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Desde la Ventana... por Gabriela_Haru_Suzuki_Park

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Notas del fanfic:

No sé que decir, estaba depre y salió esto. Está raro, pero de alguna forma extraña me gusta.

 

Declaración:

Los personajes presentes en la historia no son de mi propiedad, ni obtengo ganancia alguna por este trabajo.

Notas del capitulo:

No me maten!!

No sé porque la selección del parejas, si a mi NO me gusta ver a Reita con Aoi ni a Ruki con Kai, pero eso salió y aunque me odio por escribirlo, espero a ustedes si les guste.

 

Las luces del atardecer teñían con sus naranjos, rojos, y azules la superficie fría de los baños, el goteo de una de las llaves retumbaba en los oídos de quien estuviese lo bastante cerca para escucharlo, si es que a esa hora normal que quedase alguien en el instituto para hacerlo, de esas pocas ocasiones era esta, uno de los estudiantes estaba mirando por la gran ventana que quedaba mirando hacia la entrada. Mantenía sus ojos hinchados y con los párpados enrojecidos cerrados, llorando silenciosamente, convulsionando su respiración de vez en cuando haciendo escuchar un poco más fuerte el llanto.


-¿Por qué?- suspiro ahogadamente por vigésima vez, abrazándose al dar la espalda a la ventana, apoyándose en la misma y deslizándose lentamente hasta quedar sentado en el suelo. Recordando.
“¿Por qué te aceptaría? ¡Mírate!... ” le dolía el alma al escuchar en su cabeza esa frase nuevamente, tanto que si lo golpearán hasta dejarlo inconsciente, lo prefería mil veces a ese dolor. No podía creer que esa voz que antes le hacia temblar y elevaba los colores a sus mejillas aunque no le hablara directamente a él, lo hubiese humillado, asesinándolo lenta y dolorosamente. No aceptaba que ese rostro que llenaba sus mañanas y noche, por el que cada día asistía a clases de tan buena gana lo hubiese mirando con desprecio.

“Aki... me gustas”el mayor lo miró y comenzó a reírse alegremente, desordenándole el cabello “No lo arruines Taka” le dijo, pero él aprovecho la oportunidad para colgarse del cuello del mayo y besarlo tiernamente “Aki me gustas... me gustas mucho”le había tomado varios meses reunir el valor para declararse a su amigo, y hora no había vuelta atrás. Lo volvió a besar, pero Akira no respondía, sólo sintió las manos del otro posarse sobre sus caderas arrancándole un suspiro bastante ofrecido, pero lejos de seguir adelante lo alejo con firmeza “No juegues Takanori”le dijo limpiándose la boca “lo arruinaste todo... piérdete”se alejo dejándolo de pie en medio del salón “¡¡No... Por favor!!” gritó haciendo que el mayor se detuviera y se girará a verlo intrigado “Aki... si tú no me amas”se le acerco con el rostro hacia el suelo y lagrimas en los ojos “No me importará si... sólo me usas, pero no me alejes de ti”tocó fondo en su desesperación, era cierto, no quería perderlo y si para eso debe ser un juguete del mayor, lo sería. Jamás vio venir las palabras “¿Por qué te aceptaría? ¡Mírate!... no tienes dignidad, yo no me meto con putos como tú... basura”fue lo que dijo antes de dejarlo completamente sólo. El muchacho no soporto, fue hasta el baño decidido a hacer lo que se propuso si lo rechazaba y lo perdía, como ocurrió. Pero la mano le tembló, dejando caer al retrete la hoja de afeitar. No tenía el valor. Con apenas unos pocos cortes en su muñeca se acerco hasta la ventana llorando por largo rato acurrucado en el suelo, bajo esta.

Se había calmado poniéndose de pie y vio hacia fuera, era ya de noche y Yuu, su hermanastro desde hace dos años, estaba en la entrada hablando con Akira, a simple vista estaban discutiendo. Vio como Yuu empujaba a Akira y trataba de avanzar, pero este lo detenía... lo besaba. En un principio contra le deseo del moreno, pero no demoro en ceder. Los ojos de chico en el baño se llenaron de lagrimas *Por él me rechazaste* Miraba la escena con dolor, recordando, dentro de su compulsivo llanto, sus eternas horas charlando con el moreno “No sigas buscándole... él no es para ti” Escucho innumerable veces de los labios del moreno “Akira no te merece... No puedes estar con alguien como él” le había dicho en otra ocasión casi rogándole que desistiera de conseguir el amor del rubio, aunque ahora mismo el chico se preguntaba si el moreno consideraba que Akira, su amado superior, era la persona correcta para él, su hermano. Las piernas fallaron y fue a dar al piso por un tiempo incalculable, total ahora no le importaba el tiempo ni que al llegar a casa su madre pondría el grito en el cielo, sólo importaba que la persona amada le había rechazado por su padre nada más y nada menos por su hermano. El rechazo y la traición no eran para nada agradables, el sabor es amargo muy parecido al que lamía de sus muñecas cada vez que las cortaba. Sangre.



-Taka... Taka... Otooto... dôzo-se escuchaba alguien gritar fuera del baño, el muchacho sólo levanto el rostro hacia la puerta, desprotegiéndolo del refugio de sus brazos, no tenía intenciones de abrir a esa persona- Chiisai Dôzo... –los golpes se hicieron más fuertes y luego una segunda voz se le unió, la de Akira, pero no pudo entender que era lo que hablaban ni tampoco le puso mucha atención, ya de esos dos nada les interesaba. De pronto un ruido mucho más fuerte y sonido sordo de algo que azotaba en el suelo- Tú no sabes lo que hiciste... ¡Ahora lárgate!-grito la voz entrar- ¡Takanori!...-hasta la mitad del baño había llegado cuando lo vio tendido en el suelo.

-¡No quiero verte Yuu déjame en paz!-le encaró poniéndose en pie, cada músculo de su cuerpo estaba tenso y sus manos empuñadas a los costados- Maldito traidor... ¿Cómo tienes cara de venir?-chillaba con su vista nublada por las lagrimas, cuando siente una mano en su hombro, se gira para ver quien era.Una hermosa sonrisa...


La luna brillando en el manto oscuro de la noche...

Unos brazos cálidos le rodearon...

-Deja la hojilla, ya no puedes seguir cortándolo... –la voz de la sonrisa era amable como la de un ángel, bajo mirada hasta su hermano que lo abrazaba pero sin sentir él ese abrazo.


-Otouto... –gimoteaba abrazando el cuerpo sangrante de un chico de diecisiete años- NO me dejes... perdón... no quise... –las lagrimas fluían en abundancia, más allá el rubio al que el menor había amado caía al piso en un mar de lagrimas clamando por el amigo perdido.

-¡¡Yo no lo hice!!-gritaba entre los brazos de aquel personaje, manchándolo con la sangre que en su cuerpo se había quedado- Otootosan no llores... no lo hice... estoy aquí ¡Voltéate y mírame Ambos! ¡Mírenme! –les exigía con desesperación, con el tipo de gritos que haría temblar cualquier edificio. La mano del personaje le cogió en mentón obligándolo a verle, sus ojos hinchados se fijaron y reconocieron al que le acogía- K... Kai... –balbuceo.

-Todo está bien pequeño... déjalos ir –apunto hacia los dolientes- deberás despedirte de él... Yuu no merece que seas tan malo con él-le regaño, afirmándolo por la cintura.

La ambulancia no demoró en llegar, pero era muy tarde Takanori Matsumoto había dejado de existir hace varias horas, sólo Akira Suzuki, el joven que acompañaba al hermanastro del occiso, sabía que su amigo había muerto una hora y cuarenta minutos después de que le rechazara. Yuu ya no lloraba, no tenia fuerzas para eso, así que ahora descansaba apoyado en el hombro del novio te tenia ya por los últimos cuatro años.

-Nee sean felices... yo al fin lo soy-escucharon decir a una suave brisa- Otootosan estoy con Kai... ya soy feliz...


-¿Quién es Kai?-pregunto Akira a Yuu que de pronto había abierto sus ojos y miraba para todos lados buscando algo o a alguien que le explicará el viento cálido que había pasado sobre su hombro, como si una mano en él se apoyará.

-¿También la escuchaste?-le pregunto con voz quebrada, su novio asintió lentamente- Kai fue un novio de Taka, murió en un accidente de automóviles... Taka sufrió como un demente y ahora... tu lo rechazas de esa forma... ¿Por qué fuiste tan cruel?-pregunto haciendo el más triste de lo puchero que el rubio viera en la persona que amaba.

-Por que estaba furioso, Taka era mi mejor amigo Yuu y que me dijera esas cosas me enfado-respondió con voz quebrada- Era mi amigo-se mordió el labio reprimiendo un pequeño sollozo que amenazaba con salir cuando sintió una caricia sobre su mejilla- parece que están felices... -sonríe de medio lado, acariciando la cintura de Yuu- Y nos deja seguir en lo nuestro... –lo besa y su novio también lo hace como si de sus almas respiraran aliviadas. El resto del asunto por la muerte del menor es otro cuento, más corto y tedioso que no vale la pena se contado.

A los restos mortales de Takanori Masumoto se les dio una hermosa sepultura, sobre la tumba se construyo un pequeño templo lleno de ventanas por las cuales el espíritu pudiese mirar, a al pequeño le gustaba mucho ver por las ventanas, de su cuarto, del salón de clases, del automóvil, de cualquier sitio que las tuviese por las cuales ver el paisaje.Nee Kai ¿Estarán bien?

Claro

Que bueno...

¿Te gusta este sitio?

Les quedó perfecto... las ventanas son enormes y los puedo ver simpre que quiera... se ven tan felices como tú y yo...

Cuándo sea el momento los volveremos a ver y seremos felices juntos ¿Sí?

Sí, mientras yo los vigilo desde mi ventana...

 

-.- FIN.-.

Notas finales:

Bueno... ummhh ¿Cuantas me quieren matar?


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