ATADOS A UNA PROMESA
// Pensamientos //
+++++++++ Separación de Escenas ++++++++++
----------- Flash Back ----------
# Llamada telefónica #
01.- PARTIENDO UNA VIDA JUNTOS…
Pensar en cómo había cambiado su vida en estos últimos años, era decir harto, primero por el hecho de haber tenido una niñez rodeada de lujos y caprichos. Segundo, porque todo se había desmoronado al terminar la guerra, sus padres estaban muertos y el ya no tenía nada. Tercero, había tenido que abandonar su cómoda vida y vivir entre los muggles que tanto había despreciado en su infancia y haber rehecho su vida, trabajando arduamente para poder vivir y pagar sus estudios de Técnico en enfermería, en un instituto también muggle, ya que el mundo mágico le había cerrado las puertas a los ex mortifagos, le habían quitado su varita y abandonado a su suerte. Y Cuarto, para rematar todo lo de por sí ya malo, estaba casado, contra su voluntad, liado a una promesa hecha a su madre en el lecho de su muerte y con nada más y nada menos que con el “Salvador del mundo mágico”, el adorado niño que vivió, Harry Potter.
¿Cómo había llegado hasta esto último? Pues simple, su madre le había obligado a hacer una promesa con el salvador justo en el momento que el señor tenebroso la mando a verificar si Harry Potter estaba vivo después del Abada Kadabra que le envío en el bosque antes de la gran pelea final. Esta había hecho prometer al héroe que no lo delataría que estaba vivo, si el juraba casarse y cuidar de su único hijo Draco Malfoy. Y el muy maldito héroe, bueno en todo, había aceptado. Después que todo había acabado y el gran héroe había salvado a todos y sanado de todas las heridas que tenía, para ser más exactos alrededor de 2 años después, Harry había aparecido en su instituto y se lo había contado. Por supuesto que Draco se acordó de lo que el mismo le había prometido a su madre, pero no tenía idea que esta también había hecho prometer lo mismo al maldito San Potter, trato ignorarlo olímpicamente, pero al ser obligado casi a ver un pensadero con los recuerdo de Harry, le creyó, pero eso no quería decir que aceptaría de buenas a primeras. Si no más bien después de unos 2 o 3 meses donde se vio con la soga al cuello por las deudas y estuvo a punto de dejar sus estudios, lo medito mejor y luego de varios años apareció en el mundo mágico y en la casa de Potter y acepto la propuesta. ¿Qué más podía perder después de todo lo que había perdido ya?
La ceremonia fue corta y preciosa, de los invitados solo estaban los amigos de Potter, el ya no tenía a nadie, estaba tal cual como era su vida, SOLO, sus amigos lo habían abandonado hace tiempo y sus padres ya estaban muertos. Tuvo que soportar los insultos y pesadeces de todos los Weasley, en especial de Ron, pero Draco cayo, ya no era un crio que molestaba y rebatía todo, la soledad y la perdida le había enseñado a ser cayado y reservado, tenía su orgullo, pero también había aprendido que con él no se comía y vivía, seguía demostrando su apariencia altiva, pero por dentro estaba roto, quedaban solo despojos de la persona que había sido. El moreno en cambio, resplandecía con luz propia, al parecer los papeles habían cambiado radicalmente, todo lo que había sido algunas vez Draco ahora era Potter. Tenía el dinero, el prestigio, una familia y amigos que lo querían y seguían incondicionalmente, su físico había cambiado, haciendo desarrollar un cuerpo más fornido y alto, mientras Draco había adelgazado en extremo, haciéndole ver una apariencia más frágil y enfermiza, a pesar de eso, todavía tenía esa belleza aristocrática y casi angelical, pero era solo en apariencia. Ni el mismo se consideraba atractivo.
La prensa al enterarse del matrimonio había hecho pedazos a Malfoy, con titulares como:
“Un Mortifago capturo a nuestro gran héroe”
“El asesino de todos quiere quitarnos a nuestro héroe”
“Una maldita serpiente asesina planea acabar con Harry Potter”
Y tantas cosas más, cada una más desagradables e hirientes, humillando su linaje y su sangre, insultando a sus padres y a todo lo que alguna vez lo rodeo. Draco ya no leía nada que no fuera sus libros de estudios, enterarse lo mal que hablaban de él solo le traía dolor, prefería ignorar todo y vivir así, aunque eso lo llevara a estar solo.
La noche de bodas fue otro cuento, un matrimonio mágico debía ser consumado y eso Potter lo sabía muy bien, así que sin ninguna delicadeza y acto de amor, lo había casi arrojado a la cama, dado algunos besos y penetrado lo más rápido y rudamente posible, Draco solo se dejó hacer, no fue violación ya que el mismo lo había permitido, pero fue tan salvaje y rudo que pareció una. Se demoró algunos días en sanarse, no podía usar magia y sin ella, las posiciones curativas eran casi imposibles de hacer, él era virgen, así que la herida había sido grande, pero ninguno dijo nada, ningún lamento salió de él, aunque hubieron veces que lloro en silencio en la ducha, dejando que las lágrimas se confundieran con el agua que corría su manchado cuerpo.
Así comenzaron a vivir juntos, pero casi no se veían, el matrimonio era solo un compromiso, para Potter era una forma de saldar la deuda con Narcisa, para Draco fue la forma para alivianar sus deudas. Ya que antes de casarse tenía 2 trabajos, uno para pagar sus estudios y otro para poder vivir, al casarse con Potter había dejado de preocuparse por lo menos de lo último, ya que vivía en la casa de el en el Valle de Godric. Potter tenía dinero, producto de la herencia de su padrino y padres, el moreno estaba estudiando para ser Auror, y Draco tenía claro que sería el mejor, ya que el moreno tenía talento para eso.
Todos los días el rubio salía temprano a trabajar y volvía tarde, después de los estudios, a pesar de todo dormían en la misma cama, pero ninguno de ellos se esperaba para hablar, de hecho ni se tocaban. Una vez el moreno le había comentado al rubio, que seguiría viendo a su antigua novia, de hecho, muchas veces Ginny se iba a quedar a la casa y era solo esas veces que el moreno se cambiaba de dormitorio y se quedaba con ella.
Harry después de su gran noche de bodas, no lo había vuelto a tocar, lo más probable, por lo desagradable que sería tocarlo, por lo menos eso pensaba Draco ¿Cómo el maravilloso héroe podría ensuciar sus manos con tan miserable persona? Muchas veces, camino a la casa de Potter, porque Draco nunca la considero como suya, personas lo insultaban y arrojaban cosas, pero Draco seguía caminando como si nada, con la vista fija en ninguna parte, pero ignorándolos al fin y al cabo.
Y así vivían como casi 2 extraños.
Un 05 de junio, el cumpleaños de Draco para ser más exactos, Draco se permitió salir a beber con su compañero de clases, no por salir a celebrar, sino más bien para olvidar la miserable vida que tenía. Porque a fin de cuentas Draco si sentía algo por el moreno, en un principio había sido admiración y de a poco le había llegado a gustar, muchas veces lo contemplaba dormido con su pelo revuelto, por que Draco era gay y Harry era un hombre bonito y cariñoso con todos, menos con él por supuesto, Draco en sus momentos de debilidad se ponía a imaginar ¿Cómo sería tener un verdadero romance con él? ¿Cómo sería poder sentir sus besos hechos con afecto? Y no con desprecio, como se los había dado anteriormente, en silencio sentía cierta envidia por la pelirroja, ella era una mujer afortunada, tenía el amor incondicional de Potter. Muchas veces Draco fue testigo silencioso de como Potter se preocupaba por sus amigos, hasta los elfos domésticos en esa casa eran respetados. Todo alrededor del moreno resplandecía, menos él. Ya que era un simple despojo de malas decisiones y errores, era por eso mismo que se aferraba a sus estudios, creía que con ellos tendría un poco reivindicación, aunque fuera en el mundo muggle.
-¡Oye Malfoy! – Le hablo David un compañero de clases - ¿Cómo es que un tipo como tú no tiene una chica? Digo… no eres feo y…
-Estoy casado David – Había dicho Draco como si nada, terminándose su primer vaso de Ron - ¡Otro más! – Y un mozo se acercó a él y le sirvió.
-¡¿Qué?! – Dijo sorprendido el chico - ¿Tu casado? ¿Tan joven? ¿Y quien es la afortunada?
-Es un hombre… Tengo un marido – Había dicho el rubio tranquilamente, mientras terminaba su segundo vaso - ¡Otro!
-Heeee – El otro chico de primera lo miro entre extrañado y sorprendido, más bien por la soltura que hablaba Draco – Bueno… ya me imaginaba algo así, ya que nunca hablabas de ninguna chica… ¡Oye! ¿No crees que estas bebiendo demasiado rápido? – David miraba sorprendido al rubio que se había terminado el tercer vaso y pedía otro nuevamente.
-No te preocupes… será solo por hoy… estoy celebrando mi cumpleaños – No pasó desapercibido para David la mirada melancólica del rubio, a él no le molestaba que su compañero de clases fuera gay, tenía un hermano así y estaba acostumbrado.
-¿Y no crees que deberías estar ahora celebrándolo con tu esposo?
-Él está ocupado – Dijo sin más el rubio, Potter ni sabía que era su cumpleaños, más bien ni le importaba. El otro chico lo miro extrañado.
-Y a todo esto ¿Cómo se llama tu marido?
-Harry Potter – Draco lo dijo tranquilamente, sabía que en el mundo muggle, su marido no era famoso.
Y así bebieron un buen rato, más bien el rubio, solo se detuvo cuando ya no pudo más de la borrachera y se durmió. David busco en la chaqueta de su amigo su celular, que el rubio llevaba para comunicarse, ya que no tenía varita, y llamo al susodicho marido, le extraño que en la agenda telefónica solo estuviera un puro nombre y era “Potter”, no había un “Mi amor” o “Mi Vida” o tantos nombres cursis como se ponían todas las parejas enamoradas.
-#Malfoy# - David escucho una voz masculina, gruesa y fría del otro lado. Tampoco pasó desapercibido que llamaba a Draco por su apellido.
-Hola, no soy Draco, soy un amigo, lo que pasa es que estuvimos bebiendo un rato y él no se encuentra en condiciones para caminar ¿Podrías venir a buscarlo?
-# ¿Dónde están? # - David le dio la dirección y en menos de 5 minutos el moreno estaba allí, más el chico muggle no sabía que existía magia y que Potter solo se había aparecido en el lugar.
David vio entrar al bar a un chico con cabello negro y ojos verdes intensos, y como se dirigía a ellos directamente entendió que era el susodicho esposo de su amigo.
-Hola soy David… ¿Tú debes ser Harry Potter no?
-Si – Harry apenas miraba al chico, su atención se dirigió a cierto rubio que estaba durmiendo con los brazos cruzados en la mesa.
-Mira… Draco bebió demasiado así que se durmió. No te enojes con él, yo creo que lo hizo porque se sentía solo – Harry lo miro seriamente y enarco una ceja – Oye, sé que no debería meterme, pero… No deberías dejarlo solo en un día como hoy, es su cumpleaños y… bueno, él siempre está solo y no es mala persona…tú…
-¿Y a qué punto quieres llegar? – Harry soltó molesto.
-Bueno… - David no se cohibió ante lo notable hostilidad que presentaba el moreno – ¿Tú debes saberlo mejor que nadie no? Eres su marido… Draco trabaja casi todo el día y estudia, no es una mala persona y tampoco sé cómo se llevan ustedes, pero… ¿No es un poco cruel dejarlo solo este día?
Harry miro alternativamente entre David y el rubio, sintiendo un poco de culpa, no sabía que era el cumpleaños del rubio, más bien nunca se interesó en el tema, y tampoco sabía que Malfoy trabajaba, sí que estudiaba, pero no que trabajaba, supuestamente con la fortuna de sus padres debería vivir tranquilo. Nunca se preocupó de buscar e interiorizarse de la vida de su actual esposo, para él, esto había sido solo un compromiso o una deuda que debía pagar. Tenía más que claro que en su noche de bodas había sido una bestia y también noto que el rubio era virgen. Pero como nunca se quejó, él tampoco dijo nada. Su matrimonio era una farsa, suspiro cansado. Ginny se lo había dicho una y mil veces, tenía hasta problemas con ella por eso mismo. No sabía que iba a hacer, estaba complicado, no quería faltar a su promesa, Narcisa le había salvado la vida y se lo debía, pero hasta qué punto aguantaría.
Tomo al rubio en brazos y lo cargo, obviando las miradas de asombro de las demás personas, el rubio inconscientemente lo abrazo. Con un movimiento de cabeza se despidió del amigo del rubio y se fue. Busco un lugar solo y se apareció en su casa.
Cuando llego al dormitorio lo dejo en la cama suavemente, pero no pudo despegarse mucho de él, ya que Malfoy lo abrazo más fuerte y entre su seminconsciencia, ya que estaba tan borracho, se acercó al moreno y lo beso, pero fue un beso dulce, como trasmitiendo calidez y tristeza, después de unos segundos se separaron. Harry miro al rubio seriamente, no sabiendo interpretar el beso. Y Draco lo miro con los ojos entrecerrados melancólicamente, con una de sus manos acaricio la mejilla del moreno.
-Harry… me gustas… - Y luego se durmió nuevamente, dejando un moreno sorprendido y confundido.
********** Continuara *********