Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

The prettiest eyes por RingogoShiroyama

[Reviews - 7]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

A D V E R T E N C I A (?)

Esto es un GDxTOP. ¡Sí, GDxTOP!

 

Ahora que estan advertidas, pueden leer xD

Ojalá les guste~ es mi regalo para ustedes ;_;

Era una mañana tranquila. El cielo se veía azul y despejado, y era el primer día del 4° semestre en la universidad. Jiyong acababa de salir del baño, después de una larga ducha para terminar de despertarse. Sonrió al ver la ventana. Esperaba que ese día fuera realmente bueno. Se vistió rápidamente con unos jeans algo desgastados, unos zapatos YSL, una camisa a cuadros roja con blanco, y unos cuantos accesorios. Kwon Jiyong era conocido como el fashonista de su universidad. Todo el mundo se preguntaba por qué estudiaba música en vez de diseño de modas o en vez de ser un modelo famoso. Pero a Ji no le importaba eso. Su sueño era ser músico, no diseñador. La moda solo era algo que lo complementaba. No podía evitar ser un fashonista, lo sentía como algo natural, él simplemente se ponía la ropa y ya. Terminó de arreglarse al peinar su cabello castaño y ponerse un poco de perfume. El toque final fueron unos lentes negros. Él no usaba lentes, pero esos le gustaban solo para verse bien.

Tomó su abrigo y su mochila y salió de su casa en dirección a la universidad. Caminó tranquilamente hasta la parada del autobús y se sentó a esperar. Luego de unos 5 minutos llegó su transporte, y después de 20 minutos de viaje, Jiyong se encontraba entrando por la puerta principal de su universidad. Fue directamente hacia el salón de su primera clase. Había descargado su horario por internet, en la página de la escuela, y para su desgracia había quedado en los mismos grupos que el año anterior, y por ende con los mismos compañeros. Ji era muy inteligente y talentoso, por lo que no se había conformado con tomar clase de un solo instrumento y desde el primer semestre se había inscrito para 3 instrumentos diferentes: piano, violín y flauta transversa. Sus compañeros de violín y flauta eran pasables, pero a los de piano los odiaba totalmente. Simplemente no tenían la misma forma de pensar, y Jiyong siempre terminaba peleando con alguno de ellos. Todos y cada uno de los que tomaban esa clase se sentían superiores a los demás, e intentaban siempre hacer quedar mal a los otros. No les gustaba trabajar en equipo y preferían burlarse de quien no podía hacer algo. Jiyong realmente no entendía esa actitud, y aunque él era partidario de la ayuda y el trabajo con sus compañeros, no podía evitar el terminar trabajando solo en esa clase.

Ji se paró frente a una puerta. Salón 2106 del edificio 2. El salón donde le tocaba la clase de flauta ese año. Entró y descubrió que la mayoría de sus compañeros ya estaban ahí. Comenzó a caminar hacia su lugar y en el trayecto saludó a algunas personas. Se sentó en su lugar y unos 10 minutos después llegó la profesora, causando que todos se sentaran y guardaran silencio.

 

***

 

Dos horas después, Ji iba caminando hacia su segunda clase. Tenía que cruzar todo el campus hasta el edificio 7, donde tomaba clase de piano. Ese día tocaban dos horas de teoría y una hora de práctica. Una vez Jiyong llegó a su salón, entró y fue directo a su lugar. Cuando se sentó, volteó a su derecha y vio a alguien en la banca de al lado. Al parecer era un chico nuevo, pues Ji no lo había visto antes. Cabello negro, facciones fuertes, alto y vestía de manera muy formal, con un enorme saco que parecía de invierno. Además, el único accesorio que llevaba eran unos lentes negros. Jiyong se había quedado viendo el perfil del chico. Era muy apuesto, y para nadie en la universidad era secreto que a Ji le gustaban los hombres. Se volteó rápidamente, con un sonrojo en las mejillas, pensando que aquel chico nuevo se sentiría incomodo por la mirada de Ji… pero no pasó nada. Jiyong regresó su mirada lentamente, y el chico seguía igual. Con la cabeza hacia el pizarrón, ni si quiera se movía. Al parecer no se había dado cuenta de la mirada de Jiyong sobre él. En ese momento entró la profesora, por lo que Ji miró hacia el frente del salón.

Durante las dos horas de clase teórica, Jiyong no vio que en ningún momento el nuevo anotara algo. Ni si quiera cuando la profesora había dicho que era importante anotar. El pelinegro no había sacado ni cuaderno, ni pluma, ni nada. Solamente tenía afuera su celular, y lo único que hacía era asentir con la cabeza cuando la profesora decía algo importante.

Cuando la clase finalizó, todos comenzaron a salir, y Ji se dio cuenta de algo. Cada que uno de sus compañeros pasaba al lado del chico nuevo, dejaba un libro en el suelo, justo en medio del camino. El chico no se había levantado, y Jiyong solo se quedó viendo lo que sucedía. Una vez todos salieron, el salón se quedó en silencio total. Ji estaba callado, sentado en su lugar y viendo al chico nuevo. ¿Por qué no se levantaba? ¿Y por qué no había hecho nada cuando los otros pusieron esa pila de libros al lado de su banca? De repente el pelinegro metió una mano dentro de su abrigo, al mismo tiempo que movía su pierna para salir de la banca y levantarse. Cuando estuvo de pie, Jiyong se dio cuenta de que era más alto de lo que él se imaginaba. Le ganaba por varios centímetros.

El chico se quedó parado un momento frente a la pila de libros, mientras seguía buscando algo en su abrigo. El nuevo dio un paso hacia el frente, al mismo tiempo que sacaba un pequeño tubito de metal. El tubo hizo un ruido parecido a un “click” y luego se convirtió en un largo bastón. Después todo pasó tan rápido que a Jiyong apenas le dio tiempo de comprender la situación. El chico dio un paso más, tropezando con todos los libros que había frente a él. El bastón salió volando de su mano y cayó a unos metros de distancia. Ji se puso de pie al instante, y corrió para ayudar al pelinegro. Todo tenía sentido ahora. El chico nuevo era ciego.

-          Oye ¿estás bien? – Ji se arrodilló y tocó el hombro del chico. Éste estaba apoyado en sus manos y sus rodillas, con el rostro mirando al piso. Sus lentes negros seguían en su lugar, y apenas movió la cabeza un poco hacia donde estaba Jiyong cuando escuchó su voz, pero no contestó nada – Te ayudaré a levantarte.

Ji movió su mano por todo el brazo del nuevo hasta que llegó a su mano. Lo tomó de la muñeca y con su brazo libre le rodeó la espalda. Una vez ambos estuvieron de pie, Ji corrió por el bastón del chico y se lo regresó. El chico solo suspiró muy suavemente.

-          Gracias… – Su voz era grave, y bastante masculina.

-          De nada… soy Jiyong. Kwon Jiyong.

-          … Choi Seunghyun.

-          Un gusto Seunghyun – Ji sonrió, pero luego se sintió un poco tonto al hacerlo, pues el pelinegro no lo podía ver. De repente Seunghyun comenzó a caminar hacia la salida, moviendo su bastón enfrente de él – O-oye, espera, ¿a dónde vas? – Ji corrió y lo alcanzó, pero Seunghyun se detuvo abruptamente, causando que Jiyong pasara de largo y tuviera que regresar un poco.

-          Escucha, Jiyong – Seunghyun estaba parado derecho, mirando hacia el frente y con la mano fuertemente apretada agarrando su bastón – Creo que ya me dieron una agradable bienvenida. No necesito que me des otra así.

-          ¿Qué? ¡No, no! ¡Y-yo… estoy muy apenado por lo que hicieron mis compañeros! Yo no sabía que tú… e-es decir… ¡Si lo hubiera sabido, te hubiera ayudado antes! Todos los de esta clase son unos tontos, no puedo creer que sean así de maleducados, yo… yo… - Ji fue interrumpido.

-          Está bien, tranquilízate. Entiendo que no tuviste nada que ver con lo que pasó, pero tampoco necesito tu lástima – Ji abrió mucho sus ojos.

-          ¡No! ¡No te tengo lástima! Por favor, solo… solo quiero ayudarte. Eres nuevo y esos tipos te van a seguir molestando… tú no pareces ese tipo de persona, creo… creo que podemos ser buenos amigos… - Ji se sonrojó. Estaba mirando hacia el piso, pero subió la mirada al escuchar la voz de Seunghyun.

-          De acuerdo.

Jiyong sonrió.

 

***

 

Habían pasado ya dos meses desde que Seunghyun y Jiyong se habían conocido. Se volvieron amigos muy cercanos, pues la única clase que el mayor tomaba en la universidad era la de piano, y podía platicar con Jiyong todos los días. Además los compañeros de ambos se la pasaban haciéndole bromas de mal gusto a Seunghyun, pero Ji siempre lo ayudaba, y gracias a esto las bromas habían disminuido, ya que al parecer no era gracioso si Seunghyun no caía en la broma, y con Jiyong cerca de él, nunca lo hacía. Pasaban mucho tiempo en la casa de Ji, pues él tenía un piano y ahí podían practicar. Seunghyun era un muy buen pianista y siempre le ayudaba a Jiyong cuando no podía hacer algo.

Ji se sentía bastante atraído por Seunghyun. Era muy guapo, amable, y su sonrisa era muy bonita… aunque a veces era un poco tonto. Sin embargo, Jiyong pensaba que nunca podría tener algo con el mayor. No podía insinuársele así como así, porque él no podía verlo, y Ji sentía que si lo hacía parecería que quería aprovecharse de él. Y lo peor, cuando Jiyong le había confesado su orientación, Seunghyun le había dicho que era heterosexual, pero que aún podían seguir siendo amigos. Eso hizo que las pequeñas esperanzas que Ji guardaba se hicieran añicos. Desde entonces siempre intentaba no sentirse atraído por Seung, pero le era imposible. Cada vez le atraía más.

 

***

 

Ambos se encontraban en la casa de Ji. Era sábado, y acababan de terminar una larga sesión de práctica de piano para la clase. Por fin Jiyong había logrado sacar su pieza completa, sin un solo error.

-          ¡Muy bien Yongie! – Seunghyun sonrió, y Ji sonrió también al mayor.

-          Gracias Seung. ¿Qué te parece si descansamos un rato? Ya llevamos aquí 4 horas.

-          Si quieres. ¿Vamos a tu cuarto a escuchar música?

-          ¡Vamos!

Seunghyun se levantó de su asiento y salió rápidamente de la habitación donde Ji guardaba su piano, en dirección al cuarto. De tanto tiempo que los dos pasaban en la casa del menor, Seung ya conocía cada rincón del lugar y podía caminar libremente por ahí sin su bastón. Jiyong dejó que el mayor se fuera mientras él tapaba su piano. Una vez lo hizo, fue directo a su cuarto y encontró a Seunghyun acostado en la cama.

-          Ji, pon el disco de música clásica.

-          Claro.

Jiyong ya se había acostumbrado a que Seung supiera lo que pasaba simplemente con escuchar. Seung podía saber que Ji iba hacia él y a qué distancia estaba solo con escuchar sus pasos. Podía saber cómo se sentía solo con escuchar su voz.

Ji puso el disco y se acostó en la cama al lado de Seunghyun. A ambos les gustaba la música clásica.

Pasó un rato en el que todo estuvo en silencio, a excepción del disco que estaba en el reproductor. Jiyong y Seung estaban acostados, uno al lado del otro, sin decir nada. Solo disfrutando de la música. Pero de repente Seunghyun rompió el silencio.

-          ¿Ji?

-          Dime Seung.

-          … Yo… quisiera… quisiera saber cómo eres – Jiyong se volteó a verlo.

-          ¿A qué te refieres?

-          Es decir... ya pasó mucho tiempo desde que nos hicimos amigos – Seung esbozó una pequeña sonrisa – Y pues, tú puedes verme y todo eso, pero yo… ya sabes… nunca te he visto. He imaginado muchas veces como podría ser tu rostro… pero quisiera saberlo realmente.

-          Oh… Seung… - Ji se sintió un poco incómodo. No sabía qué decir. ¿Cómo podría mostrarle su rostro a Seunghyun?

-          Solo quiero saber si… me dejarías verte con mis manos – Jiyong se quedó callado. No entendía a qué se refería con eso, y Seung se dio cuenta – Está bien, para que tu pequeño cerebro me entienda…

-          ¡Oye! – Jiyong sonrió y le dio un golpe en el brazo a Seung, causando que este sonriera también.

-          ¿Me dejarías tocar tu cara? Es decir… si te toco, podré imaginar cómo te ves…

-          ¡Ah, ya entiendo! Claro que puedes tocar mi cara Seunghyunnie.

-          Genial. Voltéate.

Ambos comenzaron a darse la vuelta para quedar acostados de lado, pero frente a frente. Jiyong lo miró. Aun con esos lentes negros, el mayor se veía terriblemente guapo. Nunca se había quitado esos lentes, y Ji se preguntaba cómo serían sus ojos… pero le daba mucha pena el preguntarle si los podía ver. Seung suspiró como si se estuviera dando ánimos y movió uno de sus brazos hacia adelante. Llegó hasta el brazo de Jiyong y al instante comenzó a subir su mano. Tocó su hombro, y subió por su cuello, hasta que llegó a su mandíbula. Dejó su mano ahí un momento, en lo que la otra llegaba hasta el mismo sitio pero del lado contrario de la cara de Jiyong.

Seung dejó sus manos ahí un momento, acunando el rostro de Ji. Lentamente empezó a acariciar la suave piel del menor. Sus dedos llegaron hasta la frente de Ji. De ahí empezaron a bajar lentamente, hasta sus ojos. Jiyong los cerró, y esperó hasta que sintió como Seung tocaba sus párpados. El toque de Seunghyun era muy dulce, y Ji sentía algo extraño en su estómago al mismo tiempo que su corazón se aceleraba. Las grandes manos del mayor pasaron por la nariz de Ji, y fueron bajando hasta sus labios. Ahí Seung se detuvo un momento, delineando los delgados labios del menor perfectamente. Después de eso alejó sus manos del rostro de Jiyong y sonrió.

-          Gracias Yongie.

-          De nada Seung… - Ji suspiró y abrió los ojos.

-          ¿Sabes?... Me siento muy bien a tu lado. Después de lo que me pasó… mis amigos me abandonaron.

-          ¿Lo que te pasó?

-          Sí… Yo no soy ciego de nacimiento Ji. Antes podía ver. Pero tuve un accidente cuando tenía 16 años. Un accidente en el que mis padres fallecieron, y yo perdí la visión. Los médicos dijeron que debido al accidente mi nervio óptico se dañó, y por eso quedé ciego – Ji se quedó callado nuevamente. Nunca habían hablado de eso, Ji lo evitaba porque le daba pena – Y cuando regresé a casa… mis amigos ya no querían juntarse conmigo. Decían que como ya no podía ver, ya no podría jugar con ellos, ni salir a ningún lado. Uno a uno se fueron alejando hasta que me quedé solo. Cuando fui mayor de edad me fui de casa de mis tíos porque me sentía una molestia. Luego de eso entré a la universidad. Fui transferido a tu universidad, y ahora estamos aquí. Has sido mi primer amigo desde que eso sucedió.

-          Vaya…

-          ¿Tú no te irás, cierto?...

Jiyong miró a Seung. No podía ver sus ojos, pero escuchaba la tristeza en su voz.

-          Claro que no Seung. Yo sí soy tu amigo, y no te abandonaré como lo hicieron ellos.

Ji no lo pensó de nuevo y se acercó para abrazar a Seunghyun. Éste se sorprendió por sentir a Jiyong tan cerca de él y así de repente, pero correspondió el abrazo.

 

***

 

Era Diciembre y las clases en la universidad ya habían terminado.  Ji y Seung estaban caminando por las calles del centro de Seúl. Ambos habían salido con muy buenas notas en todas sus clases, por lo que decidieron ir a celebrarlo a algún lugar. Todo estaba cubierto de nieve, y se podía sentir el espíritu navideño cada que pasaban por una tienda. Seung no podía utilizar su bastón, pues se atoraba con la nieve, por lo que Jiyong estaba felizmente colgado de su brazo, guiándolo y diciéndole por dónde tenían que caminar. Se dirigían a un pequeño café que Ji conocía desde que era pequeño. Le encantaba ese lugar, y estaba ansioso por estar ahí con Seunghyun.

-          Seung, ya llegamos – Ji sonrió y se detuvo para que el mayor lo hiciera también.

Entraron al pequeño local y se dirigieron a una mesita en un rincón y se sentaron.

-          Yongie dime cómo es el lugar.

-          Pues… es pequeño pero muy acogedor. Por dentro se ve como una cabaña en el bosque. Las paredes son de color madera y las luces son muy tenues… y nuestra mesa es bonita – Seung rió.

-          Gracias Ji.

-          De nada Seung.

A Jiyong no le molestaba en lo absoluto el hacer esas cosas para Seunghyun. Le gustaba decirle lo que veía para que él pudiera imaginarlo. Después de más de medio año de conocerse, Jiyong podía decir que estaba enamorado de Seung. Aun cuando sabía que no podía tener nada con él.

 

***

 

Por fin había llegado la navidad. Seunghyun y Jiyong estaban en la casa del menor, pues ninguno de los dos tenía con quien estar en ese día. Se encontraban sentados en uno de los sofás de la sala. Habían estado platicando un rato, pero de repente todo se había quedado en silencio. No era un silencio incómodo, al contrario, ambos se sentían bien solo con estar al lado del otro… pero Seung tenía algo que decir.

-          Oye Yongie… gracias por invitarme al café el otro día… hacía mucho tiempo que no iba con nadie a ningún lugar.

-          No hay problema Seung, para eso somos amigos ¿no?

-          Sí… pero Ji, en serio te agradezco que estés conmigo. ¿Puedo abrazarte? – Seung abrió los brazos.

-          Tonto – Jiyong sonrió – No necesitas preguntar eso, claro que puedes abrazarme.

El menor se acercó hacia donde estaba Seung y se acurrucó en su pecho. Sintió los grandes brazos de Seunghyun rodearlo y cerró los ojos. Le gustaba cuando el mayor lo abrazaba. Era muy agradable.

-          Ji ¿puedes escuchar mi corazón?

-          … ¿eh?

-          ¿Lo escuchas?

-          … S-sí… – Jiyong podía sentir los latidos del corazón de Seung.

-          Está latiendo gracias a ti, y por ti – Ji comenzó a sentir su propio corazón. Latía más fuerte de lo normal.

-          ¿D-de qué hablas?...

-          De eso precisamente… ¿Recuerdas cuando te dije que era heterosexual?

-          … A-ajá…

-          Pues creo que ya no lo soy.

-          …

-          Mi corazón ahora late gracias a ti, porque has estado conmigo. Me has ayudado. Eres un chico muy lindo y amable, realmente te agradezco lo que haces por mí.

-          …

-          Y late por ti, porque a pesar de... de que no puedo verte… me he enamorado de ti Yongie – Jiyong abrió los ojos muy grandes y comenzó a respirar más apresuradamente. Seung lo notó, y lo estrechó más contra su cuerpo – P-pero, no es necesario que yo te guste a ti… quiero decir… si te incomoda… solo sigamos siendo amigos… por favor, no te alejes de mí…

La voz de Seung se había escuchado como un susurro al final, y Ji sintió como era apretado entre los brazos del mayor. Sonrió. Se sentía demasiado feliz. No quería despegarse de Seung, pero tenía que hacerlo. Debía decirle que él también lo quería.

Lentamente se deshizo del abrazo de Seunghyun. Éste lo soltó y luego bajó su cabeza. Se veía un poco triste y apenado.

-          Ji, en serio, s-si esto te molesta, yo… - Seung fue interrumpido por uno de los dedos de Jiyong sobre sus labios.

-          Sabes Seunghyunnie… a veces hablas demasiado.

Sin esperarlo más Ji pasó sus brazos alrededor del cuello de Seung y atacó sus labios. El mayor reaccionó un poco tarde, pero correspondió el beso y pasó sus brazos por la cintura de Jiyong para acercarlo más a él. Luego de un momento se separaron.

-          ¿Eso significa… lo que creo que significa? – Jiyong soltó una pequeña risa.

-          Sí Hyunnie. Yo también estoy enamorado de ti – Seung sonrió.

-          Entonces… Mr. Kwon Jiyong, ¿acepta ser mi novio?

-          ¡Claro! – Jiyong saltó y se abalanzó a los brazos de su nuevo novio para abrazarlo.

 

***

 

Ya habían cenado, y se encontraban medio acostados en el sofá de la sala, besándose desde hace 15 minutos. Jiyong estaba casi encima de Seung, besándolo con necesidad. Se había aguantado muchos meses y ahora tomaría venganza de eso. Sin embargo, había algo que le molestaba un poco. Los lentes negros de Seunghyun. No podía besarlo con comodidad gracias a esos lentes, así que se separó despacio de los labios del mayor.

-          Hyunnie…

-          ¿Si Yongie? – Seung tenía una enorme sonrisa en los labios.

-          Puedo… puedo… ehm… no te vayas a enojar… – Seunghyun puso cara de confusión – E-es decir… no te voy a obligar, solo… solo es una pregunta…

-          Dilo de una vez Ji. No me voy a enojar.

-          Ah… ¿puedes… puedes… quitarte los lentes?

-          … - Seung no contestó, y Jiyong se asustó.

-          D-digo, si quieres… lo que pasa es que es un poco incómodo el que nos besemos así… ¡Pero si no quieres no hay problema Seung! ¡Puedo acostumbrarme a besarte con los lentes puestos! Yo…

Ji se quedó callado. Seunghyun había llevado una de sus manos hasta su cara, y había tomado los lentes. Un segundo después se los quitó.

 

Jiyong se quedó con la boca abierta. Nunca imaginó que Seunghyun podía llegar a ser más guapo de lo que ya era con sus lentes, pero al parecer sí se podía. Los ojos del mayor eran muy bonitos. Los más bonitos que había visto. Oscuros y su mirada era muy profunda, directo hacia los ojos de Ji, aunque éste sabía que en realidad Seung no estaba viendo nada. Por un momento el menor se había imaginado que Seunghyun tenía los ojos blancos o algo así, pero entonces recordó lo del accidente, y que la causa de la ceguera del mayor era por un nervio, no porque sus ojos estuvieran mal.

-          S-seung… tus ojos… son muy lindos…

-          Gracias Ji. ¿No te molesta?

-          ¿Qué cosa? – Jiyong estaba perdido viendo los ojos de Seunghyun.

-          El que tenga los ojos abiertos y no pueda verte.

-          … ¿Ah?

-          A mi tía le molestaba. Decía que no le agradaba ver mi mirada perdida, y por eso me obligó a usar los lentes. Desde ahí se me hizo costumbre.

-          ¡Oh! ¡No, para nada! – Jiyong se colgó del cuello de Seung y le dio un beso rápido – ¡Me gustan tus ojos Seung! Sin lentes eres mucho más guapo aún. Creo que acabo de enamorarme más de ti, si es que eso era posible – Ji sonrió, y Seunghyun también lo hizo – Ahora, en lo que estábamos…

Rápidamente Ji volvió a apoderarse de los labios de Seung. Se sentía mejor ahora, ya que podía acercar más su rostro al del mayor.

Jiyong comenzó a apoyarse un poco más sobre Seunghyun. Pronto ambos terminaron totalmente acostados sobre el sofá, con Ji encima de Seung. El menor estaba a punto de caerse, por lo que hizo un movimiento para intentar subir un poco más su cuerpo mientras seguía besándose con su novio, pero al moverse escuchó un sonido. Había rozado su cadera con la entrepierna del mayor, y éste había dejado salir un gemido sobre los labios de Jiyong.

Sonrió entre el beso y volvió a moverse. Frotó su cadera contra la entrepierna de Seung, y de nuevo escuchó el mismo sonido. Iba a hacerlo una tercera vez, pero Seunghyun lo alejó de su cuerpo.

-          Ji, espera… – Su respiración estaba agitada, y se veía un poco sonrojado.

-          ¿Te molesta?...

-          Oh, no. Solo quería decirte que mejor vayamos a tu cuarto.

Jiyong se mordió el labio mientras sonreía, y rápidamente se levantó de encima de Seung. Lo ayudó a ponerse de pie y después el mayor lo atrapó por la cintura para volver a besarlo. Ambos empezaron a caminar hacia el cuarto de Ji. Incluso besándose, Seunghyun sabía exactamente como llegar a cualquier parte de la casa.

Cuando llegaron, Seung cerró la puerta detrás de él y caminó con Ji hasta la cama del menor.

En un movimiento rápido Ji empujó a Seunghyun hacia la cama, cayendo sobre él. Entre besos se acomodaron bien en la cama, quedando Ji sentado sobre las caderas de Seung. El menor se quitó la camisa que llevaba puesta y luego se agachó para quitar el saco y la camisa de Seunghyun mientras lo besaba. Lentamente, entre los dos se fueron deshaciendo de lo que les quedaba de ropa hasta que quedaron completamente desnudos. De repente Jiyong sintió una de las manos de Seunghyun bajando por todo su pecho hasta llegar a su miembro. Comenzó a darle caricias lentamente, de arriba hacia abajo. Ji soltó un suspiro y apoyó su frente en el hombro de Seunghyun.

-          Ah… – Se mordió el labio. Esa sensación era mucho mejor de lo que se había imaginado.

-          Di mi nombre Yongie… – El mayor aceleró sus movimientos.

-          Ahhm… Seung… Seung…

Jiyong estaba perdiendo la poca cordura que le quedaba solo con las manos de Seunghyun. Y estaba muy excitado. No quería terminar tan pronto, así que detuvo al mayor.

-          Ahh e-espera… – Retiró la mano de Seung de donde estaba – Si sigues haciendo eso me correré antes de que… – Ji fue interrumpido por los labios de Seunghyun sobre los suyos.

-          Entonces apresúrate, porque de lo contrario yo me voy a correr solo con sentir tu cuerpo sobre el mío.

Ji sintió que su cara se ponía roja al escuchar esas palabras, pero lo animaron a seguir. Le dio un beso rápido a Seung y empezó a lamer tres de sus dedos mientras se acomodaba entre las piernas del mayor.

Una vez sus dedos estuvieron bien mojados introdujo lentamente el primero dentro del mayor. Éste cerró los ojos fuertemente, pero no parecía dolerle. Ji movió su dedo un poco y luego metió el segundo. Seung soltó un jadeo y apretó sus manos, pero no hizo nada más. Luego de un rato Jiyong metió el tercer dedo. Esta vez Seung dejó salir un pequeño gemido. El menor continuó moviendo sus dedos hasta que dio con la próstata de Seunghyun. Continuó tocando esa zona mientras escuchaba débiles gemidos de placer e intentaba que el interior de Seung se dilatara un poco más. Una vez sintió que era suficiente, sacó sus dedos y puso la punta de su miembro en la entrada del mayor.

-          Si te duele o algo… me avisas.

Ji no esperó respuesta y se agachó para besar dulcemente a Seunghyun. Sintió las manos de éste subir por sus brazos, acariciar sus mejillas y luego enredarse en su cabello. Entonces Jiyong entró lentamente, tratando de ser cuidadoso y no lastimar a Seunghyun. Unos cuantos gemidos de dolor se ahogaron en el beso. Cuando estuvo completamente adentro, Ji se separó de los labios de Seung y lo miró. Tenía los ojos cerrados y unas cuantas gotas de sudor en la frente, además de los labios muy rojos por todos los besos que se habían estado dando. Jiyong acarició una de las mejillas de Seung, y dejó su mano ahí un momento.

-          ¿Estás bien Hyunnie? – Seung abrió la boca, pero no dijo nada. Al instante se mordió el labio inferior y apretó un poco el cabello de Ji – S-si quieres… puedo salir… - Jiyong hizo un movimiento tratando de salir de Seunghyun, pero éste lo detuvo.

-          ¡Ah! No… no salgas… vamos Yongie, muévete – Seung movió la cadera un poco.

Ji le dio un beso más y comenzó a moverse.

Las embestidas fueron lentas al principio, pero después se volvieron un poco más rápidas. El ritmo era perfecto para ambos y Jiyong daba varias veces contra el punto de Seunghyun. Los gemidos llenaban el cuarto de Ji, y escuchar la voz gruesa de Seung diciendo su nombre de esa manera era como estar en el cielo. El final estaba cerca, por lo que Ji le empezó a dar atención al miembro necesitado del mayor.

-          Ahh… Yongie… y-ya no puedo…

-          N-ni yo Seung… ah…

-          Termina dentro Ji – Seung jaló al menor del cuello para besarlo otra vez.

Solo bastaron unas cuantas embestidas más para que Jiyong se corriera dentro de Seunghyun, y éste en la mano de Ji. Los dos soltaron un gran gemido en la boca del otro, y al instante Jiyong cayó rendido sobre el cuerpo del mayor.

Una vez que recuperaron su respiración normal, Ji salió del interior de Seung y se acostó a su lado. Seunghyun los tapó a ambos y luego abrazó al menor y lo pegó a su pecho.

-          Hyunnie…

-          ¿Si?

-          Cuando fuimos a tu casa esta mañana, dejé un regalo para ti bajo tu árbol – Seung sonrió.

-          Gracias Yongie, aunque el mejor regalo que podría tener ya me lo diste.

-          ¿Ah sí?

-          Sí… tu amistad, y ahora tu amor – Jiyong se abrazó más fuertemente al mayor.

-          Te amo Seung… Feliz Navidad.

-          Y yo te amo a ti Ji. Feliz Navidad.

Los corazones de los dos se llenaron de un sentimiento cálido.

El de Jiyong, porque por fin estaba con el hombre al que amaba, y porque no pensaba dejarlo nunca más. Estar con él lo ponía de buen humor, con todas las tonterías que hacía y decía, y con lo tierno y dulce que era.

Y el de Seunghyun, porque por fin había encontrado a alguien que lo quisiera de verdad, y no solo que estuviera con él y lo ayudara por lástima. Seung lo podía sentir. Al quedar ciego había aprendido a ver con algo más que sus ojos. Podía sentir que Ji realmente lo quería, y que estaba con él porque quería estar con él. Jiyong nunca había usado un tono de voz que denotara que le tenía lástima como las otras personas que conocía. No, él siempre le había hablado de una manera muy linda y normal, como a cualquier otra persona. Seung nunca pensó el enamorarse de un hombre, pero Jiyong se había ganado su corazón con todas y cada una de sus acciones.

Seunghyun sonrió y le dio un beso a Ji en la frente.

 

 

Notas finales:

Intenté hacer el lemon tierno, pero creo que no me salió muy bien... lo siento.

Por lo demás espero que sí les haya gustado ^^

Dejen sus bellos reviews~

Y pues Feliz Navidad~~ <3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).