El cansancio recorría todo el cuerpo del pelirosa casi al mismo tiempo que los labios de su acompañante se tatuaban sobre su piel, aquella sensación tan conocida y al mismo tiempo tan ordinaria de éxtasis lo cubría de los pies a la cabeza.
- ¡Agg! Lee quítate de encima - Dijo con la intención de apagar todo aquel calor que lo comenzaba a llenar - No me dejas respirar - agrego para no hacer sentir mal al otro chico.
En respuesta el más pequeño se coloco en una pose felina liberando parte del cuerpo de su "presa" e inclino su rostro casi al punto de volver a besarlo, dio un pequeño lengüetazo que recorrió desde el cuello hasta el lóbulo de su oreja izquierda, se detuvo un momento y susurro levemente a su oído.
- Jii… si tu quieres puedo quitarte el aliento de "otras" formas más deliciosas - y dedico una pequeña mordida a su oreja.
- Seunghyun… a un lado. No estoy de humor … para esto - dijo mientras lo empujaba cuidadosamente del pecho desnudo liberándose del fogoso aprisionamiento.
El aludido puso una cara de desagrado y volvió a adoptar la pose felina al asecho, hizo un leve puchero y grito con un tono de voz sumamente infantil - ¡¡¡Jii!! Ya te he dicho que no me digas así… llámame Seung-Ri -
- Entonces tu no me llames Ji - repuso con enfado el mayor.
- ¿Quieres que te llame "Joven Kwon"? - propuso con un tono por más burlón.
- ¡Cielos! Cuando te lo propones dejas de ser lindo y te conviertes en una persona completamente desesperante- esta vez la voz de GD sonaba más exasperada que nunca .
- Ok lo siento GD - el pequeño Seung agacho la cabeza demostrando arrepentimiento - Y dime … ¿Por qué estas tan molesto - Volvió a indagar recobrando su natural alegría.
- No estoy molesto -
- Si lo estas - comenzó de nuevo a provocar a su superior - ¡Ya se! Alguno de tus amantes te boto-
- Cállate no sabes lo que dices-
- ¿No? Bueno … Tal vez algún chico lindo te rechazo - continuo mientras se aferraba a uno de los brazos del chico dragón.
Ante esta afirmación más real que cualquier otra GD retiro violentamente su brazo del agarre de su pareja y se sentó al borde de la cama agachando su cabeza tratando de ocultar su rostro que claramente reflejaba enfado. SeungRi se acerco cautelosamente a su espalda y delicadamente introdujo ambas manos por debajo de su playera, comenzó a delinear las tenues líneas que apenas se marcaban sobre su abdomen.
- No se que te paso. Pero… si tu quieres. Te puedo poner de buen humor - intento nuevamente engatusarlo usando esta vez un tono que se asemejaba bastante al ronroneo felino.
GD no dijo nada. Simplemente se dejo llevar por las deliciosas caricias que las astutas manos de su pequeño amante, que a pesar de ser dos años menor era diestro en el arte de la seducción, la única persona que podía brindarle todos aquellos exóticos placeres tan solo con la punta de sus dedos, sus labios y su cuerpo. El pelirosa se estremecía con cada roce de la lengua que bañaba todo su cuerpo, aquella forma de hacerlo consiente de la existencia de cada centímetro y cada parte era lo que más le gustaba, sentir como su piel se erizaba al paso de esa punta tibia y húmeda le permitía dejar su mente en blanco ayudándolo a olvidarse de todo incluso de sí mismo, aquel pequeño era el único capaz de producir aquel inigualable placer en él. Mientras se dejaba embriagar por aquellas sensaciones a su mente acudió el momento en que conoció a aquel chico.
>>>FLASHBACK<<<
El otoño estaba a punto de terminar y los parques estaban cubiertos por hojas de diversas tonalidades ocre. GD) caminaba pacientemente escuchando el crujir de estas bajo sus zapatos de charol negro, a pesar de que aún era un niño ya era una personita muy peculiar, los chicos de su edad lo consideraban aburrido y antisocial ya que nunca se integraba a jugar y todo su tiempo lo ocupaba para sus estudios, los adultos por su parte lo consideraban un niño "diferente" puesto que sus ideas e inquietudes distaban demasiado de las de cualquiera con 7 años encima. Cualquiera que lo viera por primera vez también quedaba seguro de que aquel niño no era como todos los demás pues ya usaba un largo mechón de cabello que colgaba en el lado derecho de su rostro y que casi siempre cambiaba de color, su mirada no era alegre ni traviesa más bien tenia un toque de altanería y egocentrismo que impactaba con facilidad a quien lo viera.
Esa tarde se encontraba dando su rutinario paseo por el parque más cercano a su casa, observaba el vaivén de las hojas que aun se reusaban a caer y sentía el frío congelado que anunciaba la próxima llegada del invierno golpear su clara piel, un ligero vaho brotaba de sus pequeños labios elevándose hacia el cielo y desapareciendo a los pocos centímetros de él. Su tranquilo paseo se vio interrumpido por un sollozo que provenía de un pequeño niño que se encontraba encogido sobre una banca de metal, este se encontraba abrazando sus rodillas que apretaba contra su pecho y mantenía oculto su rostro en sus delgadas rodillas, por primera vez un sentimiento cálido y desesperante lleno el interior de GD, aquel pequeño simplemente le producía mucha ternura.
- ¿Qué te sucede?- le pregunto al tiempo que se acercaba para poder observar su rostro oculto.
El niño levanto levemente su rostro y al verlo volvió a ocultar su rostro con mayor fuerza mientras aumentaba el sonido de sus sollozos, una fuerte presión atrapo el corazón de GD que únicamente podía observar a aquel niño y que en cierta forma se sentía responsable de haberlo hecho llorar con más insistencia. Se sentó a un lado de él y trato de ser paciente, esperaba que en algún momento aquel pequeño tuviese la iniciativa de contarle el motivo de su llanto, pero la paciencia simplemente no era una cualidad en GD por lo que apenas transcurridos un par de minutos comenzó a impacientarse, incluso pensó en alejarse de él pero algo en su interior no se lo permitió.
- Venga no puede ser tan malo. Ya dime ¿Qué te ocurre?- insistió dejando ver el enfado en su voz, al ver que no obtenía ninguna respuesta intento de nuevo - ¿Y bien? Me dirás que sucede o no …-
El pequeño volvió a mirarlo con desconfianza pero algo en su interior le hizo notar que en mucho tiempo aquel completo extraño era la primer persona que se preocupaba por lo que le sucedía, respiro profundamente y comenzó a hablar.
- Mis padres…. Mis padres no me entienden-empezó a decir con una voz apenas audible - y … tampoco me quieren- al tiempo que decía esto ultimo su garganta parecía cerrarse impidiéndole continuar.
- Ya veo ¿Y por que dices eso? -
- Por… por que nunca me toman en cuenta- chilló bastante alterado.
Tras de ellos unos pasos se detuvieron en seco llamando la atención del mayor de ellos. Un hombre alto y delgado que llevaba puesto un traje azul marino estaba de pie justo a espaldas del pequeño "llorón", el hombre se limito a dirigirles una falsa sonrisa a GD.
- ¿Es amigo tuyo Lee? -
- No - contesto casi a gritos y volviendo a llorar.
- No seas descortés con tu amigo e invítalo a tu fiesta - le reprendió el señor dirigiéndose a GD más que a su hijo.
- ¡Esa no es mi fiesta! - volvió a gritar el pequeño esta vez más enfadado.
- ¡Guarda silencio Lee!- La voz de aquel tipo se había vuelto mucho más imponente y su mirada expresaba sin duda rencor - No le hagas caso, ya casi es hora de partir el pastel. Ven aquí - Continuo recuperando de nuevo su falsa sonrisa y prácticamente arrastrando al aludido al otro lado del parque.
GD pudo notar con facilidad como la tristeza inundaba el rostro del otro niño que los seguía a un paso atrás de distancia, pronto llegaron a un pequeño claro que se encontraba completamente decorado con globos de colores y bastantes adornos con motivos de barcos, espadas y piratas, aquel lugar estaba repleto de niños y niñas que jugaban alegremente. Aquello parecía sin duda una fiesta sensacional , sin embargo en pocos minutos el pequeño Dragón pudo percatarse que a pesar de todo lo que incluía aquella fiesta y de que los niños jugasen llenos de emoción y alegría, nadie, absolutamente nadie le prestaba la mínima atención a quien se suponía que era el invitado de honor, el pequeño niño llorón que al parecer estaba "celebrando" su quinto cumpleaños. El "festejado" permanecía sentado a un extremo del claro completamente enfadado y desilusionado.
- Vaya que eres dramático - comento GD sin percibir la profundidad de su comentario - Debes ser un chiquillo consentido al que nada satisface - continuo reprochando - ¿Cómo puedes decir que tus padres no te toman en cuenta si te han preparado esta fantástica fiesta de cumpleaños?-
- No es mi fiesta - Dijo entre dientes el pequeño
- ¿Qué? -
- Dije que esta no es mi fiesta- Repitió bastante molesto.
- Pero … - Dijo realmente sorprendido el mayor.
- Yo no quería nada de esto. Yo no pedí esto… ellos no respetaron mi decisión. Para ellos es más importante lo que los demás piensen que lo que yo quiero realmente -
Al ver la expresión de dolor en el rostro de aquel chiquillo GD pudo percibir realmente la profundidad del asunto.
- Ya veo… Y entonces ¿Qué querías tu? -
Los ojos del niño se abrieron muy grandes llenos de sorpresa, esa era la primera vez que alguien se había detenido a preguntarle "que era lo que quería" sonando realmente interesado y sincero. La emoción fue tal que lleno de éxtasis respondió se puso de pie frente a GD y respondió.
- ¡¡SIRENAS!! -
- ¿Sirenas? - GD no oculto en lo mínimo su insatisfacción.
- SI. Quería simplemente sirenas. No me importaba realmente que fuese una gran fiesta. Solo quería una linda decoración con sirenas por todos lados. Algún amigo y …. Mis padres- Al decir esto ultimo el tono de su voz bajo mucho- Pero… ellos no quisieron -
- ¿Por qué? -
- Por que las sirenas… son cosas de niñas - respondió fríamente.
Desde unos años atrás SeungRi había desarrollado una fascinación por las sirenas pues las concebía como unos seres fantásticos, míticos y perversos , eran para el la representación más cercada de la belleza en sí, un pensamiento infundado por un cuento que su madre le leía a menudo de un escritor ingles J.M. Barrie. Sin embargo para sus padres, principalmente para el padre, era algo inconcebible que a un varón le gustasen esas cosas que solo podían entrar en categorías femeninas y su pequeño Seunghyun no tenia porque tener aficiones tan alejadas del perfil del hijo perfecto, por lo que siempre lo obligaban a tener acercamiento a gustos más masculinos, agresivos y fuertes sin importar lo que él quisiera. Toda su vida, aunque muy corta, había estado dedicada a cumplir las expectativas de sus padres y amistades haciéndolo sentir mal por lo que a él le gustaba en realidad.
Gd escucho atento cada palabra que su pequeño amigo decía sintiéndose realmente sorprendido de que hubiese padres como los de él que lejos de preocuparse por su felicidad se esforzaban por la felicidad de los demás.
- Tus padres son unos tontos - Dijo el pequeño con el ceño fruncido y la mirada afilada apuntando al hombre de traje caro - Gracias a ti ahora se que … Las sirenas son criaturas realmente geniales - dijo dedicándole una hermosa sonrisa al pequeño que aún no conseguía dejar de llorar.
>>>FIN DE FLASHBACK <<<
El sudor perlaba la frente del más joven y su rostro estaba completamente sonrojado, estaba prácticamente sentado sobre GD que lo sujetaba firmemente de las caderas ayudándolo a subir y bajar rítmicamente, con cada movimiento los cuerpos de ambos chicos se estremecían llenos de placer. El mayor desvío una de sus manos para tomar con fuerza el miembro erecto de su joven amante y comenzó a masajearlo al mismo ritmo en que el otro se movía. Aquella forma que ambos tenían de coordinarse era simplemente el resultado de todo aquel tiempo que llevaban complaciéndose mutuamente, entregándose en cuerpo sin pensar en nada más.
- Seung …- susurro el mayor.
- ¡Aaah!... ¿Dime?-
- Recuerdas… la primera vez que… -
- ¿Que me hiciste tuyo?-
- Si … siempre me sentí mal por haberte lastimado - dijo con un dejo de culpabilidad en la voz
- Cállate… Me… aah. Me vas a quitar la concentración-
- Lo siento. Pero … verte llorar aquella vez me hizo perder la razón -
Al tiempo que decía esto ultimo se retiro del interior de su pequeño amante y se inclino para poderlo besar con tranquilidad. El más joven lo vio tiernamente y se rodo dándole la espalda, recostó su cabeza sobre el colchón y elevo sus caderas dejando al descubierto aquella pequeña entrada que ardía en deseo, GD lo sujeto nuevamente de las caderas y llevo la punta de su pene a aquel lugar y sin pensarlo empujo con bastante fuerza penetrándolo en un solo movimiento. Las lagrimas cayeron de los ojos del más pequeño al tiempo que soltaba pequeños gritos que acompañaban cada una de las fuertes estocadas.
**(Seung) " Aunque no sea capaz de decirlo… Te amor Kwon Ji"
CONTINUARA ….