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Novilunio por Rukkiaa

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Notas del fanfic:

Hola ^^, pues como hice con Harry Potter hace un tiempo...me compré y leí los libros de la saga Crepúsculo para escribir una historia sobre esta pareja, porque le tengo un odio infinito a Bella (no la soporto ni soy capaz de empatizar con ella) y decidí hacer mi propia versión.

Me baso en los libros mayormente, usando algunas partes y modificando muchas a mi antojo XD

¡Importante!: es un Jacob x Edward (Jacob=>seme/Edward=>uke)

Quizás se me vaya un poco la cabeza y se vuelva algo OoC (lo siento si se da el caso). Tendrá Mpreg.

P.D: Es la primera vez que narro en primera persona...espero haberlo hecho bien porque siempre será así, desde el punto de vista de los protagonistas :^)

 

Obviamente escribo esto sin ánimo de lucro. Los personajes pertenecen a su autora original, Stephenie Meyer. Yo solo los uso para que la historia me resulte más atractiva jeje

Notas del capitulo:

Este fic empieza al final de Luna nueva.

Y aclaro que en esta historia, Edward va a Volterra, pero Bella nunca ve a los Vulturis. Consigue llegar a tiempo antes de que Edward se muestre en público y se marchan de allí sin más.

 

La letra cursiva son pensamientos.

 

De quien menos lo esperaba

 

POV. Jacob

 

Odio a Bella Swan. Odio a Bella Swan. Odio a Bella Swan.

No sé cuantas veces repetía esas cuatro palabras sin cesar en mi cabeza desde que había salido corriendo de aquel lugar.

En tales circunstancias, no me costó demasiado entrar en fase. Ni siquiera tuve que pensarlo.

Odio a Bella Swan.

¿Y por qué?...por lo que ocurrió hace solo unos minutos.

-----------------------------------------Flashback-------------------------------------------

Desde que Bella se marchó a Italia en busca del chupasangres para evitar que se suicidara, no había vuelto a verla. No necesitaba hacerlo para saber lo que me encontraría.

Sabía perfectamente que él había vuelto y que de nuevo estaban juntos. Juntos a pesar de que Charlie debería haberla encerrado bajo llave por lo que había hecho. Irse durante tres días sin dar ni la más mínima señal de vida.

Pero todo era como si nada hubiera pasado y lo peor es que ella me llamaba por teléfono constantemente. No quería escuchar su voz, no quería que me contase lo feliz que era con la sanguijuela, ni que me pidiera disculpas por no poder ser más que mi amiga con ese matiz de compasión. Estaba harto de todo aquello, y sin embargo, me moría de ganas por verla. Por volver a contemplar su rostro. Por eso estaba allí.

Por eso había cogido la moto roja de Bella que había permanecido oculta en mi garaje. Por eso le había contado a Charlie que su hija y yo las habíamos usado muchas veces desde que las había arreglado a escondidas. Para que le prohibiera estar con aquel parásito. Para que todo volviera a ser como antes, cuando él la había dejado hace ya más de medio año y yo lo era todo para ella.

Al salir de casa del jefe Swan, me decidí a esperarla. Ya no podía más. Debía hablar con la sucia garrapata y advertirle de que si se atrevía a morderla, Sam y los demás iríamos a por el.

Crucé el patio de la casa y me adentré un poco en el bosque. El vampiro sabría que yo estaba allí y yo también notaría su presencia enseguida, porque apuesto a que olería igual de mal que el vampiro de pelo negro que matamos en el claro. El tal Laurent.

Escuché el motor de su coche y esperé a que aparcara y cerraran las puertas.

Los pasos apresurados de Bella me indicaron que venía en mi dirección, pero aún no llegaba.

-¡Suéltame!¡voy a matarle!¡traidor!-la escuché chillar a pocos metros. Estaba claro que se había percatado de que la moto estaba enfrente de su casa y que ya Charlie estaba al tanto del asunto. No pude evitar sonreír esperando lo que vendría. Se le notaba bastante alterada.

-Charlie te va a oír...-esa voz, era la del chupasangre. Demasiado tranquilo, demasiado suave-y te arrastrará a la casa.

-Déjame que le atice una vez, sólo una, y luego ya veré cómo me las apaño con Charlie- repuso Bella. Podía imaginármela haciendo un mohín de disgusto.

-Jacob Black quiere verme a mi-dijo el vampiro. Maldito sea, leía la mente de verdad. Bufé molesto.

-¿Para hablar?-preguntó temerosa.

-Más o menos...-no sé que pasaba en este momento, pero continuó hablando unos segundos después-no te preocupes, no ha venido aquí para luchar conmigo, sino en calidad de...portavoz de la manada.

Al poco tiempo, los tuve frente a mi. El vampiro iba delante de Bella, por si acaso se me ocurría atacarla o algo. Imbécil. Se giró hacia ella para que se quedase a su espalda dándole una muda advertencia y se acercó a mi un poco más con pasos precavidos. Yo no podía dejar de mirarla. Parecía haberse relajado, y todo por unas pocas palabras suyas. Maldito.

-Bella...-musité. No podía evitar alegrarme de verla. De tenerla cerca de nuevo, aunque no fuera precisamente a solas.

-¿Por qué?-susurró ella dolida-¿cómo has podido hacerme esto Jacob?-se refería a lo que le había contado a Charlie. Yo había acertado.

-Ha sido por tu bien-dije sin titubeos. Lo creía enserio, aunque también una parte de mi quería que su padre la alejara de aquel horrible ser.

-¿Quieres que Charlie me estrangule?, no importa lo furioso que estés conmigo. No deberías haber hecho eso Jacob.

-No ha pretendido herir a nadie...sólo quería que no pudieras salir de casa para que no estuvieras conmigo-dijo el vampiro con un deje divertido en la voz. Se había metido en mi mente de nuevo. Le miré a los ojos con furia, dispuesto a soltarle un par de cosas a la cara, pero no pude.

Me inundó una oleada de calor, muy intenso, pero que no quemaba. Un destello.

Todo se vino al traste en mi interior cuando contemplé fijamente los ojos dorados de aquella criatura. Pude contemplar la perfección de su rostro de porcelana. Lo agradable de su aroma como a miel y a lilas y el brillo casi divino de su piel. Vi cortadas de un único y veloz tajo todas las cuerdas que me ataban a mi existencia, y con la misma facilidad que si fueran cordeles de un matojo de globos. Todo lo que me había hecho ser como era; mi amor por Bella, mi amor por mi padre, mi lealtad hacia mi manada, el amor hacia mis hermanos, el odio hacia mis enemigos, mi casa, mi vida, mi cuerpo, desconectado en ese instante de mí mismo. Se cortó y salió volando hacia el espacio.

Pero yo no flotaba a la deriva. Un nuevo cordel me ataba a mi posición. Y no solo uno, sino un millón, y no eran cordeles, sino cables de acero. Sí, un millón de cables de acero me fijaban al mismísimo centro del universo. Y podía ver perfectamente cómo el mundo entero giraba en torno a ese punto. Hasta el momento, nunca jamás había visto la simetría del cosmos, pero ahora me parecía evidente. La gravedad de la Tierra ya no me ataba al suelo que pisaba. Lo que ahora hacía que tuviera los pies en el suelo era el hombre que estaba frente a mis ojos. Edward Cullen.

Dejé de respirar durante lo que me parecieron minutos. Las palabras de Sam no se me iban de la cabeza, las que me dijo cuando me explicó lo que era la imprimación tiempo atrás. Todo cierto, palabra por palabra. Va más allá del amor a primera vista. Me parecía tener al líder de mi manada justo a mi lado susurrándome al oído aquello que yo no era capaz ni de imaginar hasta ese instante y que él había experimentado con Emily.

Cuando tú la ves, ya no es la tierra quien te sostiene, sino ella, que pasa a ser lo único que te importa. Harías y serías cualquier cosa por ella, te convertirías en lo que ella necesitara, ya sea su protector, su amante, su amigo o su hermano.

Definitivamente había imprimado y mi imprimación era Edward Cullen.

Cuando pude salir por fin del profundo pozo ámbar en el que me encontraba, fui consciente de la situación. Él me miraba con cara de espanto y los ojos abiertos como platos. Estaba paralizado, como yo. Me ha leído la mente. Lo sabe.

Me estremecí y di un par de bocanadas vacías, como pez fuera del agua. No sabía qué decir, pero Bella continuaba hablándome.

-...por no ponerte al teléfono?-soltó ella, o al menos eso es lo que pude escuchar.

Edward pareció dejar de alucinar también y la miró-creía que yo era quien te lo impedía, no Charlie- le aclaró y volvió a mirarme. El corazón me dio un vuelco e incluso mi cuerpo se tensó. Me dirigió la palabra-quiero decirte algo-su voz parecía de terciopelo. De esas voces que podrías estar oyendo hasta el fin de los días sin cansarte-gracias-eso me descolocó-jamás seré capaz de agradecértelo lo suficiente. Estaré en deuda contigo el resto de mi...existencia. Gracias por proteger a Bella, cuando yo...no lo hice-así que se trataba de eso.

-Edward...-ella se le acercó y se le enganchó del brazo. Parecía conmovida con sus palabras y probablemente ese gesto era por eso, pero a mi me sentó como si una bola ardiendo se hubiera deslizado desde mi tráquea a mi estómago. Apreté los dientes y los puños en un intento por controlarme y no entrar en fase allí mismo. Le estaba tocando. Tocaba algo que ahora mismo sentía como mío.

Un hervidero de pensamientos asaltaron mi cerebro. Ella era su novia. ¿Por qué habían desaparecido mis sentimientos por ella tan rápidamente?, como si nunca hubieran existido. ¿Por qué había creído que la quería?, cuando evidentemente, no era así. Ahora la odiaba. La aborrecía. Ella le tenía. Era suyo. Le besaría. Le olería. Le tocaría. Haría todo lo que yo ni de lejos podría llegar a hacer. Abrí y cerré las manos de forma compulsiva intentando controlar los temblores que me azotaban.

-Jacob...-escuché el leve y casi imperceptible susurro de Edward, probablemente porque era consciente de mi estado e intentaba tranquilizarme. Noté como se posicionó un poco más frente a ella, cubriéndola por si yo no era capaz de aguantar.

-¿Hay algo más que necesites, Jacob?-la irritante voz de Bella me taladró el cerebro. Seguro que se había dado cuenta de que yo llevaba en silencio demasiado tiempo-¿deseabas meterme en problemas?, misión cumplida. Charlie quizás me mande a un internado militar, pero eso no me alejará de Edward- rechiné los dientes. Si no se callaba le arrancaría la cabeza de un mordisco-nada lo conseguirá. ¿Qué más quieres?

-Dile para qué has venido Jacob- la voz de Edward hizo que me calmara. Pero aún así tuve que tomar aire para poder hablar, aunque no sabía si podría emitir sonido alguno.

-Sólo...-¿esa es mi voz?-sólo quería recordaros...-miré hacia Edward, pero no podía contemplar sus ojos sin quedarme embelesado, así que me centré en un punto de su cuello, donde un mechón de sus despeinados cabellos cobrizos rozaba con su piel-unos cuantos puntos clave del tratado.

-No los hemos olvidado-dijo el. Esquivaba mi mirada. No la centraba en Bella, pero tampoco en mi, sino en algún lugar más allá de la espesura del bosque.

-¿Qué puntos clave?-preguntó Bella, que seguía aferrada a su brazo.

-El tratado...-tragué, porque sentía que me faltaba el aire-el tratado es bastante específico. La tregua se acaba si cualquier Cullen muerde a un humano. Morder, no matar-ahora si le miré a los ojos del color del topacio. ¿Qué pasaría ahora?, Edward quedaba fuera del tratado. Me había imprimado de él y ahora no podían hacerle daño alguno. Ahora mi destino y el suyo estaban ligados. Ahora yo viviría por él, y él por Bella.

Volví a sentir los intensos temblores.

-Eso no es asunto tuyo-repuso ella mirándome con odio. El mismo odio que yo le clavé como aguijones al girar el rostro en su dirección. Y apretó más su cuerpo contra el de Edward.

De repente, estallé. Todo mi cuerpo convulsionaba. Llevé mis puños a mis sienes, presioné con fuerza y cerré los ojos. Tuve que doblarme sobre mi mismo para controlar mis espasmos.

-¿Jake?¿estás bien?-la voz de Bella no ayudaba en absoluto al autocontrol.

-Ten cuidado, ha perdido el control-dijo Edward apartándola algunos pasos y dejándola aún más a su espalda.

No quería entrar en fase. No quería hacerlo en ese momento, Debía controlarme. Si le hacía daño a Bella, Edward no me lo perdonaría y eso era algo que yo no soportaría. Tras varias respiraciones profundas e intentar dejar la mente en blanco, conseguí tranquilizarme lo suficiente, aunque los brazos me seguían temblando levemente.

-¡Arg!-exclamé todavía algo aturdido-yo nunca te haría daño-mis palabras iban dirigidas hacia Edward, pero noté en la mirada de Bella cierta gratitud que no deseaba.

-¡Bella!-la voz de Charlie se coló entre los árboles. Procedía de la casa, pero estaba tan enfadado que ni aún siendo licántropo habría tenido dificultades en oírla-¡entra ahora mismo!¡veo el coche de Edward y sé que estás ahí fuera!¡si no entras en casa en un minuto...!

-Mierda...-dijo ella con mala cara. Miró a Edward, claramente para que la acompañara.

-Ahora voy Bella-él le besó en la coronilla antes de que desapareciera por la arboleda. Yo tuve que apartar la mirada porque aquella muestra de cariño era más de lo que podía soportar en ese momento- Jacob- sentí que mi corazón se estremecía ante la sola pronunciación de mi nombre por sus labios. Obviamente, volví la vista hacia su persona-no hemos encontrado rastro alguno de Victoria a nuestro lado de la línea, ¿y vosotros?

Me sentí algo decepcionado. Pensé que al estar a solas, me hablaría de lo que ambos sabíamos que acababa de pasar hacía solo unos minutos-la última vez fue cuando Bella estuvo fuera...-hice una mueca de desagrado al pronunciar ese nombre y noté que él se dio cuenta-le dejamos creer que había conseguido infiltrarse para estrechar el cerco, y estábamos preparados para emboscarla...pero entonces salió disparada. Por lo que nosotros creemos, captó tu olor y eso la sacó del apuro. No ha aparecido en nuestras tierras desde entonces.

-Cuando ella regrese, no es ya problema vuestro-se giró para marcharse. Para seguirla.

-Edward...-no pude evitarlo. Se me escapó.

-Déjalo Jacob- dijo sin mirarme si quiera y con voz seria-ambos sabemos que eso no puede ser-se esfumó en cuestión de medio segundo y me quedé allí solo.

Empecé a respirar agitadamente. Necesitaba el oxígeno con urgencia porque el pecho me ardía. Los ojos me escocían. Sabía lo que significaba y lo que podía implicar ser rechazado por mi imprimación. Sam me había comentado lo que ocurría en los raros casos que se habían dado. ¿Pero acaso no debía esperar una cosa así?¿cual era mi idea?¿que él se echaría a mis brazos sin reservas?.  Moriría sin Edward. Y lo peor, es que eso debí haberlo sabido antes de nada. Dejé que los temblores y el fuego se apoderasen de mi, entré en fase y eché a correr.

----------------------------------Fin del Flashback---------------------------------------

Odio a Bella Swan.

 

POV. Edward

 

-----------------------------------------Flashback-------------------------------------------

Habían pasado semanas desde que Bella y yo volvimos de Volterra sin mayores incidentes. Por fortuna, ella había llegado a tiempo antes de que yo me mostrase públicamente descubriendo el secreto de nuestra naturaleza al mundo y los Vulturis no tuvieron que intervenir en nada puesto que las cosas seguían en calma. Agradecí que Bella no tuviera que vérselas con el aquelarre antes de abandonar Italia y ahora las cosas iban la mar de bien. Salvo por el castigo, por otro lado merecido, de Charlie hacia su hija, era genial que su querido amigo Jacob no anduviera por los alrededores y que todo volviera a ser relativamente como antes.

Carlisle volvió al hospital y le recibieron con los brazos abiertos. Esme estaba encantada de estar en casa de nuevo. Alice y yo no teníamos preocupaciones. Pudimos volver al instituto sin problemas y lo que yo quería ahora era conseguir que Bella entrase en una buena universidad, aún si tuviera que sobornar a algunas personas para lograrlo. La ayudaría a estudiar, porque para mi serían como unas vacaciones, juntos.

Era un día como otro cualquiera y Bella y yo estábamos en mi coche. La llevaba a su casa antes de las nueve, que era el toque de queda de Charlie, por lo que como buen caballero que quiere ganarse al padre de su novia, la llevaba una hora antes. Al fin y al cabo, esa misma noche estaría con ella en su dormitorio a expensas de el.

No dejaba de llover y escuchaba como Bella no cesaba en quejas sobre Jacob. Era consciente de que le llamaba en cuanto salía por la puerta y yo se lo agradecía. Odiaba a ese chico y todo lo relacionado con el.

-Billy me dijo que él no quería hablar conmigo-parecía realmente molesta-¡que estaba allí y que no estaba dispuesto a dar tres pasos para ponerse al teléfono!. Normalmente Billy se limita a decir que está fuera, ocupado, durmiendo o algo por el estilo. Quiero decir, no es como si yo supiera que me miente, pero al menos era una forma educada de manejar la situación. Sospecho que ahora Billy también me odia. ¡No es justo!-a veces parecía una niña pequeña. Era divertido y sonreí.

-No es por ti Bella, a ti nadie te odia-tranquilicé- Jacob sabe que hemos vuelto y estoy seguro de que tiene claro que estoy contigo. No se acercará a donde yo esté. La enemistad está profundamente arraigada.

-Eso es estúpido. Sabe que tú no eres...como los otros vampiros.

-Aún así. Hay muchas razones para mantener las distancias. Yo me siento capaz de controlarme Bella, pero dudo que él lo consiga. Es muy joven. Lo más probable es que un encuentro degenerase en lucha.

-¿Sabes qué?, me da igual, paso de Jacob- se cruzó de brazos y se hundió en el asiento. Su mirada estaba fija en la ventana-si no le gusta que estemos juntos que se fastidie, porque yo te quiero y tu a mi-continuó con la mirada fija en el exterior. En momentos como estos, me gustaría saber qué piensa. Pero entonces sonrió-yo soy feliz contigo y eso es lo que importa-parecía titubear y se sonrojó-tal vez deberíamos...Edward, ¿y si nos casáramos después de graduarnos?

La pregunta me pilló por sorpresa y por primera vez en mi vida, casi di un volantazo.

-Así no habría toque de queda, así no habrían despedidas, que aunque cortas, son dolorosas...-continuó ella.

-Bella...creo que ahora tienes algunos problemas más que el toque de queda-dije. Los furibundos pensamientos de Charlie me llegaban ya a la mente. Conduje calle abajo, pasé de largo la casa y aparqué junto al confín del bosque.

Ella parecía asustada de pronto-¿qué he hecho ahora?-la vi mirar por la ventanilla siguiendo el camino que le marcaban mis ojos y se dio cuenta de que la moto de llamativo color escarlata estaba allí estacionada, cerca del coche patrulla-¡no!-jadeó, pero a los pocos segundos se recompuso y empezó a mirar en todas direcciones-¿está todavía por aquí?

-Si. Nos está esperando allí-el claro olor del licántropo me llegaba a través del camino estrecho que dividía en dos la franja oscura de árboles.

Bella se bajó con rapidez y empezó a andar a grandes zancadas. La tuve que seguir y detenerla. Lo que no me costó nada.

-¡Suéltame!¡voy a matarle!¡traidor!-la sujetaba de la cintura mientras ella se revolvía.

-Charlie te va a oír...y te arrastrará a la casa.

-Déjame que le atice una vez, sólo una, y luego ya veré cómo me las apaño con Charlie- me suplicó y seguía luchando para zafarse de mi agarre.

-Jacob Black quiere verme a mi-le dije sin rodeos.

-¿Para hablar?-me preguntó deteniendo sus aspavientos.

-Más o menos...-tranquilicé. Le dediqué una leve sonrisa y le aparte con cariño el pelo de la cara-no te preocupes, no ha venido aquí para luchar conmigo, sino en calidad de...portavoz de la manada.

Me puse delante de ella y la guié hasta que llegamos al lugar donde Jacob se encontraba. Guau, el olor a lobo era intenso en el. Y sus pensamientos hacia mí eran muy hostiles. De no estar Bella allí, ya se habría transformado buscando pelea. Por fortuna parecía tener un ligero control, pero aún así, la cubrí un poco detrás de mi.

-Bella...-escuché que dijo. Había mucho dolor en esa voz. En cierta forma, me daba pena. Él amaba a Bella, pero ella me había escogido a mi.

-¿Por qué?¿cómo has podido hacerme esto Jacob?

-Ha sido por tu bien-mentiroso. Lo había hecho para que Charlie la apartase por completo de mi. Que iluso, como si el padre de Bella pudiera conseguir algo como eso.

-¿Quieres que Charlie me estrangule?, no importa lo furioso que estés conmigo. No deberías haber hecho eso Jacob.

-No ha pretendido herir a nadie...sólo quería que no pudieras salir de casa para que no estuvieras conmigo-dije. Noté un ligero bufido de su parte y no pude evitar mirarle con detenimiento. Me sorprendí. Le recordaba de la noche del baile de fin de curso. Ahora era incluso más alto que yo, tal vez media cabeza. Su cuerpo era más musculoso aún que entonces, su rostro había madurado y el largo cabello oscuro que recogía en una coleta, ahora estaba corto.

Pero no tuve demasiado tiempo para asimilar los cambios físicos, porque en su interior, comenzó a desatarse otro tipo de cambio. Miles de pensamientos se arremolinaron en su mente tan intensos que quedé algo desconcertado. Él ni parpadeaba y esos ojos oscuros no se apartaban de mi.

No necesitaba el poder de Jasper para sentir sus emociones, porque las veía claramente en su cabeza. Parecía contrariado, pero a la vez aliviado. Era desconcertante.

Y entonces, cuando todo se detuvo, escuché su último pensamiento.

He imprimado.

No pasó mucho para que se diera cuenta de que yo ya sabía todo y se asustó.

-¡Ay, Jake!¡estoy castigada!¿por qué crees que no he ido a La Push para patearte el culo por no ponerte al teléfono?-Bella nos sacó de aquel estado de confusión a ambos y pude mirarla.

-Creía que yo era quien te lo impedía, no Charlie- volví a mirar a Jacob y noté como se puso tenso, pero no podía abordar el tema. Bella estaba delante. La persona que yo quería estaba a mi lado y lo que acababa de ocurrir no debía tener importancia para mi-quiero decirte algo-pensó algo agradable sobre mi voz, pero yo seguí hablando pasándolo por alto-gracias, jamás seré capaz de agradecértelo lo suficiente. Estaré en deuda contigo el resto de mi...existencia. Gracias por proteger a Bella, cuando yo...no lo hice-pude ver la decepción en su rostro.

-Edward...-Bella se me acercó y me cogió del brazo. Eso era peligroso, pero no podía apartarla sin explicación alguna. El cuerpo de Jacob subió levemente de temperatura. Me era posible sentirlo a través del aire que nos rodeaba. Cubrí algo más a Bella por si acaso. En su mente no dejaba de repetir que yo era suyo y eso era un problema.

Parecía muy confundido, rabioso y...celoso.

-Jacob...-tuve que decir. Los temblores de su cuerpo cada vez iban a más y comenzaba a preocuparme enserio.

-¿Hay algo más que necesites, Jacob?-le preguntó Bella-¿deseabas meterme en problemas?, misión cumplida. Charlie quizás me mande a un internado militar, pero eso no me alejará de Edward- rechinó los dientes. Las cosas se pondrían muy feas si continuábamos allí-nada lo conseguirá. ¿Qué más quieres?

-Dile para qué has venido Jacob- apremié. Quería irme cuanto antes. No tenía ganas de pelearme con el. No sabía lo que podía ocurrir dadas las circunstancias.

-Sólo...sólo quería recordaros...-me miró y noté como evitaba mirarme a los ojos. Se lo agradecí interiormente, porque me había dejado algo turbado-unos cuantos puntos clave del tratado.

-No los hemos olvidado-dije con seguridad.

-¿Qué puntos clave?-preguntó Bella y sentí como apretaba más mi brazo.

-El tratado...-se le notaba en extremo nervioso, pero confiaba que de eso solo me diera cuenta yo-el tratado es bastante específico. La tregua se acaba si cualquier Cullen muerde a un humano. Morder, no matar-nuestros ojos se encontraron. Tenía razón. Si eso de la imprimación era cierto...¿qué pasaba con el tratado?

Volvió a temblar con intensidad.

-Eso no es asunto tuyo-repuso ella con furia en la voz.

Y ese pareció ser su límite. Se revolvió. Intentaba controlarse, pero le era difícil. Cubrí un poco más a Bella, pero ella se preocupó por su amigo.

-¿Jake?¿estás bien?

-Ten cuidado, ha perdido el control-tuve que decirle para que se quedara atrás de mi.

Era asombroso ver como se debatía interiormente y como conseguía serenarse. Los licántropos eran sorprendentes. O tal vez solo lo era Jacob Black.

-¡Arg! yo nunca te haría daño-me dijo. No me preocupaba mi seguridad, sino la de Bella.

-¡Bella!-escuchamos la voz de Charlie que interrumpió nuestra conversación y en cierta forma relajó el ambiente-¡entra ahora mismo!¡veo el coche de Edward y sé que estás ahí fuera!¡si no entras en casa en un minuto...!

-Mierda...-dijo ella y me miró.

-Ahora voy Bella-le besé en la coronilla y me arrepentí al segundo. No debía hacer aquellas cosas delante de Jacob. Era como dibujar una diana sobre mi novia. Cuando la sentí lo bastante lejos como para escucharnos, volví a hablarle- Jacob- noté su entusiasmo en cuanto le nombré y me sentí culpable-no hemos encontrado rastro alguno de Victoria a nuestro lado de la línea, ¿y vosotros?

-La ultima vez fue cuando Bella estuvo fuera...le dejamos creer que había conseguido infiltrarse para estrechar el cerco, y estábamos preparados para emboscarla...pero entonces salió disparada. Por lo que nosotros creemos, captó tu olor y eso la sacó del apuro. No ha aparecido en nuestras tierras desde entonces.

-Cuando ella regrese, no es ya problema vuestro-di por terminada la charla. Si seguía allí, él esperaría oír otras palabras.

-Edward...

-Déjalo Jacob- no podía mirarle. ¿Qué iba a decirle?¿que aquello era una fantasía?¿qué no iba a corresponderle jamás?-ambos sabemos que eso no puede ser-fue lo que me salió antes de irme.

No tardó mucho en entrar en fase y echar a correr a través del bosque con un intenso dolor en el alma.

----------------------------------Fin del Flashback---------------------------------------

¿Qué voy a hacer ahora con Jacob Black?

Continuará...

Notas finales:

Pues hasta aquí el primer capítulo. Actualizaré tan seguido como pueda. 

Cualquier duda, sugerencia o insulto ya saben ewe

Saludos!!

 


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