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Love in the past por Sakkura Princess Yaoi

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Notas del fanfic:

Sé que tengo otros proyectos sin terminar y les aseguro que intentó trabajar en ellos, pero forzarme no sirve de nada. Se los aseguró. 

 

Aquí dejo un pequeño one-shot para... pasar el rato.

 

 

Notas del capitulo:

Bueno, pues espero este nuevo trabajo mío sea de su agrado!

 

Cómo siempre una linda imagen!

 

BXC,MXH

 

 

—Eso te sacas Bruce, eso te sacas por hacerle caso a esos dos— Se decía el Doctor Bruce Banner avanzando entre un espeso bosque, su mente estaba algo borrosa, recordaba que eran dos días  antes de Halloween, Tony, ayudado por su novio Clint, tenían la idea  de crear escenarios terroríficos, y siendo un genio, Stark como siempre, se fue más allá de lo que podía controlar, creo una máquina para visualizar  algunos mundos de terror.

Trabajaban en eso, cuando había habido un gran destello de luz, y luego había aparecido en  un bosque, donde una mujer con apariencia de bruja le amenazaba con un perro de dos cabezas, el cual se le fue encima, por lo que “el otro sujeto” había hecho aparición.

Como siempre, después de eso, tenía espacios en blanco, no recordaba lo que había hecho hasta terminar semi desnudo y tirado en el bosque, valiéndose de robar un poco de ropa de una cabaña cercana al camino, había conseguido una camisa holgada blanca. Y ahora caminaba sin saber en dónde demonios estaba.

No podía dejar fuera la posibilidad de que la maquina haya tenido una avería y se hubiera convertido en un transportador, quizá estaba en Noruega o en algún país nórdico, pensaba al ver los alrededores, aunque por otro lado, por lo que había visto en la casa, todo se veía demasiado rustico.

—Genial, quizá me tope por aquí una estatua de Thor— Bufó mientras avanzaba totalmente distraído y con la cabeza gacha, quejándose del estúpido  de su novio y de su aun más estúpido mejor amigo, controlando claro ante todo el enfado, no fuera a ser que Hulk le diera por explorar aquellas tierras de nuevo.

—Hey, ¡Alto allí!—Escuchó la orden, completamente consiente de  a quien le pertenecía esa voz, levantó la vista topándose con Clint –o al menos eso parecía- apuntándole con una pistola grande, acompañado de una chica que hacía lo mismo con una ballesta.

— ¿Clint?— Preguntó suavemente viendo al hombre.

—Manos arriba— Le indicó este, y los ojos de ambos le dejaron ver que no estaban jugando. Obedeciendo levanto las manos, sintiendo como el rubio se acercaba a él y le daba la vuelta, para colocarle las manos a la espalda y amarrárselas.  Para ese entonces Bruce estaba seguro de que ese no era su novio.

—Disculpen, creo que esto es un error— Comenzó a decir mientras la chica se acercaba a sus espaldas.

—Creí que cuando había dejado aquella forma estaba muerto— Escuchó que decía.

—Sí, yo también lo creí. — Respondió este. — ¿Qué eres?— Le interrogó con un tono de voz que Bruce solo recordaba oírle a Clint en batalla o frente a su personal en SHIELD.

—Soy… soy un humano, soy el Doctor Bruce Banner— Dijo a la vez que era volteado con violencia para quedar de nuevo de frente a sus captores.

— ¿Humano? Sí claro, te vimos amigo… Transformarte en aquella cosa verde, destruiste gran parte del bosque. Matando a esa bruja.

—Ah… eso— Suspiró comprendiendo todo— Eso, es  muy largo y complicado de explicar.

— ¿Una bruja te hechizo? — Preguntó la chica.

— ¿El hechizo de una bruja?—Inquirió con una pequeña sonrisa. — Niña ya quisiera yo que hubiera sido eso. Si nos apegamos a los relatos fantasiosos,  los hechizos tienen cura, lo que yo tengo no.

— ¿Es una enfermedad?— Preguntó ahora al que había bautizado como “el gemelo malvado de Clint”

—Podríamos llamarlo así, fue un asunto con una mutación celular, causada por rayos gamma— Explicó y por la cara de ambos supo que no habían entendido nada— Sí, es una enfermedad— Dijo levantando la cabeza, viendo el cielo nublado, preguntándose como saldría de aquel lugar. Sus teorías que le decían que se había ido a otra parte del mundo, cambiaban por las de haber  viajado a otro mundo.

—Enfermedad o no enfermedad, eres peligroso, no parecías tan racional cuando estabas así. —Señaló el hombre.

—Porqué ese no era yo, no soy yo, es Hulk, otro sujeto.

— ¿Hulk? ¿Tiene nombre?— Preguntó la mujer.

—Sí, ¿Y ustedes lo tienen?— El par se miro entre ellos para luego girar su vista a él.

—Soy Gretel— Se presentó la chica— y el es mi hermano Hansel.

— ¿Hansel y Gretel? ¿Cómo el cuento de los hermanos Grimm? ¿Los de la casita de dulce?— Cuestionó, sorprendiéndose cada vez más por lo bizarro de aquella realidad.

—No es un cuento— Aclaró Hansel. — ¿Qué deberíamos hacer con él? ¿Matarlo?

—Como si pudieran— murmuró por lo bajo, ganándose de nuevo las miradas de los hermanos— Escúchenme, no lo intenten, yo lo he hecho, ya saben, intentar matarme… es imposible.

—Bueno, no perdemos nada intentándolo— Dijo Hansel colocándole la pistola bajo el cuello.

—Sus vidas, eso podrían perder.

— ¿Es una amenaza?

—Es una advertencia de sincera preocupación. — Contradijo— Escuchen, yo no soy de aquí… creo, creo que no soy de este mundo.

— ¿Vienes del la luna?— Se rió la chica.

—No lo sé, de otro mundo, de un lugar que no es este. Yo…

—No lo explicaras de camino al pueblo. Hansel, necesitas que un Doctor vea eso. — Le dijo señalando el brazo del rubio, donde un enorme corte causado por unas rocas afiladas laceraban traje y  brazo.

—Sí me sueltan, yo puedo revisarlo. —Ofreció sinceramente preocupado por el estado del hombre, de la forma que fuera, ese sujeto se parecía bastante a Clint, incluso en actitud, lo que le hacía que tuviera un poco de su aprecio.

—Tú, te quedas como estas. —Le negó Hansel, colocándose a sus espaldas para empujarlo a caminar— El pueblo no queda lejos. — Pronunció mientras los tres comenzaban el camino.

— ¿Quién es Clint?— Inquirió Gretel tras unos minutos de avanzar en silencio, mientras bajaban un tramo inclinado, desde el que se tenía vista de una ciudad quizá un poco más avanzada, pero que Bruce no pudo evitar clasificar como del siglo pasado.

— ¿Clint?— Repitió girándose a ella.

—Le llamaste así, a Hansel,  cuando lo viste.

—Es que se parecen mucho,  Clint es mi…— Se pensó que decir, por lo que recordaba y si estaba en un mundo como era el suyo hacia ya muchos años, las relaciones entre varones no eran muy bien vistas— es un amigo, un amigo muy querido para mí.

— ¿Se transforma igual que tú?— Siguió con sus preguntas la chica, mientras su hermano se mantenía en silencio.

—No, yo, yo soy la única persona viva… con esta condición.

— ¿Y de dónde eres? La verdad.

—Dime, primero donde estoy.

—En los límites del Principado de Transilvania, entre los cruces de Moldavia y Valaquia.

— ¿Principado?— Se detuvo abruptamente, ya que aquellos lugares le sonaron— ¿Qué año?

—1764— Respondió la chica.

—Sigue avanzando— Le apuró Hansel, mientras comenzaban a llegar a la villa.

— ¿Viaje en el tiempo?— Se preguntó en un tono de voz demasiado bajo, girando a ver de vez en vez al hombre que le empujaba, si era así, las reencarnaciones eran más que reales… o quizá, ¿Un antepasado?

— ¿Qué dijiste? — la muchacha se acercó a él.

—Nada, nada.

— ¿Entonces ya me dirás de dónde vienes?

—América—Respondió  sinceramente.

—Aún no hemos visitado América— Sonrió Gretel— Pero tenemos planes de hacerlo, cosas de trabajo.

— ¿A que se dedican?

—Somos cazadores de brujas, y otras cosas por el estilo.

— ¿Brujas?

— ¿Sorprendido?

—Con lo que he visto, ya nada me sorprende.

Llegaron hasta una vieja posada en la orilla del pueblo, la cual se encontraba totalmente vacía, Edward, su amigo Trol venía con ellos, y eso muchas veces asustaba a las personas.

— ¿Es él?— Bruce pudo ver a un chico, algo menor, quizá de la edad de su ahijado Peter, saltar de su silla donde leía un libro. — ¿La bestia verde?

—Al parecer, de momento no. — Le contestó Gretel —Ben, Hansel necesita un medico, ve a buscarlo— Indicó, mientras  él era subido al segundo piso de la casa, donde fue sentado en una silla.

— ¿Cómo te transformas?— Al instante que los dos estuvieron en la segunda planta, al rubio pareció volverle la capacidad del habla.

—Cuando me enojo mucho— Contestó mientras lo veía despojarse de la enorme gabardina negra que llevaba, dejándole ver lo ajustado que estaba el pantalón de cuero negro que portaba, marcando una increíble retaguardia, “igual de perfecto que el de Clint”, pensó el científico, subiendo la vista cuando el otro al quitarse el chaleco café, levanto un poco la camisa blanca que traía puesta, mostrando la parte de su baja espalda.

¿Aquello contaba como infidelidad? No pudo evitar pensarlo. En definitiva si volvía haría que Clint se vistiera de aquella forma.

— ¿Y ahora mismo no estás enojado por estar atado?— Le preguntó, mientras mojaba un trapo en una pequeña tinaja, y se limpiaba restos de suciedad del cuello, haciendo que él no pudiera controlar el impulso de seguir las trayectoria del agua que se perdía bajo la camisa blanca.

—No, y aunque lo estuviera, he aprendido a controlarlo, al menos en su mayoría.

— ¿Y allá? En el bosque, ¿Decidiste transformarte?

—No, no de ninguna manera— Negó— Ella me atacó con su perro, cuando mi vida está en peligro, él aparece.

—Eso suena genial.

—No tanto, cuando aparece es casi imposible desaparecerlo.

—Parece complejo, a Gretel le encantaría que le explicaras todo eso— Dijo y como si la invocara, la chica apareció en la puerta.

—El doctor ya está aquí… y Hansel, no vas a poder creer esto. — Habló, dejando entrar a lo que parecía una joven versión suya,  quizá él llegando a sus treinta apenas. Por un momento creyó que aquel hombre se iba a sorprender de ver  a una copia de él, pero la vista de este fue directamente al cazador, y allí se quedo.

— ¡Oh, ¿Hablan enserio?!— Exclamó al ver como las miradas de ambos hombres parecían pegadas. Si Tony se llegaba de enterar de algo tan cursi, se lo recordaría hasta la muerte, ¿Ser pareja en sus anteriores vidas o algo así? Por más que le gustara la idea, sonaba a una mala novela de romance.

Al escuchar su voz, pudo tener la atención de los presentes, y el otro Doctor, en efecto se sorprendió de verse en aquel hombre.

— ¿Es tú hermano menor?— le interrogó a él. 

—No tengo hermanos.

—Ni yo— Negó lo que parecía su otro yo.

— ¿Cuál es tu nombre?— Le interrogó firme al sujeto.

— ¿Mi… mi nombre? Ah, yo soy Mark… Mark Alan Ruffalo— Contestó tartamudeando un poco, al parecer sumado a la sorpresa de ver casi un espejo tuyo de carne y hueso, la presencia del cazador de brujas le ponía nervioso.

¿Así de patético me veo? Se preguntó internamente Bruce.

—Diferentes nombres, pero se parecen y ambos afirman ser doctores, extraño— Habló por primera vez la chica— Bueno Hans, te dejo con tu par de doctores, seguro que entre los dos pueden hacerte sentir mejor, Ben y yo iremos por provisiones— Le dijo viéndole con una sonrisilla maliciosa antes de salir.

Para la chica no pasaba desapercibido que a su hermano le había gustado el físico del hombre capturado, sabía a la perfección la fascinación de este, por las mujeres exuberantes, pero también por los hombres muy masculinos. Así que tener dos hombres por uno, sonaba bien, su hermano necesita desestresarse. Y otra cosa que tampoco se le iba, es que los dos hombres parecían tener los ojos clavados en el cuerpo de su hermanito.

Aquello sería divertido, y si algo salía mal, Edward estaba abajo para ayudar.

—Ah, ¿Porqué esta ese hombre atado?— Preguntó el recién llegado viendo a Bruce.

—Es peligroso, espero que usted no lo sea— Respondió Hansel.

—No, yo…

—Bien, ignoremos el lío de lo mucho que se parecen, porqué esta herida si me está doliendo— Dijo y Bruce pudo visualizar claramente la confianza en sí mismo que caracterizaba a Barton.

—Oh, claro, claro— Se apuró a decir— Traje todo lo necesario para una herida profunda, pero será mejor si te examino primero y— Se quedo callado al ver al  rubio quitarse la camisa blanca, dejando completamente al descubierto su espalda blanca, su plano abdomen, una piel que aunque tenía varias cicatrices se veía realmente suave al tacto.

Ambos “Bruce” tuvieron que carraspear cuando el cazador se giró a verlos, el mayor de ellos había visto muchas veces ese cuerpo desnudo, y le era difícil no evocar todo lo que había hecho con él, mientras que para el menor, era la primera vez y le dejo más que fascinado.

— ¿Me quiere en la cama?— Cuestionó y las mejillas de Mark se tiñeron de rojo.

— ¿Qué?

—La herida de mi brazo, se extiende un poco a la espalda, ¿Me pongo boca abajo en la cama o sentado en el taburete será mejor?

Ruffalo miró a Banner, el cual solo abrió la boca para volver a cerrarla, y luego ambos se giraron al rubio que esperaba una respuesta, sin ser completamente consiente del efecto que su cuerpo producía en el par de hombres.

—En… en la cama estaría bien— Respondió por fin, tratando de sonar lo más profesional posible. 

 —Bien— Asintió Hansel recostándose boca abajo.

Un hombre de físico envidiable, medio desnudo, recostado en una cama, aquello era una verdadera prueba para Mark y Bruce, que usaban todo su autocontrol para que su cuerpo no los  traicionara.

El que estaba libre, se acerco colocándose unos rústicos lentes, sentándose en un lado de la cama, colocando su maletín en un taburete. Saco del maletín una sustancia azul que parecía antiséptico,  para limpiar sus manos. Una vez hizo este ritual, procedió a comenzar a examinar la herida, que iba desde la parte más alta del brazo, alcanzando hasta la parte trasera de su hombro. Sus manos fueron delicadas al tocar, pero eso no pudo evitar que un pequeño quejido abandonara la boca del cazador.

—Sus manos están frías, doctor— Se excusó.

—Ah, disculpe.

—No se preocupe prosiga— negó apoyándose en sus codos, a lo que la herida se abrió un poco, haciendo que el doctor colocara una mano en medio de la espalda, para indicarle que se volviera a recostar completamente, permitiéndose acariciar más de paso, la sedosa piel.

Bruce estaba terriblemente sonrojado desde la primera frase del rubio, recordando cuantos jueguecitos de Clint y él, habían comenzando con “Tiene las manos frías, Doctor”

Mientras Mark, agradeciendo a todos los dioses el aún no haberse excitado, procedió a limpiar y coser la herida.

— ¿Puedes sentarte?— Pidió haciéndose un poco al lado, para que el otro se incorporara. —Será mejor seguir así — Dijo y por un momento su vista viajo al hombre atado, recibiendo una mirada de “Si, queríamos seguirle viendo el trasero, pero somos demasiado profesionales y buenas personas”

Así, Mark siguió con su tarea, tratando de estar concentrado en la herida, y no en el par de ojos agua marina que parecían vigilar cada uno de sus movimientos.

—Listo— Proclamó Mark, dejando los utensilios de lado, girándose para examinar su trabajo, verificando que no hubiera una puntada fuera de su lugar.

—Gracias— Escuchó la voz clara y  ronca del cazador, que lo hizo hacer, lo que llevaba todo el tiempo evitando, levantó sus ojos, encontrándose con los del otro, quedando sus caras a milímetros de distancia.

—No, es nada es… es mi trabajo— Respondió, mientras Bruce enarcaba una ceja, ¿No se irían a…? Sus pensamientos se vieron cortados cuando los vio besarse.

El moreno jaló al rubio de la nunca, uniendo sus labios, a lo que este le tomó del elegante traje que el otro llevaba, era un beso suave pero apasionado. Las manos del doctor, bajaron como lo había querido desde un principio, recreándose con las formas del cuerpo ajeno, acariciado; hombros, espalda, bajando hasta la cintura, pegando al cazador a su cuerpo.

Hansel se comportaba dócil cómo pocas veces, un hombre acostumbrado a llevar el control de las situaciones, fuerte, intrépido, rudo… pero que sentía derretirse con el contacto de las manos del otro, y con su habilidad para besar. Mark parecía ser un simple y aburrido hombre, sin mucha experiencia,  pero era más que obvio que detrás de aquellos anteojos y ropa de anciano, se escondía un hombre tan pasional y experto, que dejaba al rubio sin aliento.  Cuando este le mordió el labio inferior, un gemido involuntario salió de su boca.

Bruce no estaba seguro de que hacer, era como el comienzo de una película porno casera en la que no recuerdas haber participado, no quería hacer ningún ruido, la verdad es que no debía seguir viendo, pero quería hacerlo.

Mark estaba demasiado a gusto con el hombre entre sus brazos, sintiendo las manos enterradas en su espeso cabello rizado, escuchando sus gemidos y su clara cooperación en lo que estaba pasando, no… él no era de hacer cosas espontaneas cómo esas, le gustaban los hombres, sí, pero era muy discreto al respecto, era un doctor respetado por la gente con una prometida elegida por su padre… Por esa razón él no se besaba con hombres extranjeros que acababa de conocer, sin embargo al entrar a esa habitación y verlo… al tocarlo, no podía evitar pensar que ese hombre era el de sus sueños… esos en los que te despiertas agitado, y con algunos “pequeños problemitas”. Es más, tan  impresionado se había visto, que el que tuvieran una réplica de él atada había pasado en segundo plano…

Y fue entonces  que recordó que había alguien observándolos y se separó del otro, girándose a verlo a lo que Hansel hizo lo mismo.

—Yo…— Comenzó Bruce ante las miradas de ambos— Descuiden no es nada que no haya visto o… hecho antes— Confesó, sin saber que decir. — De hecho si yo les contará… — Pensó riendo ligeramente, aunque no era una risa alegre, más bien era una nostálgica, hasta ese momento empezaba realmente a asimilar, que no sabía cómo volver a su tiempo y que si no lo hacía no volvería a ver a sus amigos… no volvería a ver a Clint.

— ¿Quién eres?— Le interrogó Mark. — ¿Qué hizo este hombre?— Se giró a ver a Hansel, que no supo cómo contestarle, Bruce había matado a una bruja, permitiéndoles a él y a su hermana poder rescatar a un par de gemelos, así que realmente no había hecho nada malo.  Sin embargo, aquella forma que había adquirido…

—No me creerías si te lo explicará— Le contestó mirando hacia la puerta, antes no había tenido la necesidad, pero ahora de verdad deseaba salir, volver al lugar donde estaban e investigar todo lo que estaba pasando, para encontrar la manera de volver.

—Inténtalo— Intervino esta vez Hansel, recordando que realmente él no les había explicado ampliamente a él y a Gretel de donde provenía.

—Vengo de América, ya se los dije, pero el punto no es de donde, si no de cuando— Ambos hombres le miraron interrogantes— Año 2013, un amigo y yo intentábamos crear… ahora ya ni se lo era… maldito Tony— murmuró por lo bajo— a mi novio se le hizo divertido ayudar, pese a no saber mucho del tema… y cuando me enteré, bueno, heme aquí.

— ¿Viaje en el tiempo dices?—   Hansel se veía bastante escéptico al respecto.

—Dijiste Novio— Señaló Mark, a lo que el cazador se giró a verlo y se sonrojo.

—Sé cómo son las cosas ahora, en el futuro, la gente tiene menos prejuicios, el mundo empeora en algunos aspectos, pero mejora en otros… y si dije viaje en el tiempo, tu casas brujas, así que abre un poco tu mente.

— ¿Estás diciendo la verdad? — Preguntó Hansel.

—Claro que sí… yo…— se acomodó mejor en la silla, y hasta ese momento se percató de algo— yo puedo demostrárselos, desátenme, necesito sacar algo de mi pantalón. — Que bendita suerte conserva siempre sus pantalones aunque fueran rotos.

—Buena esa amigo.  Pero no te voy a soltar— Le negó el cazador.

—Por favor… solo… muy bien— Se puso de pie— Sácalo tú, está en mi bolsillo trasero — El rubio miró a Mark y luego se acerco para sacar lo que el otro   tenía— Extrayendo lo que para él  pareció una pequeña pieza de cristal y metal. — Tócala, pasa tu dedo por la superficie— Animó a lo que el hombre lo hizo, haciendo que el teléfono táctil mostrara el protector de pantalla a lo que parecía el mismo, sonriendo con alegría a ese hombre, mirándose a los ojos.

— ¿Magia?— Preguntó viéndolo con atención.

—Tecnología, ciencia… cómo la medicina.

— ¿El es tú novio?— Preguntó Mark asomándose para ver la imagen.

—Mi prometido, por decirlo de alguna manera— Corrigió Banner—Por favor, necesito que me sueltes, necesito volver al lugar donde aparecí, a buscar pistas para volver a mi tiempo.

—Desátalo. —Pidió el joven pelinegro, a lo que el rubio se giro a verlo.

— ¿Disculpa?

—Está diciendo la verdad.

— ¿Y por qué debería creerles? Ahora que lo pienso, tendría lógica que estuvieran juntos y … —Ambos lo miraron cómo si estuviera siendo un adolescente irracional o algo por el estilo, y él así se sentía, siempre se había jactado de ser un hombre maduro, pero a los ojos de ese par se sentía cómo un chiquillo.

—Bien, iremos a ese lugar a investigar, pero no lo liberaré.

—No es necesario que me acompañes.

—No importa, lo haré— Declaró firme, girándose para ponerse una camisa limpia, colocando las armas que cargaba de nuevo en su sitio y colocándose la gabardina.

—Yo voy con ustedes— Pronunció Mark.

—Claro que no— negaron los dos a la vez.

—Suena emocionante, ¿Y saben? Nunca hago nada emocionante en mi vida.

Hansel caminó y se asomo por la puerta, viendo que ni sus hermanos ni sus amigos estaban.

—Bien, vamos entonces— Aceptó lanzándole a las manos una pistola que el otro vio con extrañeza— Espero que tengas buena puntería, una bruja está muerta, pero eran a un par de brujas gemelas las que cazábamos— Explicó.

—De verdad sería más sencillo si me desataras. — Dijo  al ponerse en pie, acercándose al rubio.

—Ya lo veremos en el camino— Le contestó.

Después de eso, salieron de la posada, siguiendo el camino del que habían regresado, adentrándose incluso más en el bosque, había muchos árboles tirados al suelo y a Bruce le fue fácil reconocer el paso de Hulk. Buscaba con la vista cualquier indicio de algo que haya viajado con él, alguna parte de la maquina, pero nada.  Llegaron justo al lugar donde había matado a la bruja que le había atacado con el demoniaco sabueso.

— ¿Ves algo que te ayude?— le preguntó Hansel acercándose a él.

—Nada— Admitió con pesar, cuando escucharon algo moviéndose entre los árboles.

—¿Esa es la bruja que buscaban?— Preguntó Mark, caminando hasta ellos, señalando una mujer que bajo cual gato de un árbol, tenía el pelo blanco y largo con la cara podrida y resquebrajada, llevaba un vestido enorme y blanco, que pudo ser muy bello en alguna época, pero que ahora estaba rasgado y sucio.

—Atrás— Dijo Hansel enseguida, poniéndose frente a ella, apuntándola con su arma, la mujer ladeo la cabeza en un gesto macabro, antes de lanzarle un ataque con su varita, que cómo era de esperarse fue repelido. Hansel le disparó pero esta alcanzo a saltar  y colgarse de la rama de un árbol. El rubio comenzó a dispararle intentando atinarle sin éxito, entonces el alboroto en los árboles desapareció. La busco con la mirada pero no la encontró.

Entonces escuchó unas exclamaciones, girándose para toparse con los dos hombres, a los cuales les tenía a cada uno una varita bajo la barbilla, al parecer la bruja había recuperado la de su hermana gemela.

Hansel iba a bajar el arma lentamente mientras pensaba en un plan, cuando  sintió una ráfaga de aire cruzar su mejilla, y al instante vio una extraña flecha llegar a la frente de la bruja. Bruce enseguida la reconoció por lo que aprovechando el desconcierto de la bruja, se empujo contra  Mark para tirarlos ambos al suelo, mientras la flecha explotaba en el rostro de la mujer haciendo que callera al suelo, probablemente muerta, pues la frente estaba llena de sangre verdosa y carne podrida deshecha.

Hansel corrió rápido a ver a los hombres, a lo que estos se incorporaron, con dificultad. Más Bruce que seguía con las manos atadas, al ver que Mark estaba de pie y sacudiéndose, se giro al otro, para intentar ayudarlo, pero al apenas tocarle los hombros, la sensación de ser apuntado lo asaltó.

—No lo toques— Escuchó una firme voz que le confundió pues sonaba exactamente cómo la suya.

— ¡Clint!— Exclamó Bruce parándose — Déjalo, está bien, solo me ayudaba.

— ¡Estas atado!— Señaló Barton, que vestía informal con los pantalones estilo militar, chaqueta y camisa negra, sin perder esa aura de espía que le caracterizaba. Bruce le miro fijamente, y este bajo el arma, caminando para desprender una navaja de un compartimiento en su tobillo, quitándole las amarras. — Estaba muy preocupada por ti— Le dijo abrazándole por el cuello, a lo que el mayor le devolvió el abrazo, pensando lo mucho que le fascinaba los cambios de su novio al pasar de ser un frío asesino, a su tierno pajarito.

—Estoy bien pajarito, solo la siguiente vez que te diga que no juegues con los controles no lo hagas— Dijo separándose un poco para tomar con una mano el rostro de Clint y besarlo, ante la mirada de los otros dos hombres que se miraron entre ellos, sonrojándose y bajando la vista.

—Sí, lo siento.

— ¿Cómo llegaste aquí?

—Tony logró abrir el portal de nuevo, te estuve buscando, pero no logre encontrarte.

— ¿Y cómo regresaremos?

—Se volverá a abrir en un par de minutos, aquí mismo— Señaló, mostrando en su mano un pequeño aparato redondo— cuando la luz de esta cosa empiece a ponerse roja.

—Bien.. Ah… Clint— Se giró a los otros— Ellos son Hansel y Mark.

—Wow… ellos de verdad… se parecen…

—Sí, la verdad yo tampoco lo entendió.

—Tú puntería es increíble— Señaló Hansel extendiéndole la mano, a lo que se la correspondió viéndolo a los ojos, mientras se examinaban mutuamente.

—Me lo han dicho— Contestó.

—El doctor Mark Alan Ruffalo—Se presentó extendiéndole la mano.

— ¿Doctor? ¿Enserio? Es increíble— Pronunció al soltarle.

—Sí, yo también me sorprendí. Quizá pueden ser antepasados nuestros— Pronunció Banner.

—Hay muchas culturas que creen en reencarnaciones y otras vidas— Señaló Ruffalo.

—Sea lo que sea, es extraño— Intervino Hansel.

—Sí, estoy contigo en eso— Aceptó Hawkeye.

En ese momento el aparato en la mano de Clint comenzó a sonar y al verlo la luz roja se encendió. Todos miraron hacia el lado izquierdo donde un haz de luz dejo ver un vórtice por donde se asomo el apuesto Tony Stark.

—Brucy, Legolas, rápido— Animó para luego mirarlos a los cuatro. —Increíble, ¿Alguien esta pensando lo mismo que yo?—Preguntó— Hablo de la palabra O-R-G-Í-A— Bruce solo negó con la cabeza.

—Fue un gusto conocerles— Les sonrió Bruce.

—Adiós— Se despidió Clint sencillamente, avanzando hacia al vórtice junto con su novio, desapareciendo dentro de él, empujando a Tony, dejando luego solo una estela de luz.

—¿Nos perdimos de algo?— Los amigos de Hansel llegarán viendo a los dos hombres parados en medio de los árboles.

 

_____________

— ¿Porqué no quisiste contarle nada a Tony?—Preguntó Clint ya estando en la habitación que compartía con Bruce.  Este se encontraba sentado leyendo un libro después de un relajante baño, aquel día había sido demasiado extraño y agitado.

—Porqué es Tony— Respondió de manera sencilla, sin quitar su vista del libro de los hermanos Grimm que ahora leía, había decidido leerse de nuevo la historia de Hansel y Gretel, y le parecía que el par de hermanos escritores habían omitido muchas cosas importantes. Cómo que al crecer Hansel se convirtió en un más que perfecto y atractivo hombre.

—Esa puede ser la respuesta a muchas preguntas, ¿Podrías especificar?

—No sé exactamente que eran nuestros…;  antepasados, vidas pasadas, casualidades, pero… Ellos se conocieron ese día, y cuando él, cuando Mark lo miró… me di cuenta que en verdad quedo impresionado, y ellos… ellos se besaron, antes de que lo  hicieran, Hansel le miró cómo tu me miras a mí muchas veces— Describía, aún con la vista fija en la misma página, pero ya sin prestar atención a la lectura— Ellos se van a enamorar, estoy seguro… Mark sería un tonto si no se fijara en alguien tan atractivo como Hansel… era… sonaré cómo Stark, pero era tan malditamente sexy— Al pronunciar esa frase, sintió un peso sobre sus piernas. Bajo el libro y pudo ver a Clint semidesnudo, llevando solo unos bóxers negros, mirarlo con el ceño fruncido, apoyado con ambas rodillas al lado de sus piernas.

—Ósea que mientras yo estaba preocupándome por ti, tú estabas feliz de la vida con aquel tipo. — Le reclamó molesto.

—Pajarito…— Dijo suavemente tomándole de las caderas, acariciándoselas con cuidado— ¿Eres consciente de que estas poniéndote celoso de alguien que lucía, actuaba, hablaba y en general era algo así cómo un clon tuyo?

—Eso no importa, no era yo— Bruce le jaló sentándolo completamente sobre sus caderas, para acomodarse mejor y estar a la altura del rostro del otro.

—No, no lo eras, por eso es que casi muero de la angustia cuando pensé que no volvería a este tiempo… a ti— Le decía acariciando su rostro con una mano, para acercarlo y besarle suavemente, tocando sus labios con ternura, presionándolos hasta tener la necesidad de lamerlos, y de luego explorar su boca, sintiendo sus lenguas enredarse. Esto mientras su erección crecía bajo su pantalón de pijama.

Clint al sentir esto, se abrazó al cuello del científico comenzando a frotarse con insistencia sobre la dureza bajo suyo, gimiendo en medio de entrecortados y apasionados besos, miro a los ojos a su amado doctor y con una sonrisa se fue separando de él, hasta quedar recostado a lo largo de sus piernas, aferrándose a los muslos de su piernas, aún cubiertos por las tela, lamiendo la erección que se manifestaba sin pudor por sobre la pijama. Bajando poco a poco el pijama y la ropa interior, cerniendo su boca en la punta de el miembro de Bruce, mientras una de sus manos acariciaba despacio desde la base hasta donde su boca chupaba cual caramelo. Sentía las caricias de Bruce en su cabello, y escuchaba sus roncos gemidos, causando con esto que su propia erección comenzara a doler.

Bruce lo supo y separó el rostro de este de su sexo, para jalarlo indicándole que se volviera a sentar sobre él. Clint obedeció, comiéndole la boca al mayor, mientras este a tientas abría el cajón de la mesilla de noche, sacando de allí un lubricante, para poner un poco en su mano, comenzando a preparar al menor. Haciendo que este parara los besos con un pequeño jadeo.

—Tú mano esta fría— Señaló Clint con una sonrisilla traviesa, viéndole a los ojos, a lo que el científico le devolvió el gesto.

—Ya se calentará— seguía jugando con su entrada, metiendo uno por uno hasta tener tres dedos dentro, moviéndolos con lentitud, besando el cuello de Clint mientras este se aferraba a sus hombros echando un poco la cabeza hacia atrás, moviéndose al ritmo que la mano de Bruce marcaba, frotándose a su vez su erección contra la del otro.

Cuando lo consideraron suficiente, el científico tomo con sus dos manos las caderas del espía, ayudándole a ubicarse sobre su miembro, para poder internarse en el lentamente, los dedos de Clint se enterraron en el pecho del científico, el cual se encontraba desnudo, volvió a besarle,  en lo que su cuerpo se acostumbraba a la intrusión.

Pero Bruce le dio un giro a las cosas, colocándole de espaldas a la cama, sin salir de él, sujetando sus piernas, sintiendo las manos ajenas viajan a su espalda, aferrándose a ella, cuando comenzó con aquel delicado vaivén, repitiéndole al hombre debajo de él, lo sexy que era, y lo mucho que agradecía estar a su lado.

Clint, enredo sus piernas, atrayéndolo más a él, haciendo las estocadas más profundas, mientras el ritmo aumentaba. Contestando las palabras del otro, con arrebatadoras y entrecortadas declaraciones de amor. Banner se movió con más fuerza en su interior, agachando su cabeza, hundiéndola en el hombro del otro, deslizando una de sus manos de las piernas de Clint, hasta su erección, masturbándola al ritmo de las embestidas.  

Clint llegó al orgasmo sintiendo todo su cuerpo tensarse casi tanto como su arco,  se vino jadeando el nombre de su amante, bañando su abdomen y el del otro con su escancia. Sintiendo cómo el placer se extendía con eléctricos espasmo, por las embestidas que su interior seguía recibiendo, gimiendo despacio al sentir al otro llenarle.

—Te amo Bruce— Dijo con la respiración entrecortada, acariciando el rostro del moreno.

—Y yo te amo a ti… — Le respondió compartiendo un chasqueante y casto beso.

 

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Era una vez más un posada de mala muerte, una vez más casos de niños desaparecidos y animales muertos, una vez más el caso de una bruja que habría que casar. Lo de siempre en la vida de Hansel.

La cual había cambiando significativamente cuando un apuesto Doctor decidió que necesitaba más acción en su vida, y seguir al apuesto y nómada cazador del que se había enamorado en una aventura corta y peculiar.

Ahora cazaban a la bruja, recibían el pago, y al estar en su habitación el rubio podía relajarse, siendo curado y cuidado por su apuesto Doctor, terminando con pláticas, abrazos y mimos cuando  las heridas eran muy severas….

Y con apasionadas sesiones de sexo cuando sus cuerpos estaban en condiciones, cómo en esa ocasión, Hansel había caído muerto después de la tercera ronda, pero a las tantas de la madrugada una luz a su lado le despertó, por lo se despertó tallándose los ojos, viendo a su pareja sostener aquel aparatito que le había quitado a aquel extraño viajero del tiempo.

— ¿Te lo quedaste?

— Disculpa, ¿te desperté?

—Sí— Asintió haciéndose un espacio en los brazos del otro, para acurrucarse en su pecho. — Te lo quedaste. — Repitió ahora cómo afirmación.

—Olvide devolvérselo por la conmoción de los sucesos. — Contestó pasando las fotos, después de meses estudiándolo, había podido entender cómo funcionaba, enfrentó un problema cuando este se apago, pero con uno de los aparatos de los cazadores había conseguido recargar la batería.

—Son ellos, de verdad se parecen a nosotros.

—Sí… ¿Te imaginas eso? ¿Estar destinados a estar juntos en esta y en otra vida?

—Eres demasiado cursi Mark— Negó bostezando, cerrando los ojos, usando el pecho moreno cómo almohada. — Lo bueno es que te vuelves salvaje en la cama. — El pelinegro rio despacio, antes de apagar el aparato, dejándolo al lado de la cama, para abrazar a su novio y dormir, esperando ser tan feliz cómo sus “yo” del futuro lucían en las fotos.

 

 

 

 

Notas finales:

Saludos! Y ya saben critícas, sugerencias... todo es más que bienvenido!

:D


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