-Ya no sé qué hacer, es que no lo entiendo-el rubio cubría su rostro con ambas manos con desesperación mientras que estaba sentado, Gaara se mantenía de pie sin decir nada, solo lo miraba con angustia queriendo confortarlo.- ¿Por qué no regresa? Itachi ya está muerto, se unió a Akatsuki ¿Por qué haría algo así? ¿Porque insiste en lastimarme?
……..
Amor incondicional, amor desinteresado, amor altruista, se supone que el verdadero amor debe de ser así, cuando alguien ama de verdad, tiene que saber perdonar los errores, de soportar los problemas que se presentan y ante poner el bienestar propio por el del ser amado. A Gaara olvidaron decirle también que su verdadero amor no sería correspondido.
Por muchos años estuvo hundido en la oscuridad, dejándose llevar por la desesperación, por la depresión por el odio, por el desamor, tanto sentimientos negativos inundaban su alma y sus pensamientos que llego a convertirse en un asesino despiadado, que solo se podía sentir vivo cuando le arrancaba la última gota de esperanza a las personas, cuando los dejaba vacíos podía verlos a los ojos y sentirse igual que ellos, solo en ese momento, cuando lo miraban suplicantes, cuando se resignaban a que ya no les quedaba nada de tiempo para vivir, no se sentía tan solo, le gustaba matar, lo disfrutaba mucho era su única razón para vivir.
Pero, entonces, llego él y cambio su perspectiva de la vida. Después de que Naruto sufrió de la misma forma del maltrato de la gente, de que fue discriminado, ofendido, por ser diferente, una diferencia que para colmo ninguno de los dos fue el culpable, ellos eran unos bebes sin capacidad de pensar cuando sus padres decidieron que los convertirían en monstruos. Aun a pesar de todo eso él era luz, una luz tan resplandeciente que nunca se rendía ante la mirada de nadie, que jamás retrocedía a lo que decía que cumplía su palabra aunque tuviera que sudar sangre, que a pesar de vivir en completa soledad amaba a la gente a un con sus defectos y luchaba por defenderla incluso a los que lo llegaban a maltratar.
Al principio se resistió ante la calidez de Naruto, su propia existencia demostraba que su vida había carecido de sentido hasta ese momento, y lucho, con todas sus fuerzas y un poco más, quería matarlo, borrarlo de la existencia del mundo porque se negaba a que alguien como él pudiera estar vivo, pero perdió, ese rubio atolondrado lo derroto en un combate cuerpo a cuerpo donde los dos quedaron completamente agotados, tirados en el suelo Naruto seguía moviéndose arrastrándose, y le sonrió sin ningún rencor; a él que había querido matarlo, una sonrisa tan cálida que hiso que el corazón que Gaara había convertido en piedra gracias al dolor propio y al ajeno se quebrara dejando que las emociones renacieran dentro de él.
Admiración y respeto fueron los primeros sentimientos de Gaara hacia Naruto. Con el paso del tiempo una amistad se creó entre ellos y aunque el pelirrojo quisiera negarlo, el cariño que sentía por Naruto era más profundo de lo que el mismo quería admitir.
Fue hasta que Deidara y Sasori ninjas renegados de Akatsuki lo secuestraron para robar al monstruo de una cola que residía dentro de él y casi lo matan que se dio cuenta que lo que sentía era amor, amor verdadero, pues en la oscuridad de su alma y en la soledad de su vida su rostro, su voz su sonrisa fue lo único en lo que pensó, cuando despertó se sintió tan feliz de verlo ahí saber que él había sido quien había ido a su rescate, que le importaba para pelear por el que no le importo nadie más de los presentes.
Cuando una persona ha sufrido tanto es normal que se vuelva pesimista, y guarde cierta distancia entre la gente que lo rodea por desconfianza y Gaara no fue la excepción, siempre serio, distante, frio, pero cuando él estaba a su lado, todo cambiaba sonreía y su corazón rebosaba de alegría que se sentía pleno, satisfecho y sumamente feliz.
Pero la realidad de su vida es que el amor que el sentía solo era unilateral, aunque Naruto lo apreciara mucho, que lo tuviera en gran estima como un buen amigo, no era amor y probablemente nunca lo seria. Si tan solo Sasuke Uchiha no existiera, él estaba seguro de que podría compensarle a Naruto todo lo que ha sufrido, dedicarse a él para hacerlo feliz y cumplir hasta el más mínimo de sus caprichos solo para ganarse una de esas sonrisas tan cálidas que llenaban su corazón.
Tristemente para él, las cosas no dependían de lo que quisiera, y tenía que soportar y mantenerse al margen de la vida de Naruto, sin intervenir en sus decisiones, porque aunque quisiera sabía que Naruto era tan persistente que nada lo haría cambiar de opinión y jamás desistiría de traer de regreso a su primer amor, sabía que Naruto no renunciaría nunca aunque todo estuviera perdido, y para qué negarlo si existía alguien capaz de convencer a Sasuke de volver a Konoha y corregir su camino era el mismo rubio que había logrado sacar la oscuridad de su corazón, así como lo había salvado a él, tal vez lograría salvar a Sasuke.
Daba todo por perdido, había aprendido a conformarse con la felicidad de Naruto aunque no fuera a su lado, así como también sufría con él por su desamor trataría de disfrutar por el si su amor fuera correspondido y llegara a estar con Sasuke, su amor era completamente desinteresado y lo único que importaba es que ese rubio tonto fuera feliz.
La verdad es que como marchaban las cosas en su relación con Naruto jamás pensó que una situación así se presentara, se le rompía el corazón de verlo tan destrozado. Odio, eso era lo que sentía por el Uchiha tanto desprecio pensaba que nadie merecía más la muerte que él por hacer sufrir tanto a Naruto sin merecerlo, pero al mismo tiempo no se atrevería a hacer nada en su contra pues sabía que Naruto lo despreciaría.
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-No sé, no sé qué hacer- el rubio realmente se sentía frustrado, después de que Tsunade les dijera que Sasuke ya había logrado matar a Itachi, llego a pensar que Sasuke regresaría a la aldea pero en lugar de eso, había reportes de que Sasuke se había unido a Akatsuki, lo que lo mortifico ¿realmente Sasuke lo odiaba tanto que quería unirse a esa secta para destruirlo? ¿Acaso no sabía que el objetivo de esa asociación era juntar a todos los demonios de colas y que él tenía uno? Tenía tanta frustración que había ido a platicar con su mejor amigo para desahogarse.
-Necesitas tomar las cosas con calma- dijo Gaara sin saber realmente que decir.
-estoy cansado Gaara- Naruto levanto la vista haciendo que azul y turquesa chocaran- cansado de siempre esperar, de controlarme y de sufrir por el- sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas-¿es que no merezco ser feliz?
¿Cómo podía controlarse viendo a Naruto así? ¿Cómo podría no odiar a Sasuke? ¿Cómo podría quedarse callado?
-yo podría hacerte feliz, si me lo permitieras- esas fueron sus únicas palabras, cuando termino de decirlas sintió que su corazón explotaría por los nervios o por el dolor de ser rechazado, pero ya nada podía hacer, lo había dicho, la mirada de asombro de Naruto y el silencio incomodo le confirmo que el rubio era muy atolondrado y no se había dado cuenta del profundo amor que sentía por él, los segundos se volvieron minutos, el silencio fue tanto que cualquier otra persona hubiera gritado de desesperación y salir de esa habitación, tal vez él lo hubiera hecho si sus piernas hubieran reaccionado, si su corazón lo hubiera dejado escuchar sus pensamientos pero sus latidos eran tan fuertes, tan rápidos. Entonces vio como los labios de Naruto de movían dando una respuesta, es como si todo hubiera pasado en cámara lenta muy lenta, su estado le impidió entender a la primera las palabras de Naruto y cuando lo hiso, no sabía que hacer exactamente, así que se quedó parado frente a él, por segundos, minutos tal vez más.