Noche tras noche, madrugada tras madrugada sueño con algo tan repetitivo que es la cruel realidad…
En aquel sueño siempre inicia en total oscuridad ni un ruido se escucha por un largo rato, estoy en medio de la nada misma utilizando sólo un camisón sentado observando hacia arriba en busca del fin de la oscuridad que no aparece en ningún momento a pesar de estar yo iluminado no me siento parte de ella, pasa otro rato y escucho un tik-tak repetitivo, después una risa de payaso burlón que te cala hasta los huesos, sombras pasan a mi alrededor pero no les doy mayor importancia, bajo la mirada al sentir algo húmedo debajo mio y al ver que es aquel líquido carmesí manchando mi camisón blanco me quedo embelesado por el tono que llega a tomar mi ropa, mis pies desnudos son cubiertos por aquel líquido pero aun así…no muestro señal de miedo o algo parecido. Pasa otro rato y a lo lejos observo que alguien camina hacia a mí, mi corazón comienza a latir frenéticamente mi respiración se vuelve cada vez más lenta y profunda, unos ojos con heterocroma tenebrosa aparecen en la oscuridad, mis manos comienzan a temblar, mis pies hundidos en aquel charco de sangre comienzan a helarse poco a poco, vuelve el tik-tak que tal parece que está contando los minutos que restan de mi asquerosa vida por que eso era mi vida un mierda.
La luz que me ilumina se va expandiendo hasta que todo a mí alrededor incluido yo, se vuelve como las primeras fotografías del mundo, blanco y negro.
Miro a mi alrededor y ahora veo que hay un enorme reloj de péndulo de madera, después una caja con una cara de payaso con resorte en el suelo con las cuencas de sus ojos vacías, de ahí provenía la sangre, después de mirar aquello una voz me hizo sobresaltarme y abrir los ojos-Te Amo Manabu-esa voz con un tono áspero, varonil y...tenebroso provocó que mi sangre se congelara al igual que el resto de mi cuerpo, siento su aliento en mi rostro, devuelvo la mirada con lentitud y con ello el color aparecía como cuando un hielo se va derritiendo por el fuego dejando ver aquel rostro tan familiar.
Sus ojos delineados de un color oscuro, su cabello largo castaño peinado hacia atrás, un pendiente en forma de garra se encuentra en su oreja izquierda, su torso vendado con pequeños vestigios de sangre en las vendas, cicatrices en brazos y abdomen, un enorme cicatriz en que va desde la comisura de sus labios hasta la mejilla izquierda, vestía pantalones de cuero con rasgaduras de garras en los muslos y pantorrillas de ellos se veía la carne fresca que de ella se podía observar sus músculos tensarse por trata de ponerse en cuclillas, utilizaba botas de militar y un collar de metal estaba alrededor de su cuello que estaba mostrando marcas rojizas por la irritación y algunas de ellas salía el líquido ya tan conocido por mis ojos pero que causaba que mis entrañas se revolvieran provocándome un asco impresionante.
Poco a poco sus manos comenzaron a acercarse a mi rostro que estaba sudando y mi mandíbula se tensaba, pensé que me pondría a sollozar por el miedo inmenso que tenía dentro, mis ojos los sentía humedecidos, mis labios estaban bien cerrados, mis manos sudaban, escalofríos recorrían mi espina, mis pies se encogían y mis odios…quería arrancármelos para no escuchar su asquerosa pero a la vez hermosa voz que me decía una y otra vez que le perdonara por lo que iba a realizar con aquella sonrisa tan horrible a mis ojos pero sincera para mi corazón, con aquellos ojos sedientos de muerte pero para mi alma era la ternura misma.
Quería gritarle que se alejara pero mi garganta estaba completamente cerrada, mis nervios encrespados y la adrenalina presente en cada célula de mi ser que corría velozmente en mis venas por los frenéticos latidos que mi corazón daba, mi cabeza daba vueltas por tantas sensaciones y una de ellas era el tacto con que acariciaba mi mejilla con su fría e inerte mano…quería correr lejos de él…lejos de aquel lugar.
El tik-tak aumentaba de volumen pero su voz se escuchaba perfectamente, su aliento lo sentía cada vez más cerca de mi rostro, mi cuerpo estático se estremecía a más no poder, poco a poco me fue recostando en el suelo de mosaicos, el payaso se fue metiendo a su caja al mismo tiempo, el reloj se detuvo y nuestras respiraciones eran las que se escuchaban, mi corazón se escaparía de mi pecho en algún momento, su manos comenzaron a recorrer por encima del camisón mi cuerpo, sentía lo gélido que su cuerpo estaba, no nos quitamos las miradas, sus ojos de distinto color invadían mi alma dejándome a su merced, mientras que los míos en un intento inútil de poner una barrera ante ello le observaban con nerviosismo y miedo mezclados, pequeñas lágrimas salieron sin permiso provocando que me las secara con el dorso de su gélida mano…quería llorar del terror que tenía al tenerlo así de cerca era como recordar los momentos en que me hacia el más feliz del mundo pero ya no podía por que él ahora…
Un beso suyo me sacó de mis pensamientos, sus labios seguían igual de suaves y dulces, tenía sus ojos cerrados mientras los míos estaban más que abiertos del temor e impresión que tenía, él los movía sobre los míos pero yo no le correspondía sin embargo eso no le importó por que con una de sus manos se posó en mi cadera enterrando sus largas uñas traspasando la tela y mi piel creando un dolor tan grande que me hizo abrir la boca…error…él aprovechó e introdujo su lengua en mi cavidad recorriéndola a su gusto mientras yo me retorcía del dolor bajo suyo sintiendo mi sangre salir y manchar el suelo y sus manos…era un monstruo lo que estaba encima mio no era aquel del que me enamore no…no…no lo era…y jamás lo seria.
De un momento a otro deje de sentir la opresión en mi cadera pero el dolor seguía ahí, concluyó el beso dejando un hilo de saliva a su paso, mis gritos se ahogaron en mi garganta, tenía cerrados los ojos y mi boca estaba abierta en busca del oxigeno y consuelo que no hallaba ahí. Mis manos comenzaron a temblar, tenía pequeñas hiperventilaciones…él tan sólo me observaba.
En tan sólo un segundo vi como elevó el camisón que tenía como única prenda y comenzó a lamer mi sangre, sentí asco pero también…placer…cómo era aquello posible?...sentir placer por el dolor?...era algo completamente contradictorio pero era mi realidad. Sus manos comenzaron a rasgar la tela dejándome desnudo ante sus ojos quienes me miraban fijamente a pesar de estar lamiendo la herida que tenía; las mismas gélidas palmas dieron comienzo a caricias en mi suave piel que se estremecía por el contacto, recorrieron todo lo descubierto por el atuendo desgarrado, se detuvieron en mis pezones comenzando a ponerlos duros yo jadeaba se sentía jodidamente bien pero a la vez me sentía sucio ¿porque? Ni yo lo sabía.
Despego su rostro de mi cadera y empezó a lamer mi torso y al llegar a la tetilla le dio un gran mordisco que hizo que sangrara yo grite de dolor…porqué no me defendía? Porqué no me lo quitaba de encima? Porqué dejaba que me hiciera lo que él quisiese?...ante aquello comencé a derramar lágrimas sin cesar…quería morirme de una maldita vez ya no quería sentir sus caricias, su aliento, su perfume, sus ojos, sus labios sobre los míos nada…no quería ya nada prefería morirme en aquel maldito instante.
Su lengua ascendió hasta mi cuello donde dio chupetones dejando marcas en él, mientras tanto sus manos comenzaron a rasguñar mi pecho, después inicio la masturbación en mi miembro…
-Te Amo-repitió aquella frase cerca de mis labios donde pude sentir su aliento que me mareaba, yo gemía por la atención que estaba recibiendo en mi miembro pero mis ojos…seguían derrochando lágrimas ante aquello él me succionó los ojos librándome de aquellas gotitas saladas por un segundo pero nuevamente emergieron ante aquel acto él me preguntó con el ceño fruncido-Porqué lloras?-no tenía palabras para contestarle…por que me das asco al igual que yo…pensé pero ninguna de aquellas palabras salieron de mis labios.
Sin recibir respuesta el dejó de lado la atención a mi sexo, él se desabrochó el pantalón dejando ver su erección a la vista, abrió lentamente mis piernas posicionándose entre ellas y de una sola estocada irrumpir en mi interior partiéndome y haciéndome sangrar de mis muslo porque ahí estaban sus manos que comenzaron a arañar lo largo de mis piernas…dolor y más dolor sentía…acaso este era el castigo por llegar a amarte tanto?...pensé mientras comenzaba a embestirme…el desgarrador y sonoro grito que di me dejo seco de la garganta…gemidos roncos salían de ella al igual que suplicas-POR FAVOR….DETEN…TE…aaahh-pedía una y mil veces en ninguna de ellas me hizo caso alguno.
Cada vez me sentía más y más débil tal vez era por que me estaba desmayando del dolor que recibía o de que me estaba desangrando por todos lados que sus uñas y dientes pasaron en mi piel…mis párpados los sentía cada vez más pesados pero jamás deje de llorar…mi amor que antes le profesaba ahora me estaba destruyendo sabía de ante mano que aquel que me estaba dando un poco del infierno que pronto viviría no era él…no era el que me hacia sonreír de felicidad, no era el que velaba mis sueños cuando enfermaba, no era el que me consentía con detalles minúsculos pero tesoros para mi, no era el que me hacia el amor de una manera delirante, no era el que hacia latir mi corazón de felicidad con tan sólo escuchar su voz, no era aquel que con un Te Amo me hacía mirarle con ojos de ensueño…no…no era él.
Pronto se vino dentro de mí y yo en su mano sintiendome asqueado, ya después sentí cómo salía de mi interior destrozado al igual que mi corazón y alma, me dejaba tendido no sin antes darme un beso y decirme-Te Amo Manabu-dejándome cómo la mierda misma, desangrándome por todo aquello que me hacia…noche tras noche…sueño tras sueño.
-Byou-pronuncié su nombre con mi última lágrima correr por mi mejilla mientras cerraba mis ojos por toda una eternidad.