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Nuestro amor entre la muerte por Minale

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Notas del fanfic:

No es la primera historia que escribo pero si la primera que publico, espero les guste.

 

Muchas gracias por leerlo.

Notas del capitulo:

Aquí está el primer cápitulo, una pequeña introducción para que sepas más o menos en que época es que se desarrolla la historia y obvio de que trata.

Espero les guste y lo disfruten...

Hacía calor, mucho calor esa noche además de que estaba muy agitado y sudando, estaba a mitad del verano y por ello el que su cuerpo estuviera en tal estado era comprensible.  Sin embargo lo que terminó por despertarlo y abrir los ojos de un solo golpe fue esa imagen ensangrentada con la que había soñado, inclusive su compañero de habitación se había asustado por la manera en que lo vio sentarse tan rápido sobre el futon donde dormía.

-          Hey  tranquilo… Yuuki respira –Esa vos a su lado la reconocía, aún no caía en cuenta de quién era pero le reconfortaba. Estaba asustado y algo ido aún por el susto del sueño, sin embargo al sentir como le acariciaban el hombro derecho volvió a ver a quien le hablaba y cayó de vuelta en la realidad.- Tranquilo amigo, solo fue un sueño…

-          Si… -Fue lo único que Yuuki pudo contestar en lo que asentía con la cabeza y volvía la vista al frente, ya un poco más calmado y observando fijo la pared en la oscuridad de la habitación.- Lo siento… Satoshi te desperté –Volvió un poco el rostro hacia su amigo quien con un gesto de cabeza negó

-          No tienes que disculparte Yuu, aún es muy reciente  lo de esa noche… Inclusive yo sigo soñando con eso también –Una suave sonrisa se apoderó de los labios de Satoshi mientras mantenía la mano en el hombro de su amigo, quien se acercó a él para abrazarlo con fuerza.- ¿Quieres intentar dormir un poco más? Faltan algunas horas para que tengamos que despertar  –Yuuki negó y lo soltó, volviéndose a recostar a su lado pero sin cerrar los ojos.

-          Bueno, en ese caso me quedo despierto también… Pero háblame de algo porque si no me duermo –Una suave sonrisa se asomó en los labios de Yuuki luego de escuchar que sería acompañado en vela el resto de la noche por Satoshi, por algo era su mejor amigo, nunca lo dejaba solo.

El resto de la noche pasaron hablando de lo cansado que sería el día siguiente, debían levantarse al amanecer para comenzar desde tempranas horas un riguroso entrenamiento. No hacía varias semanas que esta había comenzado a ser su rutina diaria, inclusive las pesadillas tanto de ambos eran sumamente frecuentes, por eso ninguno de los dos conseguía dormir las horas necesarias para soportar el entrenamiento; inclusive había noches en que Yuuki despertaba atacado en llanto y aferrado al futon, para él le era muy difícil el poder superar lo que hace casi un mes le cambió la vida, Satoshi lo sabía perfectamente porque había pasado por algo similar, pero no se comparaba a lo que su amigo tuvo que vivir.

Al amanecer para cuando el padre de Satoshi los fue a levantar, ambos ya estaban listos y solo comieron algo antes de salir de la pequeña casa en donde habían comenzado a vivir junto con el padre y el hermano menor de Satoshi, los cuatro habían llegado al pueblo hace justo un mes junto con algunos otros provenientes de su antigua aldea; por suerte habían logrado encontrar un lugar apto con otra familia residente del lugar mientras buscaban otra casa donde quedarse. Para ellos esa mañana sería igual que todas, entrenar con los demás jóvenes de la aldea quienes también decidieron unirse a la formación para la guerra, inclusive algunos aspiraban a entrenar con un samurái de la zona, Yuuki y Satoshi lo habían pensado y sin mucho rodeo habían aceptado.

-          ¿Estás nervioso? –Preguntó Satoshi mientras miraba sentado a unos metros de donde Yuuki estaba afilando su arpón.-

-          Un poco, no sé si esto les llame la atención… Tú en cambio has aprendido bien a manejar el bokken.

-          Pero me falta mucha práctica, solo he practicado por tres semanas. Además, no manejo un arma de filo como tú lo haces –Otra vez una suave sonrisa se reflejó en los labios de Yuuki, dejó lo que hacía para ir a sentarse al lado de su amigo en lo que aprovechaban el poco rato para descansar.

-          La promesa sigue en pie, ¿Cierto? –Un silencio de unos segundos llegó con lo que dijo el más bajo de los dos, a lo que Satoshi no hizo más que asentir.- Si yo no voy, tú tampoco… Y si tu no vas, yo no iré no lo olvides…-

-          Vamos Yuuki, sabes que no te dejaré solo. Nos metimos juntos en esto y por más miedo que tenga, te seguiré. –Yuuki lo miró con una mayor sonrisa, se sentía tan solo y el único que comprendía bien sus intenciones de querer ser un guerrero era Satoshi. Cuando decidieron querer ir con los samurái, ambos prometieron que irían juntos y si uno no era aceptado, entonces el otro desistiría aun sabiendo las implicaciones de esto.

Ya en la tarde la aldea recibió la visita del grupo de samuráis que defendían la zona, ellos rondaban entre las aldeas de la región para mantenerlas bajo cuidado y reclutar a quienes se les quisieran unir. Todos los jóvenes que pensaban seguirlos se reunieron en las puertas de la entrada de la aldea para recibirlos, rondaban las edades entre los 18 y 24 años con cierta experiencia en algún arma, sin embargo ninguno estaba capacitado para un combate por lo que la preparación que recibirían de ahora en adelante sería más fuerte aún de la que ya habían llevado con un general del ejército.

Había llegado un grupo de diez caballos, cada uno montado por un hombre con imponente armadura sin la protección de la cabeza, rostro y cuello, que generalmente llevaban, así que su cara estaba completamente descubierta al momento de encontrarse con los aspirantes.

-          Entiendan una cosa de una vez, el que vayan con nosotros no significa que ya entrarán en combate. Necesitan pasar varias pruebas para conocer sus habilidades, y conocer a la perfección el bushido así como emplearlo siempre. Suzaka está en la mira como muchas otras aldeas, como lo estuvo Nakano hace un mes… -Con solo escuchar el nombre de su aldea natal, el querer formar parte de este tipo de guerreros fue un deseo más intenso por parte de Yuuki. Estas palabras eran de uno de los samurái más cercano al líder de los defensores de la región, tenía gran incidencia y era importante entonces que tuviera una buena impresión de todos.-… Lucharán por defender su territorio, el territorio de su señor por quien trabajan las tierras y quien les permite el vivir aquí. Si no quieren estar en constante batalla con otros señores, mejor quédense solo a servir al ejército. – Las últimas palabras fueron cruciales para todos y con ellas unos cuantos decidieron retirar la idea, así solo Yuuki, Satoshi y unos cuatro más decidieron ir con aquellos guerreros con imponente presencia.

El “líder” de este pequeño grupo de samuráis tenía una mirada seria y nada dudosa, seguro de sí mismo y de sus compañeros, siempre con la cabeza en alto y la fuerza de su voz hacía más firmes cada una de sus palabras. Tenía el cabello negro,  los ojos color miel y un rostro delicado, aun cuando fuera un hombre que mataba a sangre fría y sin piedad, pero podía reflejar cierto carisma cuando miraba a los que dentro de poco serían parte de su guerrilla. Este fue el único que bajó del caballo para mirar de cerca a cada uno de los siete aspirantes, deteniendo su mirada en Yuuki; lo tomó por el mentón con fuerza y lo obligó a levantar la mirada hacia él para mirarlo directamente a los ojos.

-          No tienes figura de saber en lo que te estás metiendo… Bajo, muy delgado, y un rostro hermoso, es una lástima que un chico como tu llegue a morir.- Mientras examinaba el cuerpo del chico, Yuuki miraba al hombre frente a él de manera seria e indiferente a lo que le mencionaba, si aquel trataba de asustarlo no lo estaba logrando, por lo que una sonrisa se formó en los labios del samurái mientras le acariciaba con el pulgar el mentón.- Y por cómo me miras estás decidido, así que vendrás conmigo cuando partamos… El resto, vayan con alguno de mis camaradas para que sepan con quien irán mañana que salgamos. Los quiero aquí al amanecer.-

Esas fueron las últimas palabras de aquel hombre antes de que soltara el rostro de Yuuki, se alejó de los reclutados y volvió a montar su caballo para minutos después ir con el resto de guerreros hacia la casa principal de la aldea, de ahí no se les volvió a ver más. La práctica de los jóvenes había terminado por ese día, podían aprovechar el tiempo para pasar con sus familias antes de dejarlas, algo que Satoshi no dudó en hacer acompañado siempre de su amigo.

-          No estaba nada mal el chico… Pero no creo que en verdad pienses en entrenarlo.

-          ¿Y tú que sabes Shoya? Él nunca me quitó la mirada aún cuando le dije que podría morir. –Miró al castaño sentado a su lado que lo miraba con un semblante despreocupado.- Tal vez tú puedas divertirte con él.

-          Ah serás idiota Yo-ka, yo ya tengo con quien divertirme y mucho.

-          ¿En serio? No te creo. –El de cabellos negros dejó salir una suave risa al ver como el castaño se le acercaba y lo tomaba de los hombros para tumbarlo de una vez en el suelo, además de colocarse a horcajadas sobre su cadera.-

-          ¿No querrás que te lo demuestre aquí o sí? –Susurró Shoya sobre el labio inferior de Yo-ka, mordiendo este ligeramente y antes de que pudiera escuchar alguna respuesta de quien tenía bajo su cuerpo, unió sus labios en un suave beso que no tardó nada en ser correspondido.  Al pelinegro no le importaba en lo absoluto dejar que su amante lo dominara por un momento, sabía que cuando quisiera tendría a Shoya bajo su completo control.

Mientras tanto, Yuuki se mantuvo ocupado el resto de la noche en dispersar los recuerdos que le vagaban en la mente, necesitaba distraerse de ellos para no dar paso atrás a lo que había decidido. Además, tenía muy presente la figura del hombre con quien había intercambiado una mirada en la tarde, el verlo a los ojos le dio algo de confianza en él y aún con la idea de que podía llegar a morir que le planteó unas horas atrás, sabía que podía sobrevivir si lo obedecía a lo que fuera. Yuuki volvía a enfrentarse a la muerte, pero esta vez sería él quien tendría el poder de controlarla a su antojo de ahora en adelante.

Notas finales:

Aclaraciones:

Futon: Es el colchón unido a una sábana que forma el estilo tradicional de una cama japonesa.

Bokken: Es el remplazo de la katana para aquellos que están iniciando la práctica de esta arma. Esta hecho de madera, sobre todo de madera de roble.

Suzaka: Es la aldea donde Yuuki y Satoshi están refugiados, además es parte de la perfectura de la actual Nagano.

Nakano: La aldea natal de Yuuki y Satoshi, igualmente se encuentra en la perfectura de Nagano y esta más al norte que Suzaka, no tan lejos de esta.

Ambas cuidades las tomé de referencia de la época en que mayormente vivieron los samuraís en Japón.

Espero les haya gustado, y si desean dejar algún review bievenido sea... De nuevo, muchas gracias por leer y espero dentro de poco tener le próximo capítulo.


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