera hacer.

Me removí un poco y logré ponerme arriba de él. En su cara se notaba la sorpresa y el entusiasmo. Lentamente volví a iniciar el movimiento de nuestras caderas, quería sentirlo más. Sus manos en mi cadera daban el ritmo del compás al que debía moverme. Tan lento o tan rápido.

Volvía a sentirse bien, teníamos que ir más rápido, quería correrme y por alguna razón quería que él se viniera dentro de mí. Quería sentirlo.

Hice puños mis manos sobre su pecho, ahora él se apoyaba sobre sus codos, así ambos teníamos una visión perfecta de lo que queríamos ver. Aumenté mi velocidad, hacienda que sus quejidos fueran estruendosamente altos. Esa voz, jadeando por mí, es lo que aún se haya en mis sueños más húmedos.

“M-minho...“ Jadeé. “Sabes que luces cómo un Apolo?“ Tenía que distraerme o sí no me vendría rápidamente.

“Ngh, sí tú piensas eso, entonces ha de ser verdad.“ Aun así, jadeante, logra tener ese sabor ácido en su voz.

Me doble un poco, para poder besar ese pecho, que atraía mi mirada. Sentir cada uno de sus músculos era magnifico, pero ahhh... Una vez más tocó esa parte dentro de mí que me descoloca. No resistí mucho rato más y volví a eyacular. Era injusto, dos contra nada, literalmente, él aún no se corría y yo quería que lo hiciera.

Volví a mis incesantes movimientos de arriba para abajo, él, con una sonrisa sucia, volvía a controlar la velocidad. Pero logre deshacerme de su mando y seguí a mi ritmo: muy lento, para sentirlo mejor.

“Ahhh, Minnie...“ Se quejó. Me había llamado Minnie? Me gustó que me dijera así; nunca nadie me ha llamado así -ni siquiera mis padres-, excepto él.

Tras unos segundos logré que el Apolo Minho se viniera dentro de mí. Su voz sonó tan ronca en el último grito que había dado, era simplemente perfecto. Sentir su semen recorrer el interior de mi cuerpo era excitante, una sensación única.

Me separé de él y quedé jadeante a un lado en la cama, para que después él empezara a recorrer mí torso con besos. Tras unos largos besos, acompañados de mordidas, me colocó boca abajo y volvió a sentarse a horcajadas sobre mí.

“Ves, te dije qué no te ibas a querer ir!“ Besó mi nuca y sentí su mano volver a mi entrada. Gemí al sentir sus dedos remarcar el anillo de músculos que hay alrededor de éste. Se quitó de encima de mí y sentí como se dirigía a abajo. Su boca estaba en mí entrada, la lamía y a veces penetraba con su lengua. Era algo tan asqueroso y a la vez me gustaba tanto la sensación, era una mezcla de sentimientos. Apreté las sábanas con mis puños cuando Minho alzó mi trasero y volvió a penetrarme. Acariciaba mi espalda, aunque también masajeaba mis nalgas, mientras aumentaba el ritmo.

Sus dedos rozaban mi espalda, bajan a mis muslos y regresaron a mi trasero; su tacto me sacaban gemidos de mi ser, simplemente era tan delicioso lo que me hacía, como me estaba tocando, como me hacía sentir, tenía algo que despertaba mi piel ante su contacto.

Ahhh, volvió a tocar ese lugar tan ajeno de mi conocimiento. Estoy seguro que él estaba disfrutando tanto como yo. Ya no resistía mucho, sus manos eran bastante habilidosas, me llevaron al límite. Grité ahogadamente, porque me cubrí con la almohada, su mano tocaba mi miembro, sin piedad. No resistí, me corrí en su mano.

“Sabes delicioso.“ Había llevado su mano a su boca y lamido mi semen.

 “Ngh...Sigue...“ Imploré por más. Sólo escuché su risa sínica.

Siguió con sus estocadas por un rato más, después se separó de mí. Me giré para verlo, no podía acabar así.

“Gracias...por cumplir mis fantasías.“ Me besó, terminando el beso con una mordida. Mordió mi labio inferior, haciéndome sangrar. Me quejé adolorido, provocando su risa. “Minnie, sólo falta algo para mi fantasía perfecta.“ Lo dijo tan lastimero y suplicante, me provocó.

“Dime...Qué es lo que falta? Quiero ser tu fantasía perfecta.“ Mi voz eran jadeos, gateé hasta él y me senté en su regazo.

Se mordió los labios y me pegó un beso, su mano tomó la mía y la llevó a su miembro. Quería que yo le tocara. Y lo hice. Remarqué su erección lentamente, estaba tan excitado. Me separé de él y seguí tocando, cada vez más rápido. Me agaché un poco y tragué saliva, su miembro estaba tan excitado, dudé qué cupiera en mi boca. Lamí la punta, dejando que Minho se arqueara un poco.

“Ahhh, Taemin...Minnie, continúa.“ Gimió. Ese ruego me llevó a seguir lamiendo, succioné su glande mientras mi mano recorría su falo. Seguí más adentro, después lamí el falo a lo largo, su cuerpo reaccionaba conmigo.

Su mano acarició mi nuca, después me llevó a introducir todo su miembro en mi boca, succionando cada centímetro que estaba a mi paso. Jadeaba, cada vez más fuerte, me gustó escucharlo jadear cuándo llega su clímax.

“Tae-min...ya no...resisto.“ Estaba por terminar, yo quería saborearlo, saber que por mí logró llegar a su clímax. La fricción de su miembro con mi paladar lo hacía sufrir, la punta de mi lengua lo recorría lentamente, tenía su esencia en mi boca. Tras unos jadeos sonoros, Minho eyaculó en mi boca, haciéndome sentir victorioso por haber logrado mi cometido. Me apartó de él y me sonrió a medias, me recostó a su lado y me cubrió con las sábanas. Luego me observó. Esa mirada que quema, que logra confundir, ese tipo de mirada había en los ojos de Choi Minho.

Después de que la adrenalina abandonó nuestros cuerpos, sentí la necesidad de explicarle la situación de mi matrimonio.

“M-minho, mi matrimonio es un matrimonio arreglado.“ Hablé claro; él se giró y me sonrió.

“Me alegro...“ Sabía que quería decirme algo, pero no dijo nada más. Entonces decidí cambiar el tema.

“Tenías razón, no me quiero ir.“ Fui sincero.

“Pero tienes que, ya casi va a amanecer.“ Palabras fuertes, pero era claro que él tampoco quería que yo me fuera.

“Lo sé...“ Me levanté, algo adolorido, y busqué mi ropa. Después de cambiarme, camine hacia la puerta, pero algo me hizo girarme antes de partir. Minho se levantó -oh dios, olvidé que estaba desnudo y me provoco querer tocarlo-, se acercó y me besó, empezando por la boca, terminando por el cuello; en el cuello era el único lugar dónde era seguro que tendría marcas. Lo aparté de mí delicadamente y le sonreí.

Puedo recordar esa noche a la perfección, pero no lo he vuelto a ver, no he querido ir a ningún lugar dónde pueda verlo. Él es mi noche de recuerdo. Aquella vez no fue sólo el deseo de cumplir una fantasía, no era sólo sexo, era una noche.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).