Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Por un Accidente en un Callejón por Aelita_Narue

[Reviews - 12]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

 


¡Hola a todos/as! Es la primera vez que escribo un fic yaoi, pero espero que les guste. Cualquier review será contestado y agradecido. Sin más, les dejo con la historia:


 


JOEY


 


Silencio…


 


Estaba lloviendo pero yo no lo notaba, sólo sentía ligeramente el agua resbalando por mi cara, y la ropa que empezaba a pegarse a mi cuerpo. No pensaba en la lluvia porque mi mente estaba ocupada pensando en otras cosas.


 


“¿Por qué siento esto? Pero… ¡no puedo decirlo! ¡No! ¡No lo haré! Lo que me pasa es que tengo miedo”


 


Sonó un trueno y me sobresalté. Fue entonces cuando me di cuenta de que estaba lloviendo.


 


– ¡SuperJoey no dejará que ninguna tormenta le asuste! – grité sonriente. No sabía porqué pero me sentía observado, por eso había gritado.


 


No podía dejar que nadie me viese triste o decaído. Siempre que sentía que alguien me observaba, yo sonreía, aunque no tuviera ganas.


 


Me dirigí a la salida del callejón en el que había estado unos instantes antes, sin embargo, una mano se posó en mi hombro, deteniéndome. La mano era de Kaiba.


 


– ¡Kaiba! – dije asombrado. – ¿Qué haces aquí?


– Vaya, Wheeler, ¿así que tan perro callejero eres que vives en un callejón? – dijo Kaiba de forma hiriente.


– Kaiba… ¡No vivo en un callejón! Para que lo sepas, ¡estaba pensando! – repliqué.


 


“¿Por qué siempre tiene que ser tan cruel conmigo? ¿Tanto me odia que me merezco a todas horas su desprecio?”


 


– Vaya, perro… ¿tú piensas? – preguntó con desprecio Kaiba. – ¡Eso si que es nuevo! ¡Jajajaja!


– Kaiba… – murmuré. En ese momento, hice un gesto con el brazo y me libré de la mano de Kaiba que segundos antes continuaba sobre mi hombro, haciendo que mi corazón latiese apresuradamente.


 


“No es que no quiera que su mano me toque… es que… ¡no quiero que me haga daño!”


 


En ese momento decidí marcharme e intenté salir corriendo, pero Kaiba me detuvo.


 


– ¡Kaiba! – grité, intentando librarme de él, pero no podía. – ¡Suéltame!


– NO


 


Esa palabra sola fue como una orden para mí, algo que hizo que perdiese mis fuerzas y mis piernas flaqueasen. Kaiba aprovechó ese momento de debilidad para empujarme, sin embargo, no caí bien, y me di un golpe en la cabeza. Sólo recuerdo una cosa más: había dejado de llover.


 


 


 


SETO


 


Hacía horas que llovía. Cuando salí del instituto y vi a Wheeler decidí seguirle.


 


Wheeler estaba recostado en un callejón, y yo le observaba de lejos, era una de las pocas veces en que podía observarle sin que nadie lo supiera. No entendía porqué, pero Joey parecía tan… triste, parecía que él no sentía la lluvia, sin embargo, yo estaba calado.


 


Un trueno retumbó sorprendiéndome, fue por eso por lo que me agaché, sin poder evitar que mis ropas caladas produjeran un sonido perfectamente audible.


 


“Espero que Joey no me haya oído”


 


– ¡SuperJoey no dejará que ninguna tormenta le asuste! – gritó Joey sonriendo.


 


“¡Jajajaja! Nunca pensé que oiría a Joey decir algo así…”


 


Joey se levantó y se dirigió a la salida del callejón en el que había estado unos instantes antes. Yo no quería que se fuera, por eso posé mi mano sobre su hombro, deteniendo su avance.


 


– ¡Kaiba! – dijo Joey asombrado. – ¿Qué haces aquí?


– Vaya, Wheeler, ¿así que tan perro callejero eres que vives en un callejón? – dije en mi tono habitual.


 


 “¿Por qué tengo que tratarle tan mal? Seguro que me odia”


 


– Kaiba… ¡No vivo en un callejón! Para que lo sepas, ¡estaba pensando! – Joey parecía muy molesto, pero yo no di muestras de que me importase lo más mínimo.


– Vaya, perro… ¿tú piensas? – pregunté hiriente. – ¡Eso si que es nuevo! ¡Jajajaja!


– Kaiba… – murmuró. En ese momento, Joey hizo un gesto raro con el brazo, haciendo que mi mano, que hasta entonces había permanecido apoyada en su hombro, se apartara de él.


 


“¿Acaso le da asco mi mano? No me extrañaría, Joey debe odiarme.”


 


En ese momento vi como Joey intentaba salir corriendo, pero me adelanté a sus movimientos y le detuve.


 


– ¡Kaiba! – gritó intentando librarse de mí, pero no podía. – ¡Suéltame!


– NO


 


En ese momento, sentí que las piernas de Joey flaqueaban y yo aproveché ese momento de debilidad para empujarle, pues no quería que se fuera, sin embargo, él no cayó bien, y se dio un golpe en la cabeza. Había sido un accidente, yo no quería que pasase eso.


 


Mientras corría hacia Joey, la lluvia dejó de caer.


 


– Joey, ¡lo siento! Yo… no quería esto… – me sentía fatal.


 


“He herido a la única persona que siempre me sonríe, que intenta ser amable conmigo a pesar de mi desprecio. ¿Qué he hecho?”


 


Cogí a Joey y, sentándome sobre mis piernas, lo posé sobre ellas, abrazándole con cariño y preocupación.


 


Joey parecía estar soñando. Era tan especial… que no pude evitarlo, me acerqué a él con mi característica perfección, y lo besé.


 


“¡Le he besado! ¡No puedo creerlo!”


 


Fue un beso muy corto, sin embargo, fue su reacción cuando me separé de él la que me sorprendió.


 


– Seto… – murmuró Joey que seguía soñando.


 


“¡Ha pronunciado mi nombre!”


 


Mi corazón empezó a latir más rápido, y ya si que no pude contenerme. Nunca tendría otra oportunidad como esta: volví a besarle. Y él… ¡él me correspondió! Pero eso no fue lo que me dejó helado, abrí los ojos y él… intentó levantarse… ¡estaba despierto!


 


Intenté levantarme, pero no podía, él seguía apoyado encima de mis piernas, evitando cualquier intento de separación. Abrió los ojos y me quedé paralizado. No estaba preparado para ese momento.


 


“¿Qué le digo ahora? ¿Qué puedo hacer?”


 


 


 


JOEY


 


Estaba en una playa y yo miraba el horizonte. Alguien se acercaba por detrás de mí, era mi amor.


 


Mi amor se acercó a mí y me abrazó, yo le correspondí. Me hizo mirarle a los ojos y me besó tan sólo un instante. Ese beso fue tan real… tan real que no pude evitarlo.


 


– Seto… – murmuré.


 


Mi amor se separó y me miró con ternura, pero de pronto, volví a sentir sus labios sobre los míos. Yo le correspondí. En ese momento me di cuenta de que estaba soñando.


 


“Pero si estoy soñando… ¿quién me ha besado?”


 


Desperté en ese mismo instante e intenté levantarme porque me dolía mucho la cabeza. Aún no había abierto los ojos, pero sentí que quien me besaba reaccionaba al fin y se separaba de mis labios.


 


Abrí por fin los ojos, y vi a la única persona a la que nunca hubiera imaginado que podría llegar a besarme: era Kaiba.


 


“¿Kaiba me ha besado? Esto no es real. Debo de seguir soñando”


 


– Perdona – dijo Kaiba nervioso.


 


“¿Kaiba pidiendo PERD”N? Eso JAMÁS había pasado. Seto Kaiba nunca pedía perdón a nadie, ni siquiera a su hermano”


 


Kaiba parecía cada vez más nervioso, pues había intentado levantarse pero no había podido, pues sentí que yo estaba apoyado sobre sus piernas. Empezó a temblar. Parecía querer huir.


 


“¿Kaiba huyendo? ¡Imposible! Sin duda esto debía ser un sueño. Kaiba NUNCA huía de nada”


 


– ¿Perdón por qué? – pregunté seductoramente. Si era un sueño, no había porqué pedir perdón.


– Pues… por… por… – Kaiba estaba tartamudeando.


 


Estaba tan mono que no puede evitarlo. Sus ojos azules brillaban más porque estaba colorado, por eso me levanté con un poco de la torpeza tan característica en mí y lo besé yo a él. …l parecía estar asombrado, pues no esperaba ese beso.


 


– No tengo nada que perdonar. Me encanta que me beses – dije tan seductoramente como puede.


 


Kaiba se quedó helado. Parecía que no podía reaccionar.


 


– ¿Lo dices… en serio? – preguntó Kaiba dudoso.


– ¡Claro! Besas muy bien – se puso colorado.


 


Estaba tan atractivo cuando se ponía colorado… Volví a acercarme a él y lo besé, esta vez fue él quien me correspondió.


 


En ese momento me di cuenta. ¡No estaba soñando! Realmente había sentido sus labios sobre los míos y mi corazón que estaba latiendo desesperadamente, se aceleró aún más.


 


“¡Esto no es un sueño! ¡Está pasando de verdad! Le he besado… ¡y me ha correspondido!”


 


Nos separamos, pero yo estaba helado, ¡no podía reaccionar! Entonces decidí hacer lo único que tenía sentido para mí: ya que la había liado creyendo que era un sueño… ¿por qué no seguir?


 


– ¿Te… gusto? – le pregunté. Temía que su respuesta fuera que no.


– No – dijo, dejándome a punto de llorar, pero continuó hablando. – Te quiero.


 


 


 


SETO


 


Estaba tan nervioso que no podía reaccionar. ¿Qué podía hacer? Una palabra pasó por mi mente. Una de las pocas que recuerdo no haber pronunciado antes, y sin saber que hacer, la pronuncié.


 


– Perdona – dije, estaba muy nervioso.


 


Joey todavía parecía en trance, como en sueños. Creo que le dolía la cabeza aún y por eso él no veía las cosas con claridad.


 


…l me contestó con un tono que jamás me pareció posible oír de su boca dirigiéndose a mí, pero más que el cómo lo dijo, fue lo que dijo lo que me hizo temblar y me hizo sentir un cosquilleo en el estómago.


 


– ¿Perdón por qué? – preguntó seductoramente.


–Pues… por… por… – yo estaba tartamudeando. Creo que fue la primera vez en mi vida que sentí mi cara arder, sin duda lo que no esperé fue lo que vino a continuación.


 


Joey se levantó con un poco de torpeza… y… ¡me besó! Me quedé petrificado. ¡No esperaba ese beso!


 


“Joey… ¿es posible que tú… no me odies? Me has besado con tanta ternura”


 


–No tengo nada que perdonar. Me encanta que me beses – dijo Joey con una sonrisa seductora.


 


Me quedé helado. ¡No sabía cómo reaccionar! Mi corazón latía como loco y yo… ¡estaba tan confuso!


 


– ¿Lo dices… en serio? – pregunté dudando. No podía creer lo que estaba pasando.


– ¡Claro! Besas muy bien – dijo Joey, haciendo que sintiese que mi cara ardía a más no poder.


 


…l me miró con… ¿acaso era cariño? Se acercó a mí lentamente y… ¡me besó! Yo no podía… ¡no quería estropear ese momento! Le correspondí y él de pronto pareció darse cuenta de lo que pasaba.


 


Nos separamos pero él no reaccionaba, como si acabase de darse cuenta de que no estaba soñando. Temí que se marchase y se riese de mí.


 


“¿Desde cuando a mí, Seto Kaiba, me importa lo que piensen lo demás?... Desde que entre los demás se encuentra Joey…”


 


– ¿Te… gusto? – me preguntó como con miedo.


– No – dije, pues sentí que sólo tenía esa oportunidad para decirle lo que realmente sentía por él. – Te quiero.


 


“¡Lo he dicho! ¿Qué me dirá ahora? Parece tan… tan nervioso”


 


…l parecía no reaccionar. Yo estaba histérico. ¿Y si él estaba confuso y realmente no sentía nada por mí?


 


–Yo también te quiero – me dijo con una sonrisa. Mi corazón se aceleró aún más.


–Esto… tú… tú querrías… – dije sin acertar a acabar la frase.


 


“¿Desde cuándo yo tengo miedo a acabar una frase? ¿Por qué no puedo preguntárselo?”


 


–¿Quieres salir conmigo? – me preguntó Joey como si hubiese leído mis pensamientos.


 


Le miré con cariño. No me podía creer lo que estaba pasando.


 


 


 


JOEY


 


“¡Me ha dicho que me quiere! ¿Seguro que no estoy soñando?”


 


Seto estaba más nervioso que nunca. Jamás le había visto así. Parecía temer lo que yo dijese a continuación.


 


–Yo también te quiero – le sonreí, y él me devolvió la sonrisa más bonita que había visto en mi vida.


–Esto… tú… tú querrías… – Seto parecía tan nervioso que no podía acabar la frase.


 


Tardé apenas unos instantes en darme cuenta de lo que pasaba.


 


“¡Seto me quiere pedir salir! ¡Qué guapo está cuando se pone nervioso!”


 


–¿Quieres salir conmigo? – le pregunté yo.


 


Seto me miró con cariño, y yo le sonreí. Creo que ninguno creíamos lo que estaba pasando.


 


 


 


JOEY Y SETO


 


Seto ni siquiera contestó a la pregunta, su cara lo decía todo. Se acercó a Joey despacio y le besó con toda la dulzura que había en su interior. Joey le correspondió con el mismo sentimiento.


 


Sus miradas se cruzaron levemente cuando se separaron. Ambos sonrieron, pues sobraban las palabras.


 


Joey cogió la mano de Seto con cariño, y Seto la soltó para poder abrazar a la persona que más quería en el mundo: Joey.


 


Y así empezó nuestra historia de amor, por un accidente… ¡en un callejón!



¡FIN!


 


¡MUCHA SUERTE A TODOS/AS!


 






Nota: Yo contesto a todos los reviews que me mandáis en la propia página de los reviews, así que os dejo siempre ahí las contestaciones. ¡Muchas gracias por todos los reviews que me enviáis, de verdad se agradecen mucho!


P.D.: Os invito a leer mi nuevo fic: MAY THE BEST MAN WIN, en donde encontraréis una imagen de Joey poco usual y varias parejas para hacerlo un poco más emocionante (ni que decir tiene que una pareja son Joey y Seto, el resto, son sorpresa).

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).