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Kisetsu por Aomame

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Notas del fanfic:

Kisetsu, es una palabra que me gusta mucho significa literal:temporada, pero se puede traducir como estación (del año). 

Ese fic lo tenía pensado desde hace mucho y espero que les guste. 

Ya lo saben pero por no dejar, los personajes no me pertenecen y hago este fic con el mero fin de entretener a ustedes y a mí >.<

 

Notas del capitulo:

Bueno Haru es primavera en japonés. Y es aquí donde todo comienza.

Kisetsu

Haru

La primera vez que lo vi fue en una fiesta. Mi hermana me había llevado a la fuerza, ya que solo así había obtenido permiso para ir.

Yo era un vil chaperón. Él era amigo de mi hermana. Esa vez  esta tatuada en mi mente. Entonces no me di cuenta pero, fue amor a primera vista.

-Así que este es tu lindo hermano- fueron las primeras palabras que le escuche decir.

 Me miraba del otro lado de la habitación, recargado en la pared con un cigarrillo entre los dedos, al hablar ladeó el rostro, su cabello plateado cayó sobre su frente y reveló los percings que adornaban su oreja, así como su tatuaje en el cuello oculto parcialmente por la camisa blanca. A mí me chocaba que me llamaran “lindo” pero cuando él lo dijo no me sentí incomodo para nada.

-Hey ¿cómo te llamas?-me dijo suavemente con una sonrisa en los labios, ignorando el cigarrillo que se consumía lentamente.

-él es Kana chan-contestó mi hermana en mi lugar, como siempre, acortando mi nombre y haciéndome sentir más niño de lo que soy.

-¡Es Kaname!-grité yo, mi hermana frunció el ceño, pero él, se rió.

-Tú y tu maldita maña de acortar los nombres, Yuuki-le dijo a mi hermana, ella gruñó y él se despegó de la pared-¿Por qué lo trajiste? sabes que en esta fiesta hay alcohol, no es el lugar para un menor de edad.

-ya tengo 17-refunfuñé y  él me sonrió nuevamente.

-aun eres un niño-me dijo mi hermana y dio media vuelta, dejándome en medio de la fiesta, solo.

-oye, no pongas esa cara- le dio una calada al cigarrillo antes de apagarlo en un cenicero-ven, me dijeron que eres bueno en esto.

Lo seguí, total, no tenía nada que hacer. De debajo de la cama sacó una caja. Seguramente el departamento era suyo, por eso se movía con tanta libertad. En una pequeña mesa abrió la caja y me mostró las piezas relucientes de un ajedrez.

-¿juegas?

Ya que, pensé y me encogí de hombros. Mejor eso a estar parado o sentado sin hacer nada, esperando a ver a qué hora mi hermana se dignaba a regresar a casa.

Él  me miró y sonrió de nuevo. Mientras jugábamos, lo observé. Mi hermana no hablaba mucho de él, de hecho yo no sabía nada de él. Aunque conocía a otros amigos de mi hermana.

Él era muy extraño, a su alrededor  existía un aura rara, como si… no sé… a veces, cuando pensaba su siguiente movimiento o cuando prendía un cigarro o cuando se quitaba el flequillo de los ojos, me daba la impresión de que era muy sexy.

Si, así, me parecía sexy. Lo cual era extremadamente extraño, nunca en mi vida un  hombre me pareció sexy. Pero ahí estaba, mirándolo y pensando eso, como si fuera lo más normal del mundo. Tal vez estaba aburrido…tal vez…

-Jaque mate-dije y él sonrió haciéndose para atrás, apoyando sus manos en el piso y dejando salir el humo del cigarro de entre sus labios.

-eres muy bueno Kaname kun.

-tú también- y era cierto, esa partida se tardó demasiado, incluso muchos invitados ya estaban tan ebrios que se habían quedado dormidos y el bullicio había perdido intensidad.

-eso no cuenta-mi hermana se apoyó en la mesa derribando las piezas, no estaba ebria pero disfrutaba molestarme- Kana chan aprendió a jugar a los tres años, tiene mucha practica, por eso te ganó.

-¡oh calla Yuuki!- él se puso de pie y me lanzó una sonrisa de nuevo-si aprendió a los tres años es porque es un chico muy inteligente. Déjalo en paz.

-¡¿Por qué lo defiendes?!

-Porque es un chico muy lindo-  sin dejar de mostrarme esa sonrisa revolvió mi cabello amablemente. Yo odio que toquen mi cabello, pero al hacerlo  él…no sé, no me molestó.

-¡bah!-mi hermana gruñó de nuevo-como sea…Kana chan, ya vámonos.

-¿ya?

-¿qué, no quieres?

Esa pregunta en otro momento habría sido “claro que quiero” pero mirándolo a él, su sonrisa, su porte, sus ojos, la verdad ya no quería irme.

-¡vámonos, anda!

Como si mi cuerpo estuviera pesado me levanté con dificultad.

-¡Qué mandona eres, Yuu chan!-dijo él burlándose de mi hermana y yo me reí, mirándolo como mi cómplice. Era quizás el único en el mundo que podía burlarse de mi hermana. No sé porque pero me daba esa impresión.

+++

-uy, uy, uy-Hanabusa se rió y yo rodeé los ojos-Mira, mira es Tomoya chan…Oye Kuran, ¿por qué terminaste con ella? mira que feo te ve.

-¡Ah cállate! ¡Ella fue la que terminó conmigo!

-¿no te da vergüenza, Kaname?-Ahora era Takuma quién me molestaba-lástima que te toca deportes con ella

-¡tú también, cállate!

Ella fue, como todas las demás. No es que no las atienda o intente hacer lo que un novio común hace, pero yo en realidad a ninguna la he querido de verdad, y las mujeres para bien o para mal son la mar de intuitivas, y probablemente por eso han terminado conmigo. Pero como dice Takuma, ya vendrá otra, solo esperaba ser capaz de amarla.

-¡Hey Kaname Kun!

Él, el amigo de mi hermana me miró del otro lado de la reja del patio, con el brazo levantado a forma de saludo. Sonreí y corrí hasta él.

- ¿qué…qué haces aquí?

-¿qué, qué hago? Pues yo paso por aquí todos los días camino a la universidad.

-¿de verdad?

-sep.

-nunca te había visto.

-es que no nos conocíamos, así que no nos prestábamos atención.

-supongo-lo miré, ese día iba vestido  de color negro, y aquello solo acentuaba su figura delgada y el tono plateado de su cabello. Él debía saberlo, ¿verdad? Lo sexy que se veía…

-bueh, nos vemos luego Kaname kun.

-Si… ¡oye!- se detuvo en medio de su carrera.

-dime.

-¿puedo ir hoy a tu casa?-No tengo idea de porque dije algo así.

-¿a mi casa?-asentí, estaba nervioso, quería que me dijera que sí, pero al mismo tiempo que me dijera que no ¿qué diablos me pasaba?-Claro, si quieres. ¡Nos vemos!

Y sin más se fue corriendo, supuse que se le hacía tarde. Es una suerte que la reja del patio diera hacia la calle…

-Kuran Kun

-¿qué?-La chica que me hablaba era Susuki chan, me miraba con sus grandes lentes redondos, pero no es la única, el resto de mis compañeras de clase también me miraban.

-¿Conoces a Gin chan?

-¿Gin chan?

-es que, como no sabemos su nombre y su cabello es plateado, pues le llamamos Gin chan.

-¿y porque diablos le ponen nombre?

-pues porque… Gin chan es muy guapo.

Bah, ahora resultaba que estas mujeres ya se habían percatado de su existencia y eso por algún motivo me molestó.

-¿Sabes cómo se llama?

¿Cómo se llama? Diablos, no tenía idea. Pero era algo que no podía admitir delante de estas chicas. Yo era quien lo conocía, yo.

-claro-mentí, total no lo sabrían.

-¿y cómo se llama?

-no te lo voy a decir Susuki.

-¿porqué?

-porque las conozco y van a comenzar a gritarle cuando pase por aquí, y no quiero que lo molesten.

-¡no seas cruel!-gritaron todas.

Y a mí que me importa, pensé,  no les voy a decir, en parte porque no lo sé, y en parte, porque si lo supiera tampoco les diría nada, sería mi secreto, mío y de él. Y si el mundo olvidaba su nombre, mejor para mí, porque solo yo lo sabría, solo yo tendría ese vínculo con él. Solo yo.

+++

-¿Qué haces aquí, Yuuki?- dije cuando él me abrió la puerta de su departamento y vi a mi hermana sentada en el piso tomando una cerveza.

-¿más bien tú qué haces aquí?

Fruncí el ceño.

-¿quieren comer algo?-dijo él para zanjar la situación.

Mientras nos traía algo para picar, mi hermana me miró enojada.

-¿a qué viniste?

-me lo encontré y le dije que quería jugar con él otra vez- mentí ágilmente- ¿hay algún problema?

Yuuki frunció el ceño y se levantó.

-tú eres el problema-dijo señalándome con su dedo acusadoramente-yo llegué primero.

-¿y qué?

-él es mi amigo, no tuyo.

-Vamos Yuuki, también puedo ser su amigo- dijo él regresando e intentado suavizar las cosas.

Ella nos miró alternativamente, pateó el suelo y cruzó la habitación con dos zancadas.

-me voy, esto no tiene sentido si él esta- cerró la puerta con un golpe y se fue.

Él suspiró.

-siempre es así-le dije para consolarlo-es una caprichosa

Él asintió y me sonrió de nuevo.

-¿qué quieres hacer?-me dijo una vez que se sentó a mi lado en la estancia.

-¿jugamos?

-si quieres- se dirigió al lugar donde guardaba la caja.

-oye-lo llamé y él giró el rostro, se veía realmente muy guapo-¿cómo te llamas?

Él se rió.- Zero- dijo- Kiryuu Zero, pero mis amigos me llaman Ze chan.

+++

En abril, mis amigos y yo fuimos a ver el Hanami, el parque estaba lleno de gente que hacia camping. Las flores de cerezo estaba abiertas,  todo estaba coloreado de rosado y el aire esta cargado de un aroma dulzón, el aroma de la primavera.

-Hey Kaname- Aidou me sacudió del hombro haciéndome derramar mi soda.

-¿qué dem…?

-¿No es esa tú hermana?-señalo a un punto delante de nosotros.

Sí, era Yuuki, pero no fue en ella en quien me fije. Ze chan iba con ella, justo caminando a su lado, vestía una camiseta azul sobre la cual llevaba una camisa blanca desabrochada, pantalones de mezclilla y sandalias, iba cómodo, dispuesto a disfrutar del Hanami. Buscaba junto con mi hermana un lugar para sentarse, ella llevaba una mata entre las manos y él cargaba una canasta sobre su hombro, con aire despreocupado y risueño.

Ze chan señalo un lugar y mi hermana acomodó la manta en el piso él dejo la canasta y se estiró. Aquel gesto solía tenerlo cuando terminábamos una partida de ajedrez, se tallaba los ojos y se estiraba, a veces, solo a veces, he logrado ver su ombligo cuando, al estirase, la playera se levantaba. Me gustaba… su ombligo.

-¿es, es?-me preguntó Aidou de nuevo al verme completamente perdido en una contemplación que nada tenía que ver con el Hanami.

-sí, si es. Pero eso no es lo importante.

-¿no es importante? Si te portas mal, te va a acusar.

-¿qué no ves con quién viene?-dije sacudiéndolo del cuello- ahorita vengo.

Me puse de pie. Escuche a Aidou preguntar que me pasaba, Takuma le contestó algo que pareció ser “déjalo está enamorado”.

-¡Ze chan!-lo llame, él giró el rostro y me sonrió, su bonita sonrisa me hizo sonreír a mí como un idiota.

-Ah Kaname Kun, qué gusto verte.

-Pues a mí no me da gusto-dijo mi hermana cruzando los brazos- ¿qué? ¿sales de las piedras?

-Vine con Takuma y los demás, tú eres la que siempre molesta. ¿No deberías estar con Nob…?

-¡cállate, mocoso! No tenías que decirme que tengo o no que hacer.

Ze chan observó a mi hermana, no dijo nada, suspiró y le dio un sorbo a la cerveza que tenía entre sus manos. Yo fruncí el ceño y sin pedir permiso, me senté con ellos.

-¡Oye ¿qué haces?!- me dijo mi hermana.

-está bien, Yuuki-dijo Ze chan, sin mirarla.

-¡no está bien! ¡Dile que se vaya!

Ze chan suspiró.-Vamos Yuuki, solo vino a saludar, vino con sus amigos ¿ne Kaname kun?

-sí- dije enfatizando con mi cabeza.

-¡Zero!-Yuuki se levantó, puso las manos en jarras y lo miró amenzantemente.

Pero Ze chan se limitó a beber un poco más de su lata. Yuuki bufó y pateo el piso.

-¡me voy, entonces!-dijo, Ze chan cerró los ojos sin pronunciar palabra-¡Idiota!-eso último era para mí. Dio la vuelta y se fue.

-Ze chan, lo siento-dije consciente que de alguna manera había arruinado todo.

-no te preocupes, así es ella-suspiró largamente como si lo hiciera por muchas veces acumuladas.

-Ze chan, de verdad, lo siento. Le diré que venga, pero…pero no luzcas tan triste.

 Volteó y me sonrió al tiempo que negaba con la cabeza.

-nah, déjala…a cambio, quédate aquí, acompáñame a ver los cerezos.

Me senté a su lado. El sol hacía incidencia en las flores bellamente. A mis alrededores todos reían, comían, hablaban, pero mis oídos estaban bloqueados. Toda mi atención se centro en él. Ze chan miraba al frente con la lata de cerveza pegada a los labios con aire nostálgico. Lucía tan solitario, tan triste como si hubiese sido abandonado. Yo no lo entendía, ese sentimiento que me transmitía.

Un nuevo suspiro suyo se mezcló con el suave y cálido viento, su cabello se levantó ligeramente, su ojos amatista de pronto se inundaron de lágrimas y estás cayeron por sus mejillas en silencio. No las limpió, no se cohibió por ellas, no intentó ocultarlas, solo dejo que la tristeza rodará con ellas. Y yo, yo tan solo lo miré paralizado, agobiado, con el corazón encogido en mi pecho, incapaz de nada pero deseando ser capaz de todo. De todo con tal de detener aquella melancolía.

Entonces me di cuenta. Amaba la sonrisa de Ze chan, sus gestos cálidos y su voz al decir mi nombre, amaba su amabilidad, su tranquilidad. Amaba sus ojos, su cabello, su nariz, sus dedos, sus orejas, su figuras, si, también su ombligo. Amaba tanto de él, que incluso amaba sus lágrimas, su tristeza, hasta su dolor.

Sin darme cuenta comencé a llorar. Lloré ahí, sin preocuparme tampoco por la gente alrededor, gimoteando como un niño pequeño. Ze chan me miró asustado, puso su mano en mi hombro y me preguntó que tenía. Negué con la cabeza mientras derramaba lágrima tras lágrima.

No tenía nada, tan solo, había florecido. Por primera vez en mi vida me había enamorado. La primavera había llegado a mí, el  amor se abría como los pétalos de las flores, inundando mi pecho, llenando mi corazón.

Notas finales:

wola! Espero que les haya gustado, es cortito y quizas no dice mucho, pero poco a poco lo iran viendo y espero se torne más interesante.

Se dieron cuenta? Kaname es más pequeño está vez, preparatoriano, y Zero, es ya Universitario. Tenía ganas de algo así. Lo cual... bueno ya veremos quien será el seme jaja aún no lo decido (?) miento ya lo sé!

Si les gusto aunque sea un poquito, ya saben que un review me alimenta, así que no duden y dejenlo >.<

Listo, es todo.

Saludos y nos vemos.

                                                         continuará...

 


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