El cielo estaba gris, parecía como si fuera a llover y apesar de eso las calles se veían concurridas con los alumnos de la preparatoria Konoha. Había agua, clara señal de que un día antes la lluvia se hizo presente.
En una ezquina antes de llegar al puente una chica esperaba ansiosa por su novi, sus ojos verdes miraban siempre a una dirección mientras su cabello rosa se movia al compás del viento frío y húmedo, su piel blanca era cubierta por un abrigo que hacia juego con su melena, se recorrió un poco la manga de su abrigo y miro su reloj, hizo una mueca con su boca pero no se le veía por que era cubierta por una bufanda blanca, impaciente saco su móvil y tecleó unos números pero antes de marcar miro otra vez en la misma dirección. Soltó un suspiro al ver que al doblar la ezquina se asomo una rubia cabellera que ella conocía muy bien, el chico alzó la mamo en señal de saludo, amplió su radiante sonrisa y la miro con aquellos ojos azules que parecían tan claros y cálidos, su piel morena se cubría por una chamarra naranja con los hombros negros y cuello alto, cuando llegó con su novia y la quizó saludar de beso pero ésta lo rechazo.
Llegas tarde - regaño.
-¿Así es como recibes a tu novio? - se hizo el ofendido.
-Ya es muy tarde, tendremos suerte si Iruka-sensei nos deja entrar - comenzó a caminar seguida del chico.
-Mi tazón de ramen no salía y tenía que esperar y por eso se me hizo tarde - se excuso - perdón Sakura-chan.
-Tú y tu ramen - suspiro - Deja ya de comer eso Naruto.
El rubio ya no renego, solo tomo la mano de su novia, era cálida, los guantes ayudaban mucho.
Caminaron con prisa hasta llegar a la preparatoria, al entrar al aúla, el profesor los miro feo por la tardanza pero de igual manera los dejo entrar y estos hicieron una reverencia de agradecimiento y se fueron a sentar.
Naruto miraba atentamente a su maestro, lo detallaba en cada facción, la marca que tenía en su nariz y parte de las mejillas le recordaban a las suyas propias, su sonrisa era lo que mas le llamaba la atención, estaba conciente de que su maestro lo traía loco, su cabello atado en una colita hacia juego con su ojos, la mirada llena de cariño que le mandaba lo hacia suspirar, y su piel era como la de él, morena. Era su amor platónico desde que lo vio, se sentía como colegiala enamorada pero nadie sabía eso, ni sus mejores amigos
-¿Naruto? - la melodiosa voz de su maestro lo saco de sus pensamientos - ¿Estas poniendo atención?
Ya sabía la respuesta, pero aún así pregunto
-Perdón Iruka-sensei - se sonrojo, sólo esa persona lo hacia sentir nervioso
-Después de clases a mi oficina - cerro el libro que tenía con mucha fuerza
-Sí - suspiro resignado
Las clases terminaron y Naruto, como su sensei lo ordeno fué a su oficina, le dijo a Sakura que no era necesario que lo esperara y prometió que la llamaría llegando a su casa, ella asintió entusiasmada y se fue a su casa.
Después del regaño el rubio iba caminando desepcionado a casa, esperaba que el encuentro con Iruka fuera como en esas series Hentai donde su maestro se avalanza sobre su inocente alumno, pero no fue así, nada de eso paso, tan sólo un simple regaño como cualquier otro por no haber puesto atención "otra vez."
Comenzaba a oscurecer y hacer mas frío, llevo sus manos a la boca para soplar y darse calor, algunas gotas de lluvia comenzaban a hacerse presente, trato de llegar antes a su casa, pero era casi imposible, se metió a un callejón para resguardarse del frío y del agua, había olvidado su paragüas ya que pensó que se iba a ir a casa con su novia, pero con lo que paso ya no se pudo. Suspiro resignado, había días en los que sentía culpable al querer engañar a su novia con su sensei, osea, deja de que sea su maestro muchos se enamoran de sus maestros, pero el mayor problema es que es un hombre, ¿que tenía en la cabeza?
-Achu-
Ese simple sonido lo hizo reaccionar, miro a un lado pero hubiera preferido no hacerlo. Lo primero que sus ojos azules enfocaron fueron unos labios con un toque morado que soltaban humo por el frío, unas manos en los labios lo sacaron de su trance obligando a naruto mirar al causante de su privación, sus ojos chocaron con unos órbes negros hacian juego con su cabellera, era la persona más bella aparte de su profesor que conocía: el chico de ojos negros lo miraba incómodo.
-¿Hace frío no? - rompio el incómodo silencio con una brillante pregunta.
-Sí, y no tienes abrigo.
Se olvido ese detalle.
-¡Ah! Eso - dijo sin expresión - En mi trabajo no me lo permiten.
-Te podrías resfríar - Vaya no era el único "brillante" esa noche - Esa camisa no cubre algo.
-Que observador - pensó
Efectivamente como había dicho el rubio, el chico llevaba una camisa de resaque ajustada, Naruto lo detallo en cada aspecto, no se había dado cuenta que el cabello negro del chico estaba pegado a la frente blanca mientras las gotas de agua resvalaban por su rostro y por su cuello, siguió una gota como si fuera lo más interesante por ver esa noche, la gota siguió hasta topar con el cuello de la camisa, miro más abajo y lo que vio lo llevo a querer montárselo ahí mismo, los pezones del chico estaban "prendidos" por el frío, los pantalones ajustados hacian notar su hombría, comenzó a excitarse y decidió mirar a otro lado, el chico realmente estaba incómodo.
-La lluvia esta cesando - miró el cielo, queriendo cambiar de tema
-Ten - le extendió la chamarra naranja - pontela
Continuará..