"Juntos de Nuevo"
Para ser sinceros... Esa no era la primera vez que tenía la sensación de querer dar un paso más al frente y permitir que su cuerpo se dejara acariciar por el brusco soplido del viento, sin importar más la basura de "vida" (si así se le podía llamar) que podría dejar a medias, sin abrir los ojos y notar que el suelo aún le quedaba muy lejos a su rostro, sin sentir si quiera la necesidad de amortiguar el golpe próximo con sus débiles manos.
Sonrió de medio lado con la tristeza delineando cada una de las facciones en su acongojado rostro. Su pie amenazó con avanzar mas allá de los bordes del edificio en el que se encontraba, y sintió una descarga de energía recorrer su cuerpo incitándolo a continuar ese camino imaginario delante suyo.
Dudó un momento, y al final decidió retroceder y bajar del borde. Soltó un suspiro ahogado, miró al cielo avergonzándose de sí mismo por ser tan cobarde al fin y al cabo. Acomodó su cabello lacio y bajo por las escaleras (como se debe hacer) hasta que sus pies tocaron el suelo.
Caminó por las calles frías y oscuras, sintiendo sus huesos helarse con el más mínimo roce del viento.
Invierno había llegado más rápido de lo que se hubiese imaginado.
¿Cuánto tiempo había pasado desde la última vez que supo en que día estaba? Sus labios se curvaron imitando una sonrisa, que falleció en el intento de florecer en su rostro demacrado.
Abrió la puerta de su departamento y encendió la luz. Abrió la boca tratando de emitir algún sonido, pero al final y de nueva cuenta sintió el peso de la realidad caer sobre sus hombros... Estaba solo.
Los cuadros que colgaban de las paredes se mantenían intactos después de... Después de quién sabe cuantos días, meses, o incluso años que habían trascurrido desde que había sido tomado la última foto.
Se acerco con torpeza y la miró con melancolía y envidia de la felicidad que emanaba pero que aquél joven de cabellos azules no era capaz de sentir (no en esos momentos). Miro la fecha que estaba escrita en la esquina inferior izquierda justo arriba del marco <<05-08-13>>
Miró la foto un momento... Su cabello de un tono Rubio opaco en comparación con el de el otro joven quién era notoriamente mayor. Sus labios apenas de rozaban en un gesto tierno de profundo amor y felicidad. Recordaba muy bien que, justo ese día habían cumplido alrededor de un año y algunos meses más de haber comenzado a vivir juntos después de haber sido desheredados por sus familias, y ser realmente felices el uno al lado del otro.
Ese día el mayor de los dos, quién tenía una estatura intimidante y una mirada penetrante pero de sonrisa cálida le había sugerido al día siguiente, hacer algo realmente estúpido pero que a la vez fuese una diminuta prueba de amor para ambos...Tao pintarse el cabello de algún color extravagante y él en cambio, se haría otra perforación en la oreja derecha... Le había parecido gracioso y a la vez estúpido, pero en cierta manera tierno... Ese día Tao le había jurado pintarse de Azul el cabello... Como el color favorito de Kris.
Recordó que esa noche estuvieron conversando hasta muy entrada la noche, hasta que un beso casto y fugaz, dio comienzo a una larga e inolvidable noche para ambos, llena de caricias traviesas y miradas cautelosas, besos furtivos y húmedos, palabras indecorosas y poco pudorosas, una noche calurosa y apasionada... Una como otras tantas.
Sonrió con falsa felicidad al recordar que la mañana siguiente, despertó entre los brazos del otro rubio, con besos y caricias puras e inocentes por todo su cuello y rostro, con palabras tiernas y amorosas inundando sus oídos. Sintiéndose amado.
Sintió su "diminuta" sonrisa desvanecerse al mirar en sus recuerdos... Esa tarde, ambos irían a, bueno... Tao pintaría su cabello de Azul (Kris ya visualizaba un azul mentolado sobre los cabellos rubios de su amante). Después, ambos irían a que Kris se hiciera otra perforación en su oreja derecha (Tao ya imaginaba a su Novio implorándole al "Tipo" de las perforaciones que lo hiciera con sumo cuidado).
La culpabilidad y el llanto se arremolinaron en su ser cuando la imagen de Kris contra el duro pavimento justo frente a la Estética, con su rostro envuelto en una sonrisa débil pero orgullosa por su "acto heroico". Tao permanecía estático al otro lado, mirando el cuerpo magullado del rubio contra el asfalto mientras gritaba desesperadamente por ayuda, mientras el vehículo responsable echaba reversa para huir de cualquier jodida responsabilidad. Para cuando llegó la ambulancia... El tiempo de Kris había llegado a su fin.
"Tao había pintado su cabello de Azul mentolado, pero Kris... Kris no había hecho la perforación en suoreja, sino en el corazón de Tao".
El llanto comenzó a ahogar al peli-azul, cubrió sus ojos con ambas manos mientras se dejaba caer al suelo sin piedad del daño que pudiera recibir cuando sus piernas azotaron contra el frío suelo. Se tomo el cabello entre las manos con desesperación mientras sacudía con violencia su cabeza. Sintiéndose envuelto en un mar de emociones que lo hacían sentir enloquecer.
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Como después de cada noche admirando la misma foto, casi ignorando el resto de ellas, y llorado hasta perder el conocimiento, Tao se levantó perezosa y torpemente. Ese día como tantos, no quiso desayunar, mejor salió a caminar.
Su móvil vibró. Miró la pantalla que anunciaba <<SuHo>>. Nuevamente oprimió el botón "Colgar". Su mirada por descuido se dirigió a la parte superior de la pantalla del móvil, donde marcaba la hora y Fecha... <<11:15 am 10-04-15>>
Su mente se pregunto como había sido capaz de sobrevivir 2 años desde aquel horrible accidente que le derrumbó por completo, y la respuesta fue casi demasiado audible
-Eres... tan cobarde ZiTao...- susurró para sí mismo -¡¡Deberías haber sido tú... No él!!.- su mente le jugaba cruelmente, haciéndolo recriminarse de lo sucedido.
Las lágrimas humedecieron su rostro nuevamente. En verdad se sorprendía de no haberse secado de tanto llorar.
Un sonido estruendoso hizo eco en la calle. Tao sintió un dolor insoportable emanar su cuerpo entero, percibió pequeños trozos de cristales y metales invadir su espacio vital, vio como todo a su alrededor daba vueltas... Cayó y la gente gritó horrorizada, pero nadie hacía nada. Que irónico.
Todo a su alrededor se volvió nuboso, y poco a poco se fue desvaneciendo.
-Kri... Kris?- pregunto el menor con tono débil al ver la imagen de su amado frente suyo.
La mano del mayor se extendió frente a él, invitándolo a ponerse de pie, Tao la tomó y casi de un salto se colgó al cuello del mayor. Aún no lo podía creer, y empezaba a cuestionarse si era una ilusión o no, pero casi al instante dejo de pensar. Le daba igual todo, Kris estaba ahí con él y para él.
Sintió el aroma suave de Kris envolverlo y casi haciéndolo desmayar, la mano delicada del menor viajó hasta las mejillas del más alto y las acarició.
-Kris...- chilló el más bajo sintiendo nuevamente el temor a perderlo. Kris rio quedito
-Tranquilo... Ya estás bien, ¿si?- beso su frente
-No me dejes otra vez, tonto!- más que una orden, sonó como un imploro
-Debes volver Tao... Hay un mundo que te espera... Preocuparas a LuHan y al resto, SuHo te quiere mucho, y se preocupa por ti, él...- trataba por todos los medios posibles de convencerlo, pero él mismo sabía que eso seria difícil. Tao era testarudo
-No quiero... Ahora que te vi... Yo, si me regresas volveré hasta este lugar por ti Kris... Te amo!!... Mira- señaló su cabellera azul- ¿Lo ves?
-Tao yo... Lo siento... Te amo!-
Un beso simple y profundo, suave y lento a la vez los unió una vez mas. Kris tomó la pequeña mano de su novio entre la suya y las fundieron como una sola. Se miraron y sonrieron con complicidad.
Caminaron juntos por aquel sendero que cada vez era más luminoso, sonrieron juntos una vez más justo antes de perderse entre aquel "Blanco" deslumbrante.
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El día lucía lluvioso y muy nublado, un grupo de personas, pequeño pero significativo se reunían alrededor de una caja de madera fina y cuidadosamente tallada y llena de flores a su alrededor. El cuerpo de un joven de apariencia sombría pero personalidad cálida, yacían reposando dentro de aquel ataúd color madera. Lágrimas iban y venían, sin imaginar que en realidad... Tao ya estaba siendo feliz.
"La vida después de la muerte siempre ha sido algo desconocido para el ser humano... Pero no para el corazón"