Night Fever
Changji
Indiferencia por parte del otro, se lo tenía bien merecido. Soltó un suspiro cansado, curvó sus cejas y alborotó su cabello, no pensó que fuese a reaccionar así, fue un impulso, intentó ser genial, jamás intentó llegar a ser pretencioso más sin embargo, solo logró que el rubio no le dirigiera ni la mirada, demonios, se arrepentía tanto por actuar sin pensar. Tonto se dijo mientras se dejaba caer con pesadez en el sofá frunciendo la boca pensando en la forma en la que podría hacer que el chico volviera a prestarle atención. Suspiró nuevamente con frustración al no encontrar algo razonable para hacer.
Dirigió su mirada hacia un punto específico encontrándose con Chanhee hablando tan tranquila y alegremente con el chico de cabellos color cereza, automáticamente frunció el entrecejo, aunque bien, simplemente no tenía derecho a enojarse o quejarse. Solo era el hecho de que Byunghun no le agradaba tanto cuando estaba con su enamorado. Bufó y rodó los ojos con fastidio, sin más.
Meditó un momento y alzó las cejas al pensar que ya tenía algo para hacer. Volvió a mirarles desde el sofá y sonrió para sí mismo. Debía buscar un momento, solo un pequeño y diminuto momento, para pasar un rato con el rubio y arreglar las cosas a su manera.
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Pasaron unas cuantas horas; Daniel, Changhyun y Byunghun se habían ido, pero avisaron que regresarían si no encontraban algo mejor que hacer en el departamento. Minsoo había tomado una pequeña ‘siesta’ que terminó por ser toda una tarde de descanso para él.
Chanhee se había encerrado en la habitación poco después de que Minsoo avisara que iría a dormir un poco. Jonghyun estuvo mirando la tv. de la sala durante un rato, pero no prestó la suficiente atención a lo que veía, se encontraba pensado qué hacer con el muchacho de rubia cabellera. Bendito fuese el momento en el que le dijeron que compartiría departamento con dicho muchacho. Se pasó una mano por el cabello, desordenándolo y se levantó.
Caminó con firmeza hasta llegar a la habitación del rubio, se aclaró la garganta, y de forma inconsciente su cuerpo y hormonas le jugaron en contra. Tembló ligeramente, algo poco común en él, no solía ponerse nervioso por nada. Suspiró frustrado. Alzó la mano en un puño y dio ligeros golpecitos a la puerta esperando la respuesta de la persona que ahí estaba, no se escuchó nada, volvió a tocar… y nada. Sintió escalofríos, apretó su mano hecha puño, se movió con inquietud frente a la puerta de madera y tomó el pomo de la puerta girándolo despacio. La puerta se entreabrió y asomó su cabeza, enfocó la vista alcanzando a notar la silueta de Chanhee en la cama, al parecer estaba dormido. Entró con lentitud cerrando la puerta tras de sí con extrema delicadeza soltando un jadeo inconsciente. Pasó saliva por su garganta y se acercó hasta el chico. Se detuvo al borde la cama y le observó con detenimiento, se veía tan apetecible. Su boca se secó. El rubio se removió y Jonghyun se paralizó. Al ver que el otro no se había despertado soltó un leve suspiro aliviado.
Continuó observando al chico dormir por varios minutos hasta que se decidió a hacer algo y no quedarse ahí como el tonto que era. Se puso de cuclillas junto a la cama y estiró su brazo hasta llegar donde el otro. Acarició su rostro disfrutando de la suavidad de este, sonrió inconscientemente al notar lo angelical que llegaba a ser el muchacho cuando estaba completamente tranquilo. El rubio se revolvió en la cama haciendo que retirara inmediatamente su mano, y en cuanto Chanhee abrió los ojos se puso de pie recuperando un poco la compostura.
Sintió la necesidad de despertar, abrió los ojos y parpadeó desorientado, estaba oscuro. Recordó que se había acostado en la cama e inmediatamente cayó rendido en el sueño. Se talló los ojos y bostezó, le extrañó que no se escuchara nada, normalmente Changhyun se ponía de molesto y ruidoso. Al parecer había algo bueno que hacer en su departamento y no regresó a molestar. Se incorporó ligeramente en la cama y alcanzó a notar una silueta junto a su cama, pero qué…? Olfateó un poco el ambiente y frunció el entrecejo, reconocería ese curioso olor a loción donde fuese.
-¿Qué estás haciendo… Changjo? – Dijo irritado observando la silueta que el pelinegro formaba con su cuerpo en la oscuridad. Escuchó su risa, demonios.
-Verte dormir… -hizo una pequeña pausa, Chanhee bufó. –Y… quiero arreglar las cosas –el dulce olor se intensificó, el rubio volteó el rostro asqueado.
-No hay nada que arreglar… maldito acosador –Escuchó nuevamente su risa, comenzaba a parecerle muy molesta. ¿De qué se reía? idiota. Sintió el colchón hundirse, hizo una mueca de fastidio. No quería nada con el pelinegro.
-Claro que hay algo que arreglar… -Escuchó en un susurro; volvió a soltar un bufido. Nada, mentiras. –Sé que estás enojado –El cuerpo del pelinegro yacía cerca, gruñó al sentir el calor del otro.
-Eres bastante idiota, y lo sabes –Estaba irritado por culpa de ese pelinegro. Maldito.
Soltó un suspiro desganado, claro que sabía que era un idiota, era más que eso. Se acercó un poco más al rubio en la cama. Estiró su brazo buscando su mano en las sombras para tomarla. Cuando por fin la encontró, la tomó, la acarició y sintió como el chico rubio se tensó… era el momento perfecto. Se levantó aun tomándole de la mano y se dejó caer con pesadez sobre el cuerpo delgado del chico.
-Argh… ¿qué demonios Changjo? –sonrió ante la queja del rubio y se acomodó apoyándose en sus antebrazos para no aplastarlo. -¿Qué haces? Quítate –Chanhee reclamó empujándolo sin mucho resultado. El pelinegro soltó una ligera risa y se acercó al rostro del mayor. Su enamorado dejó de empujarle y quedó acongojado, nervioso y tenso debajo de él. Sus alientos se entremezclaron.
Sintió la respiración agitada, nerviosa, de Chanhee y sonrió de forma amplia. Sus labios se rozaron sintiendo un electrizante escalofrío, una desquiciante caricia para ambos. Jonghyun se alejó un poco provocando que Chanhee se alterara de forma inconsciente. Le jaló del cuello de la camisa juntando sus labios. El pelinegro parpadeó anonadado, Chanhee jamás tomaba o tomaría la iniciativa. Sintió su cara caliente, el rubio también emanaba un calor diferente a lo usual. Pasó sus brazos por debajo del chico levantándolo por la espalda para poder profundizar el beso. Se separó brevemente y paseó su lengua por los labios rosados de Chanhee, quien soltó un jadeo; sonrió con picardía y le mordió el labio inferior.
Apretó los hombros del pelinegro mientras este le atacaba cual lobo a su presa, Jonghyun estaba demasiado apasionado. Pasó sus brazos por su cuello juntándolos más. Sintió que se separaba e iba bajando repartiendo besos de su mandíbula hasta su cuello. Se detuvo un momento lamiendo con exageración para después succionar con fuerza esa pequeña parte de su cuello, gimió bajo y leve. Haló los cabellos de color azabache apretando los labios para evitar soltar gemidos fuertes que delataran cualquier cosa que estuviera sucediendo en esa habitación.
Se separó del chico desesperándolo. Se incorporó en la cama y se acomodó entre las piernas del muchacho esperando hacer suficiente fricción para poder restregarse. Se pasó la lengua por los labios.Acarició las piernas de Chanhee llegando a su cadera y se agachó para poder juntar nuevamente sus labios en un beso frenético, desesperante, intenso. Volvió a sentir los brazos del otro pasarse por su cuello y acariciar su espalda, gruñó entre el beso. Introdujo su lengua en la cavidad del rubio comenzando un frenesí paseándola por todos lados dejándole sin aliento. Chanhee no se quedó atrás, quiso seguirle en el apasionado y delicioso beso.
Cruzó sus piernas en la cintura de Jonghyun buscando contacto haciendo que este deshiciera el beso y soltara un ronco gemido que le encendió más. Gimió.El pelinegro le tomó de la cintura mientras se sentaba en la cama con él encima restregándose. Jadeó con desesperación, haló nuevamente el cabello azabache de Jonghyun y repartió besos por todo su cuello, lamiendo en algunas partes sin dejar marca alguna.
Deslizó sus manos por la espalda del rubio sintiendo como se erizaba la piel que tocaba. Ascendió llevándose consigo la camisa del chico, la arrojó en alguna parte de la habitación y se relamió los labios, mordisqueó con suavidad la clavícula de Chanhee causándole cosquillas. Sus manos continuaron paseándose por la espalda del chico con pequeños toquecitos electrizantes. Gimió por lo bajo cuando sintió que empezaba a doler allá abajo. Tomó de la cintura al otro y lo dejó caer en el colchón con un poco de brutalidad, recibiendo una mirada extrañada. Sintió un curioso hormigueo en su parte inferior, ya estaba en su punto máximo, jadeó. Volvió a acomodarse entre las piernas del rubio, le arrancó los pantalones de un tirón y sonrió con lujuria ante la vista que tenía. El rubio entrecerró los ojos y se sintió cohibido por la mirada que el pelinegro le propinaba. Perfecto, simplemente perfecto pensó para sus adentros Jonghyun. Se deshizo de su propia camisa y besó delicadamente el abdomen de Chanhee y lo manoseó juguetón. Bajó sus manos hasta el elástico de los bóxer… diablos, como comenzaba a doler.
-¡Volvimos! –Se escuchó desde fuera.
[Oh… demonios] Fue completamente un pensamiento colectivo, sinceramente sería un gran, gran problema si los encontraban… así.
Se separaron rápidamente buscando la ropa que habían aventado por ahí, Chanhee encendió la luz logrando ver al pelinegro con el cabello desordenado y su cara sonrosada. Aunque él estaba igual o peor, bajó la mirada, se había dejado llevar, al parecer el idiota soy yo se dijo.
Soltó un bufido. Frustración, frustración, mataría a alguien, de eso estaba seguro. Se sobó la cien frunciendo el entrecejo, tan bien que la estaba pasando. Maldita sea.
-Vamos –dijo sobresaltando al rubio, quien asintió rápidamente.
Abrió la puerta saliendo primero él y después Chanhee. Caminó instintivamente hacia Changhyun, mientras que Chanhee iba con Byunghun, tch.
-¿Qué te pasó? –le preguntó el peli-cereza. Parpadeó alzando una ceja.
-¿Eh? ¿P-Por qué? –no pudo evitar tartamudear. Estaba poniéndose nervioso. Byunghun puso la mano en su cuello acariciando un punto en específico.
-Por esto… -dijo mientras miraba la marca rojiza en el cuello de Chanhee.
-N-No es n-nada –Dijo Chanhee mientras se agarraba la zona con la marca y reía de forma nerviosa, tan poco discreto. Byunghun alzó una ceja y le restó importancia encogiéndose de hombros.
El rubio llevó su mirada hacia el pelinegro el cual le sonrió cómplice guiñándole un ojo, sintió su cara arder y desvió la mirada irritado, de nuevo.
[Maldita sea… tan cerca pero tan lejos...]