Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Celoso por un gato por AnonimoHarui

[Reviews - 8]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Oooola mis amados lectores.

Lo se, se que piensan ¡¿Por que subo esto en vez de Mi amado Brabucon?! Bueno, tengo los capitulos, pero lo que pasa es que ahora pude usar la compu, pero debo salir rapido ya que le dije a mi hermana que era para buscar algo, bueno...

Estoy en encierro, no me dejan salir, ni usar la compu hasta terminar las finales, por eso no podre subir nada hasta el 26 de diciembre ¡Lo se horrendo! D: pero asi dijo mi hermana T.T Y ella da miedo O.O

En fin, este es para compensarles la demora. Es mi primer One-shot, lo dividi en dos capis ya que sino se haria demasiiiiaaaaaaaaadooooooo larga, por eso, espero que les gusten y que me dejen sus hermoso comentarios :D

Un gran abrazo y nos vemos depues. n_n/

Celoso por un gato

 

Era un día muy bello en el pueblo de Konoha, ya había pasado la guerra ninja, las cosas estuvieron locas luego de eso, pero al fin reinaba la paz. Los aldeanos, algunos aun haciendo toques a sus hogares, caminaban y se les notaban en sus rostros sonrisas, los niños jugaban, en una parte se veía a Konohamaru a su equipo riendo porque su compañeros de lentes se tropezó y seguía en el piso, en otro lugar cerca de los arboles Kakashi leía su libro, Iruka y Yamamoto estaban haciendo algunos papeleos para las pequeñas misiones que se haría para recaudar algunos fondos, el equipo ocho estaba en su lugar de entrenamiento practicando cada uno con sus especialidades, justo cerca de ahí llegaba corriendo Lee que entrenaba arduamente junto con Gai y como siempre con sonrisas de que el trabajo duro es regocijante, mientras Ten-ten los miraba con una sonrisa nerviosa por la pena que causaba, pero también por la admiración que sentía. Chouji abría una bolsita de papas y las depositaba en un tarro para dejarla a un lado y comenzar un juego con Shikamaru quien ya había acomodado las fichas, Chouji se había aficionado con ese juego de pensar, nunca creyó que le agarraría la mano peor ahora ve que si pudo y le gustaba jugarlo, aunque la mayoría, ósea todas, perdía si se trababa de Shikamaru como su oponente pese a eso le divertía pasar tiempo con su mejor amigo. A lo lejos, en la torre Hokage se veía a Tsunade con mucho papeleo pero tranquila mientras tomaba un poco de té para quitarse la pesada mañana que había transcurrido, junto a ella se encontraba Shizune ayudándola con los trámites pero con una sonrisa, la pelinegra volteo para ver a su cerdito que descansaba plácidamente en su cojín esto también fue visto por la rubio que resoplo.

- Vaya, ojala yo pudiese dormir como él – Se quejo de la buena suerte de la mascota, Shizune rio por lo bajo.

- No se queje Lady-Tsunade, cuando termine todo esto podrá descansar cómoda – La rubia la miro con reproche y fijamente - ¿Qué?

- Siempre dices eso, pero cuando al fin termino llegas con más papeles. Creo que tendré que clasificarte como mentirosa Shizune – La amiga de esta rio nerviosamente, ya sabía que ahora la Hokage estaba molesta. – Bien, luego hablaremos de tus mentirosas, ahora acabemos con lo más importante – Viendo documentos de los Kagues de las otras aldeas. La pelinegra sonrió.

- Y pensar que hace 8 meses, todo estaba patas para arriba ¿No? – Con una sonrisa.

- Si, pero ya todo se calmo así que no debemos de hablar del pasado deprimente – Recordando todo lo que había pasado durante esa guerra, mas le pesaba la muerte de su antiguo amigo… Jiraiya, sonrió con nostalgia – El… hubiera estado feliz y riéndose de esto ¿No? – Shizune la miro sin comprender, pero al ver su mirada triste y llena de nostalgia, comprendió a que se refería.

- El hubiera estado más que contento, se habría sentido orgulloso, estaría desbordando de alegría por esta paz que siempre quiso que hubiera – Llenando también con los recuerdos de él.

- Si – Agachando su rostro – Y yo que me reía de su libro…al fin ese sueño que él escribió, anhelo, deseo y quiso… llego, y gracias a ese loco que nunca se rindió ante nada ni nadie – La ojinegra sonrió al saber a quién se refería. – Al que siempre eligió su camino, un camino de sentimientos y dolor, que pese a eso, logro sacar adelante los sueños de todos, siguiendo su corazón.

- El se convirtió en alguien importante para todos… solo él puede encontrar la luz en el sendero más oscuro, hallar el más mínimo signo de bondad en alguien, hacer cambiar a las personas y hacerlas luchar y no rendirse – Sonrió mas.

- Lo sé Shizune, ese chico… será el más grande Hokage que hubo y que habrá en la vida… no hay duda de porque se llama…

 

- ¡¡NAAAAAARUUUUTOOOO!! – Grito llena de enojo y alzando el puño - ¡Mira lo que hiciste! – Agarrándole de la campera y haciéndolo que mire el desastre que hizo.

- ¡Que no fui yo, Sakura-chan, dattebayo! – Trato de explicarse asustado con lo que sea que le hará su amiga.

- Estas muerto ¡¿Sabes cuánto tardare en recuperar ese muestras?! – Viendo los frasquitos en el suelo tirados.

- ¡Que no fui yo-ttebayo! – Seguía tratando de justificarse, pero la mujer no le dejaba seguir.

- ¿A no? ¡¿Y quién fue?! – Agarrándolo esta vez de la parte del cuello esperando el comentario estúpido del rubio para mandarlo a volar hasta las afueras del desierto de Sunna.

- ¡¡No lo sé, cuando entre ya estaba así!! ¡¡Lo juro, de veras-ttebayo!! – Esperaba enserio que le creyera, ya que estaba diciendo la verdad, pero al parecer a la pelirosa no le basto eso.

- ¡¡Ahora si vas a…!! – Preparando su puño haciendo que los músculos de sus brazos saltaran asiendo aterrar a Naruto.

- Ah, Sakura-san qué bueno que estas aquí – Dijo una enfermera interrumpiendo lo que la chica iba a hacer, esta la miro aun con rabia por lo que hizo el rubio y este le agradecía a la enfermera por haber interrumpido.- Bue-bueno parece que está ocupada, así que lo diré rápido – Se giro a la puerta – Pasa – Ahí entro tímidamente otra enferme – Ella es Kitomi y empezó hoy y debe decirte algo – La ojijade le prestó atención.

- Y-yo, etto, yo… ¡Lo siento! – Sakura cambio a una cara llena de dudas al igual que Naruto quien aun era prisionero de su amiga – Yo estaba limpiando y, y pues, sin querer, rompí sus frasquitos, lo, lo lamento mucho – Inclinándose por la pena que sentía.

- ¿Tú? – Miro incrédula, después lentamente paso su vista a Naruto algo nerviosa y cuando cruzo sus ojos vio la cara de enojo y reproche con la que le miraba el ojiazul – Jeje – Lo soltó – Bueno…

- Sakura-chan – Con la voz algo tenebrosa.

- Bueno como sea – Viendo a las enfermeras – Esta bien, gracias por decirme no pasa nada – Hizo un gesto restándole poca importancia, el rubio se indigno.

- Arigato Sakura-san – Kitomi agradecía muy feliz – Gracias.

- No hay de que – Respondió, el rubio atrás de ella estaba haciendo caras y movía las manos queriendo como quitarse la bronca que había.

- Nos retiramos, ves te dije que ella es buena – Se oyó al irse las mujeres. Sakura reía nerviosamente y miro poco a poco donde se encontraba Naruto con los brazos cruzados y una cara llena de molestia con un tic en el ojo.

- Jeje…. ¿Pasa algo? – Ahí al rubio le salto en la cara una vena.

- ¡Sakura-chan! – Le grito, la chica hizo un signo de protegerse y una carita arrepentida tipo anime

– Perdón, perdón, perdón, lo lamento, debí creerte…

- ¡Ese no es el punto-ttebayo! ¡Para otros está bien! ¡Pero a mí me pateas el culo! ¡Eso es injusto-ttebayo! -  Y le dio la espalda a su amiga. Sakura supo que metió la pata bien metida.

- Perdón, Naruto ¿Cómo puedo compensarte? – El rubio hizo un gesto de pensar y sonrió, la ojijade supo que se arrepentiría de esas palabras.

 

Unos momentos después se encontraban ambos en el Ichiraku, donde había gente sonriente, no mucha, pero había. El Ichiraku pudo restablecerse otra vez y aun conservaba su cotidiano aspecto pero con algunas mejoras y nuevos toques, Naruto le gustaba más el antiguo, pero como dicen el cambio no está mal e iba a aceptar ese cambio, mientras no cambiaran nada de su preciado ramen todo estaba de maravilla. Antes, el rubio hubiera pensado que esto era una cita entre ambos, pero ya no, ya como que se harto de ese ir y venir de la pelirosa, además sabe que esta jamás lo va a querer como algo más que un simple mejor amigo, como él ve a Hinata, como un muy buena amiga, eso pensaba mientras comía y como si su compañera de ramen le estuviera leyendo la mente dijo.

- Esto no es una cita Naruto – El rubio alzo la miraba mostrando un rostro inexpresivo, cosa que no supo que responder la pelirosa, era como si le diera completamente igual.

- Lo sé, no debes decirlo – Tomando un poco mas de caldo y diciendo en bajo – Ya no me interesa eso – La chica le oyó y se estremeció un poco por eso, así que le interrogo con la mirada, Naruto supo que quería explicaciones, así que suspiro y la miro con una sonrisa. – Que ya no debes preocuparte por eso Sakura-chan, que ya sigo adelante – Tomando un poco mas de caldo – No iba a ser siempre ese niño tonto que iba de tras de ti como un perro-ttebayo – Sakura frunció un poco el seño sintiendo algo de tristeza, el rubio se rasco la nuca – Oh, perdón. Creo que lo dije bruscamente ¿no? Lo siento-ttebayo – Sonriendo más. La chica no cambio de expresión e iba a decir algo pero algo lo impidió.

- ¿Qué hacen? – Llego a su lado el chico de ojos oscuros al igual que cabello  el cual Naruto persiguió por un tiempo.

- Nada teme, solo Sakura-chan me invito un ramen para disculparse por…

- ¡Naruto! – La chica le lanzo su plato vacio al ver que el rubio iba a hablar de más. – Jeje, no es nada Sasuke-kun, solo comíamos algo, jeje – Decía nerviosa y el rubio seguía en el suelo con los ojos en espiral.

- Ya veo – Dijo como si le diera igual y se sentó en el asiento que sobraba y exhaló aire signo de cansancio.

- Acabas de terminar de hacer servicio a la comunidad ¿No? – Sonriendo gentilmente, el azabache asintió. – Ya veo, debes estar cansado ¿Qué tal si luego vamos al hospital? Te recetaré algo para que no te duela tanto el cuerpo – El pelinegro abrió un ojo viéndolo, sonreía con gentileza y tenía un muy tenue sonrojo, suspiro más cansado aun.

- No gracias, si me acostumbro a los medicamentos no resistiré nada – Apoyando un codo en la mesa y acostando su rostro en su cara.

- AH, bueno está bien, para la otra – Dijo algo decepcionada. Habría creído que ya había superado esa faceta de Sasuke pero aun quedaba algo de aprecio, no amor, pero aprecio y no podía evitarlo aunque luchara una y otra vez con su yo interna.

- Ah, Sakura-chan, eso me dolió-ttebayo – Se volvió a sentar en su silla.

- Pues deja de hablar a lengua suelta – Dijo volteando el rostro, Naru se rasco sin comprender mucho pero le resto importancia e iba a continuar comiendo pero se llevo una sorpresa al no ver su ramen - ¡Wuaaa! No está mi ramen ¿Dónde…? – Sus dudas se fueron al ver que lo tenía el Uchiha y lo comía normalmente. - ¡¡¿Qué te pasa teme?!! ¡¡Ese es mi ramen!! – El otro hacia como que no le escuchaba.

- Naruto déjalo, ¿Qué no ves que está cansado y hambriento? Además este es tu quinto tazón, déjalo comer en paz – El rubio miro mal al teme y a Sakura, siempre lo defendía a él, claro, siempre trataba bien a medio mundo pero a él le daba patadas que lo dejaban en coma. No iba a soportar más.

- ¡Teme! ¡¿Qué es lo que tienes tú para que Sakura-chan te defienda siempre?! – Agarrándole la cara y estirándole los cachetes haciéndole doler al otro.

- ¡¿Qué rayos te pasa usuratonkachi?! ¡Suéltame! – Tratando de sacárselo de encima. Sakura veía esto con los ojos en punto, y feliz, así parecía que nada jamás cambio desde pequeños eso la hacía sonreír. Sonrisa que desapareció al sentir como el tazón del ramen se le cayó en la cara y se mojaba toda. Los dos chicos se inmovilizaron por esto.

- Sa…Sakura-chan – Balbuceo el rubio, pero solo vio como la chica dejo ver el rojo de sus ojos y gritaba de furia.

- ¡¡NAAAAAARUUUUTOOOO!! – Y se escucho una gran explosión y un grito del pobre Naruto.

En la torre Hokage, lady Tsunade y Shizune oyeron esto y rieron.

- Ya está causando problemas otra vez – Dijo la pelinegra aun sonriendo.

- Es obvio, porque si no, no sería Naruto Uzumaki – Y continuaron su ajetreo.

 

Ya estaba anocheciendo y se veían dos personas caminar por la calle para llegar a la casa de uno de ellos.

- No entiendo ¿Por qué solo me golpean a mí? – Lamentándose de solo él tener dos tremendos chichones en la cabeza. El que lo acompañaba era nada más y menos que Sasuke.

- Porque siempre eres tú el que causa alboroto – Riéndose internamente de la desgracia del chico, pero también sintiéndose enternecido por él.

- Seguro tú te estás riendo por dentro de mi desgracia – Le acuso, el azabache emitió un “Hmph” sin prestarle atención, aunque se sorprende que siempre el rubio le atinaba a como se sentía. – Encima yo debo compartir mi hogar con un teme como tú, es mala suerte, aunque no puedo quejarme ya que yo dije que te alojaría y te vigilaría – Mirando a otra parte. El azabache oyó atentamente eso.

- Y aun no me dices el porqué. – El rubio sonrió.

- Y jamás lo sabrás del todo, pero si te diré – Viendo a su compañero pelinegro de manera cálida y adorable, aunque el rubio no supiera lo segundo – Porque eres mi amigo, jeje – El azabache abrió los ojos y volteo el rostro para que el otro no viera su sonrojo. – Ok, ya hay sueño así que a dormir – Dijo una vez en su hogar, después de bañarse, cambiarse y comer algo.

- Ok – Dijo haciendo lo mismo después de imitar al rubio en todo y se acostó en el futón del piso al lado de la cama del Uzumaki.

- Descansa teme – Dijo dando la espalda al nombrado y viendo como no había respuesta dijo lo otro en bajo – Que duermas bien – Con voz suave y pacífica y sonriendo para quedarse dormido sin saber que el Uchiha si lo había escuchado y sonrió.

- Descansa, Naruto – Y se acomodo para dormir. Hace más de 6 meses que vivían juntos, por lo menos la casa del rubio estaba limpia y organizada y ahora con el azabache era más limpia y organizada. Cada día ellos mejoran su amistad y cada día en cierto azabache crecía un sentimiento más y más anhelante que ya sabía que no ocultaría mucho tiempo.

 

Llegó la mañana siguiente y el primero en levantarse fue el azabache quien desayuno ligero ya que debía irse a cumplir sus horas de servicio como lo estuvo haciendo desde hace 7 meses, solo faltaban 3 meses más y ya estaba libre… de eso, ya que Tsunade dijo que cuando terminara con eso sería puesto en misiones y no podía desobedecer ninguna y asistiría siempre que fuera llamado. Estaba cansado, pero sabía que cuando al fin terminara con eso podría ser más libre y estará menos cansado que ahora. Miro a Naruto al entrar a la pieza a alistar su mochila, lo vio dormir tan plácidamente que sonrió por lo tierno que se veía, se reprocho, sabía que el rubio jamás sentiría lo que el, pero con solo estar a su lado bastaba, aunque no sabía por cuanto iba a pensar así. Sin más salió antes de perder la cordura y saltarle encima al  bello durmiente.

Pasaron al menos una pocas horas, ya era mas de día cuando se levanto, miro cuidadosamente a su alrededor, Sasuke ya se había ido, se lamento no haberse levantado temprano para acompañarlo a desayunar o despedirlo, pensó que el azabache debía sentirse agotado, harto y solo por todo el trabajo que hacía, pero era eso o la cárcel o hasta una sentencia peor… que no podía nombrar ni pensar que pudo haber ocurrido eso ya que el Uchiha era muy importante para él y jamás permitirían que le hicieran algo, bajo un poco la cabeza apenado, si Sasuke supiera todo lo que hizo para que lo dejaran tranquilo y en custodia en su casa, moriría de la vergüenza, estaba seguro que ese maldito se reiría de lo patético y hablador que llego a ser solo por él y eso le llenaría su pecho de orgullo y se haría más engreído. Aun así no se arrepentía ya que ahora no está más solo en esa casa, sabía que también estaban la casa de Sasuke para ir, pero esa estaba llenos de recuerdos malos y desoladores, por eso decidió que sería en la suya. Ahora estaba con él y no podía sentirse más feliz. Se sonrojo al ver lo que estaba pensando ¿Qué estaba haciendo? ¿Por qué hay latidos en el corazón? Sasuke era un amigo y… seguiría siendo así. No supo porque pero esa idea le deprimió un poco. No le dio más asunto y se dispuso a desayunar un poco.

Ahora se encontraba martillando arriba de un tejado en una casa en construcción, ya debía pasar del mediodía, estaba agotado, pero su labor no terminaba hasta las dos de la tarde. Era algo pesante, de 6 am a 2 pm y sin descanso era muy estresante además que algunos no siempre lo trataban bien, al menos ya no lo miraban con odio como al principio, es más, hasta ya le felicitaban y a veces se apiadaban y le daban algo de tomar y agradecía eso, ya que se podía haber muerto de una insolación. Sabía que cuando esto acabara no lo iba a extrañar jamás, aunque no le molestaría usar ese nuevo don que tiene, el de construir casas y planificarlas, para hacerse una para el… y tal vez para alguien que le acompañe, porque no podía seguir siendo el señor del hielo, debía buscarse a una pareja si quería reconstituir su clan, pensaba eso, pero por el corazón hizo que otra imagen apareciera por su cabeza, él en su nuevo hogar leyendo cómodamente en el sofá y alguien llegando y dejándole algo fresco para tomar y él se sentaba mejor para agradecerle con una sonrisa y este se la devolvía con una mas resplandecientes como era siempre en el, en Naruto, y él ante esa sonrisa se acercaba a su rostro para…. Abrió los ojos alterado de lo que imaginaba, era una locura, sabía que le gustaba el dobe ya no podía negar eso pero ¿Qué tanto le gustaba incluso para imaginarse una vida con él? no, la verdad eso se estaba saliendo de su control, si no hallaba la manera de salir antes de sucumbir ante ese sentimiento, no iba a querer volver a ser el mismo, ya que sabía que él era posesivo y si alguna vez llegara a tener al rubio, jamás podría soltarlo. Se sonrojo mas al ver lo que pensó y continuo su labor, debía terminar rápido y hallar alguna chica o podría… o podría…. Enamorarse muy mal del rubio.

Eso debía haber hecho… pero ya pasaron algunos meses y ya casi terminaba con su servicio a la comunidad y que paso con lo que había dicho, jamás busco a esa chica, ninguna le llamaba la atención, nada, era como maniquís sin vida según él y para mal de los peores, paso lo que menos quería que pasara… se estaba enamorando mas del rubio y si, ya se podía considerarse amor. Naruto últimamente se levantaba temprano para desayunar con él y no era ramen, eran desayunos normales que hace mucho el no comía, se sorprendió que el rubio supiera cocinar y lo hacía excelente, pero jamás lo admitiría, aun así cada vez que comían juntos y veía la sonrisa grande de Naruto su corazón palpitaba a mil por hora y eso hasta le dificultaba en hablar con su amigo ya que debía voltear constantemente el rostro para que no viera su sonrojo. Pero aun recordaba cuando se le estuvo por salir del pecho por la felicidad y se dio cuenta que ya era tarde… se había enamorado de Naruto.

------------------------------------------------ Flash Back ---------------------------------------------------------

Había llegado cansado de su labor y salió más tarde, muy, muy tarde, prácticamente ya anochecía. Al llegar vio que el rubio ya estaba en casa y sin más se adentro, pero no esperaba que Naruto lo recibiera.

- Teme ¿Qué paso? ¿Por qué llegaste tarde? – Dijo algo ¿Preocupado? No sabía, de seguro su mente le jugaba un juego.

- Solo trabaje dobe, déjame llegar tranquilo – Dijo con su muy característico tono de me estorbas haciendo sentir mal al rubio, aun así Naruto sonrió, desconcertando mas al azabache.

- Si… debes estar cansado. Te prepare el baño y una muda dentro, cuando salgas vamos a cenar ¿Si? – Y se perdió en la cocina. Sasuke no entendía la actitud del ojiazul pero estaba cansado y ese baño le vendría de maravilla.

Como dijo Naruto la bañara estaba llena con agua caliente. Se dio una rápida ducha, se lavó el cabello y sin más se sumergió en esa gua que lo llamaba para relajarse, todo su cuerpo se aflojó y disfruto de esa paz, aunque recordó que Naruto le dijo que ya estaba lista la cena y no podía quedarse ahí mucho, aunque muchas ganas de comer ramen no tenia había hambre y devoraría cualquier cosa. Una vez secado vio que Naruto le dejo una playera negra y unos pantalones algo holgados para casa de color marrón claro y unos interiores, se sonrojo al pensar que el rubio reviso su ropa, pero tampoco le incomodo, era como algo que le llenaba de satisfacción, saber que el rubio se acercaba mas a él de cierta forma. Sacudió su cabeza y se dispuso a vestir, una vez hecho salió del baño con una toalla en el cuello larga aun secando un poco su cabello y llego al comedor-cocina donde estaba Naruto feliz tarareando una canción mientras servía los platos. Esa imagen lo deslumbro, se le veía tan feliz, tan pacifico, tan adorable… tan lindo que se fue acercando a él, pero antes de hacer cualquier cosa el rubio volteo y le sonrió haciendo reaccionar a Sasuke y volteando para que el otro no viera su sonrojo tremendo, Naruto le extraño el comportamiento de su amigo pero aun así volvió a sonreír.

- Vamos teme, siéntate, es hora de comer – Y así lo hicieron.

- ¿Y qué es? – Sabiendo que era obvio, el rubio sonrió más y dijo.

- Es arroz blanco con perca y calabaza acompañada con ensalada y sopa de miso – Era algo simple pero impresionante el saber que el rubio sabia hacer otras cosas, aunque estaba sorprendido añadió.

- Genial, ahora moriré de envenenamiento – Ese comentario valió la pena al ver la cara del rubio molesta y reprochante.

- ¡Cállate y come! – Comieron, estaba delicioso, Naruto esperaba algún comentario de Sasuke, pero este no lo hacía, agacho la cabeza sabiendo que estaba cansado y que no podía pedirle mucho.

- Esta bueno – Volvió a subir la cabeza – Esta muy bueno. Gracias por la comida – Naruto se sorprendió porque lo haya halagado, abrió sus ojos grandes y los fue entrecerrando despacio, y sonrió muy feliz con un sonrojo, fue un flechazo al corazón del Uchiha y si no fuera por la poca cordura que le quedaba hubiera hecho algo que pudiera estar arrepintiéndose – Gracias, me retiro – Y así se fue a dormir, siendo seguido momentos después de que el rubio lavara todo.

A la mañana siguiente paso algo similar, Sasuke se levanto y quiso mirar al rubio pero no estaba, se levanto, se fue a preparar para irse a trabajar, tal vez Naruto había tenido alguna misión, se sintió mal por no aprovechar mas el tiempo con él. Al salir un aroma le invadió y le dio hambre llego al comedor y ahí estaba Naruto sirviendo el café.

- Buen días-ttebayo – Dijo con una sonrisa, otra vez el azabache volteo el rostro sonrojado.

- ¿Qué haces despierto tan temprano dobe? – Con su típico tono.

- Hice le desayuno. Siéntate comamos-ttebayo – Dijo muy animado. Sasuke vio la mesa, eran tostadas calientes que podía untar con mermelada, mantequilla o dulce, un plato de arroz con huevos y salchichas y una taza de café y un vaso de jugo exprimido, eso fue demasiado.

- Bien ¿Quién eres tú y qué hiciste con Naruto? – Dijo algo preocupado. Naruto se sintió divertido y ofendido.

- Deja de decir babosadas temes y siéntate. Pronto debes ir a trabajar-ttebayo – Sin más el azabache se sentó y empezó a comer, en verdad estaba sabroso pero la pregunta que se hacía era ¿Por qué?

- ¿Por qué estás haciendo esto dobe? – Naruto le miro sin comprender – Cocinar, limpiar, atenderme. Tú no eres así – Reprocho, Naruto bajo la mirada, se sintió algo herido por las palabras del mayor.

- Eres un teme – Dijo algo molesto, pero antes de que Sasuke reprochara y hubiera una pelea, le dijo. – Porque… me di cuenta que no pasábamos tiempo juntos, te vas a trabajar comiendo poco, llegas tarde a veces y cansado, yo te doy ramen y tú te debilitas por eso… creo que era egoísta de mi parte pensar solo en mi, por eso… por eso… - Levanto la mirada -  Quería pasar más tiempo contigo y quería que estuvieras bien, por eso me esforzare para que te alimentes mejor y trabajes mejor yo quiero… - Mirando hacia abajo algo sonrosado – Que estés bien Sasuke… que estemos bien – Ahí a Sasuke se le iba a explotar el corazón, Naruto hacia esto por él para que estuviera bien, para pasar más tiempo juntos… además que él le estuviera diciendo eso con ese rostro apenado le hacía hacer latir mas su corazón – Sasuke – Naruto le llamo al ver que el otro no decía nada.

- Gra… Gracias – Dijo agachando la cabeza, para Naruto era más que suficiente y sonrió, pero para el azabache no era suficiente, el anhelaba hacer algo él quería… quería… que Naruto le amara, quería que estuvieran juntos, quería besarlo… quería… o mierda… ya esta…. Se había enamorado de él.

--------------------------------------------- Fin del Flash Back ---------------------------------------------------

Si… recordaba ese día siempre, cuando su corazón estaba a punto de salirse y solo se calmo cuando a si mismo se confesó que amaba al rubio, pero ahora, cada vez que lo pensaba aparecían dolorosos latidos que amenazaban con matarlo si no se confesaba rápido y es que no podía, no iba a poder ver jamás a Naruto si era rechazado, sería como un karma… de tantas veces que el rechazo a las chicas, el iba a ser rechazado por Naruto… no, no se iba a arriesgar. Ahora estaba terminando de pintar un cuarto, solo esperaba no morir con todo eso que sentía.

Ya estaba almorzando en el Ichiraku, en verdad jamás se cansaría de eso, amaba el ramen, pero había otra cosa que amaba incluso más que esa comida, se sentía feliz, y nada podía cambiar su ánimo.

- Hola Naruto – Dijo una voz - ¿Cómo siempre comiendo, eh?

- Hola Kiba, Akamaru, Shino, Hinata-chan – Todos se saludaron - ¿Qué hacen aquí? – Kiba suspiro.

- Vinimos a comprar ropa – Sarcástico, aunque el rubio no se dio cuenta.

- Ah, no sabía que Ichiraku vendía ropa-ttebayo – De lo más inocente.

- No seas baboso, obvio que vinimos a comer – Sentándose al lado de él.

- Jeje, veo que tu humor nunca cambiara aunque te des un baño anti-pulgas.

- Voy a morderte si sigues con esos comentarios – Naruto rio mas  los tres compañeros de equipo pidieron su comida y algo para Akamaru.

 

Sí todo estaba muy tranquilo. Cerca de los campos de entrenamiento 7 se veía a una rubia y a un pelinegro hablar. La chica se inclinaba y juntaba las manos en forma suplicante y el pelinegro dudaba.

- Ino, no sé si…

- Por favor te lo ruego, acepta Sai – Decía con muchas esperanzas de que aceptara.

- Pero es que… - Cerca de ahí pasaba una pelirosa que cuando vio y oyó eso puso una mirada picara y fue con ellos.

- ¡Hola! ¿Qué hacen? – Dijo haciéndose la inocente. Sai se veía nervioso.

- Ah, bueno, Ino me propuso algo y no sé si debería aceptar – Desviando la mirada aun pensando que no era buena idea.

- Por favor Sai, por favor, estoy desesperada – La ojijade se regocijaba al ver la desesperación de su rival rubia ante no recibir una aceptación de su confesión, aunque tampoco era tan mala, ella fue rechazada de una manera cruel por el azabache cuando eran niños y no quería que Ino sufriera igual, aunque sabía que Sai era un poco mas caballero cuando se trataba de los sentimientos de otros.

- Vamos Sai, dale la oportunidad a Ino, ella es buena – No creyéndose mucho ella lo que dijo, pero tratando de ayudar ante las miradas sorprendida de ambos.

- ¿Enserio crees que deba aceptar? – No viéndose muy convencido.

- ¡Sí! – Sin dudar ni un minuto no sabiendo lo que en verdad hacia.

- Ok, tu eres un ninja medido muy bueno, creo que podre confiar en tu criterio – Sakura no sabía que tenía que ver la confesión de Ino con que ella era una gran especialista medica. – Ok Ino, acepto… hazlo – Desabrochándose su gran chamarra, Sakura se sobresalto y se sonrojo de tal sobremanera.

- Esperen no lo hagan en frente de mí, eso es obsceno e indebido – Ino la miro como diciendo que decía.

- Sakura, cállate – Le miro avergonzada con lo que sea que estuviera pensando la pelirosa. Sai dejo su abrigo en el piso y solo se alejo varios pasos – Muy Sai cierra los ojos – El pelinegro asintió y los cerro.

- ¿Eh? Ino ¿Qué harás? – No segura de lo que pasaba.

- Practico una nueva técnica, como ya varios rechazaron le pedí a Sai muchas veces, pero lo convencí gracias a ti – Sakura ahora se sentía culpable y quería refutar, pero primero saber de qué se trataba esa técnica. – Bueno, es algo nuevo, es un jutsu de hipnosis – Sakura no entendió – Como mis otras técnicas, me meto en la mente del enemigo, pero esta vez lo manipulo para que se crea que es algo o alguien completamente diferente, ósea que juego con su identidad para obtener una ventaja y se olvide que es un ninja o hacerle creer que es un ninja de Konoha, también pudo hacer que hagas cosas, como el jutsu de destrucción de mente, pero en esta no debo forzarlo cansándome yo, ya que estará moviéndose por orden de lo que yo diga,  una técnica muy buena y útil si sabes hacerla – Sakura oyó fascinada eso pero reacciono de su asombro.

- Pero, no deberías…

- Ahora… ¡Jutsu de hipnosis! – Hizo sellos con las manos y termino de una forma que los dedos meñiques, anulares y pulgares quedaran juntos y los otros entrelazados. Sai que estaba con los ojos cerrados sintió una punzada aguda y los abrió emitiendo un grito ahogado y doloroso para volverlos a cerrar con su cuerpo más relajado, como si durmiera parado. – Bien, la primera parte esta… ahora que debo hacer o decir que haga – Pensando sin deshacer el sello de sus manos.

- Ino basta deja a Sai en paz -  Trata de ir hacia Sai para despertarlo – Sai despierta…

- Sai, evade a Sakura – En ese momento Sai se movió hábilmente no dejando que Sakura se le acercara.

- ¡Ino! – Le reprocho.

- Perdón, pero ahora, ves que funciona – Sonriendo – Que tal si lo pongo a hacer cosas locas – Con cara de malicia.

- Ino ya déjalo – Yendo hacia ella.

- No, Sai, defiéndeme – En ese momento el peligro apareció frente a Sakura retadoramente con los ojos ligeramente abiertos pero su color era más claro por la hipnosis. El chico saco un kunai listo para empezar.

- ¡Ino! No quiero lastimar a Sai, déjalo en paz, puedes hacerle daño – Preocupándose por su amigo.

- Estará bien mientras no rompa el sello sin liberarlo primero, Sai es como un gatito… no…. Sai es un gatito, jeje – Lo dijo sin malas intenciones, pero no se espero que Sai usara un jutsu de transformación y se convirtiera en un gatito pequeño blanco y negro – Ahí, no…

- Mira lo que hiciste Ino-cerda, arréglalo – Apuntando al gatito Sai.

- Ah, si… Sai… - Pero cuando iba a hacerlo.

- ¡¡¿Qué onda señoritas?!! Hola Sakura, te ves más linda hoy – Llego Lee en una ráfaga pasando de Ino haciendo que se caiga y deshiciera el sello, la rubia y la pelirosa miraron estupefactas a Sai que por Lee se asusto y salió corriendo.

- ¡No Sai no te vayas, ven! – Gritaron las dos al mismo tiempo yendo tras Sai, dejando a Lee dudoso dé que había pasado.

 

Comían y charlaban animadamente, estaban en un momento tranquilo cuando un gatito paso por ahí llamando la atención del can, el gato se quedo quieto ante la mirada fija del perro blanco esperando su ataque, hasta que este empezó a ladrar y al gatito se le erizaron los cabellos de la columna y salió corriendo siendo perseguido por el perro.

- ¡Akamaru, no, no hagas eso, ven! – Kiba fue a perseguirlo.

- ¡Ay no pobre gatito! – Dijo Hinata.

- ¡Yo lo salvo-ttebayo! – Dejo el dinero en la mesada y salió corriendo. – ¡¡Ven Gatito, Akamaru deja al gatito!! – Reprochaba mientras veía que el can se alejaba queriéndose comer al pobre animalito - ¿A no? ¡Jutsu clones de sombra! – Y aparecieron 5 Narutos - ¡Divídanse y intercepten al canino mientras yo iré por el gato! – Los clones asintieron y dejaron al original para que salvara al felino.

- ¡Akamaru ven acá! Deja al gato, sé que no te gustan, pero no hay que amedrantar a un pequeñito ¡Escúchame! – Pero el animal no hacía caso y atormentaba al pobre que iba  a ser alcanzando. – Me canse – Hizo sellos – Imitación de hombre bestia – Y aumento su velocidad - ¡Ahora si te alcanzo! – Estaba llegando hacia él cuando en su camino se interpusieron dos siluetas - ¿Qué demonios? ¡Cuidado! – Las chicas miraron atrás y gritaron, se escucho un gran golpe. – Auch… ¿Quién les manda a aparecer en la calle cuando alguien persigue a su perro usando su jutsu de hombre bestia? – Si, la pregunta era exagerada pero había dolor por el golpe es obvio que estuviera cabreado.

- ¡No nos grites! – Grito Ino enojada por el golpe también - ¿No has visto a un gato?

- ¿Un pequeño, color blanco y negro? – Vaya hasta rimo un poco pensó la pelirosa. Kiba mostro una mueca

- ¿Qué pasa? – cuestiono Sakura.

- Si lo vi – Dijo levantándose.

- ¿Donde? – Cuestiono la rubia.

- Akamaru se lo quiere ahora almorzar por eso estaba persiguiéndolo con mi jutsu hasta que ustedes interfirieron cuando lo iba a alcanzar – Las chicas quedaron en blanco…

- ¡¡¿Qué Akamaru se lo quiere comer?!! ¡NOOOO! ¡Sai! – Y se fueron. El castaño miro confundido ¿Sai? Le pusieron ese nombre al gato, eso era gracioso, ya esperaba ver como se lo tomaría el verdadero Sai, pero volvió a su labor de perseguir a su fiel compañero.

El gatito corrió y corrió pero se vio en una callejón sin salida, se estremeció, escucho gruñidos desde atrás y lentamente volteo, se le erizo otra vez la columna al ver la cara de asesino serial que tenía el animal quien se acercaba de a poco a poquito gozando de el miedo de su presa. El gatito chillaba asustado aun con la columna alzada y los cabellos erizados y los ojos en círculos blancos, era el fin del gatito.

- ¡Rasengan! – Se oyó y una pequeña ráfaga movió todo asiendo arrinconar mas al minino, Akamaru cuando recobro la vista noto la cara de enojo de Naruto y retrocedió algunos pasos – Deberías avergonzarte Akamaru, eres un perro ninja grande ¿Cómo puedes perseguir gatitos inocentes? – Y can agacho la cabeza, Naru sonrió y le acaricio la cabeza – Ya, ve con Kiba, está preocupado – Este ladro y se fue. Naruto al ver que el perro se fue giro y le conmovió ver al gatito echo bolita en una esquinita tiritando, se acerco lentamente – Tranquilo, no te hare daño, soy tu amigo – El gatito volvió a erizarse y a maullar agudo pero adorable, a Naruto le enterneció mas – Jeje, perdón te asuste – Dijo con una cara serena y amigable – Perdón, no te hare daño, ven – Agachándose, el gato quien al ver que era buena persona se acerco cuidadosamente a la mano del humano , el era casi un poquito más grande que esa mano que le pedía que viniese. Sin más se poso en ella, Naruto levanto al neko y lo llevo hasta su pecho y empezó a acariciarlo – Ya, ya, ¿Ves? No pasa nada – El gato ronroneo tranquilo, se sentía en paz y cerró los ojos de lo agotado que se sentía.

- ¡Naruto! – Llegaron en eso Ino y Sakura.

- Ah, Sakura-chan, Ino ¿Qué hacen aquí? – Las chicas se veían agotadas de tanto correr.

- ¿Está bien Sai? – El rubio miro sin comprender. Las mujeres vieron a Sai en manos de Naruto - ¡Ahí esta! Qué bien, está a salvo se alivio – Y respiraron tranquilamente.

- ¿Sai? Le pusieron a este gato Sai – Mirando al neko que dormía en sus brazos. Sakura iba a explicarle todo pero fue callara por Ino.

- Si, era para bromearlo un poco, jeje, aunque el nombre le queda y es muy mono – Dijo nerviosa, Naruto miro a Ino y luego al gatito y se le quedo contemplando un rato, en eso Ino se llevo a Sakura haciéndola sentar de cuclillas junto con ella.

- ¿Pero qué te pasa? ¿Por qué no le decimos la verdad? – Reprochándole su acto.

- Si se lo decimos se alterara y exigirá que se lo digamos a la Hokage – Dijo nerviosa.

- ¿Y?

- Que si él habla con Lady Tsunade, ella hablara con mi padre y mi padre me matara por usar este jutsu en un compañero de la hoja y me castigara de por vida – Temiendo lo peor.

- Exageras – Mirándole mal.

- Y si esto pasa tu también caerás

- ¡¿Eh?! ¿Por qué?

- Porque si no fuera que metiste tus narices y convenciste a Sai no sabiendo la situación la Hokage te castigara a ti – Sakura se estremeció por eso – Por eso no diremos nada hasta que halle la solución de cómo liberarlo, lo que no será problema – Dijo sonriendo.

- ¿Uh, que están haciendo-ttebayo? – Dijo Naruto al verlas ahí agachadas murmurando. Las chicas se levantaron rápidamente con una sonrisa.

- Bueno gracias Naruto-kun por salvar a mi gato, te lo pagare enserio cuando quieras, ahora, vamos Sai, vamos a casa – El gato miro a Ino, luego al rubio y así un par de veces para luego acomodarse mejor en el rubio y darle la espalda al la ojiceleste - ¡¿Qué?! Oe gato maleducado, vamos – El gato se estremeció y se escondió en la chaqueta del rubio.

- No es por ofender Ino, pero no le agradas ¿Seguro es tu gato-ttebayo? – La chica se vio acorralada.

- No, es de un vecino que se fue de viaje, pero al parecer se encariño contigo – Viendo que no había otra - ¿Podrías cuidarlo por mi? – E rubio le extraño el tono demasiado amable, pero abriendo un poco su chaqueta y ver al pequeño asustado sonrió enternecido y asintió.

- Si, porque no, por lo general no me gustan los gatos, pero este me cae muy bien y es mimoso, como me gustan-ttebayo, jeje – Las chicas rieron nerviosamente, Sakura vio su reloj.

- Rayos, ya es tarde, debo regresar al hospital – Dijo y se retiro – Nos vemos luego – Y desapareció.

- Bueno, yo debo estudiar mucho, así que te lo encargo, adiós – Empezando a irse.

- Espera ¡¿Qué come, que hace, lo baño, cuanto y cuando come, tiene algún medicamento que tomar, alguna actividad que seguir, alguna alergia?! – Eran muchas preguntas que ni la rubia sabia, ya que no conocía al verdadero Sai muy bien y además ¿Quién pregunta tanto por un gato? Aunque, vio que el rubio era responsable, sonrió por eso, en verdad había madurado.

- No come verduras, nada que sea caliente, le gusta pasear en las tardes, no toma ningún medicamento, come a la hora de un humano tres veces al día y juega mucho con él, es un bebe, adiós – No supo de donde salió eso, pero al menos sabía que Sai viviría como rey el tiempo que le tomara hallar la solución.

- Al parecer te quedaras conmigo un tiempo ¿Qué dices? – Sacándolo de su chamarra. El gatito maulló – Jeje, que tierno, vamos – Y así regresaron a casa.

 

Ya había terminado la jornada y estaba muy candado, solo quería llegar a casa y estar con su rubio ¿Se lo podía considerar suyo? Quería pensar que si, pero ya ni modo, quería estar con él y relajarse sin nada más ni nadie molestando. Entro a casa.

- Ya llegue – Era raro, pero se había acostumbrado a decir cuando llegaba y salía en esos meses, al parecer como Naruto quería pasar más tiempo juntos marco un nuevo habito, uno que creyó haber desaparecido de el cuándo se quedo solo.

- Bienvenido teme, jaja – El rubio dijo desde la sala, donde se oía que reía, el azabache se cuestiono eso ¿Con quién estaba para reír así? Y más importante ¿Qué demonios hacia esa persona para que ría así? Camino rápido a la sala y se hallo con Naruto acostado boca arriba en el sofá con un gatito en el pecho y jugando con un plumerito haciéndole cosquillas al rubio por los movimientos de felino. Sasuke suspiro aliviado, ya se estaba maginando cualquier cosa. Recobro su postura y miro al rubio.

- Naruto… - El nombrado lo miro - ¿De dónde sacaste a esa cosa con pelo? – Refiriéndose al animal en su manos.

- Bueno, lo estoy cuidando… se encariño conmigo, así que cuido de él hasta que Ino venga a buscarlo-ttebayo – Sobando su nariz contra la del gatito que ronroneaba feliz por las caricias. Sasuke por un minuto se imagino en el lugar del gato, pero sacudió su cabeza, ya estaba muy mal, celos por un gato, Ja, que bobo, eso jamás.

- Bueno, mientras no se me acerque mucho, está bien – Restándole importancia y yendo al baño.

- Oe teme ¿Qué tienes en contra de los gatitos? Bueno, no es que a mí me aficionen demasiado, pero este es tan lindo-ttebayo – Restregándose el neko en la cara muy feliz – Es mimoso, juguetón y adorable ¡Kya, me enamore! – Al azabache le dio una extraña sensación al oír eso de Naruto para un gato, pero tratando de que no se notara.

- Tienes gustos raros para enamorarte, nunca imagine que eras un zoófilo – El rubio se levanto abruptamente del sillón con el gatito alzado a la altura del pecho viendo al teme con una cara de “¿WTF? ¿Qué cochinadas te estás imaginando?” y este mirándolo con una de “¿No es así?”.

- Te-teme deja de decir esas cosas, que mente tan pervertida tienes-ttebayo – Y se levanto para ir a la cocina a ya servir la cena, pero debía lavarse las manos.

- No es cierto – Dijo cerrando la puerta del baño y entrando a la ducha – Solo cuando estoy contigo dobe – Dijo dejando que el agua cayera por su cuerpo mientras pensaba en lo que le dijo el rubio.

Ciertamente él no era de mente pervertida, todo le daba igual, pero al estar con Naruto su mente fabricaba cosas que no sabía cómo detener y le causaba “problemas” que debía resolver el solo. Justo como ahora lo estaba haciendo sin darse cuenta.

Mente de Sasuke

El se estaba bañando tranquilamente y el agua recorría su cuerpo, pronto la puerta se va abriendo sin que el otro lo notara, va a apareciendo una figura que se va acercando a la ducha y empieza a correr la puerta de cristal. Sasuke ahí noto la presencia de un intruso y volteo a ver quién era…

- ¿Naruto? – Vio al rubio envuelto en una toalla como una mujer, estaba sonrojado y miraba hacia un lado.

- Etto, Sasuke yo… - Balbuceaba un poco, pero el ojinegro no apartaba la mirada del rubio, estaba muy embelesado con su presencia – Yo quería saber si ¿Puedo acompañarte en el baño? – Ahí el Uchiha reacciono y sonrió.

- ¿No crees que es una petición atrevida? No seré responsable de que mi mente pervertida haga algo – Burlándose un poco de lo anterior sucedido.

- ¡No te burles-ttebayo! So-solo contesta, y si no quieres entonces… - Sasuke tomo a Naruto sacándole la toalla y adentrándolo en la ducha haciendo que ambos quedaran bajo el chorro caliente de esta. El pelinegro junto su cuerpo al de Naruto y no dejaba de mirarlo, este se sonrojaba de la vergüenza – Sasuke… no… te me pegues – Sintiendo el calor del otro.

- Naruto – Le susurro en su oído – No debes provocarme de esta manera – Soplándole y acercándose más a su piel.

- Sasu…ke… ¿Qué estas…? MMM – Sintiendo la lengua del azabache en su oreja – Oí, no hagas eso-ttebayo ¡Mmm! – Ahora fue mordido - ¡Sasuke! Detente…

- No puedo – Descendiendo al cuello – Ya no puedo – Y empezó a lamer, morder y besar ese cuello que lo volvía loco.

- Ah… Sasuke… no – Aunque decía eso se aferraba a la espalada del ojinegro y trataba de contener los suspiros que salían por sentir esa invasión en su cuello tan placentera.

- No calles, Naruto, quiero oírte – Bajando hasta apoderarse de una de sus tetillas y empezó a lamerla estremeciendo al blondo, y luego la mordió.

- ¡Ahhh! – No pudo reprimir ese gemido – Sasuke… no, no… yo… Sasuke…. Sasuke.

Fin de su fantasía.

- ¡Maldito teme sordo! ¡Escucha! – El azabache pudo reaccionar y despertar de su sueño -
¡¿Hasta cuanto piensas estar metido ahí-ttebayo?! ¡Ya está lista la cena, sal! – Y se escucho como se alejaba.

- Kuzo… - Murmuro al ver su pequeño “problema” que debía resolver en minutos o las cosas se complicarían mas – Maldito dobe – Empezando a masajearse apresurado – M-mira lo que o-ocasionas, mmm – Empezando la ardua tarea de correrse.

 

Pasó más o menos 10 minutos y al fin el azabache salió cambiado y todo pero lucia frustrado, esas concurrentes situaciones lo iban a matar no solo por controlarse y de abstinencia, sino que era frustrante no poder hacer eso en la vida real para calmarse y quedaba agotado de tanto jaleo.

- ¿Y a ti qué te pasa? ¿La pasaste mal en el baño-ttebayo? – Dijo viendo al Uchiha raro por su comportamiento.

- No es nada, comamos – El rubio asintió y se sentaron a comer. Luego de unos minutos Sasuke se dio cuenta que el gatito estaba cerca de la mesa comiendo una mezcla de atún con arroz y al lado agua.

- Compre los tazones mientras te bañabas y es que tardaste tanto-ttebayo – Dijo para explicarle la presencia de los platos de mascotas.

- ¿Por qué está comiendo ahora? Dicen que no es bueno que los animales coman a la hora que lo hacen las personas, le toman el habito de comer siempre que ellos lo hacen – Dijo cerrando los ojos y comiendo el arroz con sus palillos.

- Bueno, Ino me dijo que el comía en el horario de una persona normal, jeje – Mirando al gato que comía feliz, sonrió enternecido, Sasuke se perdió en esa sonrisa – Creo que su dueño lo acostumbro para que tuviera compañía. – Mirando al azabache con los ojos cerrados y una sonrisa – Para no sentirse solo-ttebayo – El otro volteo su rostro para que el rubio no viera su sonrojo pequeño.

- Hmph, como quieras, pero luego no me mires cuando te robe algo de la boca – Y siguió comiendo mostrando su costumbre indiferencia sin saber que lastimaba un poco al rubio.

Luego de terminar de comer y que el rubio lavara los platos, ambos se sentaron en el sofá a esperar a que se les bajara un poco el estomago, Sasuke leía un libro y Naruto tenía al gatito acostado boca arriba en sus piernas (Donde está la línea que las junta) y jugaba con sus patitas moviéndolas y emitía graciosos balbuceos como si de un bebe se tratara y sonreía muy feliz. Sasuke miraba esto de reojo, Naruto en verdad parecía muy feliz solo con estar al lado de ese felino, y al parecer lo hacía invisible a él en cierto modo, se sintió algo molesto por eso, pero quiso ignorarlo, no obstante seguía mirando de reojo al ojiazul. Ahora Naruto le hacía cosquillas al minino.

- A que te gustan las cosquillas, si, si, te gustan ¿Cómo no? si eres una cosita hermosa, jeje – Reía y sonreía feliz mientras le daba mimos y besos. El ojinegro veía eso y le daban pequeños tics en el ojo ¿Por qué era tan cariñoso? Era solo un gato, ni que fuera la gran cosa para consentirlo así.

Los mimos siguieron, haciendo feliz al rubio y al gatito mientras disgustaban cada vez más al azabache que ya tenía un aura algo densa.

- Oh, mira la hora-ttebayo – Dijo sosteniendo al gatito en las manos y mirando al reloj de la sala que apuntaban a las 11 de la noche. Exhaló un pequeño suspiro con una sonrisa y miro al gatito feliz. - ¿Qué dices? ¿Nos vamos a dormir-ttebayo? – El gatito negó pero luego emitió un bostezo y se le caía la cabeza del sueño – Jeje ¿Cómo que no? Si ya te estás durmiendo zonzo, jeje – Y le dio un besito en la nariz, gota que ya harto al Uchiha.

- Deja ya de hablar a esa cosa como si fuera una persona – Levantándose del sillón y dirigiéndose al baño a prepararse para dormir. – Me preparare para dormir primero.

- Ok – Dijo mirándolo con reproche por lo dicho antes – Y esta vez no te quedes mil años ahí-ttebayo – El azabache se sintió avergonzado al recordar su demora en la ducha, pero lo ignoro y se fue a cambiar. - ¿Qué dices minino? ¿Nos preparamos para dormir? – El gatito aun se le caía la cabeza pero afirmaba con maulliditos  pequeño maravillando al rubio – Eres tan lindo – Y lo abrazo – Ven, vamos a dormir juntos – Y fue a preparar su ropa para dormir.

Ya una vez los dos cambiados alistados y cepillados de dientes empezaron a preparase en las camas. Sasuke estiraba la sabana de su futón mientras Naru estaba de canastita en su cama esponjando su almohada con el pequeño minino a un lado que miraba curioso la acción de humano, Naruto lo noto y sonrió abiertamente con una pequeña risita. Sasuke aun miraba esto de reojo y se preguntaba ¿Por qué esa molestia con un animal que no era nada así como un rival? ¿Por qué la molestia? Se estaba volviendo loco, eso era algo seguro, sonrió muy ligeramente al ver por fin que se alteraba por nada ¿Qué podía hacer ese gato? Nada, era solo un animal, nada más que eso, no debía prestarle mucha atención a eso. Si, ya estaba claro, aunque en el fondo aun sentía algo que no iba bien y que le molestaba, pero ya estaba más tranquilo que antes, así que se acomodo en su futón dispuesto a dormir tranquilo, ya nada de lo que pasara con ese gato le molestaría, no, no hay nada que le pudiera quitar esa tranquilidad que logro recobrar.

- Sai, me haces cosquillas, no me lamas ahí – Eso hizo abrir los ojos en blanco del azabache y se sentó como si se tratara de un resorte alterado por lo oído, pero solo vio a Naruto viéndolo extraño y con el gatito lamiéndole el cuello - ¿Y a ti qué te pasa-ttebayo?

- Dijiste…. Sai… - Le dio escalofríos el solo nombrar a su clon de segunda, Naruto sonrió inocentemente.

- Jeje, bueno, así se llama el gatito ¿A qué le queda bien? – Restregándose al animalito en la mejilla – Es hermoso, es hermoso, Sai es hermoso ¿A qué si? – Dándole besitos. Sasuke miraba esto algo perturbado ¿Por qué habiendo todos los nombres de personas y animales en el mundo se llamaba ese condenado gato, Sai? Era como una indirecta, el rubio prestaba más atención a “Sai-gatito” como al de la vida real, ya que se hicieron muy bueno amigos, el rubio estaba feliz solo con estar con Sai-gatito como el de la vida real, ahora si estaba enojado ¿Si a Naruto le gustaba tanto que Sai-gatito le hiciera esas cosas, también lo hará con el de la vida real? ¡¿Y si Naruto le hacia esas cosas a Sai como al Sai-gatito?! A no, ya estaba muy molesto, pero cuando recobro el sentido ya la habitación estaba obscura y el rubio y el minino ya estaban durmiendo (Sai-gatito en la almohada arriba de la cabeza de Naruto mientras este estaba en una ligera posición fetal), sabía que ya no había nada más que hacer. Se acomodo para dormir con el mal sabor de saber que la razón por la que el rubio sea así de cariñoso con el felino, sea porque comparte nombre con el de su copia barata.

 

Estaba trabajando ya y se veía muy cansado, no pudo dormir mucho por tener ese pensamiento en su mente toda la noche y lo peor es que el rubio estaba de lo mas campante y seguía dando más mimos al gato que a él. Se felicito sarcásticamente al ver que otra vez estaba poniéndose celoso por un miserable gato con nombre de un desagradable sujeto.

- Oe, muchacho, descansa un poco, hace calor – Dijo su jefe y el asintió, por lo menos ya no lo trataban mal y se estaba llevando normal. Solo esperaba que ese gato se fuera pronto porque no sabría si las noches serian iguales.

Ya había salido del trabajo y como no quería caminar mucho se fue al Ichiraku a comer lo que el rubio tanto amaba… una vena se le vino en la mejilla, era como si las cosas pequeñas e insignificantes de la vida tuvieran más valor para el dobe que él. Al llegar oyó una voz familiar, vio y ahí estaban Naruto, Kiba con Akamaru, Shino, Lee, Neji, Shikamaru y Chouji, otra vez un tic ¿Qué acaso todos los chicos del grupo de Naruto se decidieron encontrar?  Pero lo más irritante es que el rubio reía feliz mientras cargaba, como hacia Shizune a su cerdito, al gato intruso y lo mimaba.

- Así que ahora lo cuidas – Decía Kiba con su autentica sonrisa – Y yo que creí que no te gustaban los gatos – Sobándose la nariz.

- Hum, bueno Sai es especial-ttebayo – Dijo sonriéndose y sonrojándose un poco, haciendo enojar mas al ojinegro que veía a los lejos.

- Aun no creo que se llame como Sai-kun – Dijo Lee sonriendo y acercándose a acariciar al gatito que lo recibió gustoso – Pero este es adorable y muy afectuoso, nada parecido al verdadero – Adorando lo adorabilidad del felino.

- Eso es cierto, no es muy emotivo aunque da su mayor esfuerzo por ser alguien normal con emociones – Comento Shino mirando al gato poniéndolo nervioso.

- Si lo sigues mirando lo pondrás mas nervioso – Le dijo Chouji al de lentes – Es muy bonito y se ve saludable – Viéndolo tranquilamente – ¿Sabías que en algunas culturas los gatos se comen? – Aun con esa tranquilidad asustando a él minino.

- ¡Tú no te acerques más a Sai-ttebayo! – Alzando al nombrado en lo alto y poniéndose a la defensiva.

- Tranquilo Naruto, no me lo voy a comer – El rubio lo miro dudoso pero suspiro más calmado – Claro, si hay una emergencia entonces no me quedaría de otra

- ¡Lo sabia! ¡Aléjate-ttebayo! – Alzándolo de nuevo y poniendo los ojos en círculos blancos regañando a su amigo quien reía con malicia.

- Valla, que problemático ¿Seguro que podrás cuidarlo bien? Digo, ni siguiera puedes cuidarte a ti mismo – Todos asintieron.

- ¡Oigan! Yo se cuidarme y además he estado haciendo un buen trabajo ¡Véanlo vivito y coleando! ¡Tráguense esa, malditos bastardos! – Viendo que lo había gritado – Uy, perdón Sai ¿Te asuste? – El mínimo negó, Naruto puso los ojos enormes y brillantes y la boca en una W curvasea, como un gato - ¡Kya! Qué lindo-ttebayo – Abrazándolo.

-  Si que te encariñaste – Dijo Kiba – No es bueno ¿Qué pasara cuando su dueño venga pronto y se lo lleve? – Naru se sobresalto por eso y abrazo a Sai posesivamente, enojando más al azache quien se acerco para terminar con esa molesta conversación.

- Oh, Sasuke-kun – Dijo Kiba al ver que el entro al negocio - ¿Terminaste bien? – El otro solo contesto con un “Hmph” afirmativo y se sentó desplomándose un poco en la barra. – Valla, debe estar agotado – Dijo sabiendo lo duro que puede ser, pero al menos ya todo estaba bien entre ellos y los demás.

- Hola teme, ¿Comiendo aquí? Jeje, que raro – Decía con su hermosa sonrisa, Sasuke se sintió más relajado de que por fin el rubio le prestara atención solo a el, pero eso fue opacado por… - ¿Verdad Sai que es raro? Si, si lo es, precioso – Y abrazándolo mas le acariciaba los cabellos - ¡Wuaaa! – Pero en su cabellera rubia apareció un chichón por el impacto de un vaso - ¡¿Qué te pasa teme?! ¡Pudiste herir a Sai! – Dijo alterado reprochando al teme y protegiendo al gatito en sus brazos. El azabache estrangulaba al rubio en su mente.

- Eres un completo usuratonkachi – Con voz molesta, el ojiazul se molesto por eso.

- ¡¿A quién le llamas así teme baka?! – Se puso al lado de él.

- ¡Y ti! ¡¿Y qué haces con esa bola de pelos aquí?! ¡Es un puesto de comida, no permiten animales!

- ¡Pues Áyame me dejo, idiota! – Sacándole la lengua.

-¡Dobe!

- ¡Teme!

- ¡Dobe!

- ¡Teme!

- Naruto – Se oyó una voz femenina.

- ¡¿Qué?! – Y se calló al ver que era Sakura quien ahora tenía un aura maligna – Uh, Sakura-chan, no, no es…

- Naruto… ¡¿A quién demonios crees que estas gritando?! – Y le iba a dar un golpe pero antes de que eso pasara Naruto le paso a Lee al gatito para que no sufriera. Ahora el rubio estaba en el piso medio muerto. – Tonto, bueno como sea ¿Cómo van las cosas con Sai?

- Bien, jeje – Ya recuperado.

- Sabes Sakura-chan, yo puedo cuidarte algo cuando lo necesites – Dijo sonrojado el pelinegro Lee y muy emocionado, Sakura solo sonrió.

- Gracias, lo pensare Lee-kun – Y Lee se fue a un rincón teniendo una fantasía hermosa donde él y Sakura cuidaba a animalitos y eran amorosos el uno al otro. – En fin, solo quería saber eso, nos vemos – Y se fue causando la extrañeza del Uchiha. Llego a un lugar bien apartado y ahí estaba Ino – Ino, las cosas van bien, pero debes hallar la solución ¿Qué hacemos?

- No lo sé Sakura, he investigado y no hay nada referente a esto que haya pasado alguna vez – Poniéndose nerviosa.

- ¿Qué pasa si Sai se queda así para siempre? No es mejor decirle ya a Lady Tsunade – Temiendo lo peor – Además no sabemos si entre más tiempo que pasa mas consecuencias generan en Sai, por favor Ino – Ino se veía dudosa.

- Ok, solo dame hasta este fin de semana, sino hallo la cura, veamos a Tsunade-sama – Dijo sabiendo que era mejor.

- Pero Ino…

- Sakura…. Ino – Las chicas se estremecieron de miedo al oír esa voz tenebrosa a sus espaldas, voltearon temiendo que fuera quien creía que fuera.

- Sa… Sasuke-kun – Dijeron las dos asustadas. El azabache las veía en un aura maligna.

- Ustedes me están diciendo que esa bola de pelos es Sai – Teniendo una sonrisa torcida y se veía más enojado.

 

 

Continuará...

 

 

 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).