Desde el primer momento en que lo vi, algo dentro de mi despertó, lo sentí con un latido de mi corazón tan fuerte que daba por hecho que todos los que estaban a menos de 10 metros de mi lo podían escuchar, tal vez lo confundían con pasos de los gigantes que querían devorarlos, un escalofrió recorrió todo mi cuerpo y se centró en la parte de atrás de mi cabeza cuando paso cerca de mí y cuando lo escuche hablar con tanta pasión supe que tenía que ser mío a como diera lugar.
Durante mucho tiempo trate de controlarme de tratar de darle un sentido lógico a lo que pasaba por mi cabeza, pero no me resultaba nada fácil porque en cualquier oportunidad mi instinto animal salía, como cuando se le hiso el juicio para saber qué es lo que se haría con él, todos lo llamaban monstruo y Erwin me había dado la orden de golpearlo para hacer entender a los demás que no podrían controlar la situación y que lo único que podían era dejarlo en nuestras manos, que yo sería el único capaz de matarlo si era necesario, cuando el perdió el control y estallo, lo golpeé tan fuerte, no me controle solo deje salir lo que tenía dentro, lo que nadie pudo notar gracias a la ropa es que estaba completamente duro de excitación; cuando todo termino tuve que ir al baño a masturbarme para que nadie se diera cuenta.
Cada día que pasaba me resultaba más difícil controlarme, los celos me invadían y me volvían loco sus amigos entraron en la misma división que nosotros y mientras que yo permanecía ajeno en su vida ellos compartían con el su vida, quería que supieran que su vida me pertenecía que él era mío y yo su dueño, estábamos destinados a estar juntos, lo sentía dentro de mí.
Eren se esforzaba tanto en cumplir con las ordenes su pasión por la libertad de la humanidad lo hacían sobresalir a pesar de no ser tan buen soldado que pocas veces se equivocaba, pero todo cambio un día, en una misión de reconocimiento simple el predio el control sobre su poder de titán, y tardo algunos minutos en recuperar la conciencia de lo que hacía, muchos soldados entraron en pánico, aunque yo sabía que se debía al cansancio que tenía que solía exigirse mucho no me importo yo vi mi oportunidad y la aproveche. Le dije a todos que se retiraran del campamento para que si se transformaba de nuevo nadie corriera peligro, la única que discutió fue su hermanastra pero al final terminaron dejándome a solas con él.
Estaba emocionado pero también nervioso, sabía lo que pasaría en ese sótano lo que yo haría que pasara por fin nos uniríamos como el destino lo marcaba ya estaba todo decidido Eren seria mí y solamente mío, disfrutaba mucho la idea de saber que yo era el único con el poder y la autoridad de poseerlo a ese ser tan especial; cuando entre en el sótano estaba atado de las manos sobre su cabeza, sobre la cama, parecía que lo habían envuelto de regalo para mi aunque se notaba que estaba sufriendo por lo que había pasado, vi como levanto la cabeza y me miro algo triste y después sonrió levemente.
-¿viene a matarme? Después de todo solo soy un monstruo- dijo con la voz cabizbaja y entristecida.
-Mereces un castigo, te lo había dicho que si perdías el control no dudaría en aplastarte como a una mosca- le conteste con indiferencia- pero no voy a matarte-vi como levanto la cara sorprendido y me miraba con incredulidad, pero yo recibí esa mirada con un puñetazo en su rostro haciéndolo sangrar de la boca, lo tome del cabello fuertemente para que me viera a la cara y escuchara bien lo que tenía que decirle, necesitaba que el mensaje quedara claro.
-Eren, tú no puedes hacer nada sin mi permiso ¿entiendes?- jale más fuerte su cabello- si respiras, es porque yo lo permito, si hablas con tus amigos es porque yo lo permito, si comes es porque yo así lo quiero y solo eso ¿comprendes?
-si cabo- dijo tosiendo un poco de sangre.
-¿entonces también entiendes que necesitas un castigo por lo que paso?-esta vez lo golpee en el estómago dándole una patada y enterrándole la punta de mi bota
-sí, cabo- me contesto con una mueca de dolor
-¿y que el único que puede castigarte soy yo?
-si cabo- creo que llego a pensar que lo golpearía hasta que me cansara porque se sorprendió mucho cuando baje mi pantalón y puse mi pene frente a él y le ordene que lo chupara al principio se negó así que tuve que golpearlo un par de veces más hasta que cedió, aunque lo hacía bastante mal eso me hiso sentir bien porque me garantizaba que nadie más había sido capaz de tocarlo, sentía su húmeda lengua dar cortos recorridos parecía que no lo disfrutaba así que me moleste algo y volvía golpearlo en el rostro.
-abre la boca- ordene mientras que jalaba su cabello marcándole el ritmo que quería, se sentía bien tenerlo así, a mis órdenes y deseos.
-por favor, cabo basta, no haga esto- decía mientras que tosía, pero no lo escuche, tal vez el no entendía que todo esto era algo normal, porque el destino nos unía pero yo se lo haría entender aunque él no quisiera.
Baje su pantalón para ver su miembro, tanto tiempo había deseado verlo y me moría de ganas por tenerlo en mi boca de saborearlo de tocarlo, aunque se retorcía de un lado a otro comencé a lamerlo desde la punta hasta los huevos, sabia también, pronto dejo de moverse tanto y comencé a escuchar gemidos que escapaban de su boca
-te gusta ¿verdad Eren? – sonreí al ver que su cara demostraba el placer que le estaba dando y seguí dándole ese placer metía todo su miembro en mi boca quería sentirlo todo hasta mi garganta y ahogarme con él, pero estaba impaciente por estar dentro de él así que comencé a jugar con su entrada lamiéndola para llenarla de saliva y que mis dedos resbalaran mejor, sin avisarle metí un dedo, ¡Dios! Estaba tan caliente ahí adentro apretaba tan fuerte mi dedo no quería pensar en lo que haría con mi pene dentro de él porque seguro me correría en ese mismo momento.
-no ahg, cabo por favor, ya no, no
-Eren necesitas ser castigado, creí que lo entendías- su mirada se entristeció parecía que recordó lo que hiso esa tarde y yo aproveche para que se doblegara- casi matas a tus compañeros allá afuera ¿entiendes?
-si- contesto después de un momento de silencio, saque mi dedo de su interior y me acomode entre sus piernas sabía que no estaba bien preparado pero no me importaba lo único que quería era estar dentro de él y hacerlo mío,
-este es tu castigo Eren, enfréntalo- sabía que le dolería así que decidí decirle que ese sería su castigo, y con un solo movimiento lo penetre
-CABO-su dolor fue tanto que grito por mí, veía como desesperado trataba de alejarse de mi- duele, basta duele deténgase
-claro que duele es un castigo mocoso- conteste y empecé a embestirlo frenéticamente mi instinto animal salía a la luz y solo buscaba satisfacerme, su interior era tan húmedo tan caliente tan suave me apretaba tanto que con cada embestida sentía que me corría y se me volvía a parar, quería más y más, sin importarme que su rostro estuviera lleno de lagrimas
-cabo por favor ya no más deténgase
-solo un poco más- conteste cuando llegaba a mi limite, el pobre ya no tenía fuerza para moverse solo me suplicaba pero eso solo lograba excitarme más, su rostro estaba lleno de sangre y lágrimas por mis golpes y las sabanas estaban llenas de mi saliva y su sangre que salían de su entrada por albergarme dentro de él, con un par de estocadas más me corrí dentro de el llenándolo de mi esencia marcándolo como mio, porque desde ese dia oficialmente Eren me pertenecía y si no le había quedado claro yo se lo dije muy claro antes de que callera inconsciente
-eres mío Eren, no lo olvides que si vives es porque yo asi lo decido.