Epilogo:
Las risas se escuchan desde donde Jaejoong esta posicionado. Aun alejado de la sala de comedor, él puede escuchar claramente las risas de los niños. Ellos corren de un lado a otro como si fuera un ritual típico al ver como los globos de colores penden de un listón. Él suspira algo cansado, pues decorar todo el lugar le fue un caos. Especial con los globos, una lucha titánica por inflarlos. Sus mejillas dolían.
- Jaejoong – dice ella con una niña muy pequeña bajo el brazo dirigiéndose a él.
Jaejoong miró hacia la mujer con total tranquilidad. Jessica parecía no haber cambiado después de tener a su pequeña hija Hee Bom. Jaejoong admiraba como después del parto ella había recuperado su peso. Jessica siempre tenía una sonrisa en su rostro y más cuando tenía un niño en brazos.
-Jaejoong, ¿Quieres que te ayude? – dice de manera amable viendo como Jaejoong tenia dificultad para llevar los zumos de fruta.
-Serias de gran ayuda, el babbo de Yunho desapareció – bufo molesto. Ante su comentario Jessica sonrió.
-Es típico de nuestros maridos desaparecer – dijo mientras dejaba que su pequeña hija seis años corriera con los demás niños, pero sin antes despedirse de la pequeña Hee Bom – No corras mucho mi princesa – beso con ternura la frente de su hija.
Jaejoong miraba la dulce escena entre madre e hija, eso le recordaba la forma tan cálida de Boa al tratarlo. Por más que tuviese una madre biológica, Jaejoong veía a Boa como su verdadera madre. Aun más el día que Yunho anuncio su boda a la familia, ella fue la primera en amenazar a su hermano con palabras como “Si lo haces sufrir me las pagaras” o “Si Jaejoong llora por tus estupideces date por muerto” recordar ese día era muy reconfortante para Jaejoong, ahora era feliz. La casa llena de visita a punto de celebrar un cumpleaños.
Los niños daban vueltas y corrían por todo el amplio jardín de la casa Hyun Joong les obsequio a Yunho y Jaejoong por su feliz unión. Yunho no tenía descanso, junto a los pequeños invitados el también parecía un niño. Corría a la par de los infantes. Pero un golpe en la nuca lo detuvo, cuando él levantó la vista vio a su hermana con los brazos cruzados y tamborileando el pie.
Él se desencorvo para saludar a su hermana y su marido – oh, hermana… - vio hacia el marido de su hermana – Cuñado – sonrió amablemente intentando recuperar el aire después de jugar con los niños.
Junsu se acerco hasta Yunho con un pequeño en brazos, su segundo hijo de apenas dos años y único hermano de Mei.
Los niños que corrían por el patio eran los sobrinos de Jaejoong, quien se había hecho muy amigo de la esposa de Kyu Jong.
- Veo que te diviertes con los hijo de tu hermano y la hija de Jessica – acuno la mejilla de su pequeño Yoo Jae – ¿quieres ir a jugar con el tío Yunho? – preguntó a su pequeño hijo, quien solo sonrió de manera angelical.
- Yoo Jae no tienes que correr o terminaras lastimado – dijo Boa advirtiendo a su pequeño hijo mientras le daba un beso en la mejilla.
Yunho quedo observando a la feliz pareja, aquel mocoso ahora era un hombre que había sabido dejar sus sueños porque su padre aceptara a su hermana. Junsu dejo de jugar al futbol para heredar la compañía de su padre, pero había conseguido comprar un equipo de futbol con los que entrenaba en su tiempo libre. Lugar que asistía con el pequeño Yoo Jae, que quien lo viese así de pequeñito en los brazos de Junsu era un infante muy fuerte cuando tenía un balón bajo sus piecitos, además era zurdo. El mayor orgullo de Junsu.
-No hay duda que Yoo Jae es igual a mi padre, son la viva imagen uno del otro – ingreso Mei con unos paquetes de regalos en sus manos. Yunho la miro y ella efusivamente corrió a sus brazos – Oh, mi querido tío.
Yunho abrazo a su hermosa sobrina que ya tenía 20 años, pero seguía siendo aquella dulce e inocente Mei de hace años atrás. El pequeño Yoo Jae se parecía a Junsu, Mei era el calco exacto de su hermana Boa, nadie dudaba de esas verdades.
- Veo que la familia está reunida – dijo el señor Jung ingresando con el bastón en mano y en compañía de otro señor. El otro hombre lucia viejo al igual que el señor Jung, pero vestía un elegantísimo traje.
-¿Dónde está mi hijo? – reclamo el otro anciano saludando con una reverencia a Yunho, que Yunho devolvió.
-Bienvenido a casa Padre – dijo a ambos hombres. Pues uno era su padre y el otro era el padre de Jaejoong.
Con más bolsas de obsequios ingreso Hyun Joong por la entrada, el tiempo no parecía haber pasado en ese hombre. Algo que a Yunho le incomodaba ya que se sentía más viejo cuando lo veía.
- Padre sólo quiere ver a Jaejoong, es de lo único que hablaba en el auto con el señor Jung – dice Hyun Joong mirando a su padre con picardía. El tiempo había limado las asperezas entre él y su padre. Más cuando Jaejoong se caso con Yunho, en ese momento todo cambio. Su padre quien había sido un hombre hiriente y cruel ahora junto al señor Jung parecía un dulce anciano. Había aprendido de sus errores y no se opuso cuando Yunho vino a pedirle la mano de Jaejoong. El hombre sólo dijo “si Jaejoong es feliz a tu lado no tengo nada más que darte la bienvenida a nuestra familia”. Cosa muy diferente de lo que la madre de Jaejoong dijo “Nunca aceptare que mi hijo se case con un hombre de clase baja”. Esa mujer no aceptaba a la gente pobre aun sabiendo que ella también lo fue, pero eso no impidió la boda entre Yunho y Jaejoong.
Jessica salió al jardín para avisar que los invitados podían pasar a la mesa.
Antes de ingresar, Yunho fue en busca de un pequeño que estaba jugando en una esquina, al infante siempre le gustaba jugar con insectos y explorara el jardín. Él lo acuno entre sus brazos y le dio un beso en la mejilla.
-Mida… appa… etto tiene adas – dice el pequeño señalando una mariposa posada en las flores que celosamente Jaejoong cuidaba.
-Si mi pequeño Changmin – sobo la panza de su pequeño hijo- Eso tiene alas porque es una mariposa.
-Madiposa – repitió el pequeño infante con una sonrisa en su rostro.
El señor Jung se acerco hasta su hijo con un rostro sonriente al ver la hermosa relación de su hijo y su nieto.
- Tienes una hermosa familia, estoy muy orgulloso de ti.
Las últimas palabras de su padre bastaron para que Yunho se sintiera muy bien, había encontrado el amor en Jaejoong y ahora tenía la mayor felicidad de un hombre, un hijo que llevaba su sangre.
Cuando todos estuvieron en la mesa vieron los deliciosos platillos que Jaejoong había estado preparando. Los globos adornaban el comedor y los pastelillos eran tan coloridos como los globos. En una de las paredes había un cartel que decía “Feliz primer años Chang Min y Eun Soo”
Al ingresar con el pequeño Changmin en brazos este se abalanzo rápidamente hacia Jaejoong al verlo. Cual perfecto escapista de las manos de su padre se aferra a los brazos de Jaejoong correando “omma” mientras se acurrucaba como un gatito en los brazos de su madre. Al escuchar las palabras del pequeño infante todos rieron incluido Jaejoong, quien se había acostumbrado a que su hijo le dijese de esa manera.
- ¿Dónde está la pequeña Eun Soo? – dijo el padre de Jaejoong sacando un pequeño paquete de terciopelo rosa.
- Aun está dormida – dijo Mei saliendo con la pequeña en brazos que parecía estar despertándose.
- Si hay algo que le gusta a mi princesita es dormir – dice Yunho besando la frente de su hija. Tímidamente la pequeña Eun Soo se levanta y al verlo salta a sus brazos con efusividad diciendo “appa, appa” – Mira, el abuelo tiene algo que darte – se acerca hasta el padre de Jaejoong.
- Toma mi princesa – entrego el regalo a su nieta y ella lo recibió con una dulce sonrisa.
Yunho abrió la cajita de terciopelo y encontró una cadena de oro con el nombre de Eun Soo.
- Padre – dice Yunho refiriéndose al señor Kim – No cree que es muy costoso para una niña.
- Nada es costoso para mi nieta – dijo el señor Kim sacando otra cajita de terciopelo – No escatimare gastos en mis nietos – llamo a su hijo que tenia a ChangMin en sus brazos. Jaejoong se acerca con el pequeño en brazos.
El pequeño Changmin coge el paquetito y rápidamente lo abre <<Bastante listo>> pensaron todos. El mismo regalo que a Eun Soo, una cadena de oro con su nombre grabado en ella.
-Eto es fío – cogió la cadena y se la dio a Jaejoong. Acaricio la caja de terciopelo – Eto es chuave, gusta chuave.
Todos sonrieron con las ocurrencias del pequeño ChangMin, en especial Jaejoong. Él había cumplido el sueño de su amado Yunho, el de tener hijos propios. Después de un año de casados Jaejoong sintió que era hora de hablar de los hijos, ya que el añoraba uno casi tanto como Yunho. Sabiendo que su cuerpo no estaba apto para tal hazaña de dar vida, le propuso adoptar a algún niño. Pero las complicaciones eran muchas para parejas monoparentales. Leyendo una noticia de como una pareja había alquilado un vientre en EE.UU para tener un hijo propio. La idea se le cruzo en la cabeza y entre suplicas y ruegos a Yunho, logró marchar rumbo a EE.UU junto a su esposo. Al llegar al país norteamericano no tuvieron problemas en alquilar un vientre, el dinero de Jaejoong podía comprarlo todo. Él aun era joven, pero quería que esos hijos que naciesen no fueran suyos sino de su amado Yunho.
- ¿Estás seguro? – preguntó Yunho mientras besaba los labios de Jaejoong.
- Sí, quiero que nuestro hijo sea igual a ti – devolvió el beso a su amado – Sera tu hijo por lo tanto lo amare como si lo hubiese llevado en mi vientre.
- ¿Sabes que te amo?- cogió el rostro de Jaejoong entre sus manos y lo beso con total entrega y pasión.
-Nunca me cansare de escucharlo – jadeo ante el beso del mayor. Era su dulce néctar aquellos labios.
-Te amo, te amo, te amo – beso cada parte visible de la piel de Jaejoong – Nunca me cansare de decir cuánto te amo.
Se escucho como el pequeño Changmin soplaba su primera velita de cumpleaños junto a su hermana Eun Soo. Ambos eran gemelos, como ocurría en los casos de fecundación asistida, siempre se daban gemelos. Changmin adoraba estar en brazos de Jaejoong repitiendo “omma” hasta el cansancio de quedarse dormido. En cambio Eun Soo adoraba estar en brazos de Yunho, y sonreía al ser llamada “princesita”.
En las afueras del jardín se podía ver el hermoso paisaje que pintaba la isla Jeju. Hyun Joong salió para fumar un poco y dejar que sus sobrinos disfrutaran abriendo los regalos. Miro el esplendido océano, pego una calada y expulso el humo. Con una sonrisa en su rostro pego otra calada pensando en él, el amor de su vida. Como un ruego, un susurro al viento.
- Ahora tu hermano es feliz, pero yo sigo extrañándote – pegó otra calada y retuvo el humo en sus labios para expulsarlo en forma de besos – Yung Joong.
- ¿Qué haces? – apreció Mei e interrumpió la melancolía de Hyun Joong.
Hyun Joong sonrió de costado al ver a Mei, esa niña de 13 años ahora era una hermosa mujer.
-Pienso que mi hermano es muy feliz – suspiró lanzando el cigarrillo contra un bote de basura – Realmente me siento más tranquilo. Sabes, de alguna forma envidio la familia que Jaejoong formó.
- ¿Por qué?
- Hace más de diez años imagine formar una familia con la persona que amaba, tener hijos y vivir en esta isla, lejos del mundo – bajó su cabeza y la enterró en sus manos – Pero no pudo ser.
-Aun eres joven – dice Mei comprendiendo que Hyun Joong había perdido a esa persona, algo que Jaejoong le había contado – Veras que en un futuro podrá formar esa familia. Las personas buenas merecen cosas buenas – sonrió amablemente.
- Eres muy madura para tener 20 años – levanto su mirada hacia Mei – Además de muy hermosa – acuno la mejilla de la hermosa jovencita, que se sonrojo de inmediato – Ahora siento envidia del hombre que se case contigo.
Mei baja la mirada, su corazón latía tan rápido que parecía salirse de su pecho. Acaso Hyun Joong no veía lo que provocaba un solo roce de sus manos.
- Por favor no diga eso – dijo Mei intentando no trastabillar con sus palabras – No diga algo que no sienta.
- Yo nunca digo cosas que no sienta – acaricio la mejilla de Mie con suavidad – La isla Jeju es muy hermosa, quieres ir a ver los campos antes de que el otoño llegue y marchite las flores.
- Yo… Yo – Mei realmente estaba nerviosa al escuchar a Hyun Joong, su corazón latía frenéticamente que sentía que el más alto lo escucharía.
- Tu compañía es muy grata, ¿aceptas?
- Si – bajo tímida la mirada. Desde hace años ella había tenido contacto con aquel hombre, ambos tenían los mismo gustos y casi siempre coincidían en diferentes lugares ya sea para cenar o simplemente hablar. Ella estudiaba en la universidad de Seúl gracias a sus buenas calificaciones. Algo que Hyun Joong siempre admiro en Mie, una mujer muy fuerte para su edad.
Él entrelazo sus manos con las de Mei para ver la puesta de sol, ella parecía muy nerviosa y no noto como él la observaba. <<Yung Joong ten por seguro que te ame y siempre te amare, pero ahora hay alguien que ocupa mi corazón ¿Podrás perdonarme?>>
- ¿Dónde está Yoochun? – preguntó Junsu, pero casi dejo de respira al sentí que alguien lo abrazaba fuertemente por la espalada. Cuando logro voltear vio un panda gigante – ¡Ah! ¡Un panda! – el panda se estaba riendo.
Cuando el panda soltó a Junsu, se quito la cabeza y de ella se reflejo a un acalorado Yoochun. Quien había accedido a disfrazarse de panda por pedido de Jessica y su hija.
- En el cumpleaños de Hee Bom – señalo a Yunho que estaba conteniéndose las ganas de reír - Usted se disfrazara de princesa – lo que borro la sonrisa de Yunho.
- Appa, no – bufo Hee Bom con un puchero – Si alguien va disfrazarse de princesa esa es omma.
-Vale, vale – dijo resignado a su pequeña hija de seis años. Pero después salto a los brazos de Junsu – Tú mi lindo Junsu te disfrazaras de princesa.
- ¡Eh! ¡Nunca! ¡Suéltame que me sacas el aire! – dice Junsu intentando sacarse los brazos de Yoochun de su cintura.
- Appa es extraño – dijo Hee Bom frunciendo el entrecejo.
- Tu padre siempre fue extraño – dice Jessica frunciendo el entrecejo, lo que indico a Yoochun para soltar a Junsu – Aun así de extraño no puedo dejar de amarlo – después de esas palabras todos rieron.
La noche caía en la casa de Yunho y Jaejoong. El más grande se encargaba de levantar los últimos adornos, agradecía que su hermana ayudase con la limpieza antes de irse. Subió hacia la habitación de sus dos hermosos hijos. Al llegar noto que Jaejoong estaba vistiéndolos con el pijama.
La pequeña Eun Soo cantaba a la par de Jaejoong una canción de cuna, no hablaba a la perfección, pero tenía una voz angelical. Al ver a su padre la pequeña lo llamo con la mirada, para que su padre le terminase de cantar la canción. El pequeño ChangMin también esta recostado en la misma cama que su hermana esperando el beso de buenas noches de sus padres. Era un infante muy listo y siempre decía cosas que no eran habituales para su edad.
- Omma – miro con sus ojitos a Jaejoong – Quedo un hemanito, oto hemanito pada jugad – dice a medida que sus parpados lo vencen. Jaejoong solo sonríe, pero Yunho se queda pensativo de las palabras de su hijo.
Cuando Jaejoong sale del cuarto de baño, el más joven se encuentra con el más alto recostado en la cama con el torso desnudo. No le incomodaba la situación, pero le parecía extraño. En silencio se dirigió al espejo para ponerse las cremas para descansar su piel durante la noche.
- No entiendo por qué haces eso – dice Yunho y Jaejoong le devuelve la mirada.
- Debo cuidar mi piel o me pondré viejo – siguió con su ritual de cremas.
- A mi no me importa. Siempre te amere no importa si tienes canas o arrugas – bufo divertido.
- Aun así no puedo descuidarme, tal vez me engañes con algún jovencito de la universidad – dijo de manera burlona mientras se metía entre el cobertor de la cama. Miraba a Yunho y no podía ver cuando aquel hombre se había vuelto endemoniadamente más sexy. Los años pasaban tan bien en Yunho, en cambio Jaejoong se veía a sí mismo como menos deseable.
- No creo encontrar otro igual a ti – estiro su manos y estrechó a Jaejoong en sus brazos – Con tú mismo aroma, tú misma piel, tú misma voz, tú misma mirada… No – miro los profundos ojos de Jaejoong y le deposito un suave beso en esos labios que amaba – No, definitivamente nunca encontrare a otro como tú. Así que no intentes dejarme o escapar – estrechó con más fuerza en cuerpo de su amado.
Jaejoong se acurrucó bajo el pecho de Yunho escuchando los latidos de éste.
- Te amo – dijo con una dulce voz que fascinaba a Yunho.
Yunho beso a Jaejoong como si no existiera un mañana después de esas palabras. Acaricio toda la espalda del más joven, metió su manos bajo la camiseta de Jaejoong quien sintió un escalofrió recorrer su espalda.
- Espera…nh…. mmnh – dice él intentando frenar a Yunho en su avance, estaba realmente cansado después de la fiesta.
- No puedo esperar – dice a medida que despoja a Jaejoong de su ropa. Besa el torso desnudo del más joven haciendo que éste gimiera y para no ser escuchado Jaejoong cubría su boca con ambas manos - ¿No quieres cumplir los sueños de nuestro hijo?
Esa pregunta desconcertó a Jaejoong que seguía gimiendo t apretando sus labios así no despertar a los pequeños.
- ¿De qué hablas? – dijo intentando apartar a Yunho.
- ChangMin quiere un hermanito – beso el cuello de Jaejoong mientras hablaba – Porque no le damos lo que pide…
- Eres un tono – bufo Jaejoong cursándose de brazos – Sabes que no puedo tener hijos.
Yunho sonrió de costado y cogió las mejillas de Jaejoong entre sus manos. Acaricio suavemente esas mejillas que aun tenían esa extraña crema.
- Intentémoslo hasta que rompamos con las leyes de la naturaleza – beso los labios de Jaejoong con pasión y entrega. Jaejoong no dijo nada, no podía resistirse a Yunho, como Yunho no podía resistirse a él.
Los cuatro caminaban por un verde césped, el pequeño ChangMin iba en brazos de Jaejoong y la pequeña Eun Soo iba en brazos de Yunho tarareando una canción. El lugar tenía unas lapidas, que ChangMin con su ingenio descubrió diciendo que en esos lugares la “gente descansaba” y esos “cuadraditos marcaban donde estaba descansando esas personas”. A veces Jaejoong se preguntaba de donde salían las ocurrencias de su hijo, pero después recordaba que también era hijo de Yunho, por ende era muy listo como su padre.
Yunho necesitaba ver una vez más ese lugar, una vez más hablar con aquella mujer, Goo Hyu Soo. Al llegar hacia la lapida se detuvo, miro las inscripciones y buscó la mano de Jaejoong para entrelazarla. Ahora podía ver sus sentimientos y quería presentarle a su familia a la mujer que tanto lo amo en su pasado. Jaejoong guardo silencio ya que era un momento muy íntimo entre aquella mujer y su Yunho.
- Pensé que sin ti no podría seguir, pero ahora quiero presentarte a la persona que me hace feliz y a la que amo – enseño su mano entrelazada con la de Jaejoong – Quiero que conozcas a mis dos hijos, Eun Soo y ChangMin. Sé que desde el cielo me miras y estas sonriendo, siempre fuiste muy justa y bondadosa… ¿Algún día podrás perdonarme por enamararme de otra persona? – suspiró viendo con melancolía la lapida de Goo Hyu Soo – Espero que sí – dijo rodeando con su mano la cintura de Jaejoong así pegarlo a su cuerpo – En verdad amo a Jaejoong.
Jaejoong siente algo de tristeza, pero al mismo tiempo una sensación de paz y felicidad. Su amado Yunho lo había presentado con aquella mujer a la que no conocía más que por una simple foto. Él rogaba porque ella fuese benévola y no maldijese su unión, solo le suplicaba que le dejara pasar su vida a lado de Yunho porque él también lo amaba.
Yunho se agacho con su pequeña hija en brazos hasta quedar junto al nombre de la mujer que amo en su pasado. Tímidamente colocó algo en un espacio semicircular. Cuando se levanto, dejo ver la imagen de Goo Hyun Soo bajo su nombre.
- Esto debí hacerlo hace años – dijo Yunho haciendo una reverencia – Ahora entiendo que no volverás, tal vez nos volvamos a ver, pero por ahora quiero vivir mi vida junto a Jaejoong – beso la mejilla de Jaejoong con dulzura.
-Appa – dijo ChangMin sintiendo como las lagrimas de Jaejoong caian – ¿Duede algo? – preguntó ingenuo al ver las lagrimas de Jaejoong.
- No mi pequeño hijo – dice Jaejoong limpiándose las lágrimas – Tu appa llora de felicidad – sonríe mostrando su felicidad, pero inmediatamente su atención vuelve a la imagen de Hyu Soo. Al verla a su mente viene un vago recuerdo, algo fragmentado.
- Te pido que hagas feliz a mi Yunho – dice la mujer cogiéndole la mano a Jaejoong – Dale toda la felicidad que no pude. Mi muerte fue muy temprana, pero me alegra que él te tenga a su lado…
-Yo… yo… no sabía – trastabillo con sus palabras. A Jaejoong le contaba asimilar la historia de la mujer y más descubrir que esa mujer era la ex novia de Yunho.
-Jaejoong – sonrió la mujer con dulzura – Se que serán muy felices si están juntos, por favor cuida de él y hazlo muy feliz. ¿Puedes prometerme que siempre estarás a su lado?
- Yo lo prometo – dice Jaejoong – Pero el destino siempre busca separarnos.
Ella sonrió y abrazo fuertemente a Jaejoong buscando reconfortarlo – Si el destino intenta sepáralos yo ayudare para que eso no suceda y si sucediese ayudare para que vuelvan a estar juntos – se separo y vio a los ojos de Jaejoong – Seré el viento que los unirá y los protegerá.
Ahora Jaejoong entendía aquellas palabras, el día que conoció a Yunho no fue casualidad <<Seré el viento que los unirá>> él no puede evitar sonreír al recordar la forma en la que el viento arrebato aquel papel de su mano y lo llevo hasta Yunho. Gracias a ese viento, él había cumplido su sueño, ahora tenía el amor de Yunho y juntos formaron una familia. Aquella familia que tanto soñó tener, pero ahora su sueños eran realidad <<- Te prometo que lo amare siempre y cuidare de él>>
- ¿De qué te ríes? – preguntó Yunho al ver a Jaejoong reír de una forma tan cómplice.
- Sonrió porque agradezco el haberte conocido, estoy seguro que ella es feliz porque tú eres feliz – besos los labios de Yunho y escucho un “appa” de sus hijos. Quienes se cubrían sus ojitos cuando sus padres hacían ese tipo de demostraciones.
Antes de que la tarde cayese la familia Jung se despidió de Hyun Soo. El pequeño ChangMin miraba hacia el horizonte del lugar y sonreía tiernamente, después antes de irse levanto la manito como despidiéndose de alguien.
- ¿A quién saludas? – preguntó Yunho desconcertado ya que no parecía haber nadie donde saludaba su pequeño hijo.
- Nop taludo – dice el moviendo sus manitas – Depido de nina y nino
- Dicen que los niños tiene la capacidad de ver a sus ángeles de la guarda – dice Jaejoong intentando tranquilizar a Yunho, pues siempre dramatizaba cuando algo no concordaba con la lógica – Tranquilo – dice mientras entrelaza su mano con la de Yunho, éste le devuelve una sonrisa.
- No puedo dejar de amarte, ¿sabes el poder que tienes sobre mí? – preguntó mientras Eun Soo dormía en su pecho, Jaejoong le sonrió divertido.
- Lo sé, mi amor – dijo volteando su rostro que de pos si estaba rojo.
- Al llegar a casa seguiremos buscando el hermanito que quiere ChangMin – dijo finalmente, lo que obligó a Jaejoong a ponerse tan rojo que su piel parecía un tomate. Yunho solo pudo reírse al ver a su amado tan avergonzado.
-Si vuelves a decir algo así delante de mis hijos, te dejare en abstinencia por un año – dice Jaejoong sonriendo mientras frunce el ceño.
-Sera como tú digas, mi amor – dijo Yunho besando la mejilla de Jaejoong – Te amo, te amo mucho.
Desde la lejanía una preciosa mujer junto a otro chico saludaban al pequeño ChangMin que se alejaba en brazos de sus adorables padres.
- Tenías razón, tu hermano era el indicado para cuidar de mi Yunho – dice ella con una sonrisa.
-Tú también tenias razón al decir que Yunho era el indicado para proteger a mi hermanito – sonríe el muchacho con suma alegría – Mira lo hermoso que son mis sobrinos, ¿No son preciosos?
- Si, son unas monadas – sonrió ella – Después de todo son hijos de Yunho y eso me hace aun más feliz.
-vale, vale… debemos volver – dice él estirándose como si fuese a correr una maratón – Ya comprobamos que ellos estarán bien.
- Si – sonrió ella con ánimos – Ellos vivirán amándose y felices por muchos… muchos… muchos años…
*****The End****
Titulo: ¿Por qué me enamore de ti?
Autor: Alexriden02