Era un día normal de verano... espera... ¿Normal?, Bueno no se puede decir completamente, ya que algo había cambiado en ese ambiente, el cual a Rin ya se le parecía extraño. Yukio, quien era el que creaba aquel ambiente "nuevo" últimamente se comportaba raro, en especial cuando estaba cerca de su querido Nii-san.
Algo que ya era muy raro para Rin, era que su hermano menor, ya no se quedaba a estudiar o hacer sus cosas de sensei, en su habitación cuando Rin se encontraba, sino que lo hacía en el comedor, o en algún otro lado en el que no transcurra Rin. -Pero... ¿porqué se está comportando así?- Era lo único que podía caber en la cabeza de aquel muchacho azabache.
-¡Hey! Yukio...- Dice el mayor de los Okumura.
-¿Si, Nii-san?- Responde leyendo un libro, el cual al parecer era para la clase siguiente.
-Últimamente te pasa algo, ¿se puede saber qué es?- Dice mientras mira a su hermano con esa sonrisa acogedora que este posee.
-Nada en especial.- Contesta Yukio, quien por supuesto, estaba mintiendo y algo sonrojado con aquella mirada de su hermano gemelo.
-Está bien, pero si hay algo de que tengas que hablar, yo estoy aquí.- Termino de decir Rin para levantarse e irse a su salón de clases.
**Después de las clases**
-Ya llegue...- dice Rin, quien llegaba algo más tarde de lo normal.
-Bienvenido Nii-san, hoy te tardaste.- Dijo Yukio alistándose para irse de aquella habitación.
-Si... estaba con Shiemi.- Dice dejando su abrigo y parte de su ropa en el colgador, para ponerse su pijama.
-Con Shiemi...- Susurra antes de cerrar la puerta.
-¿Mmm…? Últimamente se comporta muy raro... y se pone aún más raro cuando hablo de Shi...e...mi... ¿será que a él le gusta Shiemi?- Dice con cara algo preocupada, ya que en verdad, él estaba algo enamorado de su hermano, pero para no asustar a su hermano confesándose, decidió ir tras Shiemi para olvidarse de ese pequeño sentimiento en su corazón.
Mientras tanto, Yukio algo furioso dejo sus cosas en el comedor y vio hacia adentro de la cocina, donde debería encontrarse con Ucobach, pues después de verlo y saludarlo, se sentó a seguir con sus planificaciones de la clase.
-No puede ser...- Dice Rin con unas leves lágrimas en sus ojos azulinos. -Mejor iré a preguntarle directamente en la cena.- Se dice así mismo Rin limpiándose esas pequeñas lagrimas que tenía en sus ojitos.
**Después en la cena**
-Hey, Yukio...- Dice Rin sentándose en frente del nombrado.
-¿Si, Nii-san?- Dice calmado sin sacar su mirada del cuaderno en el que escribía.
-¿A ti te gusta Shiemi?- Pregunta sin rodeos haciéndose el tonto, mientras comía.
-¿Qué te hace pensar eso?- Dice ahora, mirando a su hermano gemelo, pero mayor.
-Es que siempre que hablo de ella te pones raro, además, siempre estas tratando de evitarme.- Dice con la mirada de su comida, pero sin seguir comiendo.
-No es eso… es que…- Trata de decírselo, aunque sabe perfectamente de que no será correspondido. –Es que eres tú el que me gusta.- Termina de decir sin mirar a su hermano, pero sonrojado.
-¿Yo?- Dice sorprendido sin despegar su vista de su comida. -¿Yo soy quien te gusta?- Se lo vuelve a preguntar, por si escucho mal.
-Sii…- Dice completamente avergonzado, tapándose la mirada con su libro.
-No… estoy dormido, ¿verdad?- Se asegura nuevamente de no estar escuchando mal, aún con su mirada en su plato de comida.
-No lo estás…- Dice ya sin prestar atención a lo que hace su hermano, pero este le salta encima abrazándolo, acto que hizo quedar atónito a Yukio.
-Tú también, me gustas… Yukio.- Dice con algunas lágrimas leves en los ojos.
-¿Eh? ¿Es enserio Nii-san?- Pregunta sin creerle. -¿Entonces, porque siempre andas siguiendo a Shiemi?- Pregunta desilusionándose por la respuesta que cree que recibirá.
-Pensé, que si te decía que te amaba, mucho más que de manera fraternal, te asustarías y te enojarías conmigo, así que decidí ir tras Shiemi para enamorarme de ella y sacarte de mi cabeza…- Dice sin cambiar la posición ni su gesto.
-¿Estás diciendo la verdad?- Dice levantando la cabeza pensando que tenía una oportunidad.
-Claro, jamás mentiría con algo como eso…- Termina de decir para besar a Yukio, apasionadamente en la boca.
-Nii-san…- Dice tranquilamente para seguir metiendo su mano por debajo de la camisa del nombrado tocando toda la blanca y suave piel del demonio. La cola de Rin comienza a tocar el cuello de Yukio haciéndole cosquillas a su paso, mientras se separaban por la falta de aire.
-Te amo, cuatro ojos baka.- Dice Rin pegándose más a Yukio para comenzar a lamer el cuello del nombrado.
-Yo también te amo, cabeza hueca…- Le dice con un tono de burla devolviéndole el sobrenombre. –Mnn…- Se le escucha al menor de los gemelos, quien por su parte estaba disfrutando cada momento.
Yukio se levanta con Rin en brazos. -¿A dónde vamos?- Pregunta el peli-azulado sin separarse, sin siquiera ver los ojos de su amado hermano, solo para asegurarse de que no viera lo sonrojado que estaba.
-¿Crees que seguiremos en el comedor?- Pregunto de nuevo con tono burlón el menor.
-Después de todo, somos los únicos en el edificio…- Responde aun en los brazos de su hermano.
-Je, sí que eres raro…- Abre la puerta y tumba a ambos en la cama para proseguir.
Yukio le quita la polera a su Nii-san y este hace lo mismo, aunque le cuesta un poco más, ya que Yukio llevaba puesta una camisa, además de abajo que llevaba una polera. Sin perder más tiempo, Yukio comenzó a lamer el cuerpo de su gemelo, mientras con una mano jugaba con uno de sus pezones.
-Mnn…- Salían muchos suspiros de los labios del mayor, quien estaba excitándose cada vez más. Yukio comenzó a masajear al miembro de Rin encima de la Ropa.
Rin se “aburrió” y puso a Yukio bajo el empujándolo. Se quedan mirando por un par de segundos y el mayor comienza a lamer el cuello del menor, mientras le saca los pantalones y masajea el miembro de este por encima del bóxer.
-Nii-sann...- Trata de pronunciar Yukio, mientras Rin, comienza a enredar su cola en e brazo del menor. Luego, Rin baja su cabeza y comienza a desabrochar el pantalón de Yukio con la mano sobrante y lo baja junto a los boxers del mayor dejando al aire el miembro, de por si ya erecto de Yukio.
Rin comienza a lamer la punta del miembro de su gemelo, provocando en este un gran placer. -N-Nii-san...- Pronuncia mientras Rin se mete el miembro en la boca y comienza a chuparlo y a lamerlo.
Yukio se acomoda con la espalda apoyada en la pared para sujetarse mejor. Rin aún continuaba con su trabajo y Yukio comenzó a masajear el miembro del mayor. Al rato, Yukio se habia venido en la boca de su Nii-san. El menor, lo tomo de la cintura y lo hizo ponerse en cuatro para que la intromision fuera mas fácil.
Metió un dedo -el cual se lubricó con el liquido pre-seminal de Rin- en la entrada del demonio. Luego de moverlo un poco en el interior del azabache, lo sacó, y con su lengua comenzó a lamer toda la entrada. Cuando estaba bastante lubricada, metió dos dedos juntos, haciendo que Rin se sobresaltara. Comenzó poco a poco a mover sus dedos, casi perdiendo el control de lo que hacia. Ver a su hermano asi, le hacia ponerse en seguida duro, y ya le habia comenzado a doler cierta parte.
Cuando introdució el tercer dedo, y supo que estaba completamente listo, metió su miembro lentamente disfrutando cada momento, el cual lo hacia sentir en el cielo.
-Hmm.... tan estrecho- Dijo Yukio estrando cada vez más en el menor.
-Y-Yukio... ammm...- Logró pronunciar el demonio azabache con lágrimas en sus ojos y la cara completamente roja.
-Te ves tan lindo...- Yukio comenzo con estocadas lentas, las cuales fueron aumentando el ritmo cada vez más.
-Ha... ¡Y- Yukio!- Decia y gemia una y otra vez el mayor.
Yukio ya no lo resistió. Tenia que ver a su Nii-san todo el tiempo a su cara. Asi, que delicadamente lo giró, para que quedara boca arriba. Le planta un beso y sigue con su trabajo.
-Mmm... Yuk- Yukio... me vengo...- Dijo completamente rojo y sin dejar de jadear. -Haa...- Gimió al venirse. Las paredes del mayor, apretaron a las del menor y este se vino en el interior de Rin.
-Nii-san te amo.- Dijo Yukio cayendo al lado del nombrado, para abrazarlo.
-Y yo ati.- Logro pronunciar antes de quedarse completamente dormido.
**Al dia siguiente**
-Ni-san... debes despertar.- Dijo Yukio algo preocupado. -Hoy no irás a la escuela...- Terminó de decir con una bandeja de comida en manos.
-Mmm... me duele todo...- Pronunció Rin dentro de las sábanas.
-Vamos, solo come...- Le deja la bandeja en sus piernas.
-P-p-p-pero no puedo se-en-sentarme.- Dijo todo rojo. Cosa que no paso desapercibida para Yukio.
-Vamos... haz el intento. Flojo.- Dijo Yukio para provocar al mayor.
-¡¡¿Y de quién crees que es la culpa?!!- Gritó sentandose. Cosa que le dolió, pero era soportable para el demonio.
-Tuya.- Pronunció simplemente Yukio antes de salir de la habitación a su clase.
-¡¡Maldito cuatro ojos!!- Alcanzó a gritar antes de que se cerrara completamente la puerta.
Fin.