En un día tranquilo en la Orden, una chica peli verde y de uniforme negro con rojo caminaba en dirección hacia la habitación de uno de sus amigos para pedirle un pequeño favor.
-Allen-kun, estas ahí? –llamo a la puerta del chico.
Al ver que no respondía decidió entrar al cuarto, pero dentro no había nadie.
-Parece que Allen no está aquí –se dijo a sí misma, al revisar mientras paseaba por su cuarto, en el suelo vio ropa tirada.
-Si esta es la ropa de Allen….eso quiere decir que se está bañando –y volteo a la puerta donde estaba el baño. –Pero…y esto? Es el uniforme de otra persona…-sobre la mesa de noche vio un martillo pequeño.
-Es el martillo de Lavi! …espera! Se están bañando juntos?...Bueno creo que es normal…ambos son hombres no? –cuestionándose en su cabeza.
De repente escucho unos ruidos, la puerta del baño se estaba abriendo. La chica, asustada y optando por la opción más rápida se metió dentro del armario, estando esté más cerca que la puerta.
-Lavi, ya basta! –los dos chicos salieron, con una toalla cubriendo su parte baja. El muchacho pelirrojo intentaba abrazarlo y darle caricias.
-Vamos, allá adentro no me dejaste tocarte –dijo haciendo puchero.
-P-porque no quiero! –al dar un paso resbalo, cayendo en brazos del mayor.
-Ten cuidado, Allen –atrayéndolo hacia sí, el pequeño hizo una mueca sabiendo que no saldría de esta.
-“D-De que están hablando?” –se decía la chica que por una rendija veía todo.
Lavi aprovecho esa oportunidad para comenzar el “juego” con su dulce albino.
Dirigió sus manos hacia los pezones del menor, el cual no tardo en quejarse, intentaba que se detuviera. Este lamio el lóbulo de su oreja para “provocarlo”, por más quejas que recibiera de su uke, no se detendría.
-Mmm...No Lavi! –el pelirrojo siguió con su cuello y hombro, haciendo que Allen soltara un leve gemido.
Una de sus manos fue hasta la entrepierna del albino, soltando mas gemidos de este. Le quito la toalla dejándolo desnudo.
-“No puedo ver, no puedo ver” –la chica, aun escondida tapo sus ojos con ambas manos ante lo que sucedía frente a ella.
El mayor tumbo a Allen sobre la cama, se quito la toalla quedando también desnudo.
-L-Lavi –dijo sonrojado.
Lenalee abrió un poco sus dedos para ver y rápidamente los cerró otra vez, con su rostro completamente rojo.
-“En que problema me metí” –pensó.
-Allen, vamos a divertirnos –acercando su rostro al otro para besarlo.
A estas alturas el albino no pudo poner más resistencia, dejándose llevar y correspondiendo al beso de su amante. Lo abrazo por el cuello para profundizar más el beso, mientras que Lavi movía sus caderas para rozar sus miembros, provocando gemidos entre besos por parte de Allen.
-“Esto es…hermoso” –pensó Lena. “P-Pero que estoy diciendo!” –dándose una bofetada para sacarse esos malos pensamientos de la cabeza.
Terminando el beso, Lavi, recorrió con sus labios el cuerpo de Allen, bajando por su cuello (dejándole una marca), bajando mas sobre su pecho, y más, más abajo, tomando en su boca el miembro de Allen.
-Gyaa! N-no…Lavi –el albino se retorcía y arqueaba por el placer que le provocaba.
-“Lo está…disfrutando” –la chica emocionada comenzaba a disfrutar de lo que veía.
-Lavi…voy a…venirme –apenas audible, el pelirrojo acelero su velocidad, hasta que el pequeño se vino. Lamio la semilla de Allen que caía por su boca. Rozo su miembro para hacerle una nueva erección.
-Mmm…-Los labios del mayor se cruzaron con los del más joven para besarse; Lavi introdujo un par de dedos en la entrada de este para dilatarlo un poco.
Se separaron para tomar un poco de aire y volver a unir sus labios.
-Listo? –el peliblanco asintió tímidamente. Lavi separo un poco sus piernas colocando “esa” parte en la entrada del joven, introduciéndose más en una sola embestida. Allen solto un grito mas de placer que de dolor.
El albino ajusto sus caderas con las del pelirrojo, a medida que que este lo embestía. Lavi entrelazo sus manos con las de su joven amante, combinando de los gemidos de placer de ambos.
A la peli verde le brotaba un líquido rojo de la nariz.
-“Sangre?!” –la chica se alarmo cuando noto la sangre salir, dejo a un lado su preocupación al ver que los dos chicos aceleraban el ritmo de su pasión.
-Lavi…Te-te amo ahh –gemía el joven albino.
-Yo también…Te amo Allen –entre roncos gemidos. Acerco su rostro para besarlo sin detener su desenfrenado ritmo, el peliblanco lo abrazo por el cuello, acercándose más al final. Unas embestidas mas y se corrieron al mismo tiempo llegando ambos al orgasmo.
Allen se quedo dormido como un dulce angelito, mientras que Lavi vigilaba su sueño, bajo de la cama y se dirigió al baño dejándolo solo un rato. La chica que esperaba por esta oportunidad, no la dejo ir y salió del closet, hacia su libertad.
*3 horas después*
La joven chica caminaba tranquila por los pasillos de la Orden, dejando “aquellos” pensamientos de lado. Al ir avanzando diviso a lo lejos un par de chicos que se aproximaban a ella, al ver que eran Allen y Lavi, instantáneamente recordó lo que vio hace apenas unas horas en el cuarto del albino, y gotitas de sangre volvían a salir de su nariz.
-Lenalee, estas bien? –pregunto el pelirrojo acercándose a ella.
-Eh? Ah…si! –tapando su nariz con sus manos.
-Te está saliendo sangre, segura que estas bien? –pregunto el albino un poco preocupado.
-Si, no se preocupen yo…yo…iré a la enfermería…si! Eso. Adiós –dio media vuelta y salió corriendo a toda prisa, dejando desconcertados a los otros dos.
-Bueno…ya que estamos solos, porque no regresamos a tu cuarto –susurro Lavi al oído del peliblanco, abrazando su cintura.
-Lavi! Es que tú nunca te cansas? –protesto sonrojado, el mayor le beso la mejilla y sonrió.