Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Your Man. por IchirinNoHana

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Abrió los ojos, somnoliento. Si estaba en lo correcto, era la cuarta vez que dormía en el sofá. Estaba demás decir que Fuji estaba enojado y él no recordaba el por qué. Se sentó y sintió cómo los huesos de su espalda crujían al haber estado en una mala posición durante un par de horas.

Últimamente, Fuji se enojaba por cualquier cosa, y Tezuka, como a buen entendedor pocas palabras, se alejaba en silencio y esperaba a que su enojo se le pasara con el tiempo. Y razón tenía, un par de horas después aparecía el castaño, apenado por haberle gritado o por haberle dicho tal o cual cosa y su mal humor se esfumaba de prisa. Sin embargo, ya llevaba dos noches en el sofá y eso lo estaba inquietando.

Tomó una ducha rápida y se vistió en un par de minutos. No podía seguir así, o terminará con la columna vertebral deformada.

 

Al oír que se cerraba la puerta, el castaño se asomó en la puerta de la habitación del departamento que compartía con su novio hacía más de tres años. Se acercó hasta la entrada y frunció el ceño al ver que faltaban los zapatos de Kunimitsu. ¿Dónde podría haber ido?

Se frotó los ojos para despejar el sueño que aún mermaba su cuerpo y al igual que su novio, se encaminó hacia la ducha. Quizá Kunimitsu era el enojado ahora.

Suspiró. Sabía que lo que estaba haciendo era propio de una quinceañera cuando quiere algo, pero no le veía otra alternativa. Y es que, Tezuka, muy pocas veces lo tocaba por iniciativa propia. Digo, tocar, del verbo tocar. Fuji ya no quería las mismas caricias de adolescentes que se daban años atrás, quería que Tezuka fuese más osado y que lo acorralara contra la pared no de vez en cuando (una vez cada quince días, según él) sino que todas las veces que tuviera oportunidad. Quería más. Aunque pensándolo bien, si no era claro y directo con su novio, quizá este no llegaría a darse cuenta.

Salió de la ducha, se visitó y esperó. Esperó mientras daban las doce. Esperó mientras el reloj daba las cuatro. Pero Tezuka no volvió hasta las siete. Escuchó que la puerta se abría despacio y vio a su novio caminar hasta donde estaba él.

-          Hola Fuji, lo siento, pero tuve que salir a hacer algunos trámites.

El castaño, sentado en el sofá en el cual había pasado toda la tarde, no se inmutó. Kunimitsu se acercó a besarlo, pero solo consiguió un gruñido por parte del otro.

-          ¿Qué pasa?

-          Podrías haberme avisado.

-          Sí, lo siento.

-          ¿Trámites?

-          Sí, algo así.

El castaño lo miró con el ceño fruncido, pero pronto volvió a desviar la mirada y en un descuido, Tezuka le robó un beso y rápidamente se escabulló hasta la habitación.

-          Podrías comenzar a ponerte otra clase de ropa – alzó la voz desde dentro.

-          ¿Otra clase de ropa?

El de anteojos se había quitado la chaqueta y se había puesto un suéter azul. En la mano llevaba una rosa de un celeste oscuro, como el color de ojos de su novio.

-          ¿Y eso? – preguntó reprimiendo una sonrisa.

-          Pasé fuera de una florería y ella me llamó – le tendió la rosa – dijo que tenía el color de tus ojos, e insistió en que la trajera para ti.

Fuji se sonrojó ante el comentario, aceptando la rosa con un gesto delicado.

-          Por casualidad ¿no bebiste antes de volver? – se levantó para rodear el cuello del otro – porque esa es la cosa más estúpidamente tierna que he oído, y que un Tezuka de tu tipo jamás diría – lo besó – gracias.

-          No me des las gracias aún – el castaño arqueó una ceja – vístete rápido o nos lo perderemos.

-          ¿Qué cosa?

-          Ya verás – besó su frente y se sentó en el sofá, indicándole al otro que fuese a cambiarse.

Fuji salió de la habitación envuelto en un abrigo marrón y una bufanda del mismo color que el suéter de Tezuka. El otro sonrió ante la peculiar elección, le dio un corto beso en la frente y ambos salieron del departamento.

Caminaron en silencio, sin rumbo por la ciudad durante un rato, Tezuka estaba ligeramente nervioso, ya que lo que había preparado era simple (quizá demasiado) pero lo había hecho con poco tiempo y bajo presión, ya que, cabía la posibilidad de que Fuji estuviese aún más enojado cuando él hubiera vuelto, y eso le habría hecho rechazar cualquier propuesta que le hiciese. Sin embargo, todo estaba yendo bien.

Miró su reloj y con un movimiento rápido, le tomó la mano a Fuji.

-          ¿Qué pasa?

-          Por aquí – dijo doblando en una calle hacia la izquierda.

Era un barrio que Fuji desconocía. Podía oír música desde algunos cuantos clubes. ¿Quería llevarlo a uno de esos clubes?

Estaba ocupado en sus pensamientos cuando sintió cómo Kunimitsu lo jalaba hacia una escalera.

-          ¿Dónde estamos?

El otro abrió la puerta con una sonrisa y le hizo entrar.

Las tenues luces amarillas le daban un aspecto más brillante a la madera de la cual estaba hecho todo el lugar. Había un pequeño escenario en el fondo, varias mesas y una barra a un costado de la puerta.

Las personas que ya se encontraban allí no notaron la presencia de los dos. Tezuka escogió una mesa cerca del escenario y ambos se sentaron. Fuji estaba nervioso, y aún no entendía qué era eso que se iban a perder, pero en lugar de preguntarle a Kunimitsu qué era lo que se traía entre manos decidió permanecer en silencio y esperar.

Las luces se apagaron y una sola luz se encendió en el escenario. Una muchacha rubia se subió, llevando una guitarra consigo. Pronto, el  lugar se llenó de una dulzura y una paz que era transmitida a través de la voz de la chica.

Después de un par de canciones se subió esta vez, un muchacho, que al igual que la chica anterior, tenía una particular voz que hacía estremecer a todo el público.

De pronto, Tezuka se acercó Fuji y le susurró al oído.

-          Vuelvo en un momento.

El castaño asintió. Juntó sus manos y jugueteó con sus pulgares. Él era paciente, y el lugar era bonito y todo, y los que se habían subido al escenario cantaban bien y todo pero eso estaba lejos de lo que él esperaba. Suspiró y  volvió a mirar hacia el escenario. Abrió los ojos, sorprendido, al ver que Tezuka estaba sobre él, acompañado por el chico que recién había terminado de tocar una canción.

Se llevó una mano a la boca, tapando la sonrisa que ahora se asomaba en sus labios al ver a su novio ahí.

El punteo de la guitarra rompió el silencio del lugar, tocando una breve introducción. Y de pronto, Tezuka comenzó a cantar.

-          Baby lock the door and turn the lights down low

Puts some music on that’s soft and slow

Baby we ain’t got no place to go

I hope you understand

 

I’ve been  thinking about this all day long

Never felt a feeling quite this strong

I can’t believe how much it turns me on

Just to be your man.

 

Fuji se mordió el labio al percatarse de la letra, y al notar que Tezuka lo miraba fijamente sintió que se iba a derretir ahí mismo.

-          Ain’t nobody ever love nobody

The way that I love you

We’re alone now

You don’t know how

Long i’ve wanted to.

El castaño miró a su alrededor y vio a varias parejas besándose y sonriendo, cómplices de un amor sin igual. Devolvió la mirada a su novio y suspiró como una quinceañera enamorada.

-          I can’t believe how much it turns me on

Just to be your man.

El público se deshizo en aplausos, y Tezuka le dio una última mirada a Fuji antes de bajarse del escenario.

Se acercó hasta la mesa donde estaba su novio, lo tomó de la mano y ambos salieron del lugar. No tuvieron que caminar mucho porque Tezuka lo guio hasta un hotel cercano, donde había hecho una reservación. Caminaron directamente hasta el elevador, y antes de que alguien más pudiese subirse, la puerta se cerró.

Tezuka miró con ternura al castaño, que hasta el momento no se le había quitado el tinte rojo que coloreaba sus mejillas.

-          Eres un… - le dio un golpecito en el pecho al de anteojos.

-          ¿Un qué? – sonrió rodeando su cintura.

-          Envíame una carta de aviso la próxima  vez, o moriré.

-          ¿Te gustó?

-          Eso está demás preguntarlo, idiota – juntó su nariz con la de Tezuka y sonrió – Me encantó – ambos se besaron con ternura.

El elevador se abrió y Kunimitsu tomó nuevamente la mano del ojiazul. Caminaron por el pasillo y se detuvieron frente a una puerta, la cual el de anteojos abrió con una tarjeta.

No se molestaron en encender la luz porque estaba demás. Abrazados, Tezuka apretaba su cuerpo contra el de Fuji, compartiendo un beso húmedo. Con destreza, le desabrochó el abrigo y lanzó la bufanda hacia cualquier lado, para luego quitarle la camiseta, dejando al castaño con el torso desnudo. Entrecerró los ojos ligeramente, pudiendo ver el cuerpo de su novio en la penumbra. Lo apegó aún más a su cuerpo y se acercó a su oído.

-          No puedo creer cuánto me enciende, sólo ser tu hombre – susurró la última parte de la canción.

Fuji gimió al sentir el cálido aliento de Tezuka en su oído. Lo que él no podía creer, era lo apretados que se habían puesto sus pantalones, sólo al oír esa frase.

Quizá al final Tezuka hubiese entendido su modo infantil de alegarle atención, o quizá no. Pero aquello estaba mucho, mucho más lejos, de lo que él pensaba que su novio haría.  

Notas finales:

¡Hola!

¿Qué les ha parecido?

Ha pasado un tiempo, lo sé, y no he podido actualizar "Regret" por una razón: lo de mis manos era más grave de lo que pensaba. Hace poco dejé de tomar unas pastillas que me dieron para el dolor y les he traído este one shot para decirles que ¡pronto volveré! ^o^

Espero que les haya gustado, la canción es Your man, de Josh Turner. Ah~ esas típicas canciónes que me inspiran.

Aquí les dejo la canción con subtítulos en español c: http://www.youtube.com/watch?v=mnlVkgWGnSc

Tiene un aire a Elvis jaja.

Jaa Ne!

IchirinNoHana.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).