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EL CORAZON DE LAW por Childerika

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Notas del fanfic:

HALLO HALLO!!!

Nuevamente por aquí con un pequeño fic que nacio en una noche de mal insomnio y perdida de tiempo en la que el hombre invisible me dijo:

- hey deberías escribir un fic y no perder el tiempo

y le respondí

- Pero ya estoy escribiendo uno

- pero ahora solo pierdes el tiempo, deberías escribir uno con Torao ¿no es tu nuevo amor?

- Pues si, tienes razón, ahora que no hago nada y no puedo hacer mas, seria bueno. Ademas me sirve de distracción.

Y así nació este pequeño fic. ¡Gracias hombre invisible! tu siempre me aconpañas en esas noches solas de insomnio :D

Espero no salir de la personalidad de cada uno, para mi Law tiene su corazoncito aunque no lo demuestre :3

Notas del capitulo:

Y pues... lo de siempre:

One piece y sus personajes le pertenecen al gran Odachii sama, yo solo los tome para divertirme y divertir...XD 

Deben saber que solo he mirado el anime, el manga aun no lo termino, así que no sé si en realidad paso, lo hice solo con lo que sé...no sé si me di a entender XD

Tum tum, tum tum

Escucho repentinamente su corazón, tan fuerte que se sorprendió.

   No podía creer lo que estaba sintiendo en ese momento, no podía ser cierto. Miro la mano que le ofrecía ese plato de sopa y que aún lo sostenía. 

¿Es que antes no lo había notado como lo hacía en ese momento? ¿Porqué apenas reparaba en él?

   La mano del hombre que daba de comer era casi de un pálido transparente, como el de la nieve que tanto le gustaba observar y sentir.

¿Porque a esas alturas de su vida tenía que fijarse en un hombre? ¿Porqué en un hombre de una tripulación pirata como la de mugiwara? ¿Porqué? Si en su vida jamás había pasado.

Eso podía ser una molestia.

   - ¿Que pasa, lo tomaras?

   La voz de ese hombre llamado Sanji lo devolvió a la realidad. Se dio cuenta de que lo estaba observando de una manera impropia de él, impropia de cualquier hombre de su naturaleza.

Sin decir más tomo el plato y volvió a su realidad.

"Siento algo por este hombre"

   Se dijo internamente sin titubeos ni remordimientos, sin ocultar nada y consciente de sus sentimientos. Sonrió pensando en lo que quería.

   Lo que quería era probar sus labios.

   La fiesta que muy a su pesar había sido provocada por el capitán Luffy de pronto ya no le pareció una pérdida de tiempo, era bueno sentirse relajado antes de la verdadera pelea y que mejor manera de relajarse que intentando algo con el cocinero. 

  ¿Curiosidad? Tal vez, jamás lo había intentado con un hombre aunque muchos lo habían intentado con él.

   Él era diferente, tenía algo que con el simple hecho de ofrecerle un plato de comida le había parecido interesante, ese gesto desinteresado y bien intencionado que nadie le había demostrado. Le había demostrado la pasión de su profesión.

   Alimentaba a las personas con dedicación y esmero sin importar su condición o bando, sin interesarle que fueran aliados o enemigos, ya fueran marines o científicos locos. Él los alimentaba porque como cocinero, esa era su naturaleza, su deber y alegría. Y lo disfrutaba.

   Eso era lo que le parecía interesante, compartían el amor por su profesión, pero en comparación de él, Sanji no lo pensaba dos veces. No es porque no quisiera, sólo que era práctico. No siempre las condiciones eran óptimas, no siempre se tenía la oportunidad, no siempre era necesario, no siempre era práctico.

   La mujer navegante había insistido en salvar a esos niños, los cuales serían una carga para su empresa, pero mugiwara había complacido a su nakama; por suerte todo había salido bien, con algunos contratiempos, pero al final del día, su instinto de médico lo obligo a ayudar en la cura de esos niños, después de todo, necesitaban de él.

   A los dos los movía el instinto de sus profesiones.

   Por sí fuera poco, tiempo después, le preparó un menú especial a su gusto. Era todo un profesional al preparar un menú común que se adaptaba a los gustos de todo sin olvidar llenarlo de nutrientes y vitaminas.

   No podía negar que era un idiota como la mayoría en ese barco, su peculiar estilo de cortejar mujeres sin duda era aterrador y ridículo, pero había descubierto que su inteligencia y astucia salía a flote en los momentos indicados.

   Era un hombre de muchos e interesantes matices.

   - ¿Que crees que haces cerebro de marimo? ¿Porqué mierdas no terminaste tu almuerzo? 

   Su grito surcó el barco, pudo notar como todos lo ignoraban a excepción de ese a quien hablaba.

   - Te dije que lo terminaría después cocinero de cuarta.

   - Por eso pregunte si querías más, un platillo como ese pierde todas sus propiedades después de un tiempo y no es correcto que desperdicies la comida así.

   Sanji sostenía el plato en cuestión, su rostro reflejaba la ofensa recibida, el espadachín lo miraba con apatía.

   - Te dije que lo comería después - insistía el espadachín - eres muy ruidoso.

   Aparentemente Roronoa Zoro y él se tenían poca paciencia, peleaban por tonterías hasta en momentos inadecuados; por alguna razón Roronoa despertaba en él un extraño sentimiento de celos.

   Tal vez por tener esa confianza tan fraternal con Sanji, tal vez por compartir sus aventuras con él. 

   Sin ánimo de más discusión, Roronoa tomo el plato y lo devoro de dos bocados entregándoselo a Sanji una vez vacío.

   - Lo vez, es así de simple - le dijo restando importancia al hecho y con el bocado en su boca - eres muy escandaloso.

   La manera en la que Sanji respondió fue la acostumbrada; después de varios insultos terminaron por pelear, nadie en el barco hizo algo por separarlos, sólo vasto que la mujer morena saliera para que Roronoa terminara peleando sólo y dedicándole al rubio más insultos. Sonrió divertido de su pensamiento.

   Su pensamiento era probar sus insultantes labios.

   Muy dentro en su corazón sentía algo cálido, como nunca había sentido antes; sentía que su corazón latía a ritmo diferente y hasta lo sentía más ligero, sentía un cosquilleo recorrer su cuerpo y que lo llenaba de euforia. Podía tratarse de una arritmia, pero no de un síntoma previo a un infarto, ni alguna intoxicación accidental. No había un diagnóstico médico conocido para lo que le pasaba.

Simplemente estaba extrañamente atraído por ese mal hablado y elegante cocinero.

   ¿Amor?

   No, no era amor, por lo menos no entraba en su definición de amor... Nunca se había hecho una definición en concreto. Sólo era una reacción de hormonas y sustancias cerebrales.

   Tal vez solo tenía la necesidad de sexo. De sexo diferente. Porque de repente comenzó a fantasear con la piel de palidez comparable con la nieve a la que le gustaba sentir y  contemplar; ahora, también quería sentir y contemplar esa piel.

   Era un hecho: quería acostarse con ese hombre y lo intentaría.

   Durante un tiempo lo contemplo en silencio, dedicándole de vez en cuando una sonrisa de agradecimiento, rozando su mano cada que podía y siempre sentía una pequeña taquicardia que le afectaba en todo su cuerpo. 

   "Esto no puede ser bueno"

   Pensó en una ocasión, eso podía costarle la victoria de su plan, pero por otro lado la pequeña arritmia en su corazón le decía lo contrario, algo que él no entendía muy bien pero no parecía importarle demasiado.

   Cada vez fue mas frecuente el deseo de su compañía, cada noche se quedaba a su lado y el coqueto cocinero sin proponérselo y sin saber lo que despertaba en él, le regalaba alguna sonrisa y una plática agradable.

   - ¿Dejarías a mugiwara?

   Le pregunto una vez

   - No lo creo. No mientras Nami san y Robin san decidan lo contrario. 

   Le respondió sin saber concretamente si sólo lo decía de broma o porque en verdad esa era su intención. Su cabeza inundada de mujeres le divertía, pero ya no quería perder más tiempo, tenía que probar esos labios, sentir y contemplar esa piel de nieve.

   Su irreverente mirada se posó en él, llamando su atención, pudo notar el desconcierto de este. Law sabía que Sanji por fin se había dado cuenta de sus intensiones. 

   Sin importarle la reacción de Sanji rodeo su cintura con su brazo y lo acerco a él, su cuerpo masculino de sentía bien, era un cuerpo menor y que si quería podía dominar, pero así no lo deseaba.

   - ¿Que se supone que estas haciendo?

   A pesar de su aparente desconcierto y molestia, no se separo al instante, no lo hizo porque fue Law el que impidió la acción. Sin decir nada, acerco sus labios a los de Sanji, apunto estuvo de que su corazón sufriera un colapso, el aroma de Sanji era tan opuesto al de él y sin embargo compartían el aroma del género. 

   Su corazón latió con fuerza al sentir la proximidad de su rostro, pero Sanji opuso una resistencia mayor.

   - Cuidado con tus acciones capitán de los piratas heart.

   - ¿Por fin te has dado cuenta de lo que despiertas en mi?

   Pregunto retórico, mostrando la sutil sonrisa de siempre.

   - Haré de cuenta que nada paso aquí. Aleja tus manos de mi. Por favor.

   Law no lo haría, ya tenía en sus brazos al hombre que despertaba de alguna manera su cuerpo, tenerlo entre sus brazos era una experiencia única a la que estaba dispuesto a explorar.

   - No me interesas - dijo cortante pero con sutileza - tu amor es incompatible con migo.

   Lo miro curioso y admirando su franqueza, aún así no lo dejaría.

   - Cambiarás de opinión, yo quiero probarte Sanji-ya

   El cuerpo de Sanji se tensó y se alejó de él. Law quería dejarle en claro sus intensiones, después de todo, cuando se acerco a él presintiendo lo que pretendía no lo había alejado de una patada o no le había insultado como hacia cada que Roronoa se acercaba a él.

   - No te estoy pidiendo amor, no por el momento - dijo muy casual y sus ojos de frío acero brillaron - algún día lo será. Lo que quiero es probar tus labios ahora, Sanji-ya.

   El rostro de Sanji se tiñó de rojo, se fue apartando de el como sí de un monstruo peligroso se tratara.

   - Es imposible, no puedo lidiar con esto.

   La mueca de satisfacción de Law se ensancho, era obvio que Sanji tenia una pugna emocional por recibir los cortejos de un hombre.

   - Me gustas

   Fue lo único que dijo antes de que Sanji saliera de la cocina. Law sentía que pronto probaría los labios de ese cocinero. Salió a proa y se acostó bajo el árbol, contemplo el cielo que brillaba por las estrellas. La figura de Sanji se le cruzaba a cada momento en sus pensamientos, su cabello rubio y sedoso brillaba aun en la oscuridad, sus ojos de azul oscuro brillaban de altanería y su blanca piel lo llamaba y lo invitaba a que lo tomara.

   ¿Acaso no podía tener esa clase de desliz?

   Su corazón latía de manera extraña, no dejaba de sentirlo alegre; como doctor sabia que solo eran reacciones de su cuerpo, que solo eran sustancias químicas liberadas, pero aun así, había algo que lo arrastraba a desear a ese hombre.

   Los pensamientos abundaron sin sentido: La alianza con mugiwara no era lo que había esperado en un principio,mugiwara era un hombre arrebatado y estúpidamente temerario pero tenia una gran fuerza; su plan pronto los  llevaría aun enfrentamiento con Doflamingo y todo cambiaría y entre esos y mas pensamientos se colaba la figura del cocinero. Nunca pensó que llegaría a admirar a un hombre por como se viste, nunca un chaleco delineo tan definidamente el cuerpo de un hombre.

   - Sanji-ya

   Sonrío complacido, si se esforzaba un poco mas, en dos días ya estaría probando sus labios, solo tenia que sorprenderlo.

   La silueta de un hombre alto y delgado se abrió paso por las sombras, las luces nocturnas del Sunny revelaron que era Sanji el que se presentaba ante Law, este sorprendido y sin dejar su enigmática sonrisa lo miro curioso. Sanji frente a el se quito el chaleco con algo de timidez, después la camisa; los ojos de Law lo miraban intensamente sin dejar escapar cada movimiento o porción de piel expuesta.

   Las pálidas mano desabrocharon el pantalón y se deshicieron de el, esos azules ojos se clavaron el los de Law ¿Que expresión tenían? ¿timidez, lujuria? ¿pero la mueca de sus labios que significaba? ¿era una sonrisa de soberbia, de cinismo irreverente? Ese rubio tenia varios matices interesantes.

   La piel de nieve se expuso ante él sin ninguna barrera, estaba como el primer día que llego al mundo. Su cuerpo de hombre parecía hechizarlo y no se resistió; quería moldear esa nieve a su cuerpo, derretirla en su corazón para que calmara esa extraña reacción que causaba en él. Sus fuertes piernas, su delgado y musculado porte ¿cuantos hombres y mujeres desnudos había visto y ninguno le causaba la misma reacción? se mordió el labio tratando de contenerse un poco, le haría sentir a Sanji-ya lo que un medico puede hacer en la cama.

   Fue hasta él, lo rodeo con sus brazos, la calidez era exquisita; recorrió la espalda ancha hasta la estrecha cadera, palpo cada parte de su pecho, de sus brazos; acaricio el brillante cabello rubio y delineo los rasgos de su rostro. Tenia que besarlo, tenia que sentir el cuerpo por competo. Los labios de Sanji pronto lo buscaron, law lo tomo de la cintura y trato de sujetarlo, se inclino para poder besarlo. El contacto de sus labio fue lo que llevo a su corazón colapsar, sintió como por un momento dejaba de latir para después latir con furia y golpear su pecho; los labios de Sanji-ya eran tan suaves y demandantes que no pudo resistir acariciarlos con su lengua.

   La sonrisa de Sanji se ensancho, de un movimiento salto y se aferro a su cuello y sus piernas a su cadera y como era lógico Law lo sujeto de sus nalgas no sin dejar de acariciarlas. Nuevamente se unio en otro beso que lo inundo en un sin numero de arritmias, se adentro en su boca y la delineo cuanto pudo. Solo se separo para poder ver como esos ojos traviesos lo miraban.

   Las manos retiraron su gorro dejándolo caer, corrieron su negra cabellera y tocaron su rostro, Law, por primera vez en su vida se sentía absorbido, esos ojos lo absorbían. Tenia que besarlo, aunque la euforia del momento era grande, le arrebato un beso mas relajado que los anteriores.

   - Torao - La voz ronca de Sanji sonó destilando lujuria y moviendo su pelvis - Torao, ¿Que haces Torao? ¿Torao?

   Era demasiado excitante y le beso fugazmente…

   Al abrir los ojos se encontró con el rostro de sorpresa de Luffy muy cerca de él, mas cerca de lo que esperaba, los labios que besaba no eran los de Sanji, eran los de Luffy; inmediatamente ambos se separaron. 

   Se observaron un momento, cada uno tocando sus labios, Luffy tenia un semblante de desconcierto mientras que Law luchaba por no mostrar mas vergüenza de la que tenia.

   - ¿Que, que demonios fue eso? - pregunto Luffy con el ceño fruncido - por que me besas dormido.

   "Dormido" esa era la razón, todo había sido un sueño, no se había dado cuenta pero ya era de día.

   - Yo, no era mi intención mugiwara-ya - trato de disculparse - no deberías acercarte tanto a las personas mientras duermen.

   - Vi que estabas inquieto, pensé que querías ir al baño y cuando me acerque me di cuenta que estabas dormido, te llame y te levantaste y … no volveré a mencionarlo. El desayuno esta listo.

   Law, lleno de vergüenza  asintió, eso había sido embarazoso, Luffy recobrando su buen humor se alejo.

   - Torao es extraño - se reía el capitán.

   Estaba soñando, por primera vez en su vida tuvo un sueño erótico con un hombre y a pesar de haber sido un sueño su corazón se sentía emocionado.

   Lo que resto del día no le importo el ruido usual del barco, los tripulantes, invitados e incluso rehenes parecían mas ruidosos que de costumbre, pero el se mantenía inmerso en sus pensamientos y vigilando a Sanji; buscaba encontrarse con él, y este consiente de sus intensiones le rehuía de una manera muy sutil.

   - No tiene caso que huyas Sanji-ya - le dijo un día que coincidieron en el camarote de los chicos - terminare por probar tus labios.

   Sanji dio una calada a su cigarro y lo miro con indiferencia.

   - Ya te he dicho que no estoy interesado, sé que soy irresistible pero no te hagas ilusiones.

   Sin dejar su postura arrogante, el cocinero paso a su lado echando el humo a su cara, Law lo tomo de los brazos y lo acerco a su rostro, nuevamente esa cercanía lo volvía loco. Ahora nada impediría probar sus labios, le robaría un beso. No contaba que Sanji se librara de su agarre; en ese momento la puerta se abrió y Zoro entro encontrandose con un Sanji agitado y un sonriente Law.

   - ¿Pasa algo? - recorrió la habitación mirando con detenimiento a ambos hombres

   - Nada Roronoa-ya, nada sin importancia.

   Law salió del camarote sin prisa y sonriendo.

   Por la noche el barullo festivo y problemático de la tripulación había parado, ya muchos dormían y otros se preparaban. Law como siempre esperaba a que Sanji terminara de sus tareas, la concentración con la que hacia sus deberes era digna de contemplarse.

   - Sanji-ya ¿podrías servirme cafe por favor?

   El rubio no dijo nada, automáticamente comenzó a preparar el pedido.

  - Es extraño - sanji se mostró confundido - juraría que aun tenia cafe en la despensa. Tendré que ir a buscar.

   - No te molestes - dijo Law apoyando su rostro en su mano - puedes darme té.

   - Tampoco tengo - dijo extrañado, siempre procuraba tener ambas cosas por si Nami san o Robin san le pedían - no importa, de todos modos debo ir.

   Sanji salió dejando la estufa prendida. Law lo vio cruzar la cocina y desaparecer. Por alguna razón su corazón latía con mas fuerza.

   "Este es el momento"

   Espero a que Sanji volviera pero ya había tardado, según entendía, a donde iba no estaba tan lejos ¿Por que tardaba? 

   Después de un rato considerable apago la estufa, decidió ir al baño y después a acostarse, tal vez Sanji se escondía nuevamente. La noche era calmada y fresca, sabia que el medico de los mugiwara estaba vigilando así que tal vez ellos dos eran los únicos que se encontraba despiertos. No contaba con que al estar cerca del baño escucho sonidos extraños, sonidos que no le gustaron en lo mas mínimo.

   Con cautela abrió la puerta del baño que no estaba cerrada por completo y lo que encontró lo dejo en shock: Dos cuerpos en movimiento arduo y constante.

    El primer oficial de los mugiwara estaba sobre su hombre de piel de nieve, sobre Sanji que tenia la ropa desajustada y lo embestía placenteramente, con movimientos profundos y enérgicos pero sin ser salvaje. Escuchaba como Sanji trataba de mantener los gemidos en su boca pero los pequeños ruidos en la acústica del baño eran sonoros.

   - ¿Me amas Sanji?

   El espadachín entre jadeos pregunto abrazando con mas fuerza el cuerpo que se retorcía abajo y besando su cuello.

   - SI, si, te amo, ah ah,  como no tienes una maldita idea espadachín de mierda.. 

   Su corazón dolió como si lo hubieran cortado y pisoteado.

   Law estático ante la escena vio como las manos se aferraban a la espalda, como trataba de sujetarse de ella, como el cuerpo de Sanji se movía al compás de el de Zoro, este lamió su cuello y para sorpresa de law sus ojos se encontraron. No había sorpresa en los de Roronoa.

   - Yo también te amo cocinero pervertido. Siempre te he amado.

   La mirada continuo por un insignificante momento, hasta que el clímax de Sanji los distrajo.

   Law dejo el baño en cuanto escucho la voz febril del cocinero suspirar el nombre de su amante. Había descubierto el ardid de Zoro.

   Camino sin rumbo por la proa, su corazón estaba deshecho, dolía hasta un punto que no podía saber la profundidad, era increíble pensar que su pecho fuera tan profundo como para que el dolor alcanzara esos lugares. 

   Sanji no lo amaría, es por eso que le rehuía y él, estúpidamente seguía con su intento a pesar de las excusas que le daban ¿Por que no se dio cuenta antes? Tal vez para ese hombre tan mujeriego ya era un problema interno mantener la relación con otro hombre, tal vez apenas se estaba acostumbrando y por eso no hablo claro…

   "Tu amor es incompatible con migo" "Es imposible, no puedo lidiar con esto"

   Eso lo podía tomar como una negativa de genero, pero…

   "Ya te he dicho que no estoy interesado…"

   Ahí estaba, él ya se lo había dicho claramente y no quiso escuchar, se hizo ilusiones tontas.

   Llego al acuario y se sentó, la enorme pecera reflejaba la débil luz que había encendido pues tenia que hacer una operación.

   - Room

 

   Sanji acomodaba su ropa y miraba de manera extraña a Zoro que sentado miraba la puerta.

   - ¿Ese era Law?

   Pregunto por fin frente a él y anudando su corbata, el espadachín asintió.

   - ¿Tú te llevaste el cafe y el té?

   Zoro igualmente asintió.

   - Eres un maldito, eso fue cruel de tu parte. Y para colmo yo te ayude sin saberlo.

   - Se estaba poniendo muy cariñoso, esto no hubiera pasado si te hubiera dejado en paz, sobre todo si le hubieras dicho lo nuestro.

   - ¿No tienes la mas mínima idea de lo que es el tacto? ¿se te ha olvidado lo que sufriste por mis desprecios y palabras? ningún ser enamorado merece esto.

   - Entonces acepta públicamente que ya tienes pareja - los ojos de Zoro brillaron exasperados - no te pido que lo grites a los cuatro vientos, tampoco que dejes de atender a las chicas, solo te pido que me des el lugar que merezco y no trates de ocultar esta relación como si fuera una vergüenza. Si es tan difícil para ti, acéptalo y afrontalo de una vez que ya tenemos bastante tiempo esperando que puedas "aceptarlo"

   Sanji enmudeció, maldijo a Zoro porque tenia razón. Lo estaba lastimando tal vez mas de lo que él había lastimado a Law. Sonrío con timidez y salió dejando a zoro pensativo.

 

    Después de buscar a Law por la proa, lo encontró en el acuario; tenia lo que parecía un corazón en un cubo frente a él, lo miraba con mucho interés y lo que parecía su "Room" lo rodeaba.

   - Shambles

   El corazón se rebano al instante, los pedazos flotaban a escasos centímetros uno de otro y Law, concentrado, los estudiaba y escuchaba murmullos acerca de una válvula carótida, angioblastos, oxigenación perfecta, bulbos cordis y cavidades en excelente estado y otras palabras en su jerga de medico que solo Chopper podía entender.

   Después de un largo escrutinio el corazón volvió a su estado original y fue entonces que Law reparo en la presencia de Sanji.

   - Debiste invitarme a su fiesta Sanji-ya - Dijo sin borrar la sonrisa de sus labios, mas esta ya tenia algo diferente.

   - Zoro es un bruto que no tiene tacto. Pero yo te lo dije.

   Encendió un cigarro, pero lo apago al instante, el extraño corazón que latía le llamo la atención.

   - Lo sé.

   Sanji se acerco a él mirando el corazón curioso.

   - Lo revisaba - contesto - quería saber por que dolía tanto. No tiene ninguna anormalidad. 

   - Law, yo…

   - No es necesario - le interrumpió - fui yo el que no entendió, tal vez también deba revisar mi cerebro.

   Law hablaba como si nada hubiera pasado, tenia la misma seriedad y la misma sonrisa, aunque algo apagada, sus ojeras se apreciaban mas en ese momento. Sufría, de eso no había duda, pero el dolor que Law buscaba curar en su corazón no lo encontraría por mas que desmembrara su corazón.

   Se acerco a su corazón, notando como Law lo miraba con curiosidad; lo tomo sintiendo como palpitaba lleno de vida, era cálido aun al estar encerrado en ese extraño cubo y lo beso.

   En ese momento Law sintió como un dolor lo recorría, pero era un dolor extraño, de esos que raramente traen la cura. El calor de los labios de Sanji recorrió su dolorido corazón y alivio parcialmente el dolor que tenia. Law suspiro aliviado.

   Después , dejo con suavidad el corazón y tomo su rostro atrayéndolo a él, haciendo un esfuerzo por alcanzar su altura. 

   Sus labios se tocaron, un escalofrío placentero recorrió el cuerpo de Law, su mente olvido todo por un momento mientras los labios lo tocaban; tan suaves, tan cálidos que parecían besar mas allá en su interior, allá, en el fondo de su ser, en donde el dolor se refugiaba. Esa cálida caricia a su alma fue el bálsamo que necesitaba.

   Sin poder resistirlo abrió los ojos encontrandose con el sereno rostro de Sanji que con ese acto le trasmitía un suave confort.  

   Lo atrajo mas hacia él, aferrandose en un abrazo, su irreverente lengua fue mas allá y se introdujo a la boca que mas que resistirse, lo dejo entrar. Estaba en la gloria, esa boca era deliciosa y experta, en todo momento trato de tomar de él lo que quería, pero todo el tiempo del mundo no seria suficiente.

   Cuando el beso se prolongo mas de lo que pretendía y Law quería mas, inmediatamente  lo empujo del pecho guardando una intima distancia. Ambos se miraron a los ojos; Sanji-ya tenia que retirarse, Law sabia que no solo se marcharía de esa habitación, sino de toda su vida; él estaba enamorado de otro y por lo que vio, le amaba con intensidad, no tenia posibilidades. Lo abrazo nuevamente ahora disfrutando del aroma de su cabello.

   - Si Roronoa-ya te abandona yo estaré esperándote - le dijo en un susurro

   - Eso no pasara - contesto sonriendo - es muy necio.

   - Lo sé, yo tampoco te dejaría.

   Poco a poco sus manos descendieron hasta el trasero de Sanji y atrapo las dos porciones de carne aferrandose a ellas, Sanji gruño molesto y lo miro, pero la sonrisa característica fue lo único que encontró.

   - También quisiera probar esto.

   Sanji se retiro fingiendo molestia.

   - Lo siento Dr. mierda.

   - No importa, aun así eres parte de mis fantasías sexuales.

   - ¿Que clase de pervertido eres?

   - Si Roronoa-ya muere te buscare.

   - Eso también es improbable - negó con la cabeza - es muy necio hasta para morir. 

   - Tal vez deba ayudarlo o incluirlo en mis fantasías.

   Sanji le regalo una sincera sonrisa y se dispuso a retirarse, en el marco de la puerta estaba Zoro recargado, ambos se miraron y Sanji salió aun con la sonrisa en sus labios. 

   - Tienes razón maldito espadachín, es tiempo de afrontar mi realidad. 

   Zoro también le sonrío para luego ver como se perdía en la proa. Law también salía y paso a su lado.

   - ¿Sanji-ya estará bien?

   - Eso no tienes por que preguntarlo - respondió con aspereza

   - Si me entero de que sufre a tu lado, no me importaría que se inicie una guerra entre los Mugiwara y los piratas heart, será mío. En cambio, si mueres…

   - ¿Me estas deseando la muerte? 

   - … - Law sonrío satisfecho, remarcando lo ambiguo de sus palabras - si necesitas un doctor puedo ayudarte, no dudes en visitarme.

   - Claro, eso nunca pasara.

   Zoro sonrío socarrón y lo dejo pasar sin animo de pelea. Después fue en busca de Sanji al que encontró cerca del mascaron de proa.

   Law se fue a la parte trasera del barco en donde contemplo su corazón, lo dejo en el suelo y se sentó frente a él.

   - Tú y yo tenemos que hablar corazón-ya. No vuelvas a hacer esto y si lo haces, procura  no ser tan impetuoso.

   Se quedo contemplando su corazón, no estaba herido pero sentía que unas heridas invisibles habían sanado. Sanji sin ser doctor le había dado la cura para el dolor que sentía; eso no lo entendería sino mas adelante, cuando en las noches llegaba el recuerdo de su piel de nieve y sentía que moría de dolor, entonces llegaba el recuerdo de ese beso y de su cuerpo entre sus brazos y sonreía.

   Había probado sus labios y tocado su cuerpo que a pesar de tener el color de la nieve era cálido como la mas ardiente de las llamas, el que había causado un arritmia en su corazón y que también le diera la cura.

   Su corazón latía de forma normal ahora, aunque aveces, en sus sueños eróticos latiera de forma arrítmica.

Notas finales:

LISTO!!!

Mi desvarío ha terminado ¿esto es lo que sale después de no dormir como se debe en una semana? La verdad no lo había subido por falta de tiempo, pero me esforcé, espero que lo disfrutaran.

La verdad aun no estoy lista para que Sanji se quede con otro que no sea Zoro, aunque Law es uno de mis favoritos, el ZoSan es mi preferido, tal vez con el paso del tiempo pueda compartirlo con Law XD

Espero leernos para la próxima (^_^)/

Cuidado con los malos sueños y que la fuerza los acompañe... si, la fuerza del yaoi ಠ_ಠ


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