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Me enamoré de mi Hermano el Pervertido [JaeChun/ChunJae/Soulmate] por Niiummy Sarang

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Notas del fanfic:

Este fic involucra a cientos de personajes y parejas ya conocidas. Algunas escenas podrían resultar perturbadoras para cierta clase de público, por lo que decidí dejar en advertencia a Mayores de 13 años, empezando porque yo, la autora, tengo 16 años xD.

Kim Jaejoong + Park Yoochun = JaeChun

Amo la Soulmate Couple, arriba!

TVXQ/DBSK/HoMin + JYJ !FOREVER!

 

Gracias por leer, y también agradezco sus reviews para conocer sus opiniones.

ESPERO QUE LES GUSTE!

 

*LEE LA SEGUNDA TEMPORADA EN MI BLOG!!*

Notas del capitulo:

Hola a todos! Gracias por leer este nuevo experimento mío! xD consideren este primer capítulo como una especie de “Prólogo” porque pienso mostrarlo desde la perspectiva de Jaejoong, así que a partir del segundo capítulo lo narraré en primera persona en la posición de Jaejoong-ni oppa. Realmente espero que les guste porque yo amo esta pareja (JaeChun) y le pongo empeño a esta nueva locurita, si tienen tiempo por favor lean mis otros fics, “Please don’t forget me” es de la YunJae, YooSu, Changmin X ?, “Si tú te atreves” es un revuelto y si leen el resumen sabrán por qué lo digo xD

*Canción recomendada:

EXO –Peter Pan.

CAPÍTULO 1: El regreso del hermano pervertido.

Park Jaejoong era un joven común que estudiaba en una preparatoria  de clase media-alta en Seúl llamada “Taeyang” que representaba el sol y daba la ilusión de que los estuantes de dicha preparatoria iluminarían el país con sus conocimientos, vivía en una casa modesta con sus padres y no destacaba ni pasaba del todo desapercibido en su escuela, en resumen, Park Jaejoong era un muchacho de 16 años bastante común.

Una mañana de primavera, Jaejoong se levantó temprano como todos los días para ir a estudiar, el sol brillaba y las aves cantaban, sin duda sería un buen día, al menos eso fue lo que él pensó.

Se puso de pie y estiró los brazos intentando sacarse la pereza que le daba cada mañana al salir de su tibia cama.

Se duchó y vistió con el uniforme de su preparatoria como de costumbre, y caminó hasta el espejo para admirar su hermosura, aunque él sólo viera un chico común en el espejo, Park Jaejoong era sin duda el chico más guapo de su preparatoria, de su barrio, de su casa… ¡Era perfecto aunque él no lo supiera!

 

Lanzo lejos mi diario desgastado y de la nada, en las páginas abiertas

Estás claramente ahí, sigues igual que siempre

Recuerdo las fotos que olvide a esta época, escalofríos recorren mi cuerpo

Es un poco triste que no pueda volver a esos tiempos

 

 

– ¡Jaejoong, no creerás quién está aquí! –gritó de repente su madre desde la sala de estar, por el tono de su voz, Jaejoong supo que se trataba de algo emocionante y bueno, al menos para su madre –ven rápido, cariño. Sé educado y ven a saludar.

Jaejoong se encogió de hombros y bajó las escaleras con la mayor de las tranquilidades, no era un chico que se emocionara fácilmente.

Iba distraído, descendiendo mientras miraba hacia un punto cualquiera sin expresión alguna en el rostro. Pero faltando solo un par de escalones para bajar por completo las escaleras, se quedó estático cuando contempló a sus padres junto a… a…

Yoochun… –Musitó, pálido el rubio.

Jaejoong estaba petrificado, todo a su alrededor se puso en blanco y sólo pudo contemplar la silueta de la persona cuyo nombre acaba de mencionar. ¿Qué hacía su hermano mayor allí? ¿Por qué demonios había llegado a su casa tan temprano esa mañana? Pero cualquier pregunta que se formulaba en la cabeza de Jaejoong quedó en el aire cuando su madre dijo:

–Ven aquí –su madre caminó hasta él y lo tomó del brazo haciendo que caminara junto a ella –saluda a  tu hermano –lo arrastró hasta dejarlo frente al mayor de los dos y sonriendo pronunció –vamos, Jaejoong, no seas tímido, saluda a Chunnie.

Cuando Jaejoong reaccionó al fin, soltó:

–¿Qué estás haciendo aquí?

–Después de cuatro años sin ver a Yoochun, ¿Es lo mejor que puedes decirle ahora? –Intervino su madre frunciendo el ceño – ¡saluda como es debido a tu hermano! –le dio un empujoncito al rubio, haciendo que quedara más cerca de Yoochun.

–No fueron cuatro años sin verlo –Jaejoong se cruzó de brazos, ignorando la petición de Hye Won –lo vi en las cuatro navidades que pasaron desde que se fue.

–No espero que me recibas con un abrazo –dijo Yoochun –pero al menos simula que no te desagrada tanto verme. Tsk… –Medio Sonrió –me da igual, ya estoy acostumbrado…

–¿A qué has venido? –Escupió Jaejoong con aparente enojo.

–¡Jaejoong! –Reprendió su madre –sé más respetuoso con tu hermano.

–Déjalo –soltó el padre con paciencia –Jaejoong es así, no lo fuerces a mostrar sentimientos que no experimenta…

–No hubo tiempo de decírtelo anoche porque cuando llegué estabas dormido. –Yoochun Contestó con simpleza la pregunta de Jaejoong –pero dejaré que sean mis padres quienes te cuenten por qué estoy aquí.

Sonriendo con una malicia que sólo Jaejoong detectó, Yoochun se sentó en uno de los sillones de la sala de estar, y sin más remedio, los otros tres lo imitaron: sus padres se sentaron junto a Jaejoong en el sofá más grande y Yoochun quedó frente a ellos, separándolos solamente una mesita de centro.

 

Te iré a buscar al País de Nunca Jamás siguiendo a Campanita, que fue enviada por recuerdos

En ese lugar, tú y yo estamos buscándonos, sonriendo

Yo soy tu eterno Peter Pan, tu hombre que se ha detenido en el tiempo

Puede que sea torpe pero te amo demasiado y correré hacia ti

 

 

Prácticamente por inercia, Jaejoong miró a sus padres, su padre se mordió los labios, desviando la mirada con cierta incomodidad; su madre suspiró y sin más declaró:

–Nuestro Yoochun-ni vivirá con nosotros.

Park Jaejoong sintió como todo su mundo se derrumbaba, el mundo se le venía encima sin que él pudiese detenerlo.

–Perdón… –Jaejoong sonrió como aturdido –estaba alucinando –sacudió la cabeza – ¿Qué has dicho, madre?

–No estabas alucinando –afirmó el padre con la misma incomodidad con la que antes había esquivado su mirada –Yoochun vivirá con nosotros en esta casa.

–No puede ser… –Logró articular Jaejoong en medio de su shock – ¿Por qué?

–¿Acaso no puedo vivir con mi padre y su adorable esposa? –Contestó Yoochun con altivez –no estés molestando y acostúmbrate porque tendrás que verme cada día, así que espero que no te quedes petrificado cada mañana.

 

Recuerdo claramente el vencer a todos los villanos que te molestaban

Desde ese momento, tengo tu corazón e incluso compartimos un beso

Mi corazón rodó a las nubes y voló

 

Sonriendo totalmente encantada por la manera en la que Yoochun se había referido a ella, la señora Hye Won abrazó por los hombros a su único hijo biológico y declaró:

–Jaejoong, por favor sé amable con Yoochun-ni y ayúdalo a que se adapte mejor en la preparatoria. Ser nuevo nunca es fácil y Chunnie ingresa dos meses después de haber comenzado las clases aquí.

Saliendo del trance en el que había caído cuando su hermano habló por última vez, Jaejoong giró la cabeza lentamente para mirar a su madre, intentando procesar toda la información que recibía, intentando asimilar el calvario en el que se convertiría su vida a partir de ese momento.

–¿Preparatoria…? –Soltó el rubio más que impactado.

–Yoochun decidió regresar a Corea y quiere terminar su último año de preparatoria aquí. –Explicó el padre.

–Y ¿por qué no se quedó en Virginia?

–¡Jaejoong! –Su madre se mostraba cada vez más inconforme con cada palabra que el menor de los Park pronunciaba – ¡No seas tan grosero con tu hermano!

–Hermanito mío… –Soltó Yoochun mirando al menor con cierta socarronería – ¿Tanto me odias?

 

Tú eras más bonita que Wendy o la Cenicienta

La única persona que ha hecho mi corazón palpitar

Tan pronto como te siento, mis ojos brillan

 

 

El mencionado miró al castaño con desdén, entrecerrando los ojos y frunciendo el ceño sin decir palabra, su madre fue quien habló:

–Chunnie, no digas esas cosas, lo que pasa es que Jaejoong es un poco tímido y aún está en shock al saber que su hyung ha regresado de Estados Unidos. –Abrazó a su hijo y sonrió casi forzadamente en vista de el enojo que empezaba a invadirla debido al comportamiento del rubio – ¿no es así, Jaejoong-ni?

El aludido no respondió, y en su intento por disipar la incómoda atmosfera que se había formado entre ambos muchachos, el padre se puso de pie con una sonrisa nerviosa.

–Hijos, cariño, vamos todos a desayunar como la familia que somos.

En los siguientes minutos, el padre de Jaejoong y Yoochun y la madre de Jaejoong se dispusieron a hacerle preguntas a su hijo mayor respecto a la vida en Virginia, lugar del cual llegaba el castaño, los tres intercambiaban sonrisas y amables comentarios mientras que Jaejoong guardaba silencio, comiendo desganadamente y con la vista baja.

 

Te iré a buscar al País de Nunca Jamás siguiendo a Campanita, que fue enviada por recuerdos

En ese lugar, tú y yo estamos buscándonos, sonriendo

Yo soy tu eterno Peter Pan, tu hombre que se ha detenido en el tiempo

Puede que sea torpe pero te amo tanto y correré hacia ti

 

 

–Y –soltó la señora Hye Won mirando a Yoochun – ¿cómo la pasaste en Virginia, Chunnie?

–Es un ambiente muy común, ¿sabes? –Contestó el castaño con simpleza –fiestas, chicas, estudios, aprendizaje… pero aprender música, estudiar administración de empresas y vivir solo en Virginia no se compara con cursar el último año de preparatoria en Corea y vivir con mi familia.

–Tu padre y yo estamos muy orgullosos de la decisión que has tomado –declaró Hye Won –en nuestra casa siempre serás bienvenido.

–Muchas gracias, Hye Won ommoni –Yoochun hizo una pequeña reverencia –agradezco tanta hospitalidad de su parte.

–Yoochun –habló el señor Park YooHwa –debido a que ingresarás cuando ya han comenzado las clases, tendrás que presentar un examen de rutina. Ya sabes cómo es eso en las escuelas de Corea…

–Entiendo –el castaño sonrió –daré mi mejor esfuerzo, padre.

Terminaban de desayunar y Jaejoong seguía encerrado en aquella burbuja que él mismo había creado en medio del enojo que sentía en esos momentos.

–Creo que será mejor que se apresuren –dijo el padre mirando el reloj –no querrán llegar tarde a la preparatoria en un hermoso día como el de hoy.

–Por supuesto que no, padre –Yoochun sonrió –sería muy vergonzoso llegar tarde el primer día.

–Yo llegué tarde el primer día –Jaejoong habló por fin –y aquí estoy –estiró las manos contra su pecho –no he muerto.

–Siempre has sido muy impuntual –declaró el padre mirando a su hijo menor –Yoochun sí heredó de mí la puntualidad.

–Como sea... –Jaejoong viró los ojos con desdén –Yoochun es perfecto…

Sin más, caminó con dirección al baño, dejando la puerta abierta al ingresar. Estiró el brazo para alcanzar su cepillo de dientes en uno de los estantes del cuarto de baño y movió la boca hacia la derecha con un gesto de inconformidad cuando vio también un cepillo de color azul el cual no había estado allí hasta la noche anterior y de inmediato supuso que era el cepillo de su hermano mayor, Yoochun.

 

(Estábamos juntos, quería aferrarme a ti, tomar tu mano pero

Te fuiste distanciando, no me dejes, el yo del pasado está justo aquí, dónde estás tú)

 

 

Pero sus pensamientos se quedaron en el aire cuando Yoochun ingresó también al cuarto de baño y se paró a su lado.

–Está ocupado –afirmó Jaejoong mirando al más alto a través del espejo en la repisa sobre el lavamanos frente al cual se encontraba parado – ¿Qué acaso no te das cuenta?

–Jae, baja la guardia –contestó Yoochun con tranquilidad –yo también he venido a cepillarme los dientes.

–Hay más baños en la casa, ¿por qué has elegido precisamente este, el mismo en el que estoy yo?

–¿Está mal eso? Sólo quería un poco de compañía –sonrió –esta casa es grande, me alegra que podamos estar juntos aquí.

Jaejoong no dejaba de preguntarse a qué demonios jugaba su hermano, ¿intentaba ser amable con él? ¡Por todos los cielos! Como si no conociera de lo que es capaz.

Yoochun tomó su cepillo de dientes y se apresuró a tomar la pasta dental antes de que las manos de Jaejoong la alcanzaran. El menor frunció el ceño con evidente enojo y sin pensar bien en sus palabras, increpó:

–¿No pudiste elegir otro momento para arruinar mi vida?

Jaejoong no supo nada más, tan sólo sintió cómo Yoochun se abalanzó sobre él, apresando sus manos y empujándolo contra la pared, ahora sus rostros estaban tan cerca que sus alientos chocaban y Yoochun frunció el ceño con aparente enojo:

–¿Tanto te incomoda mi presencia?

–Así es –contestó Jaejoong con el mismo tono desafiante, no se dejaría intimidar –eres absolutamente detestable a mis ojos, no entiendo por qué estás aquí.

–Entonces… ¿me odias?

–¿Aún lo dudas? Te detesto completamente, Park Yoochun.

 

Caras rosas, la sensación de caminar en las nubes, amor, lo pintoresco que hacías palpitar mi corazón

Tan sólo con el cómo sonreías suavemente con tus ojos en ese entonces

Si tan sólo pudieras volar dentro de la ventana abierta de mi corazón

 

 

Yoochun empezó a deshacer lentamente la fuerza que imprimía en el agarre a los brazos del rubio y desvió la mirada con una expresión que su hermano no supo descifrar, Salió del cuarto de baño sin decir palabra y Jaejoong se encogió de hombros, intentando olvidar la escena recién vivida para luego continuar con su tarea de cepillarse los dientes.

Para cuando salió del baño totalmente arreglado y quiso despedirse de sus padres, estos le dijeron que su hermano ya había salido con dirección a la preparatoria, y que si no quería llegar tarde sería mejor que se apresurara y lo alcanzara en el camino.

Jaejoong no hizo esfuerzo alguno en alcanzar a su hermano, de todos modos ni siquiera lo vio de lejos, para cuando llegó a la escuela Yoochun ya había entrado al salón de pruebas especiales y este rendiría exámenes durante todo el día.

No supo por qué, pero ese día Park Jaejoong no pudo llevar la jornada con tranquilidad, estaba incómodo, inquieto, extraño… y por alguna razón, recordar el contacto físico que tuvo con su hermano esa mañana hacía que un escalofrío lo recorriera.

Y es que queriéndolo reconocer o no, ¡Yoochun era tan malditamente guapo! Su piel ligeramente bronceada, su cabello castaño el cual caía hasta cubrir sus orejas sin llegar a los hombros, dándole un estilo casual pero elegante, sus hermosos ojos marrones que eran penetrantes y llamativos, pero sobretodo… sus labios… esos perfectos labios gruesos que en cuanto se curvaban creaban seductoras y varoniles sonrisas que sólo a Yoochun le salían de esa manera tan natural, esos mismos labios que provocaba besar y morder con tan solo verlos de lejos, esos cálidos labios de Park Yoochun, su hermano mayor.

Jaejoong sacudió la cabeza, intentando alejar tales pensamientos extraños y decidió prestarle atención al profesor de Química, quien como de costumbre, escribía fórmulas matemáticas en el tablero verde y asimismo, como de costumbre, Park Jaejoong no estaba entendiendo un ápice de lo que decía el maestro.

 

Estás en mi cuento de hadas, sigues vagando por ahí, chica dulce

Todavía me pongo nervioso – la esquina de mi corazón sin ti es como una isla solitaria

Te escribí en mis recuerdos, no puedes ser borrada, chica linda

Mi corazón sigue acelerándose – la esquina de mi corazón sin ti es…

 

 

Miró a su alrededor, sus compañeros de clase estaban totalmente divididos; algunos prestaban atención a cada palabra del maestro y tomaban nota de todo lo que decía, otros estaban perdiendo el tiempo con majaderías típicas de chicos entre los 16 y los 18 años que están en el último grado de preparatoria.

A su derecha estaban Changmin y Junsu, sus mejores amigos, jugando “triqui” en un pedazo de papel, a su izquierda Hyunjoong y JiYong discutían en voz baja respecto a la existencia de los aliens, sus otros amigos hacían sus propias cosas de adolecentes: Kyuhyun jugaba video-juegos en su MP5 el cual había ocultado entre uno de sus libros de historia, MyungSoo escuchaba música, Heechul leía un texto sobre cocina y recetas occidentales y HongKi estaba dormido, babeando su cuaderno de literatura.

Pero lejos de poder pensar en otra cosa, la imagen del bello rostro de Yoochun permanecía en la mente de Jaejoong, ¡y eso lo enfadaba tanto! Le enfurecía pensar que su hermano lo atormentaba incluso en sus pensamientos, pensamientos que sin darse cuenta le dedicaba solamente a aquel apuesto castaño de voz suave y masculino porte.

Ya nada sería igual, no después del regreso de su hermano mayor, el chico pervertido y galante mujeriego.

Lo que Park Jaejoong no se imaginó jamás, es que ése sería sólo el comienzo de un nuevo capítulo en su vida, y que desde ese mismo momento quedaría atrapado entre el cielo y el infierno, y se convertiría en el peor de los pecadores debido a un amor imposible que no debía ser.

 

Cuánto has cambiado mientras el reloj de primavera estuvo andando

Di vuelta la última página que está escrita sobre ti

Pero no tengo valor para leerla, borraré las palabras tristes

Nuestra historia no se ha acabado

Porque nos reuniremos de nuevo.

EXO –Peter Pan.

 

Notas finales:

Espero que les haya gustado y este capi haya sido suficiente para atraparlos y dejarlos con ganas de más *______________*

Bien, debo irme ya, espero que les guste tanto como a mí y espero sus reviews

Aclaraciones:

Para quienes no saben, o pues no sé cómo les dicen en sus países, en Colombia “Triqui”, es ese jueguito de equis (X) y círculos (O) que se hacen hasta formar una sola línea.

Gracias por sus reviews y su amor, adiós!


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