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Mi historia por khr

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Notas del fanfic:

lean

Notas del capitulo:

Es la primera vez que escribo, si gusta la historia la continuare.

 

Los personajes no me pertenecen

Esto no podía estar pasando… ¿Por qué a mí?... Lo que daría por no ser gay y ser un chaval normal al que le gustan las mujeres…sin tener que preocuparme por ocultar lo que en verdad soy porque por si fuera poco, para mis amigos y mi familia tengo la fama de ser un homófobo, es decir, de que odio a los homosexuales…Si ellos supieran…A veces me dan ganas de acabar con todo y contar toda la verdad pero…no puedo…soy un maldito cobarde lleno de complejos e inseguridades, aunque como os podréis imaginar, tampoco nadie sabe nada de esto…ni siquiera mi mejor amigo, o bueno, más bien mi ex mejor amigo: Zack Fair. Ese es el motivo por el que me encuentro ahora mismo corriendo por las calles próximas al centro de la ciudad en mitad de la noche y con este frío, pues aun siendo ya finales de marzo sigue haciendo bastante frío.

Pero bueno, supongo que os interesara saber por qué me encuentro así: corriendo en mitad de la noche. Pues sonará bastante típico y de película pero el motivo es que mi ex mejor amigo se ha puesto a salir con una chica… ¿Y por qué me molesta? Pues por 1: me ha jodido que no me hubiera dicho nada pues lleva medio saliendo con esta chica un mes y me tengo que enterar de refilón y por un comentario de un chico del instituto mientras estábamos cenando en un bar del centro de la ciudad. Y 2: estoy enamorado de mi ex mejor amigo. No sé muy bien desde cuando la verdad, cuando empezamos a hablar hace unos seis meses me llamo la atención pues era bastante majo y divertido, luego me empezó a gustar su físico, no os voy a engañar, me ponía muchísimo; tenía un físico bastante bien formado con unos buenos pectorales y abdominales definidos, sumado a ese pelo tan negro que últimamente lo solía llevar de punta, le daban un aire muy seductor. Pero poco a poco me empezó a gustar algo más pues confiaba bastante en mí y se preocupaba bastante pero…desde que conoció a la chica esa todo cambió…yo no sabía que no me hablaba ni nada porque estaba saliendo con la chica esa por lo que obviamente me sentó bastante mal.



Por lo que ya os podréis imaginar la cara de subnormal que se me quedó cuando el chico ese soltó que Zack estaba saliendo con una tía. Me quedé en shock y lo peor fue que era el único de las cinco personas que estábamos ahí que no lo sabía. Le pregunté a Zack si eso era cierto y solo asintió con la cabeza sin siquiera mirarme…eso me reventó, no sé cómo logré controlarme y no montar un numerito de ex novia celosa. Puse la excusa de que había quedado con otros amigos y me levanté y me fui sin acabarme la cena. Quizá alguien se diera cuenta de que me fui por un ataque de celos, pero en ese momento me daba todo igual y además, a ellos yo no les importaba realmente. Me hablaban y salía por ahí con ellos solo porque era el mejor amigo de Zack (en teoría, en la práctica últimamente no) por lo que no saben nada de mí ni tan siquiera les importa saberlo.

Después de diez minutos corriendo intentando calmarme me detuve pues ya estaba cansado y me di cuenta de un pequeño detalle, ¿A dónde coño iba? No podía ir a mi casa todavía, era demasiado pronto (las 21:37) y si llegaba a la media hora de haber salido de mi casa mis padres se pondrían pesados, y no tenía ánimos para darles la sonrisa falsa de todos los días. Tras mucho pensarlo decidí sacar el móvil y marcar el número de unos amigos…será gracioso ver sus caras de sorpresa cuando vaya con ellos, no quedo con ellos desde que me empecé a ir con Zack por lo que estarán algo molestos imagino.
-Dímelo-respondió al tercer pitido mi amigo Tidus.
-Emm…esto… ¿salís a dar una vuelta por ahí?-por favor que diga que sí, por favor que diga sí.
-Claro que sí, ven al parque de al lado de nuestro antiguo colegio, estamos aquí todos
-¿No os importa que vaya?-no me podía creer que a nadie le importara. Que no le importara a Tidus vale, es normal, este chico siempre es igual de desenfadado y jovial, pero del resto no me lo creo.
-Ya sabes que a mí me da igual que vengas, sigues siendo amigo mío. Pero ya sabes como son el resto por lo que seguramente habrá malas caras. Date prisa y ven rápido.
Perfecto, tenía plan para esa noche pero tendría que tener una charla para nada deseada con sus amigos sobre por qué les ha dado de lado tanto tiempo. Bueno, será mejor que me ponga en camino o llegaré tarde. Por suerte estaba ya cerca del parque donde habíamos quedado por lo que en cinco minutos pude verles a lo lejos estaban casi todos: Olette, una chica de cabello ni corto ni largo, color castaño suave y con una personalidad bastante dulce. Yuffie, una chica con el pelo corto y negro peinado de una forma un tanto extraña pero que le quedaba bien. Tenía una personalidad…como decirlo…aterradora, podía ser muy simpática cuando quería pero tenía un carácter fuerte e intimidatorio. Y también estaban los chicos: Pence, un chaval gordito pero muy buena persona. Tidus, un chaval alto, más que yo y eso que yo no era precisamente bajito. Pelo corto y un rubio oscuro, casi castaño claro. Me encantaba su personalidad tan despreocupada y comprensiva. Y por último Hayner, tenía el pelo rubio claro peinado hacia atrás y era tan alto como yo. Era el novio de Olette y no nos llevábamos muy bien pues hace dos años, cuando intentaba auto convencerme a mí mismo de que no era gay y de que me podían gustar las mujeres intenté salir con Olette, mi amiga de la infancia pero ni tan siquiera me confesé pues cuando reuní el valor para hacerlo me enteré de que empezó a salir con Hayner y no me declaré, aunque como la gente se enteró pues llegó a los oídos de Hayner y me retiró casi por completo la palabra.

Y esos son mis amigos, cuando me vieron hubo expresiones de todo tipo, algunas de sorpresa como la de Pence y Yuffie, otras normales como las de Tidus y Olette y otras de molestia, como la de Hayner. En fin, tal como me esperaba.
-Roxaaaas!-gritó Yuffie al verme de lejos. Levanté la mano en señal de saludo.
-Dichosos los ojos cabrón, hacía bastante que no te dignabas a quedar con nosotros-dijo de forma divertida Pence.
-¿A qué se debe el honor?-dijo con un tono de voz nada amigable Hayner.

-Si tanto os molesta que venga me voy, no tengo ningún problema-respondí imitando el tono de voz de Hayner. No soportaba que me vinieran con exigencias. Tenían todo el derecho del mundo a reclamarme lo reconozco, pero había mejores formas de sacar el tema. Y además, no me encontraba con ánimos para soportarles si se ponían así.
-Venga, venga. No discutamos, por lo menos ha venido, vamos a dar una vuelta anda-dijo Tidus. Tengo que reconocer que era de las pocas personas que conocen bastante bien mi tono de voz cuando no quiero hablar de algo, y al igual que todos, sabía que podía cumplir mi amenaza e irme por donde he venido sin mirar atrás…así soy yo.
-Sí, casi que mejor-habló Olette sujetando del brazo a su novio para intentar calmarlo…menudo payaso era Hayner-Recuerdos de Naminé y Lightning, se han tenido que ir ya a casa, les habría gustado quedar hoy contigo también.
Sí, todavía faltaban tres amigos míos. Lightning era una chica con el pelo algo largo y un extraño color rosa. Tampoco me llevaba muy bien con ella, no sé por qué la verdad, nunca me he fiado de ella y ella parece tener miedo de que la quite el ‘dominio’ que tiene en el grupo de amigos pues algo que me caracteriza es que soy capaz de hacer que la gente me siga cuando me lo propongo, pero no lo suelo hacer…no me gusta ser el centro de atención. Naminé, una chica con una cara dulce y un pelo rubio clarito, tanto que era capaz de deslumbrarte. Era sin duda la que mejor me caía, nos teníamos bastante confianza, bueno…ella la tenía en mí, yo confiaba lo justo y necesario para que no se cabreara. Y todavía faltaba una persona: Riku. Un chaval alto, musculoso y con el pelo gris bastante largo, tanto que el flequillo le tapaba le ojos. Teníamos una relación…como decirlo…rara, nos llevábamos bien pero desde que empezó a salir con una chica tres años mayor que él nos dio de lado y ni siquiera contestaba las llamadas.
-¿Dónde está Riku?-pregunté.
-Jajajaja ¿Tú qué crees?-Tidus como siempre tan jovial, me subía la moral sinceramente, lo cual se lo agradecía profundamente.

Dimos una vuelta por el barrio donde vivíamos, nos tomamos algo en un bar y a las 00:30 ya estaba en casa como le dije a mis padres. No me lo pasé tan mal como yo esperaba la verdad, pero en ningún momento me pude quitar el tema de Zack de la cabeza…me jodía bastante y no era capaz de disimularlo tan bien como suelo disimular el resto de cosas que me pasan. Por eso agradezco que no haya estado Naminé pues en el estado en el que me encuentro se habría dado cuenta de que algo me pasaba…no puedo más…comencé a llorar silenciosamente en mi cama tapándome la cara con la almohada. Me sentía vacío por dentro, toda la felicidad que me dio Zack cuando empezamos a hablar desapareció en cuanto me enteré de que tenía novia y no me lo había dicho. Por Dios, que patético me veo en mi estado actual, llorando como un chiquillo al que le han castigado. Cogí el móvil y borré todos los mensajes que tenía con Zack releyéndolos antes y rememorando los momentos buenos y los no tan buenos, lo cual solo sirvió para ponerme peor y llorar aún más. Borré también su número de teléfono, no confiaba en mí mismo, puedo ser capaz de llamarle y hacer borrón y cuenta nueva pero no, los últimos tres meses se ha estado portando como un gilipollas conmigo, sin hablarme, dejándome solo cada dos por tres y ocultándome cosas…y eso que siempre decía que no, que no tenía nada que contar…puto mentiroso, en fin, son las 2:48, lo mejor será que me duerma y descansé, que además me estaba empezando a cabrear.


Me desperté a las 13:15, los domingos me encantaba dormir hasta tarde, y más cuando no tengo nada mejor que hacer excepto llorar un rato y sentirme mal conmigo mismo y maldecir mi asco de vida al no tener nadie en quien confiar plenamente, ya no pido un novio (aunque me encantaría), solo pido un amigo, alguien con quien hacer las cosas que hacía al principio con Zack pero que no me llegue a enamorar de él, no soportaría pasarlo así otra vez. Pase todo el domingo en mi cuarto, solo bajaba para comer y me volvía a subir. Mis padres no se sorprendían pues casi siempre suelo estar yo solo en mi cuarto sin bajar a estar con ellos ni nada, al principio me sentía un poco mal por no pasar tanto tiempo con ellos aun pudiendo, pero luego me acuerdo de lo egoísta que fue mi hermano mayor Ventus de 20 años y se me pasa la culpabilidad. El muy maldito hace un año en cuanto reunió algo de dinero cogió una maleta y se fue dejando una simple nota. Mis padres se sintieron consternados y le buscaron durante seis meses sin resultados…bueno sí, con uno, el único resultado que hubo fue que yo odiara profundamente a mi hermano mayor por dejarme solo y sin despedirse y porque por su culpa mis padres lo pasaron bastante mal y no solo eso, sino que me descuidaron y me sentí apartado totalmente. Desde luego, soy carne de psicólogo: un chaval de 16 años con una crisis con su sexualidad no resuelta, un homosexual reprimido y con carencias afectivas por parte de sus padres. Y por si fuera poco tampoco soy capaz de llegar a confiar en nadie pues después del abandono de mi hermano Ventus no soy capaz de abrirme a nadie totalmente…con el que más me abrí fue con Zack, únicamente para darme cuenta de que no puedo confiar en nadie.

Pasé toda la tarde del domingo tocando la guitarra (cuando no estaba llorando claro) aunque eso era peor pues me enganché a tocar la guitarra por Zack, que la tocaba genial y no paraba de acordarme de él. A las diez de la noche hice la mochila y me fui a la cama, mañana tenía instituto, primero de bachillerato, menudo coñazo. Me encantaría estudiar medicina por lo que debo estar concentrado mañana. Tras una hora de seguir pensando en Zack y sollozar un rato me dormí….estaba agotado mentalmente.

Notas finales:

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