Aun no entiendo como pude ser tan imbécil al permitirme perderte. No sabes cómo me lamento cada uno de estos solitarios días en los que fríos, ya no escucho tu angelical voz, tu cantar, tu risa coqueta cual niño pequeño en una travesura, tu alegría, tu voluntad, tus ganas de vivir… A veces en mi nostalgia pienso sentir tu calor, el dulce olor de tus cabellos aguamarina, el palpitar agitado de tu corazón tal como las veces en las que yacíamos juntos en mi cama, desnudos, haciendo entera y puramente el amor desenfrenadamente, entregando no solo nuestros cuerpos en el proceso sino algo mucho más valioso: el alma.
Todo en mi vida era perfecto cuando estabas tú con tu forma de ser, de solucionar los problemas, de amar completabas, complementabas y llenabas a la perfección mi existencia.
Nuestra convivencia era duradera pero, conforme yo en mi carrera de cantautor iba ganando más popularidad y reconocimiento sin darme cuenta poco a poco me olvidaba de lo importante, me alejaba de ti con cada rechazo por cansancio, con cada desplante en fechas célebres para nosotros, con cada desatención de mi parte hacia tu persona…
Ahora me arrepiento enormemente, desde lo más profundo de mi corazón por haber caído en la trampa de la fama y la fortuna; agotando poco a poco tus hermosos ojos por tanto llanto, tu garganta por los gritos y reclamos, tú ser por no recibir mis caricias, tu corazón por tanto rechazo… En más de una ocasión me amenazaste con dejarme si yo no cambiaba mi actitud, más no te creí capaz de semejante cosa por lo que despreocupado me interné más y más en mi carrera; dejándote olvidado en un rincón como si fueses alguno más de los tantos muebles finos que en la lujosa sala de mi casa me esperan vacíos, sin el calor de un cuerpo, sin el rico aliento de ti, mi amado Camus.
Sabes, ahora te comprendo, he vivido en carne propia la soledad, el desinterés, el abandono de toda la gente que según decían me adoraban por las hermosas composiciones que solía hacer. Hace ya mucho que no compongo, y aunque me pregunten el motivo ni yo mismo lo sé. Creo que se debe a que me faltas tú, lo más importante para mí, mi razón de ser y de vivir… ¿Cómo podría volver a escribir una canción sin que tú, mi inspiración no estás? Realmente sería algo ilógico.
No te culpo Camie, no te culpo por haberme abandonado, creo que era eso lo que me faltaba para darme cuenta de cuán importante eras y siempre serás en mi vida. Yo sé que ahora ya es muy tarde para pedir disculpas, los lamentos y arrepentimientos están de más, solo me queda escribir una canción, la última de toda mi carrera antes de retirarme definitivamente y… sabes para qué?? Para buscarte mi hermoso ángel de hielo, mi amor, mi todo, mi existir, mi luz…
Tengo millas de vuelo para ir a Plutón
Tengo un club de fans en la luna
Una casa gigante que veo desde un avión
En los ojos de algunos fortuna
Un ejército de alcahuetes
Un conflicto con voz
Una suit en el Waldo
Y más autos que amigos
Tengo ganas de no tener ganas
Tengo un par de mascotas que no saben quién soy
Y entre tanto que tengo no encuentro razón suficiente pa olvidarme de ti
Y de tu mano pequeña diciéndome adiós
Esa tarde de lluvia en San Juan
De los besos que llevo conmigo
Que son solo tuyos y nunca te di
Por andar ocupado en el cielo
Me olvidé que en el suelo se vive mejor
Mi boricuo, mi lindo amor, mi Asignatura Pendiente (vis)
Tengo tres oficinas
Y un piso en New York
Tengo tanto que no tengo nada
Tengo varias razones
Para tener razón
De que no hay peor razón que el olvido
Tengo intacto al niño que fui
Tengo ganas de anclar las anclas de un hilo de un sitio perdido
Tengo ganas de no tener ganas
De comprarme un boleto de regreso al ayer
Y entre tanto que tengo no encuentro razón suficiente pa olvidarme de ti
Y de tu mano pequeña diciéndome adiós
Esa tarde de lluvia en San Juan
De los besos que llevo conmigo
Que son solo tuyos y nunca te di
Por andar ocupado en el cielo
Me olvidé que en suelo se vive mejor
Mi boricuo, mi lindo amor, mi Asignatura Pendiente (vis)
Reviso paso a paso lo que acabo de escribir. Mientras lo hacía, todos estos sentimientos que he estado sintiendo desde que te fuiste fluyeron; creo que ellos escribieron por mí. Prácticamente la canción se escribió sola, ya solo me falta ponerle un tono… Como sabes mi amor, siempre me han gustado las baladas y por eso, es al género musical al que me dedico. La gran mayoría e veces componía solo por agradar al público, sin embargo, hoy, fue distinto pues estas letras han nacido de lo más profundo de mi corazón, de lo más recóndito de mi alma…
***
Estoy sumamente nervioso. Te invité a mi concierto y aceptaste de mala gana, en cuanto contestaste escuché la voz de un hombre aparentemente joven que te dijo: “amor”. Furioso estuve a punto de colgar, más me contuve para decirte el propósito de mi llamada, tú, con una voz arisca me respondiste un quedo sí antes de colgar… Por favor, tienes que venir, quiero que oigas mi nueva canción dedicada a ti y que, al menos, si no vuelves conmigo, me perdones… así tenga que dejarte partir, prefiero tu felicidad y si esta está en otra persona, estaré dispuesto a sacrificar este amor porque tú, mi bello Camie, seas feliz.
-Señor Milo, es hora, debe subir al escenario…-oí la voz del asistente, respiré profundo y así, subí al escenario sintiéndome un completo estúpido por aquellos nervios de adolescente en su primera cita. No lo negaré estoy muy nervioso, tengo miedo a que no vengas y nunca más volver a verte ni saber de ti.
Todos me observan fija, atentamente, me aplauden y les sonrió melancólicamente; trato de buscarte con la mirada pero no puedo perder tiempo, debo de empezar con la función. Canto sin ánimo, no has venido, tengo ganas de llorar pero me contengo, debo quedar bien en esta mi última vez en un escenario… pasan los minutos, ya falta poco para que acabe, ya estoy perdiendo las esperanzas de que aparezcas cuando de repente veo una hermosa figura masculina hechizante… ahí estás, tan guapo como siempre, tan provocativamente sexy. No puedo creerlo, viniste; es inmediato mi cambio de nostalgia a felicidad pus ahora canto con emoción, con ganas y con fuerza; no podías haber llegado en mejor momento, justamente estoy empezando a cantar la canción que compuse para ti. Po un momento recorro tu perfecto cuerpo con los ojos disimuladamente, no es que me importe que la gente me descubra; es solo que recuerdo a la perfección las incontables veces en las que afortunado, te tenía solo para mí, compartiendo un momento excitantemente placentero, fundiendo nuestras almas y cuerpos…
No sé cuantos minutos estuve así hasta que sentí tu fuerte mirada clavada en mí, y para ser exacto en mis ojos turquesa… me sorprendió muchísimo la manera tan fría, acusadora e hiriente con la que me observabas… ¿por qué me miras así? Sé que te hice mucho daño, que lastimé tu corazón pero créeme, estoy arrepentido…
Pasó un buen rato para que terminase el concierto y todo el público se vaya. Ahora estamos por fin solos, frente a frente, mirándonos fijamente a los ojos. Estoy justamente frente a ti y no sé que me pasa, estoy muy nervioso que ni puedo pronunciar palabra. Debes pensar que soy un tonto que te hace perder el tiempo pero, sin embargo; eres tú quién comienza con la conversación decisiva para nuestro futuro juntos.
-Y bien, Milo, para que me has citado??-me preguntas con una frialdad e indiferencia inigualable.
-Yo…yo…-las palabras no salían, parecía un estúpido tartamudo.
-Habla de una vez!!-me exigiste hastiado de mi silencio.
-….-No podía hablar, las palabras se me atragantaban en la garganta.
-Bien, si no piensas decir nada, me voy. Creo que olvidaste por completo que a mí no me gusta perder el tiempo inútilmente…-dijiste con un tono áspero. Estabas justamente por irte cuando pude decir algo con total seguridad:
-Yo aún te amo!!-argumenté al mismo tiempo que lo tomé del brazo, lo jalé hacia mí y sin darle tiempo a nada, lo besé con fuerza, con pasión, sujetando sus brazos para que no intentaras separarme.
Puedo notar a la perfección como se resiste. Ardes en deseos de alejarme de ti y dejarme solo, más no lo permitiré, serás mío una vez más por hoy y toda la eternidad; te amaré y con la fusión de nuestros cuerpos te demostraré cuando amor aún guardo para ti. Mientras los minutos pasas, poco a poco tus brazos pierden fuerzas, tus labios corresponden con el movimiento rítmico movimiento de los míos.
Lentamente te conduzco al pequeño cuarto que es mi camerino. Nuestras bocas continúan unidas, mis ayudantes y asistentes nos observaron asombrados a la par de felices por volvernos a ver juntos. Rápidamente llegamos, te acomodo en un pequeño mueble de descanso; estas recostado con la espalda en el mueble, con las piernas semi-abiertas. Me acomodo entre ellas, separándolas un poco más; intentas evitarlo pero te detienes en cuanto paso mi mano por encima de tu pantalón, tocando tu entrepierna.
-Mi-lo… ¡Suéltame!!
-No. Te voy a hacer el amor para demostrarte que aún te sigo amando!!-te susurro antes de volver a reclamar tus labios.
Beso hambriento tu boca, recorro tu pecho con mis manos, acaricio tus pectorales por sobre la ropa; no puedo evitarlo, estoy sediento de ti. Lentamente me separo, beso tu barbilla, desciendo con suaves lengüetazos hasta llegar a tu cuello, a aquella parte tan sensible entre tu cuello y oreja, lo beso, lo muerdo juguetonamente, haciéndolo lo más delicadamente posible.
-Detente, suéltame, no me toques!!-me reclamas pero, lo más curioso es que hablas, te retuerces más no haces intento alguno por apartarme.
-No te resistas, sé que deseas esto tanto como yo…
Y lo haces, te entregas a los suaves besos que reparto por tu cuello. Aún no me atrevo a despojarte de tus vestiduras, temo a que te arrepientas de este momento y decidas apartarte. Con algo de desespero eres tú quien primero aparta mi ropa, dejándome desnudo después de un poco de esfuerzo debido a la posición en la que estamos. Contento y emocionado con tu acción, yo también me deshago de la estorbosa ropa, por un momento me aparto, te contemplo en plena desnudez, tu sonrojado rostro es como una manzana tentadora para mí.
Como ya no es suficiente solo verte, necesito sentirte por lo que decidido peñizco con mis dedos tus pezones mientras con mi boca recorro tus clavículas, ahora mis manos juegan con tu ombligo para posteriormente hacerlo con un majestuoso músculo que en medio de tus torneadas piernas clama atención.
-Mi-lo…baja más a-bajo poo…rfavor…
Sin hacerme de rogar lo hago, bajo con mis besos, caricias, lengüetazos y demás hacia el sur, hacia tu miembro; en cuanto llego lo tomo de una entre mis labios, probándolo, saboreándolo, ensalivándolo, degustándolo como si se tratara del más rico caramelo de todos y para mí, eso es…
Dioses!! Aprietas deliciosamente!! Entro y salgo de ti con fuerza, casi inconscientemente entré en ti, ni noté que ya te estaba embistiendo sino hasta que gemiste sonoramente tras haber sentido una fuerte estocada en tu sensible próstata. Debe haber sido que me sentía en el cielo, podría hasta ver a los ángeles de tanto amor y placer desbordante… estoy más que feliz, estoy seguro que ahora me perdonaras y seremos felices juntos, esta vez sin más… Asignaturas Pendientes…
Fin