Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Vidas pasadas por YukoTy

[Reviews - 13]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Bueno chicos, ayer me vino esta idea a la cabeza y tenía que escribirla porque...

HAY PIRATAS!!! y yo ADORO las historia de piratas xD.

Esta historia la actualizaré entre una semana y dos por capitulo, seguiré centrada en Oscuras intenciones por ahora :).

Espero que os guste también ^^

   El sol iluminaba mi rostro mientras observaba el inmenso horizonte donde se confundía el océano con el inicio del cielo de un brillante azul. El barco se movía con suavidad en la mar tranquila, el jaleo de hacía escasos 5 minutos había menguado hasta quedar reducido a unos pocos gritos mezclados con el sonido del viento y el océano, al igual que se mezclaba el olor de la sangre con el salado olor del mar.

   A mis pies todo estaba regado de cadáveres y manchas de sangre adornaban el barco hecho trizas. Observé con indiferencia el panorama mientras mis hombres saqueaban los cadáveres y buscaban las riquezas que transportaban para llevarlo todo a nuestro barco.

   Me giré, apartando la vista del horizonte, para centrar mi atención en la minuciosa labor de mis hombres. Mientras unos pocos volteaban los bolsillos de los muertos, otros iban y venían de la bodega, cargados con especias y comida. No era un mal botín, podríamos sacar un buen dinero por las especias y la comida siempre era bien recibida.

   Uno de ellos logró sorprenderme trayendo de la bodega a un muchacho, alto, con manchas de sangre y el pelo negro alborotado sobre el rostro. Lo acercó hacía donde yo estaba, con las manos atadas y siendo amenazado con una espada le obligaba a andar.

   -Es Miguel Ruiz, el sobrino del Virrey- La voz ronca del pirata se escuchó por encima de los gritos de sus compañeros. Mi cara se iluminó por la anticipación de todo el oro que podíamos ganar con él.

   Me acerqué al joven, era divertido verle con la expresión de odio y orgullo que solo poseía la nobleza. No podía esperar a cortarle los dedos para mandarlos a su tío como amenaza.

   -Bien, es una suerte que no haya muerto- Sus ojos me miraron fijamente. Si hubiera sido un plebeyo cualquiera no tendría el valor para mantener la mirada, estaba claro que había sido criado y tratado como un rey, con criados a su servicio. Él sabía que solo debía arrodillarse ante el propio rey de España.

   Mis labios se convirtieron en una sonrisa cruel, iba a disfrutar muchísimo humillando a ese chico orgulloso.

   Pasé por su lado, ignorando, por ahora, su altanería.

   -¡Nos vamos!- Grité con fuerza a mis hombres- Antes de que este barco fantasma termine de hundirse- Fui directamente a mi barco, sin mirar por encima de mi hombro, sé que me obedecerán, terminaran de cargar lo que tienen y dejaremos que el barco se hunda sin nosotros.

 

   El ruido del despertador obligó a Oliver abrir los ojos enfadado, golpeó su despertador para que dejara de chirriar y se recostó en la cama con un suspiro, respirando profundamente. Se destapó para comprobar, como venía pasando desde hacía más de un mes, había vuelto a tener otra eyaculación nocturna. Maldijo en voz baja.

   Esto era algo que le estaba pasando casi a diario y, para él, lo peor no era tener que ducharse y cambiar de ropa interior todos los días antes de ir a clase. Eso podía soportarlo, lo peor de todo esto es que cada noche tenía sueños eróticos con Alex, su mejor amigo, la persona con la que había estado junto desde su nacimiento, compañero de clases, amigos inseparables…

 

   El día que cumplió los 17 años soñó que besaba con pasión a Alex, un beso húmedo y erótico. Esa mañana se despertó extrañado, pero decidió no darle más importancia de la que tenía, hasta que dos días después volvió a soñar algo parecido, esa vez, se masturbaban el uno al otro y tuvo su primera eyaculación nocturna. Desde entonces, los sueños habían ido aumentando en perversión, llegando al punto de soñar que era penetrado por su amigo y, lo que era aún peor, sentía el mayor placer de su vida con eso.

   Entró en el plato de ducha con los ojos aún medio cerrados, el agua tibia le espabiló un poco, lo que agradeció, sí no se daba prisa no llegaría a tiempo a clases. Se duchó en solo 5 minutos, y tardó menos aún en secarse y vestirse. Bajó a desayunar con el pelo todavía mojado, encontrándose a su madre en la cocina.

   -Cielo, te vas a resfriar si sales así- Observó molesta.

   -Ya estamos en primavera, no me va a pasar nada- Replicó el chico cogiendo una tostada y sirviéndose café. Su madre frunció el ceño hacía Oliver.

   -Vale, vale- Murmuró, levantándose de la mesa- Voy algo tarde, ¿Puedes recoger la mesa?- Pidió mientras cogía su bolso.

   -Está bien, no te preocupes- Oliver todavía tenía la mente en otro lado, preguntándose por qué tenía que soñar esas cosas.

   Su madre se agachó para darle un beso fraternal en la cabeza, para luego revolverle el pelo.

   -Portate bien y atiende en clase- Advirtió con una sonrisa antes de irse apresurada al trabajo.

 

   Oliver se parecía mucho a Laura, su madre, tenían la misma altura y el mismo pelo ondulado, castaño con algunas mechas rubias naturales, también compartían dos grandes ojos castaños, incluso tenían el mismo grado de miopía. A veces Oliver dudaba que su padre hubiera dejado algo de material genético en él.

   Terminó de recoger el desayuno como pidió su madre y salió de casa, cerrando la puerta con llave. Dos calles abajo le esperaba, como siempre, Alex, para ir juntos al instituto.

   Su amigo levantó la mano a modo de saludo antes de que Oliver llegara hasta él.

   -¿Se te han pegado las sabanas?- Preguntó algo molesto mientras empezaba a caminar hacía el instituto. Oliver frunció el ceño en respuesta, sí había llegado algo tarde, era precisamente por su culpa, pero no era algo que pudiera decirle.

   Llevaba mucho tiempo sintiéndose incomodo en compañía de su mejor amigo, de alguna manera había logrado disimularlo lo suficiente para que Alex no hiciera preguntas insistentes, pero sus sueños iban a más, aumentando a su vez la dicha incomodidad con Alex. Cada vez que le miraba recordaba sus labios contra los suyos propios y sus manos recorriendo su cuerpo.

 

   Oliver había tomado la decisión de hablar con alguien sobre su problema, no podía seguir así, o terminaba por volverse loco o tendría que dejar de ver a Alex y, él era su amigo, lo apreciaba mucho. Para él eso era impensable. Siempre habían estado juntos y tenía la esperanza de seguir siendo amigos por siempre, como pasó con sus madres.

   La madre de Alex y la suya eran amigas desde el instituto, donde se conocieron, fueron juntas a la universidad y abrieron juntas un negocio. Les hizo mucha ilusión quedarse embarazadas el mismo año y que sus hijos pudieran llegar a ser buenos amigos. Y así pasó, Alex y él siempre habían estado juntos.

 

   A la hora del descanso se disculpó con Alex y salió literalmente corriendo del salón de clases. Fue a buscar a Anna, su prima un año mayor, repitió curso en primero de bachillerato y con eso se dio cuenta que las ciencias no eran lo suyo, cambió de especialidad y sacó unas buenas notas, por lo que ahora estaba en el mismo curso que su primo. Ellos siempre se habían llevado muy bien, casi como hermanos, Oliver pensó que si podía contarle algo así a alguien, sería a ella.

   -Anna- Se acercó a ella con una sonrisa nerviosa- ¿Podemos hablar?- Preguntó en voz baja, intentando no llamar la atención de sus amigos, su prima le escrutó con la mirada, sorprendida de verle sin Alex.

   -Si claro- Aceptó- Ahora vengo- Se despidió de sus compañeros para ir con Oliver a un lugar del pasillo apartado de los demás estudiantes.

   Anna se sentó en las escaleras que se encontraban al fondo, alejadas prácticamente de todo, por lo que pocos estudiantes iban por ahí.

   -Bueno, ¿que pasa?- Preguntó desenvolviendo el sandwich que llevaba para el almuerzo. Oliver tomó aire, preparándose para lo que iba a decir.

   -Desde hace algún tiempo, estoy teniendo sueños eróticos- Dijo en voz más alta de lo que le hubiera gustado. Después de la sorpresa inicial, Anna sonrió con incredulidad.

   -Oli, cielo, estás en una edad en la que es normal que…

   -No es eso- La interrumpió- Es siempre con la misma persona- Murmuró sentándose junto a su prima, ella, en lugar de perder la sonrisa, esta se hizo más ancha y le dio codazo al chico.

   -¡Oliver, granujilla! No sabía que estuvieras enamorado- Anna le miraba con complicidad, pero solo consiguió que Oliver reaccionara con una mueca de horror.

   -¡No! ¡Claro que no!- Exclamó, dándose cuenta demasiado tarde de que había alzado demasiado la voz una vez más- No estoy enamorado, no es eso- Habló en voz baja, sintiendo el rostro caliente, estaba seguro que se había ruborizado.

   -Cielo, si llevas un tiempo teniendo sueños húmedos con otra persona, creo que deberías plantearte si es que te gusta- Explicó, intentando ser lo más comprensiva posible- ¿Has hablado con ella?- Preguntó, por suerte para Oliver, había dado por hecho que sus sueños eran con una chica.

   -No…- Murmuró- Pero a mi no me gusta- Reiteró, tozudo. Anna suspiró antes de sonreír, intentando ser paciente.

   -A ver, ¿te gusta estar con esa persona?- Oliver asintió levemente- ¿Le aprecias?- Volvió a asentir- ¿Crees que serías feliz si no estuvieras con ella?- Oliver negó completamente seguro de eso- Entonces, la quieres, quieres estar con ella y no serías feliz si no estuviera en tu vida, y no dejas de montártelo con ella en sueños- Oliver apartó la mirada, consciente de todo aquello por primera vez- Yo creo que si te gusta- Concluyó, apoyando su mano en la espalda del chico, dándole ánimos.

   -Pero…- No fue capaz de encontrar una objeción.

   -Oli, quedate aquí y piensa en ello, al fin y al cabo, eres tu el que debe decidir que hacer- Anna se levantó del escalón, dejando a su primo frustrado por el resultado de la conversación. ¿De verdad estaba enamorado de Alex? Era cierto que le tenía mucho aprecio pero…

 

   Anna andaba tranquilamente por los pasillos para encontrarse con sus amigos cuando Alex apareció frente a ella al doblar una esquina. Le dedicó una sonrisa alegre, ellos no eran familia, pero lo conocía desde pequeño y le tenía el mismo cariño que a su primo.

   -Hola Alex, ¿estás buscando a Oli?- Preguntó, ya que era un poco raro verlos separados.

   -Si, se fue en cuando sonó el timbre y no ha vuelto- Confirmó, parecía algo preocupado.

   -Está en las escaleras del fondo.

   -Gracias- Dijo con una sonrisa, dirigiéndose hacía donde estaba Oliver a paso rápido.

   No tardó en verle, sentado en el escalón con el rostro escondido entre las piernas. Llevaba un tiempo actuando extraño, así que no le sorprendió mucho su actitud.

   -Oli, ¿te encuentras bien?- Preguntó en voz baja, colocándose frente a él. Oliver casi dio un salto al escuchar la voz, tenía una expresión horrorizada- ¿Oliver?- volvió a preguntar, confundido, el chico, cada día estaba más raro.

   Oliver escuchó la voz de Alex como si llegara desde muy lejos, llevaba un buen rato pensando sin llegar a ninguna conclusión y de pronto se encontraba frente a él, cuando aún no tenía nada en claro.

   -Alex- Dijo en voz baja- ¿Puedo comprobar una cosa?- Preguntó seriamente, agarrando los hombros de su amigo, Alex asintió, comenzando a pensar que su amigo estaba perdiendo la cabeza.

   Oliver le observaba seriamente, sin soltar sus hombros, lo atrajo hasta él. Alex tuvo que sujetarse en el escalón donde Oliver estaba sentado para no perder el equilibrio. El castaño ignoró los problemas que estaba teniendo su amigo cuando se alzó ligeramente para alcanzar los labios de Alex con un beso inocente que no era más que el choque de sus labios, sin hacer amago de abrirlos.

   Cerró los ojos antes de separarse, Alex no fue capaz de articular palabra. Oliver estaba pensando que, como esperaba, besarle le había gustado cuando, un fuerte dolor de cabeza le golpeó, provocandole nauseas. Gimió por el dolor y sujetó su cabeza con una mano, se estaba mareando.

   -¡Oliver! ¿Te encuentras bien?- Alex le estaba sujetando, pero apenas lo sentía.

   Un nuevo y fuerte dolor de cabeza le azotó trayendo con él imágenes que no había visto jamás. Su cuerpo no lo soportó y cayó desmayado, escuchando a lo lejos los gritos preocupados de Alex.

Notas finales:

Bueeeno, espero que os haya gustado el primer capitulo (sería como el capitulo piloto xD).

En el siguiente explicaré mejor la historia y avanzaré con ella ^^.

Un besoo <3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).