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REQUISITOS por Elfa Lilit

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Autoras: Princess of Time

Disclaimer: No somos JK Rowling así que personajes, lugares y demás no son nuestros. Prometemos no hacerles daño físico (no mucho, al menos) y sobre el psicológico… quién sabe (en, no se quejen, ¿Qué tal si les gusta?)

Aunque quisimos hacerlo gracioso, al parecer no salió….pero aún así aquí está por petición de la niña más linda que nos haya contactado jamás: Anita. Gracias a ella esto salió de sus siete meses de abandono en lo más profundo de los archivos de una computadora.

Imaginemos que The Half-Blood Prince nunca salió a la luz ¿ok? Y esto es post-Voldie.

REQUISITOS (ONE SHOT)

-Vamos, Harry, ya deja de lamentarte por esa %•”%#€¬•”%! ¿Para que llorar por una zorra que solo sabe abrir las….
-¡Ron!- le reprendió Hermione. Luego miro a Harry y con dulzura le dijo- No te preocupes si ella no supo valorarte, estoy segura de que habrá muchas que te quieran por lo que eres ¿no es así, Ron?- le dijo con una mirada de “si dices que no, ya te las verás conmigo”
-¡Por supuesto! Además ni que hubiera sido lo mejor que hayas tenido. No hacía más que hablar de moda y quejarse y ¿para que te lamentas por ella?
-¡Tu no entiendes, Ron!
-Claro que entiendo que la quisieras, pero debes dejar atrás a las hijas de…
-No es eso Ron
-…uta que no saben la oportunidad que echan a perder por ser tan fáciles y que…
-¡Ron! – lo interrumpió Harry. Suspiro y luego le explico con paciencia- Yo no la quería realmente. Para serte sincero, solo me fijé en que era bonita. Lo que me molesta es que les haya dicho a todos que le estuve rogando que volviéramos y no es cierto. Yo ya quería terminarla antes de que se revolcara con ese imbécil…
-Oh ¡entonces ya puedo usar la nueva maldición que aprendí sin remordimientos!

Contrario a lo que pensaban, Harry se empezó a reír y le dio permiso de usar hasta el Avada contra esa (imaginen la peor blasfemia que se les ocurra e insértenla aquí). Luego de un rato, el joven Potter se fue a la habitación de los alumnos de séptimo de Griffyndor y se quedó allí hasta la mañana siguiente, sin bajar a cenar ni terminar los deberes. Ron y Hermione hablaron de él un rato, y llegaron a una conclusión:


-Definitivamente Harry necesita una pareja estable, alguien que de verdad lo quiera.
-Pero ¿Cómo vamos a encontrar a alguien que pueda ser pareja de Harry?
-Bueno, tendría que ser alguien que lo escuche, el pobre Harry tiene muchas cosas guardadas.
-Si, pero tampoco deben forzarlo a hablar. Tendría que ser alguien comprensivo.
-Y además alguien que tuviera muchos… ¡Hermione!
-¿Qué pasa?
-¡Ya sé!
-¿Qué sabes?
-Podemos hacer una lista con las características que alguien debe tener para ser la pareja ideal de Harry.
-¿Y eso como para que nos serviría? La mayoría de las personas de esta escuela irían corriendo tras Harry diciendo que tienen todas las características necesarias, hasta Peeves. Estamos hablando de Harry Potter. Además, suena como si en verdad estuviera necesitado.
-Pues es que en verdad está necesitado, Hermione. Pero no se lo vamos a decir a nadie, solamente haremos la lista para encontrar a la persona, sin que lo sepan ni Harry ni la persona ¿me entiendes?
-Me parece bien. Seremos una especie de cupidos. – comentó la chica sonriendo e imaginando a Ron desnudo y con unas alitas, un arco y lanzando flechas con forma de corazón…


Varios días después, la lista estaba terminada. Habiendo analizado el carácter y las necesidades de Harry, habían hecho un cuadro con los requisitos, aunque aún no buscaban a la persona que llenara todos. Lo difícil sería eso, porque al parecer nadie podría.
Iban a empezar la búsqueda esa misma tarde, pero por desgracia, olvidaron el pergamino con la lista y la fue a encontrar nada más y nada menos que Harry, que leyó con atención:

PARA SER LA PAREJA PERFECTA DE HARRY POTTER.
REQUISITOS

*Estar vivo – al parecer los fantasmas estaban descalificados. Harry estaba de acuerdo.
*Ser humano- descalificados también los centauros, Peeves, los elfos domésticos, Gwramp y cualquier otro ser o bestia. Si, Buckbeack también estaba fuera.
*Conocer a Harry antes de comenzar la relación. – bueno, eso era fundamental. Aunque no descartaba a alguien que quisiera primero ser su amigo y después intentar algo.
*No ser mortífago – aquí Harry se permitió una risita. Dudaba que alguno de los poquísimos mortífagos que andaban por allí quisiera entablar un romance con él.
*Tener cerebro suficiente como para platicar civilizadamente – Aunque Crabbe y Goyle nunca fueron considerados, era mejor prevenir.
*No hablar en demasía- vaya, eso también era importante. Harry odiaba la gente que no se callaba. Los Creevey eran descalificados parcialmente con esta norma
*No ser demasiado silencioso – si. Ningún exceso era bueno.
*No predecir la muerte de Harry en ningún momento- Sonaba absurdo, pero era totalmente cierto. Adiós a Trelawney.
*Tener un buen sentido del humor- Bien, muchos amargados de Slytherin eran descalificados con esto.
*Ser una persona culta e interesada en todo tipo de temas – Si, alguien con una amplia cultura general sería más que adecuado para tener una relación.
*No ser una manguera viviente (Llorar por todo)- Bye bye, Cho Chang. Pero ella ya estaba descalificada desde el principio (N/A: ella era la zorra de la que hablaban al principio del fic. La odiamos)
*No tener demasiado apego al peligro, en cualquiera de sus formas – si, a Harry le gustaban los riesgos, pero no en demasía. Hagrid estaba fuera.
*No ser un pusilánime- Pues aunque los demasiado temerarios no eran la opción, los cobardes estaban descontados también.
*No tratar a Harry como un Dios.- ¿se necesita decir que Harry estaba harto de halagos hipócritas? Harry consideraba esta una de las normas más importantes.
*Ser elegante – Harry no podía estar al lado de un simplón.
*No ser presumido- Ser elegante no significa presumir que lo eres. Pues con esto, Draco Malfoy sale de escena. Muchos otros Slytherin también.
*No usar exclusivamente ropa de tela escocesa –Aunque ni en sus más descabellados planes Harry hubiera considerado a la profesora McGonagall, ella ya estaba desechada.
*Medir más o menos la altura de Harry- entiéndase, NO Profesor Flitwick y NO madame Maxime. Hagrid ya estaba fuera.
*Respetar la privacidad de Harry- pues con eso los Creevey y sus cámaras estaban definitivamente fuera. Además también Rita Skeeter y cualquiera de El Profeta.
*No ser alguien que busque poder- la mayoría de los hipócritas que solo se interesaban en la cicatriz de Harry salían sobrando tras este punto. Los del ministerio también.
*Ser alguien alegre
*No ser demasiado alegre- Harry quería a alguien que sonriera y todo, pero no a alguien como Fred, George o Ron.
*Ser cariñoso
*No ser demasiado cariñoso en público- Para la timidez de Harry y su popularidad, las muestras públicas de cariño eran demasiado. Mejor alguien discreto.
*No ser demasiado extravagante- Nymphadora, perdón, Tonks estaba fuera. Luna Lovegood también.

Y así la lista seguía casi interminable. Al menos eso le parecía a Harry. Pero siguió leyendo y notó como se iban descalificando las personas que conocía. Algunos con comentarios simpáticos como el de “No ser una sabelotodo insufrible” que además estaba medio tachado (al parecer Hermione había tratado de borrarlo) y otros serios como “Alguien que se preocupe por Harry”. Cuando Harry terminó la última línea (“Que no sea adicto a los caramelos de limón”) estuvo de acuerdo en todos los puntos y además, estaba seguro de que no faltaba nada. El problema radicaba en que todas las personas que conocía estaban fuera de la lista. No le quedaba más remedio que conocer más gente, aunque probablemente ni así hallaría a nadie que cumpliera con todos los requisitos. Se imaginó a una persona sin rostro, sin identidad que estaba a su lado.

De pronto, Harry notó que había una última nota, obviamente escrita por Ron:
*QUE NO SEA SEVERUS SNAPE (JAJAJA)

Harry sonrió fugazmente, ¿Cómo se le ocurría a Ron que hiciera falta aquella aclaración?

De pronto, el corazón de Harry estuvo a punto de detenerse, al recordar frases como “Que no trate a Harry como un Dios” “No hablar en demasía” y cosas así. Eran completamente aplicables a Snape. Pero ese no era el problema, el problema era que la persona sin rostro comenzaba a convertirse en el profesor de Pociones. Sacudió la cabeza, en un gesto de completa negación y trató de desechar la idea, pero ésta se aferraba a su cerebro y no se quería ir. Por fin, decidió darle a su cerebro la prueba de que estaba equivocándose. Repasó la lista, buscando cosas que eliminaran al ex mortífago.

Pero para su sorpresa, Severus Snape completaba el perfil deseado. Harry se aferró a frases como “Ser alguien alegre” y “Ser cariñoso” pero siendo razonables… ¿Cómo podía Harry saber si Snape no era alegre o cariñoso en privado? Una sonrisa torcida apareció en su rostro al imaginarse las formas de averiguar qué tan alegre o cariñoso podía ser el ex “cretino grasiento” ¿Qué porqué ex cretino grasiento? Pues porque a partir de este momento en la cabeza de Harry (N/A: en la que está sobre los hombros. Malpensados ) ya no hay vestigios de odio total y ahora Severus Snape es llamado “el prospecto”.

Bien, luego de imaginarse ciertas perversiones, Harry se sonrojó un poco al darse cuenta de lo que estaba pensando y con quién…pero inmediatamente después del sonrojo llegó un pensamiento fugaz pero demasiado realista: Harry podía entusiasmarse todo lo que quisiera, pero eso no le garantizaba ser correspondido.

A partir de ese día una mirada triste apareció en los ojos de Harry, que nadie sabía explicar. Para tratar de animar a Harry, Ron decidió que sería gracioso publicar la lista y ver las reacciones del público al notar que nadie conocido llenaba todos los requisitos. Así que a la mañana siguiente a pesar de las miradas furiosas de Hermione que decía que solo lo deprimiría más, apareció la lista en muchas de las paredes del castillo, e incluso en el vestíbulo.

Cuando Harry iba al Gran Comedor para el desayuno se encontró con las listas y estaba tan impactado, que no notó que acababa de pasar el vestíbulo y desde el Gran comedor cientos de pares de ojos lo observaban, la mayoría con expresión de deseo frustrado. Y es que ya todos se habían dado cuenta de que no eran aptos para el “puesto” de pareja del niño-que-vivió-y-venció; muchos habían revisado la lista una docena de veces y simplemente nada. Nadie podía declararse adecuado, aunque algunos como Dumbledore, McGonagall, Flitwick y Hagrid se habían tomado las alusiones a su persona como algo muy gracioso, especialmente el director, que en una oportunidad comentó que Harry era una persona tan maravillosa que estaba dispuesto a dejar los caramelos de limón (en son de broma, por supuesto)

Pero una vez que estuvo sentado en la mesa de Griffyndor y cuando las miradas hacia él se calmaron un poco, Harry se atrevió a echar una ojeada a la persona que más le importaba. En verdad quería ver la expresión de Severus (N/A: que nadie pregunte de donde sacó Harry la autorización para llamarle “Severus” y no “señor/profesor) debido a que era la única persona que era simplemente desechada sin comentarios. Pero el aludido no parecía interesado en leer la lista, a pesar de que Ron se había encargado de que algunas copias llegaran incluso a las mazmorras. En aquel momento Harry deseó más que nada en el mundo poder borrar la última línea de aquellas endemoniadas listas.

Al día siguiente todavía se comentaba animadamente quién podría ser la pareja de Harry. Muchos ingenuos habían metido a escondidas en la mochila de Harry, pergaminos con frases como “Si quitaras el punto 24 yo podría ser perfecto para ti”. Pero eso no serviría de nada porque el único que podía aspirar a ganar el corazón de Harry, si no lo tenía ya en sus manos, era también el único que no parecía ni lo más remotamente interesado en el joven Gryffindor.

Al mediodía Harry se dirigió a la clase de Pociones con una desesperante parsimonia. No quería sentir la indiferencia de su amor platónico (N/A: qué rápido paso se ser “cretino grasiento” a “amor platónico”). Estaba seguro de que podría manejar el rechazo, pero esa total indiferencia era terriblemente dolorosa, era la señal de que Severus ni siquiera se había parado a pensar en él, y mucho menos se habría planteado tener una relación sentimental con ese “joven malcriado y petulante”.
Cuando Harry llegó al aula en las mazmorras, los de quinto de Gryffindor iban saliendo de la clase. Al entrar, sintió pánico al notar que habían dejado pergaminos en las bancas y eran nada más y nada menos que las listas de requisitos. Antes de que pudiera deshacerse de ellas (no quería ver la expresión de Severus si leía eso) Snape se acercó a los pupitres y con un bufido molesto, murmuró algo que sonó como “no pueden recoger su basura, bola de gryffindors estúpidos”. Ante la mirada preocupada de Harry, se limitó a tomar los pergaminos, hacerlos bolita y tirarlos a la papelera sin siquiera mirarlos. Harry no sabía si sentirse feliz o no. Aquello era una señal de que en verdad lo ignoraba por completo.

El salón se fue llenando en un par de minutos y un rato después todos estaban en silencio. Harry trabajó lo más cuidadosamente que pudo para no hacer ningún estropicio, aunque muy en su interior sentía que si no podía ganar un halago de Severus, podría simplemente hacer algo mal y ganarse una de esas encantadoras miradas despectivas ¿encantadoras? Si, encantadoras, todo Severus era encantador. Pero al terminar la clase, Harry se había limitado a seguir instrucciones con toda la precisión posible. Al embotellar la poción que había realizado, un vuelco en el estómago le recordó que debía ir hacia el escritorio y lo podría ver de cerca. Con una sonrisa que no pudo quitar de su rostro, se dirigió al frente y cuando estuvo cerca del profesor, aún con la sonrisa en su rostro, lo miró y luego de unos segundos, el catedrático lo observó a su vez, y el joven gryffindor se deprimió por completo al notar que la mirada que le dirigió su amado ex mortífago no fue de odio, repulsión, desprecio o simple antipatía, no. La mirada que se posó en la suya era de…nada. Tan vacía como la que se le dirige a la más mínima piedrecilla en el suelo.

Con el más profundo desaliento que había sentido en semanas…años, es más, en toda su vida, Harry se dirigió a su habitación sin prestar atención a que les tocaba Transformaciones. Y estuvo así por mucho, mucho tiempo. Al anochecer, Ron llegó a animarlo un poco y le sugirió que bajara a cenar ahora que podía. Cuando el abatido joven por fin bajó, la cena casi concluía y la mayoría de los alumnos ya se habían ido a sus salas comunes, por lo que los pasillos estaban prácticamente vacíos. Pero, por si acaso, llevaba su capa invisible. Así que cuando escuchó pasos, se cubrió rápidamente para no tener que encontrarse con nadie…no estaba de humor. Lástima que la persona que caminaba hacia él era la única que le gustaría que lo viera…Severus se acercaba por el mismo pasillo en el que él iba, y seguramente lo descubriría (siempre lo hacía) pero no parecía ir atento a buscar alumnos bajo capas invisibles, ni siquiera atento a sus propios pasos, e iba perdido leyendo un pergamino con un interés que rayaba en la adoración.

-Potter ¿Qué diablos haces?- Harry sintió que el corazón se le detenía, en parte porque Severus le estaba hablando, pero mas que nada porque lo había descubierto, pero entonces se dio cuenta de que Snape iba hablando solo y que estaba leyendo la lista… ¡la lista! El joven Potter supuso que su profesor se refería a la tontería que había sido publicar la estúpida lista. Seguramente pensaba que era un intento más por llamar la atención, pero entonces- ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Porque me haces esto, Harry?... ¿porqué? ¿Por qué me odias tanto?- un suspiro escapó de los labios, los deliciosos labios (N/A: y esto no solo lo opina Harry) de Severus y murmuró- Me conformaría con que solo me trataras como a los demás…

¿Sería lo que él imaginaba?... bah, no podía ser tan perfecto, pero ¿y si …? Y entonces se escuchó apenas: “Mi Harry, ¿porqué?”

Ahora si que Harry sabía que estaba muerto y se había ido al paraíso: Severus lo había llamado su Harry, ¡SU HARRY! Y en eso el niño-que-vivió-y-venció estaba completamente de acuerdo. Era completa y definitivamente suyo. Sentía el impulso de lanzársele encima y comérselo ahí mismo, pero cuando se dio cuenta, el profesor de pociones simplemente había desaparecido y Harry no sabía en que dirección había partido. Decidió volver a su habitación y pensar las cosas. ¿Qué tal si no era lo que él imaginaba? No podría saberlo si no hacía nada. Pero hacer algo no significa hacer una tontería.
Lo mejor sería ir a lo seguro.

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A la mañana siguiente, un sonriente Harry se vistió rápidamente y bajó a desayunar, aunque antes de entrar al Gran Comedor se puso una máscara de normalidad para disimular su buen humor. Todo el día, el humor del gryffindor estuvo imperturbable, a pesar de que seguían llegándole mensajes con inocentes y no tan inocentes propuestas románticas. A la hora de la cena, la felicidad se mezclaba con el nerviosismo, pero ya no podía hacer nada sino esperar. Hasta que al fin llegó la señal.

Una lechuza apareció en el Gran Comedor y dejó una carta a Severus Snape. …l la tomó, en medio de las miradas de la mayoría y la abrió con fingida calma, pero por dentro se moría de curiosidad. Empalideció ligeramente cuando terminó de leer la nota, pero nadie lo notó excepto un joven de cabello azabache. Dejó aun lado la nota como si nada, pero discretamente echó una mirada por entre los presentes para ver si había alguna cara de culpabilidad, pero nada. No había señales de quién pudo enviarle esa misiva, que con letras de El profeta decía simplemente:

“¿HasTA cUanDo vAs a sEgUir finGIeNdO?”

¿Qué podría significar? ¿Sabía alguien de su secreto? Estaba a punto de mirar hacia algún punto en particular de la mesa de Gryffindor cuando otra lechuza llegó al Gran Comedor. Era especialmente llamativa, de color negro y ojos extrañamente claros. Voló elegantemente hasta posarse frente a Snape y le extendió una carta, también negra y con la escritura en tinta plateada.

“Para: Severus”

Sin importarle en lo más mínimo que muchos lo observaban intrigados, abrió la carta… se sentía inquieto, porque además creía reconocer la letra del sobre, esa letra que miles de veces se quedó viendo por horas al revisar exámenes. Pero no era posible porque el sobre decía “Severus” un nombre que esa persona nunca utilizaría. Desdobló el pergamino negro que estaba dentro del sobre y empalideció aún más. La misma letra, aquella que él sabía que no podía confundir, formando todas y cada una de las palabras de la lista. Esa lista que le había confirmado que no tenía ni la más mínima esperanza. ¿Qué no se conformaba Potter con despreciarlo tan directamente, si no que debía recordarle su dolor? Porque estaba seguro de que todo esto se debía a que lo había descubierto. Había descubierto lo que Severus sentía por el joven y se estaba burlando de sus sentimientos, echándole en cara que lo repudiaba. Estaba a punto de destrozar el papel, reducirlo a polvo, lanzarle un Avada si era necesario, para quitarlo de su vista, cuando simplemente escupió el café que estaba bebiendo, llevado por la sorpresa.

Y sorpresa la que se llevaron todos al ver la escena ¡Severus Snape, que nunca había perdido el control ni frente al mismísimo Lord Voldemort, ahora estaba estupefacto mirando una carta! ¿Qué sería lo que tenía esa carta que lo había descolocado así?

Simple: la frase “Que no sea Severus Snape” estaba encerrada en un círculo y la palabra “no” estaba tachada. Luego de eso estaba dibujado un pequeño corazón con las letras “H y S” dentro. Por último, estaba cuidadosamente trazada la firma del ser que Severus Snape más amaba en el mundo, el mismo que con sus hermosos ojos esmeralda ahora lo observaba ansioso, esperando una respuesta.

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¿Qué tal? ¿Les gusta?
Lamentamos descuidar los otros fics pero es que nuestros musos llegaron y no se iban, pero no nos inspiraban para los fics que ya tenemos, sino para otras historias. Agréguenle a eso que teníamos muchas ganas de hacer un Harry/Sev, aunque algo ligero, corto y sin dramas ni grandes complicaciones. De hecho, se nos antojaba algo de humor, pero parece que no somos buenas para eso(en serio, si escribiéramos escenas de humor como SnapeWhite). Total, ojala que les guste, aunque sea solo para alegrar el rato.

Mándennos un review, para saber si somos buenas en el arte del one-shot, o mínimo aceptables. Es que tenemos bastante material, pero no podemos actualizar muchas historias a la vez y la mayoría de las ideas se convierte en one-shot, aunque hasta ahora no habíamos publicado ninguno.

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