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Nightmare por faby nan

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Notas del fanfic:

Disclaimer: Ni SHINee ni ninguno de sus miembros me pertenece, sería un poquito bizarro que fuera así ¿no creen? 

Advertencia: OoC y un intento raro de fluff...


Antes de que lo olvide, en la historia, todos los integrantes están durmiendo en una sola habitación, con los colchones sobre el piso porque...eh, digamos que es una tradición o algo así :/

Notas del capitulo:

Cuando escribí esto, no me gustaba ni un poco. Ahora no entiendo el por qué...

Nightmare

Y así había empezado todo. En medio de la noche, con la respiración agitada, la piel cubierta de sudor y la ropa pegada al cuerpo. Con los ojos cerrados y el ceño fruncido. Aferrado firmemente al colchón mientras jadeaba sonoramente.

Cualquiera habría pensado que era un sueño cualquiera, pero no lo era. No era un sueño común, no era nada de eso. Las lágrimas se deslizaban lentamente por sus mejillas dejando rastros salados apenas visibles entre tanta oscuridad.

Cualquiera habría pensado que era un sueño cualquiera, pero no lo era. No cuando sus labios se movían tan desesperadamente. No cuando su boca se abría a más no poder, como si quisiera gritar. No cuando la voz se le atoraba en la garganta.

Y era preocupante, porque jamás espero verlo así tan vulnerable. Era preocupante, porque no sabía qué hacer. ¿Debía acaso despertarlo?

Un quejido, apenas perceptible, resonó en la habitación, contrastando con las respiraciones pausadas y los balbuceos ininteligibles. Uno que ni siquiera el remover insistente del maknae logró sofocar.

Lo removió apenas, con toda la delicadeza de la que disponía a tan altas horas de la madrugada, casi con miedo. Porque jamás lo había visto tan frágil. Tanto así que se le antojaba se rompería en mil pedazos en cualquier momento.

El pánico le inundaba a la par que la respiración de aquel que yacía en la cama se volvía cada vez más irregular. Estaba tan roto, tan irreconocible. Sólo podía ver las lágrimas resbalar una tras otra, como si no fuesen a detenerse nunca. Y esa boca abrirse en gritos silenciosos. Todo él parecía buscar algo a lo que aferrarse. Y estaba tan asustado, tan destrozado de verle así.

Y a la vez tan ansioso por tocarle, por consolarle aunque fuera un poco.

Vacilante se acercó al colchón, buscando un espacio para sentarse. Apenas una esquinita en la cual acomodarse. Pasándole las manos por las mejillas se dedicó a enjugar sus lágrimas, como tantas veces hizo el menor con él.

Una sonrisa inesperada se posó en su rostro, una que a él mismo le sabía ajena. Una mezcla entre ternura, tristeza y algo más.

Contempló con cuidado el rostro del otro, observándolo como si fuera la primera vez que lo viera. Y, extrañamente, ya no sentía miedo, ni temor, ni nada. Sólo…

— ¿Hyung? — Los ojos de cachorro se clavaron brevemente en él, antes de que aquella mirada se desviara hacia el techo—. Hyung, ¿eres tú?

La voz sonaba rasposa y no pasaba de un susurro. Le sonrió una última vez a aquel rostro durmiente antes de dirigir su mirada a donde sabía reposaba el otro.

— Shh.

— Hyung ¿pasa algo?— podía percibir un poco de alarma en aquella pregunta.

— Todo está bien, sólo vuelve a dormir.

Su mirada se quedó fija en aquel punto hasta que estuvo seguro de que había seguido su instrucción. Un suspiro dejó sus labios.

Sus manos seguían quietas sobre las mejillas húmedas del menor. Su llanto no parecía cesar, aun así su rostro parecía un poco más relajado. Acarició con precaución sus párpados y mejillas consiguiendo que su rostro se relajara un poco más y sonrió satisfecho. Quizá sólo…

Se recostó a su lado, empujando con su cuerpo al otro, que a pesar de poner resistencia durante algunos momentos al final cedió. Hacía demasiado calor como para abrazarle, pero aun así le pasó los brazos por el pecho y lo atrajo hacia sí.

Quizá no hubiera sido buena idea que durmiesen todos sobre los colchones en el piso, más en una noche tan calurosa, pero no importaba. No ahora.

No cuando aquel cuerpo se aferraba al suyo, no cuando el mismo se aferraba al otro. No cuando lo necesitaba tanto. No cuando el más alto del grupo estaba teniendo una pesadilla.

Su rostro había terminado enterrado en aquel pecho y quería creer que el otro dormía, porque los ojos comenzaban a aguársele.

Y así en medio del abrazo se había quedado dormido.

La mañana siguiente tenía el cabello pegado a la cara y la sábana estaba empapada. Aquellos brazos aún lo rodeaban pero no tan fuertemente como la noche anterior, pero se sentía tan bien. Tan libre de algo que desconocía.

Esa mañana Min Ho parecía tan diferente, pero tan reconfortante a la vez. Esa mañana el modelo parecía confuso y Jin Ki no pudo evitar sonreír al darse cuenta que había estado dormido todo el tiempo.

Y así había empezado todo. En medio de la noche, con la respiración agitada, la piel cubierta de sudor y la ropa pegada al cuerpo. Con los ojos cerrados y el ceño fruncido. Pero cada mañana amanecía el líder a su lado, dándole los buenos días con una sonrisa radiante y rastros de lágrimas. 

Notas finales:

Tiene algo raro, tiene algo dulce. Pero no deja de gustarme. No sé qué les haya parecido, pero me encantaría saberlo.


¡Gracias por leer~!


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