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Una Semana Enamorado por RowanMayfair

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Notas del fanfic:

Lo estoy leyendo de nuevo y cambiando algunas cosas~ realmente es mínimo.
También lo empezaré a subir en Wattpad con el nombre de RowanMayfair3

Notas del capitulo: De verdad espero les guste y me dejen algún comentario. No me maten, ¿si?
UNA SEMANA ENAMORADO

"Me Quiero Enamorar"

Puedo imaginar, pero no sé cómo se siente
Que el mundo se detenga cuando acaricia mi piel
Que las manos del reloj no giren si no está presente
Dicen que es tan suave, dulce y fluye como miel

Cuanto tiempo tardara
¿O no es para todos? ¿Por qué de mí se esconderá?
¿Dónde está?
Quiero amar y sin pensar entregarlo todo
Quiero que mi corazón intercambie su lugar con el de alguien especial
Quiero despertar, te quiero encontrar y me quiero enamorar

No quiero imaginar, quiero saber cómo se siente
Que un beso me desnude el alma y me hormigueen los pies
Sus brazos ser mi abrigo en los fríos de diciembre
Y en los días de verano juntos ver el sol nacer

Cuanto tiempo tardara
¿O no es para todos? ¿Por qué de mí se esconderá?
¿Dónde está?
Quiero amar y sin pensar entregarlo todo
Quiero que mi corazón intercambie su lugar con el de alguien especial
Quiero despertar, te quiero encontrar y me quiero enamorar

Quiero amar y sin pensar entregarlo todo
Quiero que mi corazón intercambie su lugar con el de alguien especial
Quiero despertar, te quiero encontrar y me quiero enamorar
Quiero despertar, te quiero encontrar y me quiero enamorar
Quiero despertar, te quiero encontrar, me quiero enamorar












Introducción


Por alguna razón esa canción se plantó en su cabeza. La radio la escuchaba Dean, que al parecer andaba bastante melancólico. Él y Dean habían dejado de hablarse, era verdad cuando decían que una mujer arruina la amistad entre dos hombres.
Al pensar en Ginny esa canción no le parecía del todo cierta, ¿o sería porque en realidad no estaba enamorado de ella?
Salió del maldito cuarto, estaba cansado de escuchar el despecho, tristeza o traición en las canciones que su antiguo amigo ponía; se reunió con Ron en la Sala Común, —éste ya se había hartado de la radio mucho antes que él— Hermione estaba a su lado, recriminándole el mal estado de su redacción de Runas Antiguas.
— Ya, solo es salsa Hermione.
— ¿Puedes quitársela en primer lugar? —Gritó la chica.
— Para eso está tú... —El pelirrojo fue golpeado con su propia redacción que fue al suelo cuando la castaña se marchó con paso enojado.
— Eres una bestia. —Harry le dio un zape.
— ¡Hey! ¿Qué es lo que se traen conmigo?
— ¡Es que eres una bestia!
— Ella tampoco es muy buena conmigo. —Ron empezó a sobarse los dos golpes.
— Ajá, ¿y el ciego soy yo? Deja de avergonzarte y bésala de una buena vez, así nos libramos de los dos. —Su mejor amigo se puso como tomate y él solo atinó a reír.
Debían ir a su primera hora de clases, y así empezar con otro día bastante rutinario. La guerra había terminado al fin para ser sincero todo era aburrido y normal, nada le gustaba más que eso pues ya no tenía esa sensación de muerte inminente en cada esquina. Hermione se pasó toda la tarde sin hablarle al pelirrojo y entre ambos hicieron lo que pudieron con la redacción del pobre chico, no había quedado muy bien, de cerca todavía se podía detectar el olor de la salsa y de lejos se alcanzaba a ver una mancha oscura... Al menos ya se podía leer.
Pasó una hora libre junto su novia, Ginny, bien aventurados entraron a un aula vacía y habían tenido sexo como casi todas las tardes; no sabía si así debía ser una relación, pero por ahora le bastaba. Ginny era una chica hermosa e inteligente, además de que era bastante buena en la cama como suele decirse entre los adolescentes, o eso creía. De repente la canción de la mañana regresó a su cabeza, y mientras veía como la pelirroja hablaba trató de encontrar esos sentimientos de amor... Pero no los encontró, es decir, si la quería, le gustaba estar con ella, pasaban muchos momentos graciosos y entretenidos, pero no la extrañaba cuando no estaba o no contaba las horas para volver a verla, ¿eso sería malo? En más de una ocasión se planteó terminar con esa relación, pero realmente no le veía el problema, se la pasaba bien y nunca peleaban, ¿era necesario estar enamorado?
Caminando por los pasillos —solo vagando como perro sin dueño—, vio a unos chicos tomados de la mano y lanzándose miradas soñadoras, se notaba a simple vista lo que sentían el uno por el otro, ¿a si se verían él y Ginny? Lo dudaba mucho. Entre pensamientos absurdos siguió su camino hasta encontrarse a sus amigos en el Gran Comedor, desde lejos se notaba como Ron le rogaba a Hermione que le volviese a hablar, esperaba que su mejor amigo no se enterrara más en la mierda, porque ya estaba cansado de tener que verlos discutir como un matrimonio de cincuenta años, ¿lo peor? Que ni siquiera eran novios.
Al sentarse trató de ignorarlos mientras resolvían sus "problemas" y vio llegar al montón de serpientes dirigiéndose a su respectiva mesa. Detuvo su vista en Draco Malfoy, desde que la guerra tuvo fin ya no se peleaban como antes, de vez en cuando tenían una "charla cordial" por los pasillos, pero hasta ahí; tanto él como Malfoy se ignoraban convenientemente, ya no tenían mucho por lo que discutir, quizás solo por el Quidditch. Se concentró en su comida, nada tenía que hacer pensando en el estúpido de Malfoy.
— ¿Ya terminaron? —Preguntó con algo de molestia. Ron y Hermione se sonrojaron con sorprendente sincronización. Harry pudo notar incluso en ellos ese "sentimiento especial", que mal que Ron fuera tan tonto para declarársele y Hermione tan testaruda.
De repente Ginny se colocó frente a ellos con una gran sonrisa pero él no se emocionó al verla. Los cuatro empezaron una charla trivial, divertida y sin futuros planes de una posible destrucción en el mundo mágico, muchos podrían decir que la vida se había vuelto aburrida, pero no para él, para Harry todo era perfecto... O casi.

Ron, Hermione y él se marcharon a la última clase, Pociones, ¿a quién mierda se le había ocurrido tener como última clase del día Pociones? Con el cansancio, la flojera y el fastidio del día a flor de piel...
Cuando llegaron al aula se llevó la gran desilusión de la reconciliación de sus dos mejores amigos; Ron se había girado dedicándole una mirada suplicante. Haría equipo con Hermione, lo que a él lo llevaba a estar con Neville. Nadie quería ser su compañero, siempre hacía explorar las pociones o el que las probaba terminada tres días en la enfermería. Slughorn seguía siendo el profesor, Snape aún se hallaba en San Mungo, compartiendo cuarto con Sirius... No sabía a quién comparecer más. Con un parpadeo recordó que estaba en clase de pociones así que su vista volvía a estar en su compañero, Neville le sonrió con nerviosismo, como dedicándole una disculpa anticipada, él no pudo más que devolvérsela; con el pasar de los minutos se dio cuenta que la clase fue mucho muy interesante, algo que le molestó en cierta forma pues harían la famosa poción de amor y dentro de dos semanas el antídoto; Harry estaba algo incómodo, había pensado en el dichoso amor durante todo el día y ahora le salían con esto. Le echó un ojo a su compañero, deseando —rogando en realidad— que la dichosa poción de Neville no terminara provocando un amor en él hacia su profesor regordete.
— Longbottom, por favor, haz tu poción en esta mesa —Slughorn señaló una mesa solitaria y el pobre chico traslado sus cosas con algo de torpeza. — Joven Malfoy, vaya a la mesa de Potter.
— ¡Oh no! ¡Por favor! ¡Déjeme a Neville! —Gritó en un tono tan chistoso que la mayoría de sus compañeros rieron. Por otro lado, Malfoy le lanzó una mirada de muerte.
— ¿Miedo a que un buen estudiante de pociones se siente a tu lado, Potter? —Contestó el rubio con su habitual forma de arrastrar las palabras, y en especial su apellido.
Harry le regresó aquella mirada de odio cuando al fin estuvo a su lado.
— No, miedo a que tu ponzoña me deje estúpido. —El rubio había sacado su varita al mismo tiempo que él, pero el profesor llegó justo para evitar una pelea legendaria.
— ¡Suficiente! —los reprendió un acongojado Slughorn. — O pondré a Longbottom entre ustedes.
— ¡Hey! —esa era la queja el pobre Neville al ser tratado de esa manera. Las risas no se hicieron esperar.
La clase continuó sin problemas, no estuvo muy orgulloso de su poción, pero no le había quedado tan mal y como era de esperar Hermione fue de las mejores. Draco sonrió con suficiencia al escuchar como el profesor lo elogiaba por su excelente trabajo, incluso la castaña puso mala cara.
— ¿Celosa, Granger? No sé qué esperabas, siendo una sangre sucia no... —Pero no lo logró terminar porque alguien se abalanzó sobre él. ¿Ron? No, no, para nada, estuvo a punto, sí, pero Harry estaba más cerca y no había podido evitarlo.
Estaba sobre Malfoy, tratado de romperle la cara, pero la muy serpiente lo tenía bien agarrado. Los gritos empezaron, unos asustados, otros apoyando y otros haciendo apuestas. El profesor Slughorn los llamaba sin atreverse a usar su varita, pero Harry sentía que nada ni nadie lograría que se alejara del imbécil hasta que le diera un buen golpe. Rodaron varias veces sobre el piso, rompiendo frascos al chocar contra las mesas y tirando ingredientes. Neville tenía su caldero en mano y estaba tratando de alejarse del barullo pues era la primera vez que había estado tan cerca de una poción bien hecha; intentó saltar sobre ellos, pero tropezó y el contenido del caldero se derramó en el nudo de brazos y piernas que eran Harry y Draco.
Harry sintió el chorro caliente sobre su cabeza y logro ver que parte del líquido era tragado por Malfoy; se levantó debido al calor de la poción y se sacudió con dolor, le había quemado. El rubio por otro parte, estando de pie comenzó a toser haciendo mucho ruido. Hubo más gritos y algunas risas. Neville no dejaba de disculparse y Malfoy no dejaba de toser, Slughorn se acercó y lo tomó del brazo.
— ¡Respira, respira! —Le dijo mientras le daba golpecitos en la espalda sin embargo Malfoy ya se estaba poniendo azul, tenía los ojos pegados al suelo, no lograba respirar y seguía tosiendo. Al final Harry se sintió mal y se acercó para tratar de ayudar. Levantó el rostro del chico y le sopló, pero al encontrarse con la mirada plateada el rubio se quedó inmóvil para segundos después caer inconsciente.

Ahora se hallaba en la enfermería recibiendo el tratamiento para las quemaduras que la poción le había provocado; giró su cabeza un poco para ver a Malfoy tendido en una cama, sus respectivas quemaduras ya habían sido curadas.
— ¿Él estará bien? —Preguntó a la enfermera que en ese momento estaba concentrada en la parte trasera de su cuello.
— ¿Qué? Oh, sí. El joven Malfoy estará bien.
— ¿Qué fue lo que le pasó? —Ok, Malfoy era su némesis, pero tampoco lo quería muerto.
— Aún no estamos seguros debemos esperar a que despierte, la poción del joven Longbottom no era del todo mala sin embargo tenía algunos ingredientes de más y hasta que Malfoy despierte no sabremos qué efectos tendrá o cómo reaccionará. Por ahora se encuentra estable. —Agregó al ver la cara de terror que seguramente había puesto.

"Una víctima más de Neville Longbottom", pensó el moreno al salir de la enfermería. Qué bueno que no había sido él, que horror, ya estaba cansado de vivir en la enfermería.
Cuando llegó a su habitación todos abrazaban y alababan a Neville, seguro por cómo había dejado al hurón.
— ¿Vieron su cara? —Seamus estaba que se moría de la risa.
— ¡Fue el azul más enfermizo que he visto! —Contestó Dean.
— Se lo merecía, después de como trato a Hermione.
— Uuuuuuuhh —soltaron Dean y Seamus al mismo tiempo.
— Ron defendiendo a su no novia. —Los chicos estallaron en carcajadas, incluso a Harry se le salió una.
— ¡Oigan! —Ron les fue arrojando varias almohadas. — Aquí lo importante es Malfoy y su nuevo color de temporada.
— Deberían pasarlo a Ravenclaw, y no por su inexistente inteligencia, sino porque combina con las cortinas. —Más risas inundaron el cuarto gracias al comentario de Seamus. Neville estaba algo apartado, riendo con nerviosismo.
Tuvieron otra noche de desvelo riéndose por las desgracias de otros y planeando una buena broma para el hurón al día siguiente, si es que recuperaba la conciencia.

Un día más y otra mañana con pelea por el baño, al parecer nadie era capaz de levantarse temprano para evitar dichoso encuentro, como siempre él fue el ganador, con Ron en segunda y Neville al final. Una vez listos bajaron por las escaleras para encontrarse con su amiga y en cuanto Ron la vio sacó su trabajo de transformaciones, listo e impecable; la castaña se lo reconoció provocando delirio de superioridad en el pelirrojo y unos ojos en blanco en el moreno.
Fueron a desayunar como todas las mañanas, a lo lejos vio a Ginny en su lugar y un nudo en el estómago se le había formado repentinamente.
— ¡Haarryyy! —Levantó la cabeza al escuchar su nombre, la voz le resultaba incómodamente familiar. Lentamente iba girando en su sitio hasta que detectó algo, más bien alguien acercándose con una velocidad increíble. Dos personas seguían a esa persona, persona que él no podía reconocer, o más bien no quería.
Cayó de espalda al suelo cuando aquel ser saltó sobre su cuello, enredado los brazos en él. Estaba algo confundido debido al golpe y el aroma de un chico le inundó la nariz; cuando abrió los ojos y logró enfocar vio una rubia cabellera. Su corazón empezó a latir con fuerza cuando Draco Malfoy alzo la cabeza para mirarlo y él, Harry Potter, observaba con confusión tal acontecimiento.
— ¡Al fin te encuentro! —la sonrisa resplandeciente lo desconcertó aún más. Pero eso no fue lo peor, ah no, lo peor fueron las palabras que el chico con ojos grises como tormenta soltaron llenas de cariño e ilusión. — ¡Harry, te amo!
Notas finales: La canción es de Jesse & Joy, me pareció muy linda, me hizo imarginar jaja

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