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En la oscuridad del Bosque por InfernalxAikyo

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Notas del capitulo:

Mucho tiempo sin subir nada, lo siento mucho >< juro que esta vez si comenzare a subir más fluidamente... estuve trabajando y terminando otro fanfic... en fin, ahora si tengo tiempo para seguir con este. 

Es un capítulo bastante corto y espero que les guste n_n pronto subiré otro... Dejen sus reviews :D

Gracias por su atención ♥

Todo lo que pasó después fue muy confuso para mí. Desperté sobresaltado con la respiración agitada, un calor intenso hacía arder todo mi cuerpo y me quemaba por dentro, era como si estuviesen exponiendo a fuego puro todos mis músculos y órganos, cada vez que despertaba los sentía desintegrándose, tejido por tejido, arteria por arteria, para luego desmayarme por el dolor y volver a caer dormido solo para despertar horas después con el mismo ardor dentro de mí.

-¡Sasha!- Escuché gritar a Soul que estaba a mi lado desde hace un rato -¡Sasha! ¡Mantente despierto, por favor!- Rogó mientras tomaba mis mejillas con ambas manos y las sacudía levemente. Logré fijar mi mirada en él, parecía preocupado y angustiado:

-¡Desmond! ¡Desmond, ven aquí! ¡Sasha ha despertado!- Sentí los pasos apresurados del cazador corriendo hasta la casa y abriendo bruscamente la puerta. Impulsivamente apartó a Soul de mi lado y comenzó a examinarme, puso su cabeza sobre mi pecho para sentir mi pulso y abrió mis ojos con sus dedos para verme las pupilas. La respiración se hacía cada vez más dificultosa, sentía mis pulmones comprimirse como un saco de hojas secas y la fiebre y el sudor me estaban matando. Tan solo viendo la cara de Desmond supe cuál era mi diagnóstico, estaba mal, muy mal, lo sabía perfectamente, estaba muriendo.

- Ayúdame…- Murmuré con la voz entrecortada mientras lágrimas comenzaban a brotar de mis mejillas y a mezclarse con el sudor que caía desde mi frente. Sentía todo mi cuerpo arder y convulsionarse por los escalofríos que comenzaban a atormentarme y lo sentía partirse en mil pedazos, cada palpitar de mi corazón me hacía estremecer por completo.

- Debes calmarte, chico- Dijo mientras tomaba mis manos entre  las suyas y las acariciaba suavemente. Miré hacia la esquina de la habitación, allí estaba Soul de pie, mientras ansioso sacudía sus pies contra el suelo y mordía sus dedos, estaba nervioso pero no podía hacer nada por ayudarme, solo confiar en Desmond.

-Vete, Soul…- Dijo de pronto el cazador luego de estar en silencio unos segundos.

- Pe… ¡Pero Desmond!-

- ¡Vete, maldita sea!- Exclamó furioso. Soul solo bufó y se retiró de la habitación, cerrando la puerta con un fuerte portazo.

- Escúchame, Sasha- Comenzó mientras comenzaba a poner paños húmedos sobre mi frente –Necesito que duermas ahora- Dijo nerviosamente mientras con uno de mis paños cubría mis ojos, dejándome a oscuras –Prometo que cuando despiertes te sentirás bien, por ahora solo duérmete-

No sabía que era lo que pretendía pero tampoco estaba en posición para dudar de él, solo cerré los ojos e intente dormir, el dolor dentro de mí era tan fuerte que no tardé en desmayarme nuevamente, lo último que sentí fueron los labios húmedos de Desmond deslizarse suavemente por una de mis muñecas.

-Te quitaré ese veneno que te está matando por dentro-Musitó en voz baja antes de que yo perdiera completamente la conciencia.


              
                                                  *            *                *



- ¿¡Qué es lo que le hiciste!?- La voz molesta de Soul entraba en mis oídos nuevamente. Sentí frío por lo que supuse que ya había oscurecido ¿Cuántas horas habían pasado?

- No le hice nada malo- Desmond también sonaba molesto. Abrí los ojos, ambos estaban a punto de comenzar una nueva pelea, me moví un poco para mostrar que ya había despertado, ambos me observaron con inusual sorpresa y corrieron a la cama.

- ¡Al fin has despertado, Sasha!- Gritaba Soul alegre mientras tomaba una de mis manos –Llevas días durmiendo…- Abrí los ojos atónito ¿Había dormido por días? Lo último que recuerdo fue esa terrible fiebre invadiendo todo mi cuerpo, los constantes escalofríos y la horrible sensación de estar muriendo por dentro, pero todo eso se había ido ya ¿Cómo había pasado?

- ¿Qué me hiciste, Desmond?- Pregunté mientras dirigía una mirada sospechosa a los mieles del cazador.

- No preguntes, Sasha- Respondió frío y cortante mientras apartaba sus ojos de los míos. No volví a preguntar, parecía no querer volver a hablar de eso.

Di un distraído vistazo hacia la ventana. La luna asomaba pálida entre las nubes grises que la tapaban con un velo oscuro. Me senté sobre la cama e intenté ponerme de pie, pero en el momento en que mis pies tocaron el suelo volví a caer sentado sobre el colchón, un fuerte mareo había llegado de pronto. Soul corrió hasta mí y me estrechó entre sus brazos.

- ¿Te sientes bien, Sasha?- Pregunto preocupado - ¡Estás muy pálido! ¿¡Qué demonios le hiciste, Desmond!?-

- ¡No le hice nada! ¡Maldita sea!- Exclamó enfurecido el cazador. Tanto Soul como Desmond parecían de muy mal humor hoy. Era como si una rivalidad natural comenzara a brotar entre ellos.

- Deberías agradecerme…-
Musitó mientras intentaba calmarse –Tú no podrías haberle salvado…-

- ¡Perfectamente habría podido!- Gritó Soul furioso mientras se apartaba de mi lado y se dirigía hacia Desmond para tomarlo por la camisa y levantarlo agresivamente - ¡Dime que fue lo que le hiciste!-

- ¡Le quité el veneno de su sangre!- Respondió frenético mientras el cazador se apresuraba a tomarle por la camisa también –Es por eso que está mareado y pálido- Dijo dirigiendo una brutal mirada a los verdes de Soul, quién se contrajo en una mueca molesta mientras soltaba al cazador y  le daba la espalda. En ese momento un grito agudo se escuchó por todo el pueblo, era un grito de una mujer, desesperado y lleno de angustia que de tan solo oírlo me hizo electrizar y temblar, la voz le pertenecía a una mujer joven, el miedo pudo sentirse en todo el lugar.

- ¡Auxilio!- Y sin pensarlo demasiado me puse de pie y aún con mis piernas endebles comencé a correr en dirección al grito. Los habitantes del pueblo comenzaban a salir de sus casas con lámparas en mano mientras murmuraban entre ellos, escondidos bajo la calidez de sus candelabros, preguntándose quién sería la víctima esta noche.

Llegamos a una pequeña casa que estaba apenas a unos cincuenta metros de la mía, perteneciente a una joven madre llamada Annie Blair. La conocí hace algunos años atrás, ella había sobrevivido al ataque de los lobos aún estando embarazada y había llegado malherida a la aldea pidiendo ayuda, fui yo quién la socorrió y le dí los primeros auxilios.

Llegué a su puerta y la tiré con una sola patada, hubiese preferido nunca haberlo hecho, la imagen de la bella joven de ojos azulados y cabellos que brillaban como oro se destrozó ante mis ojos. Tumbada en el suelo como un trapo sucio yacía el cuerpo sin vida de la dulce Annie, sus brazos habían sido torcidos hacia atrás con una fuerza sobrenatural, dejando ver sus blancos huesos escapando por los codos, el cuello se hallaba torcido también, sus ojos completamente blancos y la palidez extrema de su piel, todo su cuerpo había sido destrozado. La imagen era demasiado fuerte para mis ojos temblorosos que estaban al borde de las lágrimas. Soul llegó después de mí y se apresuró a tapar la vista con sus manos.

- ¡No mires, Sasha!- Exclamó mientras sin apartar sus manos de mis ojos y cargándome contra su pecho intentaba hacerme retroceder, pero ya era demasiado tarde.

Me solté rápido y brusco, una fuerte sensación me invadió, mi estómago se revolvió y sentí el fuerte ácido subir por todo mi cuerpo hasta la garganta. Me apoyé contra el marco de la puerta y sin poder controlarlo comencé a vomitar. No era tan solo la grotesca imagen de su cuerpo completamente retorcido lo que me causaba nauseas, era la horrible forma en la que había sido asesinada ¡No había rastro de sangre en ella! Su cuerpo estaba completamente vacío y lucía delgado como una hoja. Desmond se adelantó y comenzó rápidamente a examinar el cuerpo, definitivamente no había una gota de sangre en todo su consumido cuerpo.

- ¿Estás bien?- Pregunto Soul luego de algunos minutos, mis vómitos habían cesado y ahora una nueva preocupación acudía a mi cabeza ¡El pequeño Emilie! Busqué por toda la habitación y no encontré absolutamente nada, hasta correr a la siguiente, que le pertenecía al pequeño de dos años.

Sobre su cuna lo encontré sin vida. Corrí hasta él y lo tomé entre mis brazos, quería mucho a este niño, estuve con él mientras aprendía a caminar y fui testigo de sus primeras palabras. Al ver a Annie tan sola con el pequeño no pude evitar encariñarme con ambos, sobre todo con Emilie, le quería cómo a un pequeño hermano. Sus ojos cielos estaban  abiertos aún, con cuidado los cerré suavemente. Estaba  pálido pero la dulzura aún se mantenía intacta en su rostro angelical. Su cuerpo no presentaba heridas, salvo un pequeño punto en su pecho, justo en su corazón, como si de un momento a otro hubiese sido detenido. En el fondo me sentí alegre de que Emilie no haya muerto de la misma forma trágica que su madre, pero me sentí infinitamente culpable por no haber podido llegar a tiempo.

Caí arrodillado al suelo aún sujetando al pequeño entre mis brazos ¿Cómo poder describir lo que sentí en ese momento? Jamás me había sentido tan mal, sentí un fuerte dolor en mi pecho, como si mi corazón fuera aplastado y roto en mil pedazos ¡Era tan injusto! Él tan solo era un pequeño que recién comenzaba a conocer el mundo. Sentí los pasos de Desmond y Soul tras de mí.

- S…Sasha…- Murmuró apenas el cazador.

- ¿Qué culpa tenía Emilie, Desmond?- Pregunté aún en estado de shock mientras las lágrimas comenzaban a resbalar frenéticas por mis mejillas. Jamás había llorado tanto en mi vida, la angustia y la desesperación me invadieron súbitamente ¡Quería encontrarlos! ¡Quería encontrar a los asesinos de Annie y Emilie y matarlos con mis propias manos! ¡Quería torcer sus cuerpos y golpearles hasta detener su corazón!

- Sasha, debes calma…- Intentó  decir Desmond mientras me tomaba para levantarme del piso.

- ¡Él no tenía culpa alguna!- Grité exaltado apartándome de él y abrazando el pequeño cuerpo sin vida con delicadeza. La impotencia era tanto que el dolor hacía temblar mis piernas y me impedía moverlas  a voluntad.

- Déjenme solo…-
Murmuré mientras me levantaba con dificultad y dejaba al pequeño en su cuna. Dirigí una mirada amenazante a los mieles de Desmond y a Soul y sin decir nada ambos se retiraron cabizbajos de la habitación cerrando la puerta suavemente.

Me senté en un pequeño banquito que daba a la ventana y comencé a llorar nuevamente, sin detenerme, tratando de desahogarme y sacar toda la rabia e ira que sentía en ese momento, me sentí decepcionado y desesperanzado, me desilusionaba el mundo en el que estaba ¿Cómo alguien de este mundo sería capaz de darle muerte a semejante criatura de Dios?

Dí una última mirada al pequeño y tapé su rostro con las sábanas blancas, aún sin poder detener mi llanto. Luego me apresuré a salir por la ventana, si pasaba de nuevo por la habitación donde estaba Annie seguramente el dolor se haría más grande aún. Sequé con la manga de mi camisa las últimas gotas que caían desordenadas. Voy a encontrarles, no me importa cuántos sean ¡Voy a atraparlos y acabaré con cada uno de ellos con mis propias manos!

Notas finales:

Espero que les haya gustado n_n cualquiehágr error ortográfico haganmelo saber n_n Muchas gracias <3


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