Estaba en la sima de mi carrera había logrado fama internacional y pronto a todo el mundo gozaba de dinero, belleza y prestigio nací en una familia rica y nunca me había faltado nada siempre obtuve lo que quería cuando yo quería y aun así fui rebelde y una basura de persona como me dicen las chicas o las que tenía sexo ocasional. Aun así todo cansa y yo estaba harto de los amoríos ocasiónales, del sexo sin sentimientos y de toda esa porquería ¡quería algo real! Era demasiado pedir una novia estable bonita inteligente con buenos sentimientos con la cual pudiera salir cuando queramos y o solo de noche y en lugares privados como estaba acostumbrado a hacer, quería enamorarme pero eso era imposible al tipo de gente que atraía era de esos que no toma nada enserio y eso me deprimía, será que en este inmenso mundo no hay nadie que me comprenda busque y busque una compañera por largo tiempo pero la gente parece estar hueca en estos días carente de sentimientos humanos engañados por toda esa basura del sexo sin compromiso está bien antes participaba en esa práctica pero ahora solo quería encontrar una compañera para toda la vida, desiste de esa idea al no encontrar a mi persona ideal será que soy demasiado perfeccionista
Vivo solo en un departamento enorme que ocupa todo un piso buena así son los de la zona residencial de Japón era una serie de departamentos lujosos para ricos, en él se podía ver toda la ciudad acepto una pate donde se veía el departamento del edificio vecino parecido a este que se comunicaban por pasillo de cristal reforzado dando una apariencia de red era increíble la ingeniería de estos días, hasta ahora no había tenido vecinos interrumpiendo o fisgoneando por ahí lo cual era bueno porque a veces la pasión me agarraba en lugares impropios, pero fue justo un día soleado de mayo cuando me di cuenta que el departamento ya había sido rentado y que los de la mudanza estaban metiendo las cosas al departamento curioso me quede un rato para adivinar si sería vecina o vecino, vi muchas ropa en bolsas y bolsas lo cual me hizo pensar que era mujer pero después vi una pila de instrumentos musicales desde una colección de guitarras hasta una batería, un bajo, un piano ¡diablos como lo subieron! Y un violín debe dedicarse a la música en mi mente vi la imagen de una mujer independiente pero sensible y fuerte porque qué tipo de mujer tocaría una guitarra eléctrica después haciendo gala un montón de aparatos para hacer ejercicio ¡diablos sí que se debe de cuidar esta chica! Debe de tener buen físico seguí mirando cuando ya pasada la tarde los trabajadores se iban retirando y el único que quedo era un joven de uso 20 años delgado, cabello ligeramente rosado y vestido a la moda, vi cómo le pagaba a los hombres y entonces me desilusione ahora tengo un nuevo vecino me retire de la ventana y fui por una cerveza bien fría la necesitaría y regrese a mi estudio a seguir escribiendo lo cual hice unas horas hasta que mi musa se largó a otro lado y me abandono salí frustrado de mi guarida tal vez con vería un poco de televisión pero primero otra cerveza me dirigí a la cocina y cuando pasaba por mi sala vire un poco hacia el otro edificio y me sorprendí cuando encontré el departamento ya amueblado se veía bien muy moderno pero con unos toques clásicos ero no había rastro de mi nuevo vecino pero poco me importo seguí hacia la cocina y de ahí a la sala pase unas horas viendo basura y me quede dormido desperté en la madrugada y me dirigí somnoliento a mi cuarto cuando vi a mi vecino en pleno concierto aunque no lo podía escuchar veía como tocaba el piano parecía concentrado y muy apasionado ¡vaya! Un artista dije burlón y me fui a dormir
A la mañana siguiente me desperté de mal humor y pase todo el día vagando por la casa una de las ventajas que tienes de trabajar en casa es que nadie te vigila, andaba en pijama la cual solo era un pantalón y sin querer fije mi mirada en el apartamento de a lado pensé que estaría vacío pero no había muchas personas como si fuera una fiesta de bienvenida o algo veía a mi vecino reír y a varias personas saludando no me importo y mire el televisor o tenía nada que hacer ya iban a dar las 11pm y otra vez me había quedado dormido o sé cómo dormía tanto fije mi mirada e la fiesta que había terminado iba a encender la luz cuando vi a mi vecino discutir con otra persona, un hombre este lo tomo de los hombros y lo trato de besar a la fuerza pero el chico fue más ágil y le dio un puñetazo y por las forma en cómo se movía creo que le dijo que se largara
Yuki: valla esto es mejor que la tv- el otro se fue y mi vecino se sentó en su sofá y comenzó a llorar, vaya espectáculo! Tal vez tener vecino no era tan malo- así que es gay, de lo que se entera uno hoy en día- fui a mi estudio y me quede ahí hasta la noche escribiendo mi nueva novela, pasaban los días y solo veía a mi vecino escribiendo, tocando algún instrumento o cenando con amigos nada fuera de lo ordinario hasta aquella tarde calurosa en la que estaba tomando una cerveza fría en la terraza que daba en otro extremo y tenía también vista a al departamento de mi vecino, estaba en el barandal observando la ciudad cuando fije la vista en el departamento de enfrente oía como timbraba el teléfono tardo un rato pero salió mi vecino con una toalla en la cintura al parecer se estaba bañando y justo cuando atendió el teléfono dejo de sonar irritado volvía la baño pero se pegó en la mesita de a lado provocando que cayera y al levantarse se le cayó la toalla y la vi totalmente desnudo, mi vecino ignorante de mi presencia simplemente se quedó parado con su pie lastimado levantado recargándose de la misma mesita con un gesto de dolor y cuando voltio me observo, nos vimos directo a los ojos y sentí un calosfríos recorrer mi cuerpo al darse cuenta de su estado trato de taparse provocando que se pegara en la frente me asuste un poco otra vez pero él se escondió tras una columna reí un poco y el asomo la cabeza y lo único que atine a hacer fue a saludar y el correspondió con la cara toda roja y los ojos llorosos se veía tan… tierno ese fue mi primer encuentro entre el hombre que se convertiría en mi obsesión y yo ¡bastante accidentado no creen!