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1. Comidas familiares II por SatuPro

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Notas del fanfic:

(La primera parte de "Lee Kim Ponycornio, la familia" )

Notas del capitulo:

Feliz Navidad y año nuevo!! 

^^

http://satu-pro.fhero.net/wp-content/uploads/2013/12/navidad-kai-y-tae.png

TaeMin se abrochó el cinturón y sacó su móvil para conectar los cascos. Cuando le daba al play, su padre le arrancó uno de los auriculares.

- ¿Qué…!? – AhnChul terminó de ajustar la calefacción

- Te he dicho mil veces que no estés con los cascos en el coche

- ¿¡Qué más te da…!? – Chilló

- ¡No me grites!

- ¡No estaba gritando!

- ¡Claro que sí! ¡Y te digo que no y punto!

- ¡Quiero escuchar música!

- Pues pon la radio. – Respondió mirando a la carretera.

- ….Joder… – Se puso a buscar mientras arrancaban. “Menuda mierda…” “Bueno, por lo menos estará guay ir con los primos”

- TaeMin, quítate el abrigo que te vas a asar. – Le hizo caso torpemente. – Anda, es la camisa azul que te regaló la abuela

- Sí. – Respondió seco

- Te pondrías haber puesto otros pantalones. – Le miró con su peor cara y AhnChul tenía que aguantar la risa. – Por cierto

- Qué. – Dejó una emisora de música, y ya contaba el tiempo que tardaba su padre en cambiar.

- No vamos a ir con los primos.

- ¿Qué? … ¿Y a dónde vamos? – AhnChul seguía pendiente de los semáforos y demás. – ¿¡Qué a dónde vamos!?

- ¡Qué no grites joder! … ¿Recuerdas a YangMi?

- ¿¡QUEEEEEE….!? Pff… – “No me lo puedo creer” – ¡No me lo puedo creer! Es que vamos, esto, esto no tiene nombre, ¿eh? ¡No-tiene-nombre! ¿¡Me engañas para ir a ver a esa… – Se frenó – Novia tuya!?

- Sí. Sabía que no vendrías si te lo decía.

- ¡Pues claro que no! Menuda mierda

- Pero si te cae bien

- ¡Me cae bien pero solo un rato! ¡Una tarde! ¡N-no toda la vida, joder…! – “Si es que lo sabia; mucho estaba durando esto ya, ¡MUCHO!” – Encima en noche buena… pero que… que rastrero papa, ¡Rastrero! – AhnChul reía sarcástico

- Calla, que aún no te he dicho lo mejor

- … ¿Es menor?

- Qué dices imbécil, eso sería bueno. – “¡ASCO! ¡AS-CO!” – Va a estar toda su familia

- ¿¡QUÉ QUÉEEEEE!?

- Debo admitir que eso no es cosa mía; me lo ha dicho hoy.

- ¡AH! ¿¡Gracias!?

- De nada. – Seguía riendo. TaeMin no se lo podía creer y echaba humo hasta por las orejas. – Venga, no pongas esa cara – Le dio unas palmadas en la pierna huesuda aún riéndose de él – Te han comprado un regalo

- Pff… seguro que será una mamada ecologista… – Le golpeó en la boca – ¡AGH!

- Habla bien idiota. – Ya salían de la ciudad.

- Mamá dice que es una hippy; seguro que toda su familia tiene piojos…

- Tu madre, que en paz descanse, no la conoce, así que no puede hablar una mierda

- ¡No lo digas como si estuviese muerta! – Chilló. La voz le patinaba a menudo.

- Para mí lo está

- ¡UN RESPETO GILIPOLLAS! ¡Que es mi madre!

- Lo tendré cuando tú se lo tengas a mi novia. Y NO- – Le dio una colleja – ME INSULTES.

- PFT…

- La verdad es que es un coñazo; en teoría íbamos a estar los cuatro solos. – “¿Cuatro?”

- ¿Cuatro?

- Sí. – Le miró un segundo, con una sonrisilla – ¿No te lo dije? Tiene un hijo. Es un encanto, no como tú. Al menos por teléfono, vaya.

- ¿…Te gusta joderme la vida, a que si?

- Me encanta.

- … Cuando pares a poner gasolina me fugaré.

- Eso, tu abandona a tu padre.

- PFT

- Y deja de hacer eso, que escupes. Pareces una llama. – Le miró con odio pero él estaba concentrado en la carretera.  – Cambia esta música, por Dios.

- A mí me gusta.

- Ah… – Lo dejó pasar porque sabía que se la había jugado. En realidad no era tan malo.

- ¿Cuántos años tiene? ¿Cinco? ¿Siete?

- No, es mayor.

- … Ah… ¿Va a la uni? – “Pf… si su madre es así, él será como un friki también…Encima mimado…”

- No, tiene tu edad. Creo. Sí, creo que sí. Dijo que tenía quince años. Como tú, ¿no?

- ¿No sabes ni la edad de tu hijo?

- Mira chaval, agradece que me sé tu nombre.

- Te pasas papá

- Jaja… – Le removió el pelo

- ¡AH! ¡Qué me despeinas idiota!

- Jaja Últimamente te tiras horas en el baño peinándote. ¿Se te ha caído el pito o qué? – “¿Pito? PFT, pero qué anticuado” “Así que tiene mi edad…” – Oye, pórtate bien con ellos, ¿vale?

- PFT…

- Sobre todo con el chaval – “Lo sabía, seguro que tiene alguna mierda de deficiencia o algo; será un antisocial o vegetariano o a saber…” – Creo que es marica – “¿…?” Se recolocó en el asiento.

- ¿Por? ¿Le has visto? – “¿Cómo es?” “Pues vaya, friki y además gay… Seguro que me tira los trastos…” Miró hacia el paisaje.

- No, pero ella me dijo que era bisexual. Eso es que es maricón, ¿no? Yo no entiendo mucho de esas cosas, ya sabes

- Eso es que le gusta todo.

- Pues mira que listo.

- Ya. – “…”

- No te metas con él, ¿Eh?

- ¿Por? Así te daré envidia

- Jaja – Dejó de reír y le miró serio un segundo – Pórtate bien.

- … PFT…

No quedaba mucho para llegar.

 

Y en casa de YangMi, ella ya estaba de los nervios, con un montón de invitados, sus hermanos, con sus maridos y esposas y niños, y los abuelos, y toda la mandanga. Comida por aquí, aperitivos por allá, copas que había que limpiar y poner; y entre todo eso, había perdido a su compinche favorito porque estaba al teléfono.

- ¡Tía! ¡Tía! ¡Mira…! – Se giró hacia el niño que le enseñaba una postal que hizo en el colegio. Su madre (su cuñada) le acompañaba allí con una risita

- ¡Ohhh! Qué bonito  - Le sonrió y él se fue felizmente – Oye, ¿sabes si mi hijo sigue al teléfono?

- No lo sé, ¡Ah! ¿Quieres que te ayude?

- ¡No, no! Bueno, solo quiero saber si está Kai ya para ayudarme, vosotros sois invitados…

- Claro, claro. Ahora le busco. Oye… ¿Es verdad que vendrá… tu novio?

- Ah…. – Sacó el móvil para avisarle del percal. Al final había venido más gente de lo que esperaba

- AhnChul, ¿no? Era simpático – Les conoció un día yendo al cine.

- Si. Por favor, vigílame esto, voy a buscar a Kai.

- Claro.

Salió de la cocina y casi se sintió en una selva, solo que no podía sacar un machete para ir apartando a sus invitados.

- Kai – Abrió la puerta de golpe y se encontró la habitación a oscuras. – Oh, lo siento… – Unos niños fueron asomando la cabeza por ahí

- Estábamos jugando al cuarto oscuro… – “…” Tuvo que aguantar la risa, sobre todo después de que Kai le contase lo que significaba eso en su ambiente.

- ¿Está Kai?

- No, está hablando por teléfono en el estudio… – Dijo una niña

- ¡Ah! Lo siento, seguid jugando. – Cerró y abrió de nuevo para añadir – ¡En veinte minutos a cenar…!

- ¡Síi….!

Salió hacia la sala.

- Kai

- … Jaja si claro, lo entiendo. Si… Ah, hola. – Su hermosísimo hijo se giró en la silla para mirarla. – Si, es mamá. Si. Supongo. Jeje… Si vale. Vale, yo también te quiero. – “Uy.” – ¡Adiós papá! – “Uf…” Ya sabía que su hijo iba con gente de todo tipo… Pero no le gustaba la idea de que un tío mayor le sedujese o algo así. Él era demasiado hermoso.

- Kai, cielo

- Papá te manda recuerdos. – Dijo colgando, y se levantó recolocándose la ropa – Mamá

- Dime

- ¿Por qué no le has invitado este año? – “….” ¡No! Ella tampoco se lo había dicho aún.

- ¿Qué… que te ha dicho él?

- Qué no podía, que había hecho planes. No lo entiendo. Me gusta que venga igual, aunque ya no estéis juntos. Cuanta más gente mejor, ¿no? …¿Es que ha pasado algo…?

- … No, nada malo. – “…” Tenía que decírselo. – Kai, es… – Él se acercó y le sonrió, acariciándole el hombro

- No pasa nada. Ya lo sé.

- ¿Ah sí?

- Sí.

- … ¿Cómo lo sabes?

- Lo dicen todos. No te preocupes, lo entiendo.

- Gracias Kai. – Él la abrazó y pensaba que se derretía.

- Además he puesto la mesa. Sé que va a venir más gente. ¿Con quién viene? – Conocía la respuesta más probable pero le daba miedo sacar conclusiones precipitadas.

- Con su hijo. – “Joder, mierda…” – Se llama TaeMin, tenéis la misma edad y ¿sabes? Os parecéis bastante. Y… creo que él también…

- … Je… – “No. No digas nada.” – Seguro que es muy divertido. – “¿Solo porque pierde aceite ya supone que nos llevaremos bien? Pues lo lleva claro. Seguro que es un hijo de puta mimado.” Kai ofrecía una sonrisa tan hermosa que su madre casi podía enamorarse de él. – ¿Quieres que te ayude fuera?

- Ah, sí, por favor.

- Claro. Vamos. Todo tiene que ser perfecto para cuando él llegue, ¿No?

- Jaja… Ay hijo… Tu sí que sabes

- Jeje…

“Mierda.”

 

AhnChul aparcó en un parking del edificio y TaeMin ya afilaba las garras. “Menudos pijos de mierda…”

- En fin, aquí estamos.

- … – Fue desabrochándose mientras él miraba el móvil

- La hostia…

- ¿Qué? – Salieron los dos.

- … Está toda su familia. Padres, hermanos, sobrinos…

- …Estupendo. Papá, eres genial. Iba a ser mi mejor Noche Buena, ¿sabes? Si me hubiese quedado con mamá – hablaba haciendo hincapié en cada palabra – Luego iba a salir con mis amigos, pero no, claro que no. Tenía que estar aquí, en el culo del mundo, en esta mierda de pueblucho contigo

- Eh, cierra el pico hijo de puta. ¡NO CIERRES ASÍ! Joder… ¿¡ME QUIERES ROMPER EL COCHE!?

- ¡Tío relájate pavo! ¡No es mi culpa que tu novia te la haya jugado!

- ¡EH! ¡TRATAME CON RESPETO! – Dio la vuelta para ponerse frente a él – Escúchame mocoso, yo solo quería pasar una Noche Buena tranquila con YangMi y ella quiso conocerte; no me dejes mal o te arrepentirás

- Ya no estás en casa, ¿Qué vas a hacer? ¿Quitarme internet con el móvil…!? – Le sacó la lengua con una mueca.

- Cuidadito chaval. – Le sonó el móvil resonando por todo el parking.

- … – Colgó y miró a su hijo. – Qué.

- Nada de palabrotas.

- ¿¡Y tú!? – AhnChul le ofreció la mano. Tardó un poco pero también se la dio.

- YangMi me gusta. Es una mujer fantástica. Me da igual si no te cae bien; no tiene que gustarte a ti, me tiene que gustar a mí… Pero como hagas algo esta noche, voy a ser todo lo cabrón que sabes que puedo ser contigo, ¿lo entiendes? – TaeMin soltó la mano enfurruñado. – Bien. Vamos allá.

- ¿Qué es esto? – Alzó una bolsa que encontró en los asientos traseros.

- Regalos.

- ¿El mío también está aquí?

- Si.

- Jiji… – Se alejó con la bolsa

- ¡NO TOQUES NADA! ¡Estúpido…!

- ¡Te he oído…! ¡Has dicho una palabrota…!

Le agarró la cabeza para que caminase hacia el interior bonito del edificio.

 

- ¡Kaaaai! – “¿Mm?” “Oh no, ¿Ya están aquí?”

- Jijiji

- ¡Sal Kai! ¡A ver si hay huevos! – “Maldito Ji” “¿Y ese vocabulario…?” Salió de debajo la cama y se lo sacó de encima – ¡La paras, la paras!

- Jajaja, No tonto, que ahora ya cenamos. Venga, encuéntralos rápido.

Bajó los dos pisos a toda velocidad, y en nada ya estaba ahí, bajando lentamente las escaleras hacia el parking. Veía a su madre al pie de ella, arañando la barandilla.

Veía las piernas de un hombre y de un chico delgado. A cada escalón veía un poco más de su ropa. “Mierda, ¿llevamos el mismo tono de azul…?”

- AhnChul, – Ella se giró y terminó de bajar. Hubo un cruce de miradas. “JODER PERO SI ES CLAVADO A MI” – Este es Kai, Kai, AhnChul.

- Hola, mucho gusto. – Kai apartó la mirada desconcertada de TaeMin e intentó enderezarse

- H-hola, encantado. – AhnChul miró a TaeMin de reojo “¿Has visto? Maldita sea, ya podrías ser como él” “Joder, son putos pijos los dos…”

- Y él es TaeMin, el hijo de AhnChul. Eje… Caray es asombroso… Lo mucho que os parecéis, ¿no? – Dijo algo nerviosa. AhnChul sonrió

- Hola.

- Encantado. – “Pf… menudo…”

- Sí, son clavados. Em… Ah, hemos traído champagne.

- ¡Oh! Genial, gracias. Em… Bueno, subid, os presentaré a todo el mundo.

“Ooohhh… Miieeeerdaa….” TaeMin se moría a cada escalón que subía.

Miraba el culo de Kai con una mueca. “¿Hará deporte…?”

 

- ¡Madre mía! ¡Si sois clavados…! – Kai sonreía tímidamente y TaeMin solo conseguía hacer una mueca demasiado forzada.

- Esto es el destino, ¡Ooohhh!

- Los dos TAN guapos… – “¿Los dos…?” TaeMin sonrió y se sonrojó “¿En serio…?” y Kai mantuvo la misma sonrisa “No nos parecemos tanto, esa nariz es horrible.”

- Bueno… Hechas las presentaciones… – La matriarca apareció ahí arrastrando un carrito con un montón de comida. – Es el momento de empezar a cenar

- ¡Síiii!

TaeMin se agobiaba con tanto crío. Y lo peor de todo fue que le sentaron con ellos, en una especie de apéndice feo de mesa, que se veía a la legua que era otra, ahí, con un desnivel que ni las Fallas de San Andrés.

- Bo… – Kai miró al niño ladeando la cabeza

- No me guta. – TaeMin lo miró con cierta ternura, no lo pudo evitar.

- Tienes que terminarte toda la sopa. Sino no puedes comer pollo.

- Él tampoco come toda – Le señaló y Kai le miró algo mal.

- … – Apartaron la mirada – Ya pero él está comiendo más de lo otro. Tú no has comido nada. – Rápidamente llegó la madre del niño y Kai pudo seguir comiendo. TaeMin le aguantaba la mirada aún. – … ¿Fue bien el viaje?

- Sí, muy bien.

- … Mi madre estaba preocupada por si no podíais llegar a tiempo.

- Todo bien. – Asintió sonriéndole de oreja a oreja.

Kai apartó la mirada también con una sonrisa, pero sentía que le saldría algún tipo de reacción alérgica, como ronchas o granitos por todo el cuerpo.

- ¿Quién eres…? – TaeMin miró a ese gafotas mocoso literal (con mocos colgando). Su hermana se los hizo sacar con una servilleta.

- … Soy el monstruo de Navidad.

- ¿Qué es eso….?

- Es el hijo del novio de la tía – Explicó la chica.

- ¿Se dan besos…? – Preguntó la niña.

- … – Kai y TaeMin bebieron/llenaron su cuchara para apartar su mente de imágenes perturbantes.

- ¿Qué es eso? – Preguntó el pequeño Bo, ahora sin la madre. Kai miró a donde señalaba

- Son berberechos.

- Parecen ostras. – “¿No sabe lo que es un berberecho pero si lo que es una ostra?” BoGeun, el niño, cogió solo uno y se lo puso en la mano – Como las de Alicia.

- ¿Eh?

- Ah, ¿Te refieres a la del país de las maravillas? – Dijo la niña. Bo asintió

- Pobrecitas… – acariciaba el berberecho con el dedito. Kai y TaeMin aguantaban la risa. Igual que todos, aunque la chica estaba algo conmovida. No como su hermano gafotas (el mocoso)

- Si te gustan tanto podrías adoptar una. – El niño estuvo muy contento

- Esta. Se llama…Ah… Bochi.

- Bo y Bochi, que bien – Se burló el otro niño, el mayor. – Da ¿tú tienes novio? – La chica se sonrojó hacia su primo

- ¿A ti que te importa? – Se puso a discutir con otro de los niños. Y así pasaba la cena.

TaeMin miraba de reojo hacia su padre. Parecía hacer buenas migas con los familiares de YangMi, aunque eran todos muy ñoños. “…Me has amargado la noche…”

“…Qué tío más gilipollas… se nota que se está aguantando de decir lo que piensa… Menudo hipócrita… Seguro que es un capullo…”

De nuevo se cruzaron sus miradas, pero siguieron comiendo.

 

Entonces llegó el momento de los regalos.

- Hemos escondido vuestros regalos por Toooda la casa.

- ¡Bieeeen! – TaeMin, Kai y una chica de doce años eran los mayores y se mantenían alejados por dignidad, pero ardían en deseos de correr por toda la casa.

- ¡Si encontráis un regalo que no es vuestro, se lo tenéis que ir a dar al propietario! ¿¡Eh…!?

Tarde, todos los críos habían volado, incluso los que aún aprendían a andar bien, iban de la manita de sus padres o madres.

Kai acompañaba a su primo BoGeun hacia las habitaciones de invitados

- Kai – Se giró hacia su madre mientras Bo abría todos los armarios – ¿Qué tal?

- Aún no he encontrado ninguno – Dijo risueño

- Jeje…. Oye… Qué tal te cae TaeMin

- ¿TaeMin? Ah, pues es muy majo. – “Es un imbécil.” – Bo, ten cuidado – Corrió a socorrerle cuando intentó subirse a un escritorio para ver las estanterías.

- Podrías intentar… hablar más con él – No pensaba que se hubiese podido dar cuenta de que se habían ignorado casi todo el tiempo.

- Claro. Lo siento, la cena estaba muy rica. – YangMi sonrió encandilada  - ¿Sabes que Da tiene novio?

- ¿En serio…?

- Jeje

 

TaeMin abrió una puerta del segundo piso al azar. Estaba junto a un baño y otra habitación un poco llena de trastos.

Era grande, espaciosa, casi ocupaba lo mismo que todo el salón abajo. Una cama alta, casi tocando al techo, en la misma pared de la puerta, que curiosamente tenía una ventana.

Se acercó a ese escritorio para ver a través. “Anda, es como un patio.” “Claro, por eso el pasillo era tan estrecho…” Miró el escritorio delante de él. Había un portátil y algunas libretas por ahí. Todo parecía muy ordenado.

“¿Mm….?” Acercó una caja en forma de lata y apretó para ver los discos que contenía. Era todo música antigua. Rock clásico y esas cosas. “PFT…”

Se giró hacia el sofá estrecho de enfrente, ocupaba casi todo el espacio hasta dónde había un armario empotrado en la pared, que llegaba hasta el final de la habitación. Ahí había un espejo alargado, unas estanterías y un cofre antiguo, como de pirata. “¿Guardará ahí sus disfraces? Jaja”

Lo peor de todo era que le encantaba ese habitación; desde el tono rubio de la madera ha esa lamparita de cristales rojizos; los libros de esa estantería, los flyers pegados en las esquinas del espejo, esas pulseras enlazas unas a otras, colgando del pomo de la parte alta del armario, los colores que se veían a través de las puertas bruñidas, esa estúpida alfombra. Le daban ganas de sacarse las bambas para poder pisarla, se veía blandita y mullida.

Colgaba una especie de tela de la escalera metálica de la cama. Lo abrió y se quedó flipando.

- No creo que haya regalos aquí. – Se giró dando un bote y miró a Kai solo un momento

- ¿Eres seguidor de los Growd?

- … Sí. – Dijo no muy orgulloso. Hacía tiempo que no ganaban un solo partido. – Creo que he encontrado tu regalo. Puedo llevarte a él.

- Ah… – Dejó la bandera de nuevo en la escalera. – No, es igual. Además ya sé lo que es.

- ¿Qué es?

- Un Nphone

- Ah, yo tengo uno. – “¡Cómo no! ¡COMO-NO! ¡Le ha faltao tiempo…!” – Va genial. – Dijo ya enseñándolo.

- Si, como todo lo de Nople.

- Sí. – Dijo toqueteándolo. “Anda… la funda es de Allön…” No podía ser, las dos cosas que más le gustaban en el mundo también gustaban a él. – Pero bueno – Se lo guardó – No me refería a ese regalo. Mi madre te compró otra cosa.

- Ah… N-no tenía porqué – “¿Le hemos comprado algo, papá?”

- No pasa nada. ¿Vamos? – Le notaba nervioso. “Jaja quiere echarme de su habitación.”

- ¿Qué pasa? ¿Escondes consoladores o algo así? – Dijo divertido sin pensar

- … ¿Perdona…?

- ¡Kaaaai…! – El hermanito de la chica apareció y le dio un regalo – Toma.

- Ah, gracias. – Lo sostuvo y esperó a que el niño se fuese corriendo para dirigirle ESA mirada.

“No me puedo creer que esté usando ESA mirada contra mí” TaeMin conocía bien ESA mirada porque la practicaba todos los días delante del espejo.

ESA mirada de “Te voy a ahogar, acuchillar y luego desmenuzar mientras duermes atormentado soñando con mi cara de odio”

TaeMin le devolvió ESA mirada, y estuvieron mirándose con ESA mirada durante un segundo exacto, ni más ni menos. Se había declarado la guerra, y afortunado sería el que lograse escapar de sus mortíferas consecuencias.

 

Después de buscar por toda la casa, todos los niños y también algunos adultos, estrenaban sus juguetes y otros regalos en el salón muy animados. Aunque TaeMin no estaba contento porque su padre aún no le había dado su Nphone; tenía una bufanda y unos guantes que le había regalado YangMi, pero eso no le compensaba el disgusto.

- Eh – AhnChul se le acercó disimuladamente y le pasó un paquete. “¡YUJU YUJU!” – Dáselo a Kai – “………………………..” – Venga. Muévete, idiota.

- … – Le miró con ESA mirada y recibió un sutil capón. Todos miraban a los niños, así que nadie lo vio.

Tuvo que LEVANTARSE, IR HACIA ÉL, ahí delante de todo el mundo, y alargar el brazo y decir

- Toma Kai, es para ti – Y además… esto es fuerte… ¡TUVO QUE SONREIRLE!

- Oh… – A Kai le salía mucho más natural fingir – Vaya, no tenías porque

- En realidad es de parte de mi padre – Sintió un par de ojos clavándose en su nuca – Bueno… – “NO, DE LOS DOS NO ES.”

- Gracias. – Dijo todo tierno. Y un par de idiotas hicieron como “Ooohh”

Lo desenvolvió muy feliz y vio… que era… una película. De Ballet.

“…”

- Tu madre me dijo que te gustaba el baile y la música; pensé que el ballet te gustaría. – TaeMin aguantaba la risa; lo bueno era que ahora no tenía que fingir su sonrisa. Ver la cara de Kai, ver como sus músculos luchaban unos con otros: una mueca de asco contra una sonrisa cándida; ese contraste tan evidente le hacía gozar hasta puntos insospechados.

“Ballet. Claro. CLARO COMO AL MARICA ESTE LE GUSTAN LOS TIOS LE VAMOS A COMPRAR UNA MIERDA DE OBRA DE BALLET DE LA MIERDA”

- Gracias. – No pudo seguir con él “me gusta mucho” porque podía echar toda la cena. TaeMin se relamía los labios. – Gracias a ti también – Le miró y supo que tenía que borrarle esa estúpida sonrisa de la cara, así que abrió los brazos y le estrechó con ellos. Suave y tiernamente, mientras los mismos de antes decían “Oohh” y TaeMin se veía obligado a corresponder.

- … Gracias TaeMin. Espero que esto sea el inicio de una bonita amistad.

- ¡OOoooohh!

- …. – Se separaron y entonces Kai le miró de ESA OTRA forma. Otra que también ensayaba pero no le quedaba tan bien, aunque se parecía bastante.

ESA OTRA mirada de “Si, ¿ves mi sonrisa? Ni siquiera sabes lo que te viene encima…Empieza a temblar”

 

Siguieron todos con la celebración. Los mayores empezaban a beber divertidos mientras contaban chorradas, y los niños aún jugaban o se iban durmiendo con una peli que pusieron.

TaeMin miraba el móvil a cada rato. “Las doce ya, madre mía…” Pero su padre parecía pasarlo bien con el resto.

YangMi se sentía como en otro mundo; con sus hermanos y AhnChul en un mismo techo, alrededor de una misa mesa, jugando todos juntos a cartas y riendo de las mismas ocurrencias de TaeYon y su esposo, más campechano que un payes.

Pero veía a TaeMin ahí solito en la mesa, y quería hacer algo pero no sabía qué.

- TaeMin – Le llamó. Tanto padre como hijo se sorprendieron mucho – Ven, ¿quieres jugar a cartas?

- No.

- ¿Te pasa algo? – Preguntó él. No lo hacía de una forma tan cariñosa como YangMi podía pensar. Era más bien como “Pinta una sonrisa en esa cara de imbécil, capullo.”

- Nada, solo tengo un poco de sueño. ¿Nos iremos muy tarde? – La pareja se miró

- Oh, yo pensaba que os quedaríais a dormir… – “¿¡Qué!?” Miró a su padre y él parecía cómplice: dos traiciones en un mismo día. “Esto no te lo perdono.”

- Sí. TaeMin tiene las cosas en el coche. – “Será cabrón…” Claro, él llevaba su mochila con ropa de casa de su madre, pero para usarla en casa de su padre, no en esa casa. “Un momento”

- Un… Mm… – Se quedó señalando a su padre con cara de bobo.

Kai, en el sofá, jugando a la consola con su prima, también se quedó mirando hacía allí con cara de bobo.

“¿Es que él ya tiene ropa aquí…?” Pensaron.

- ¡Ah, pues perfecto! Si estás cansado puedes cogerla y dormir. Kai te preparará la cama, ¿Eh Kai?

- Ah. Sí. – Seguía en shock.

“¿Cuándo? ¿Cómo? ¿Por qué?” “No, el porqué es evidente pero…”

Pero se levantó para ir hacia TaeMin. Él iba a decirle que no hacía falta, que en realidad no tenía tanto sueño, pero se sintió incapaz de pensar, y los dos se fueron en fila india hacia el coche, primero, y luego hacia el estudio, dónde debían improvisar una cama.

- Mi madre… – Habló rompiendo un largo silencio – Dijo que podríamos dormir aquí los dos juntos.

- … Bueno. – Eso no era lo que habría dicho en condiciones normales. En condiciones normales habría respondido algo como: “¿Eres tan marica? ¿Y no te negaste? Maldito pijo de mierda; vuelve a mirarme como antes y te rompo los dientes de una hostia” Bueno, quizás no tanto. – Oye

- Que. – Dijo seco. “S-será falso el tío imbécil… Es tan meloso delante de la gente y a solas es un gilipollas…” Siguió ayudándole a abrir esa especie de sofá cama, sofá para ver pelis. Sofá guay.

- ¿Mi padre ha venido a aquí antes?

- … – “No me lo recuerdes…” – Pues es evidente que si, ¿no?

- … Pero tú le conocías o no

- No.

- … Oye, em… No tengo sueño, tranquilo. – Le veía con prisa.

- Ah, bueno. – Supuso que después de ese shock habían entrado en una especie de tregua, aunque prefería no acostumbrarse a ella. – De todos modos tendremos que dormir aquí así que es igual – Aún así no se miraban mientras hablaban.

- … Vale. Te ayudo.

Fue todo muy pacifico, y al bajar de nuevo al salón vieron que todo el mundo se estaba despidiendo. Los niños se dormían y los adultos empezaban a estar demasiado borrachos. Por suerte la mayoría vivía cerca de allí.

YangMi terminó de despedirles en la puerta mientras AhnChul empezaba a recoger la mesa para llevarlo todo a la cocina. TaeMin no le veía recoger la mesa con tanta alegría desde que él tenía cuatro años. “Qué digo, pero si no lo ha hecho nunca”

- Tae, ayuda a recoger la mesa. – “…Qué morro…” Se acercó a ayudarle y luego volvió la chica con su repipi hijo.

- Gracias, no teníais porqué molestaros.

- No es molestia. – “Para mí, sí.”

- Kai, ¿ya has preparado el estudio? TaeMin, ¿Te gustan los videojuegos? Kai tiene una buena colección ahí para compartir, ¿eh? Ah, es verdad, que estabas algo cansado… – Dijo. Kai solo hizo una mueca mirándole. “Ok. Terminó la tregua.”

- Si, un poco.

- Bueno, pero un poco si podréis jugar, ¿eh? – TaeMin veía que ella esperaba que se alegrase, así que asintió con una sonrisa para contentarla. Ella no era mala persona. “No como el engendro de su hijo”. – Bueno, yo voy a limpiar esto un poco

- Ah, te ayudo.

- Oh, gracias. – TaeMin miró a su padre mientras la chica se iba hacia la cocina llevando las últimas cosas y Kai apagaba el DVD y otras cosas.

- … – “Me la has jugado muy guarra papá.”

- … – “Es YangMi.”

- … – Apartó la mirada y vio que él se iba con ella.

Fue dando tumbos por el salón hasta que Kai se chocó con él

- P-perdón.

- Aparta. – “¿Eh?” Le miró con una sonrisilla. “¿Estás demasiado cansado para fingir…?”

Él simplemente pasó por la cocina

- Vamos arriba ya.

- Vale cielo. – Su madre le dio un beso CASI EN LOS LABIOS y los otros dos se quedaron a cuadros. – Descansad. – Sonrió alargando el brazo a TaeMin y le dio un fuerte abrazo – Me alegro mucho de que hayas venido TaeMin, no sabía si podrías al final o no. Tenía muchas ganas de que estuvieras en mi casa, y conocieras a mi familia. Espero que te lo hayas pasado bien.

- Sí. Gracias por invitarme. – Dijo de corazón, aunque le costaba reconocérselo. AhnChul casi lloró, pero tampoco pensaba admitírselo. Solo le miró con una sonrisa.

- Descansad chicos.

- Buenas noches – Le dijo Kai, y luego se fue para arriba.

 

Le siguió hasta ese estudio-salón-ahora habitación y-sala de juegos.

- Tengo que

- Puedes usar el baño de aquí al lado. – Le cortó.

- … Vale.

Fue al baño y se lavó los dientes. Pensaba ponerse ya el pijama, y entonces recordó que no traía ninguno. Pensaba dormir con la camiseta interior y en calzoncillos.

“Joder…” No le quedaba otra.

- ¿Qué?

- Qué si me puedes prestar un pijama.

- … – “¡MIERDA!” Ver esa sonrisilla de Kai le mató. – Claro, ahora te busco uno. – Dijo ya saliendo.

- … – Apretaba los dientes esperando.

Esperó y esperó, y al final fue a buscarle a su cuarto y lo encontró en el portátil mirando algo.

- …

- Perdona, vi que me habían hablado por Nople y me entretuve. Ahí tienes el pijama. – Señaló con desprecio hacia una mesita junto a la puerta.

- Gracias. – Escupió.

“Esto me recuerda….”

Bajó hasta el parking y abrió el coche empezando a rebuscar entre bolsas y bolsos; bolsillos, bajo los asientos…

“Mierda… Pero si todos los regalos ya os repartimos…” “¡Me cago en todo! ¿¡A que se dejó el regalo en casa…!?” Se puso a lloriquear “Quiero mi Nphoneeee….”

Pero de nada servía llorar.

Cuando volvió a pasar por el primer piso, escuchó que esos dos estaban hablando muy acaramelados, y le dio tanto asco que subió el resto de escaleras del tirón. Kai ya estaba en ese sofá cama con el pijama puesto y tapado con un montón de mantas, apoyando los brazos estirados en ellas mientras miraba la inmensa pantalla, jugando a la PS

- ¿Aún no te has cambiado? – Dijo después de echar un rápido vistazo.

- … No.

- ¿Quieres jugar?

- Ahora me cambio. Sí. – Salió para el baño y volvió para meterse junto a él, siempre guardando las distancias.

- Cierra la puerta por favor. – “….” Tomó aire ruidosamente para mostrarse enfadado, y salió de la cama-sofá para ir y cerrar la puerta. Luego volvió, y se tumbó y tapó bien. – Cierra la luz, por favor. – “…” Le miró con ESA mirada.

- … – Kai le miró también Y SABÍA DE SOBRAS QUE ESTABA A UN PELO DE HACER ESA SONRISILLA OTRA VEZ. – Me lo podrías haber dicho cuando he cerrado la puerta, ¿no?

- Se me olvidó.

- … YA. – TaeMin se levantó de nuevo. Entonces Kai pudo sonreír.

Volvieron a colocarse y le pasó otro mando. Jugaban en silencio y el volumen estaba algo bajo, pero Kai decidió subirlo cuando también subieron su madre y AhnChul por la escalera.

- ¿Otra? – Pregunto Kai. Tae asintió. Después de casi veinte minutos en la cama con él, con su pijama, ya se sentía un poco menos violento. – ¿Quieres jugar a otra cosa?

- Como quieras.

- Mm… – Se levantó para ver el resto de juegos y le fue mostrando.

- Lo que quieras.

- Vale. Pues este. – Lo cambió y luego volvió a la cama. – Em… Déjame – Le cogió la muñeca para acercar la mano con el mando – Este para saltar, este carga, con este disparas… Con este cambias arma arriba o abajo… Y… A ver… – Iba dando al menú mientras trasteaba su propio mando para luego apretar los dedos de TaeMin. – …Y creo que ya

- Vale. – Después de la breve lección, Kai se había quedado más cerca, y no le importaba.

Volvió a sentirse un poco incómodo cuando, entre jadeos de zombis, se empezaban a escuchar otros, con voces un pelín más familiares, e igualmente espeluznante. ¡Qué digo! ¡Mucho más!

- … – Se miraron y esa vez no fue nada hostil. TaeMin alargó el brazo y subió el volumen.

- ¿Quieres que ponga música?

- Nah. – Siguió matando zombis. Pasó un par de minutos – Oye – Kai se giró a mirarle aunque luego siguió concentrado – Ellos van en serio, ¿verdad?

- … – “Creo que si…” – Creo que si… – TaeMin tuvo la sensación de que era la primera vez en toda la noche que de verdad pensaba lo que decía. No parecía muy contento, aunque tampoco disgustado tampoco, y de repente soltó una carcajada. También era la primera vez en toda la noche que la risa de Kai le hacía reír a él también

- ¿Qué?

- Nada, una tontería. – TaeMin le miró animándole a contarla – Estaba pensando que si alguna vez íbamos todos juntos, la gente de verdad creería que somos hermanos – “Ya ves”

- Joder, somos clavados.

- Sí, nos parecemos mucho.

- Incluso en gustos – Dijo TaeMin. Prácticamente se le escapó.

- ¿Eh? – El ambiente se volvió amigable casi de golpe

- Los Growd, YEA, Bang Man Gi… – Kai se quedó con una sonrisa a punto de estallar a reír

- Bueno – Aunque logró respirar y recuperarse – Lo de Growd me lo he supuesto pero

- Me encanta YEA. – Afirmó con convicción y una sonrisa.

- ¿En serio?

- Sí.

- ¿Fuiste al concierto? – De repente el juego pasó a segundo plano

- Quería pero al final no me dejaron ir

- Vaya; pues estuvo genial. – Decía como riendo.

- Lo sé, muchos de mis amigos fueron; dicen que fue una pasada

- Sí – Kai parecía que se ahogaba de abrir tanto la boca – Fue una pasada, una pasada. – Y sonreía. Se veía sexy. “Espera, ¿eso acabo de pensar?” – Cuidado

- ¿Eh? – Miró a la pantalla: Kai acababa de salvarle la vida. – Ah, gracias.

- Nada.

Se sintió triste porque parecía que volverían a estar en silencio, pero le miró y Kai sonrió. Le devolvió la sonrisa y se sentía como estúpido.

- Ejem – Kai le miró – Y, ¿Qué piensa tu madre de que seas gay?

- Ah – “Je, le he pillado con eso… No se lo esperaba” – No sabía que lo habría contado tu padre… – Se sentía muy seguro vacilándole, pero saber que quizás por esa tontería le soltaría algo de mal gusto le hacía sentir muy muy pequeño.

- Sí.

- … Pues… No piensa nada malo, ¿Por? – Aunque intentó recuperarse.

- … No. Solo preguntaba. – Kai le miró curioso. “Un momento…” Se puso a repasarle.

“Esa mirada…” CHAN le miró “…Ese no-sé-que en la forma de moverse…” TaeMin se volvió de nuevo hacia la pantalla. “… Su ropa…Dios…” Sonrió de nuevo y Tae le vio de refilón.

“¿Qué? ¿Estamos en guerra otra vez?” Le asustaba no comprender la situación.

Y justo cuando Kai iba a preguntarle, los gemidos en la otra habitación se hicieron insoportables.

- … – Pausó el juego – Oye, creo que quedan unas botellas en la cocina. ¿Quieres matarlas?

- Vale. Cualquier cosa mejor que esto.

- Sí.

 

Bajaron como huyendo y se encerraron en la cocina para amortiguar el sonido todo lo posible.

- Toma. – Le pasó una botella de coñac y TaeMin la miró arrugando la nariz. Kai sacó un par de tacitas limpias, porque los vasos estaban todos sucios, y sirvieron allí. – Salud.

- Salud. – Brindaron y se terminaron todo de un trago, y volvieron a servir. Y beber, y servir. – Dios… Como arde… – Kai reía viéndole cogerse la garganta. “Mierda, esta risa… Creo que ya me ha subido.” “No, es imposible ¿no?”

- Ya ves… – Pero sirvió más “Joder… al final me voy a emborrachar y todo…” Aún así TaeMin no dio su brazo a torcer y siguió bebiendo.

- ¿Queda mucho o qué? – Aunque no le gustaba mucho.

- No. – Sirvió de nuevo – Ya. Bueno, queda un poco pero… – Se bebieron primero lo de la tacita y se sentaron en el suelo apoyando la espalda en la pared. – Queda esto – Alzó la botella alargando el cuello y la lengua hacia allí, pero no caía – Queda un poco – TaeMin la cogió y se la terminó él.

- Ya.

- … – Le pasó la botella y la dejó en la mesa.

- …

- … – Le miró.

- … Se me hiela la espalda…

- ¿Quieres ir al sofá?

- ¿Eh?

- Al del salón digo.

- Bueno.

Fueron allí y se cubrieron con un montón de mantas, pero no era muy cómodo estando sentados, así que se tumbaron, cada uno apoyando la cabeza en un respaldo. Se enredaban un poco las piernas, pero podían estar estirados.

Arriba seguían follando.

- Me gustaría estar sordo. – Se escuchó decir a TaeMin.

- Je. – “Vaya ocurrencia…” TaeMin seguía mirando al techo fastidiado. – Dime una cosa, ¿de verdad la quiere?

- Creo que sí.

- Bueno…

- Oye

- Qué – Kai le miró expectante

- ¿Por qué eres cómo…?

- ¿Qué?

- ¿…Como tan perfecto?

- Jaja

- No digo que lo seas, solo que porqué lo finges

- Costumbre.  – Alzó un poco la cabeza para mirarle. TaeMin se removía y recolocaba todo el tiempo como si no terminase de estar cómodo.

De repente Kai se incorporó como si sintiese algo tirando de su cuerpo y TaeMin le miró.

- Mm… – Se quedó apoyado en el respaldo mientras pensaba en volver a tumbarse.

- ¿Qué te pasa?

- No estoy cómodo

- Ni yo. – TaeMin también empezó a incorporarse, pero Kai no le dejó. Le hizo volver a estirarse empujándole con la mano. – ¿Qué haces…?

- Hazme sitio…

- ¿Eh? – Kai se tumbó casi encima, pero rápidamente se apartó un poco colocándose como de lado. – … – Se sentía inquieto.

- Mmm… – Con ese gruñéndole en la nuca.

Aunque tampoco iba a darse la vuelta.

Y de repente, entre ese detrás suspirándole a la oreja y escuchando los gemidos de esa tía en el piso de arriba… “…” Se cubrió con las dos manos por si a Kai se le ocurría abrazarle o algo y lo notaba

- TaeMin – “Mierda. Se ha dado cuenta.”

- Qué.

- … Que estoy ardiendo… ¿No tienes calor tu? – “Ni te imaginas”

- Pues no.

- Uf… – Kai se removió más detrás de él, y al final se sacó el pantalón. – Mm… – Y se abrazó a su espalda. “¿¡P-pero este tío de qué va…!?” Pensó sonrojándose, sin ni apartarse.

Solo le faltaba eso para terminar de empalmarse: sentía la camiseta ardiéndole en la espalda, y su aliento calentándole la oreja, y los brazos y las manos de Kai ahí en su barriga. Encima hirviendo, que parecía que estuviese conectado a la calefacción: casi no sentía la tela del pantalón de lo calientes que tenía las piernas, más con la suya, pasando por entre medio. ¡Como para no sofocarse!

“Mierda… que puto calor… Encima con su pierna ahí dando por saco… ¿Se ha dormido? Joder yo así no me duermo… Es imposible….” Se removió un poco y Kai se pegaba aún más: se removió TODO el cuerpo, y esa pierna indiscreta se acomodaba pasando aún más por entre las suyas: desde más arriba: DESDE AHÍ. “Uuuf….” Esa mano en su vientre también tenía MUCHO peligro. “Mierda, que este se ha quedado frito…”

- ¿Kai…? – Sin respuesta.

“Uff….” Casi sudaba entero (en el cruce de piernas estaba ya empapado). “Mierda, como baje papá o algo y nos vea…” “Mierda, no pienses eso…” Le daba demasiado morbo.

Empezó a girarse un poco, Kai parecía completamente dormido. Se echó hacia atrás y le sentía en toda la espalda. Su pecho bajando y subiendo… Con la camiseta de pijama tan calentita… Y sus suspiros más cerca… “uuuf….” Le cogió la mano pensando en que quería apartarla, pero claro, realmente no quería.

- … – La tenía justo por encima del ombligo, y la hizo bajar un poco más, solo un poco, de verdad, pero cuando los dedos de Kai estaban tocando el calzoncillo, su mano siguió bajando sin que él la llevase ya, y fue a meterse dentro del pijama, agarrándole la erección. “Uuuuhhhhhh uh uh uh uh…” Tragó saliva esperando, pero solo le acarició de una pasada, volvió a la punta y luego subió por dentro de la camiseta.

Suficiente para ponerle a cien y con ganas de trescientos.

- Mmg… – Oírle otra vez le puso los pelos de punta y al mismo tiempo le hizo entrar en pánico. ¿Se habría dado cuenta de que le había movido la mano?

- … – “Calla. Sigue durmiendo.” Le cogió la mano otra vez y la fue bajando lentamente para no despertarle pero no funcionó

- Mmg… Mm… – Se removió ¡Y le dio la espalda! “Noooooooooo…….”

“…” No sabía qué hacer.

“Pero qué haces…” Y Kai tampoco. “Como baje alguno de los dos y nos vea aquí…” “Mierda, no debí ni sacarme el pantalón… Pero qué demonios…”

“… Dios…” TaeMin quería abrazarle pero se arriesgaba a que estuviese despierto. “Si le abrazo así se la voy a clavar en…” Casi se ahogó “O-oh Dios…”

“… Olvídalo: le odias. Es un gilipollas…” Pensó Kai “Le gustan los Growd” Eso tenía demasiado peso.

Al final se volvió a girar, y vio que TaeMin le miraba. Y tragaba saliva.

- … – “J-joder, seguro que se dio cuenta…”

- … – “Mierda… Le has tocado la polla…” Se sentía demasiado caliente “Mierda, y encima con la empalmada del quince…. Aunque él no se queda corto…” “Mierda, deja de pensar en eso…”

- … – “Vamos, ahí está, agárrala otra vez; si lo has hecho durmiendo…” “¿Estaría soñando con alguien?” “Igual hasta tiene novio…”

- Perdona

- ¿Eh?

- … – “¡No, no lo admitas!” “Estabas dormido. FIN.” – Si te incomoda que esté sin pantalones- “¿Qué?”

- ¿Qué? A-ah… No, no me molesta. – “Me molestan solo os míos, no te jode.” “Y el bóxer ya ni te digo…” Lo sentía reteniéndole. Empezaba a ser molesto.  – La verdad es que sí tengo calor

- Sácatelos. – “P-pero cómo se lo dices así…” “¡Deja de pensar con el pito…!” Y TaeMin: “…¿Lo hago…?”

- … – ¿Para qué no obedecer? Si era verdad.

Se los sacó y los dejó sobre el respaldo.

- … – TaeMin le miró. – … Creo que cogimos muchas mantas. – Se sentía febril.

- … – Kai se acercó más, hacia su cuello. Le saltaban todas las alarmas. – Supongo. – Pero solo se acomodó más cerca.

“Maldita sea… es el hijo de… tu futuro padrastro…” Pero se olía tan suave y desprendía tanto calor “Y total, ya le has tocado la polla así que…” Siguió acercándose.

Primero solo hacia el cuello, luego fue a mover el resto del cuerpo;  fue demasiado tarde cuando se dio cuenta de que irremediablemente le clavaría la erección en alguna parte, aunque al final pensó que podría salvar la situación, y gracias a TaeMin, que se inclinó un poco. (También en un intento de clavarle a él la suya). Kai pasaba otra vez la pierna entre sus piernas, aunque esta vez quedaban sus caderas más juntas.

“Mierda.” Pues no. No pudo evitarlo. “Ugh…”

“Uuuuhhhh…..” TaeMin estaba echando chispas: la erección de Kai clavándosele en la cadera mientras su pierna se removía y frotaba contra la suya, haciendo mover la tela, que se estiraba y le acariciaba: de ensueño.

- …. – Encima Kai le suspiraba en la oreja.

Fue el momento con más tensión (sexual) de su vida.

- … Mm… – Hizo TaeMin, pensando en algo. – ¿Estás cómodo? O-ósea – Corrigió por si se le ocurría apartarse – … – “Aunque si se remueve… Será genial…” La tensó y Kai se removió instintivamente. “HUffff….”

- Mm… Sí, no sé – “A-ah….a-ah…” Kai se removió más y su pierna… contra su calzoncillo…

Kai miraba sus labios, profiriendo esos suspiros silenciosos… Y solo sintió que los estaba mirando y de repente ya había cerrado los ojos, sacado la lengua y lamido; solo recobró el sentido cuando TaeMin se había dado cuenta de que la lengua de Kai le repasaba los labios y sacó la lengua para lamérsela y empezar a besarse, girarse hacia él y moverse lo justo, y luego un poco más, para que su pierna y su calzoncillo se frotasen una vez más, y otra y otra; cada vez más juntos, cada vez con Kai más encima y él más empalmado.

Ni siquiera supo cómo y tenía a Kai encima frotando erección con erección casi como si le embistiese.

- Mmg… – Gimió Kai. Se movía solo un poco, y la tela del calzoncillo con sus costuras y todo hacia el resto; sentía el duro bulto de TaeMin contra el suyo, tensándose, haciéndose aún más duro, frotándose más fuerte, haciéndolo más intenso. Entre el calor y la fricción de la tela, empezaba a humedecer la punta. Eso solo le ponía más.

TaeMin le mordía el labio gimiendo y luego seguía besándole porque era demasiado genial.

Algo le impedía pensar. Llamémosle X.

- A-ahh… – O Kai suspirando. O sus miembros frotándose.

- A-a-ahh…ahh… – “D-dios… q-que me corro…joder…” “Y de una forma tan absurda…”

Kai seguía embistiendo y embistiendo; tenía que pararle. Ya ni le besaba, estaba solo concentrado en eso.

- P-para… espera… – TaeMin interpuso la mano entre lo suyo y lo de Kai “P-por Dios que duro…” No pudo evitar la tentación de cogérsela y él solito se ponía tonto con eso – Mmgg… – Y Kai más, claro

- a…ah…. Mg… – “Ayayay….” La soltó “P-párate… párate… Q-qué estás haciendo TaeMin…” “Dios, está tan dura…” “Ay… Uf…” Se cogió la suya “uuuuf…” Y la sacó del calzoncillo. “Uf, por fin….” Pudo dejar que se irguiera todo lo que quisiese. “Mierda. Ahora si que no habrá quién me pare.” Lo que no sabía era que Kai estaba haciendo lo mismo.

“P-párate…párate… Q-qué está pasando Kai… Para…” “Dios… es tan guapo… Uf… qué cachondo está…” Se la sacó y en la punta sintió la piel del otro. Abrieron tanto los ojos al mirarse que se asustaron y rieron. Rieron de una forma casi macabra mientras los dos se cogían lo suyo buscando la del otro para acariciarse piel contra piel.

- ¿La sientes?

- Sí. – Respondió TaeMin. – ….A-ah… – Kai le vio suspirar y de nuevo no pudo frenarse

Se lanzó a sus labios, saboreándolos, y se la soltó; necesitaba sus brazos para acariciarle todo el cuerpo, tan suave y caliente, ardiente, sofocado del todo. Mientras le acariciaba le oía suspirar entre beso y beso y eso solo le alentaba más. Sentía como se pegaban la una a la otra; se frotaban poco pero estaban ahí las dos, tan rígidas y sensibles; seguía besándole y solo pensaba en lamérselo todo, no solo los labios

- Ah… – le sacó la camiseta en un suspiro y luego él le ayudó con la suya. Inmediatamente después volaron los calzoncillos.

Buscaban besarse, sentir sus lenguas y todo su cuerpo acariciándose y frotándose. Se moría de calor y cada vez estaba más caliente y sudado.

Sentía los dedos de TaeMin agarrándole el pelo por la nuca, y fue girándose enredando las piernas para no separar su cadera y seguir embistiéndole, pero TaeMin se ponía ahora encima. Él también quería embestir, también quería llevar el ritmo de aquello, porque Kai lo hacía genial, pero él también era capaz…. Hasta que se colocó y solo besándole y sintiendo su lengua besuqueándole el cuello y sus piernas abrazándole la cadera, pensó que se le correría en el ombligo.

- Me voy a correr – No pudo pensarlo y no decirlo. “¿Qué…?” Kai casi se ofendió. No iba a dejar que eso pasase de una forma tan absurda: bajó la mano y empezó a masajearle la punta – ¡A-a-ah…! – Le patinaba la voz otra vez, se volvía aguda

“¡M-mierda…!” Ni atinaba a imitarle; necesito tiempo para que su brazo le obedeciese y llevase su mano ahí también. Luego aún le pedía que le besase de forma decente, pero al final sus labios solo chocaban y las lenguas giraban sin ton ni son.

- ¡A-ahhh-Hhh! – Kai disfrutaba viendo como se corría en su vientre, sobre todo porque le salió un gallo increíble. Se hubiese reído mucho de haber podido pensar en otra cosa.

TaeMin disfrutó intensamente solo unos instantes, luego siguió preocupado por aliviar él a Kai.

- A-ahhh… – Pero no lo conseguía. Cambiaba la mano y la inclinación y la forma en la que se lo hacía y la velocidad y Kai solo seguía gimiendo.

“Ayy…” Apartó los labios del cuello de Kai e intentó incorporarse un poco para bajarse a chupársela.

- … ¿Qué haces…?

- … Te la voy a chupar…

- …. Ah. – Le ayudó bajándole el pelo con las dos manos. TaeMin iba dándole lametones cuando su lengua se lo pedía. – Mm…O-Oh… – Y se lo pidió muy intensamente nada más cruzar el ombligo. – O-oh… – Se subió hasta la punta dando lametones cada vez más intensos hasta que empezó a chuparla y chuparla y engullirla y acabó mamando tan bien que se sorprendía de sí mismo. Kai ni siquiera le forzaba, solo se quedó con las manos allí y ni podía sentirse en los dedos, porque todo su pensamiento se concentraba en su polla, entrando y saliendo de la boca de TaeMin. – O-ohhh-Hh… –A-ah…

- Grhm… Mm…. – Acababa de salir e iba a metérsela hasta la garganta cuando le salió un primer chorro de semen y casi se ahogó. Se la sacó rápidamente para toser e intentar seguir chupándola. Kai le miraba: tosió y casi todo salió de su boca, excepto por unas gotas, que resbalaban por la comisura del labio y luego por su barbilla. Puede que fuese eso o puede que fuesen las manos de TaeMin removiéndole, pero aún echó más, y él fue a lamerlo.

- A-a….A-AHhhh… – Le agarraba el pelo con nervio y le forzaba a seguir, pero TaeMin se frenó al poco rato.

- … – Se limpió con el antebrazo y luego pensó en limpiar este en algún sitio, y terminó haciéndolo en su propia pierna.

- … ¿S-se ha manchado el sofá…?

- … No lo sé…

- …. – Kai fue incorporándose lentamente, hasta que recordó la corrida de TaeMin en su vientre y buscó con la mano alguno de los pantalones de pijama para limpiarlo un poco. – Espero que no… Uf…

- … – TaeMin se quedó un poco traspuesto, pero al final se puso la camiseta y se dejó caer junto a él.

- … ¿Me pasas la mía…?

- Sí… – Se la dio y Kai se tumbó otra vez. Con camiseta y sin nada debajo.

- … Deberíamos ir a la habitación antes de que nos durmamos – Cuando lo dijo, TaeMin ya tenía los ojos cerrados

- Sí. – Respondió rápido – …Sí. – Luego con menos urgencia. – … Un momento

- Sí…

Pasaron un rato y cuando se despertaron aún era de noche. Decidieron ir rápido a la habitación antes de volver a dormirse.

 

Kai se despertó. “Mm…” Y le entraban ganas de reír, más mirando al TontoMin durmiendo ahí a su lado. “JAJAJAJAJA” “Pero que arte, que manejo…” “No querrá que nadie se entere; pseudoheterosexual…” “Jajaja le tengo pillado por los huevos…”

- … – “¿Eh?” Se fijó un poco más y vio que le estaba mirando con ESA mirada. PORQUE TONTOMIN NO ERA TAN TONTO. Ya se lo veía a venir. – Buenos días. – Se incorporó aún algo serio. “MIEEEERDA” “Este gilipollas pijo de mierda me las quiere jugar; ES QUE LO SABÍA, ¡NO DEBÍ BAJAR LA GUARDIA!”

- Buenas. ¿Tienes hambre? ¿Quieres desayunar algo? Creo que quedan… – Dijo como si tal cosa – Alguna que otra salchicha por ahí, o… si prefieres fruta; hay plátanos – “MmmmJJAJAJAJAJJ” TaeMin le empujó y a Kai se le escapaba la risa

- Escúchame gilipollas; – Se sentó sobre su cuerpo agarrándole el cuello del pijama.

- No te preocupes, no se lo contaré a nadie… ¿Sabes que la chupas muy bien?

- C-cállate. ¡Cállate! – “Oh, mierda…” Aunque claro – … – Le soltó mirándole y empezando a esbozar una sonrisilla.

- Qué – Kai no estaba muy tranquilo con eso.

- Nada.

- …. – Siguió a TaeMin con su erección mañanera hacia fuera de la cama – QUÉ.

- … ¿Qué de qué? ¿Estarán despiertos ya? Tengo ganas de decírselo

- … Pft, qué dices. ¿Se lo vas a contar?

- Bueno: seguro que tu madre se alegra… DE QUE NOS LLEVEMOS BIEN. – ESA OTRA MIRADA.

- … – “Mierda.”

“¡JA! ¡LE TENGO COGIDO POR LOS HUEVOS! ¿¡ENROLLARTE CON EL HIJO DE SU NOVIO NO ESTÁ DENTRO DE LOS PARÁMETROS DE TU PERFECCIÓN, NO…!? ¡MUAJAJAJAJA!”

- ¿De verdad lo vas a decir?

- ¿Tienes algo en contra?

- Sabes que sí. – Reconoció MUY a su pesar.

- … Pues entonces no lo cuento. – Siguió sonriendo pero paró de golpe, ofreciendo ESA mirada, la de odio y destrucción – Yo no lo cuento si tú no lo cuentas. – Dijo rápido.

- … – Era un tratado formal, y Kai firmó asintiendo con la cabeza. – Bien.

- Pues bien. Y sí, tengo hambre.

- Pues vístete; mi madre ha hecho tortitas. Me desperté por eso, siempre las huelo.

“Oh, chachi.”

Fue vistiéndose y Kai se levantó también para ir a por su ropa. Cuando pasó por delante de él, le paró con la mirada mientras se subía la cremallera.

- Oye Kai

- ¿Mm?

- … Estuvo bien.

- … Sí. – Le sonrió y salió hacia su cuarto.

 

Bajaron los dos después de vestirse (Ahora ya no llevaban el mismo tono de azul, no cual era un alivio.) Aunque los dos iban de rayas, y era MUY irritante.

- ¡Buenos días chicos…! Aunque casi debería decir… Buenas tardes. – Añadió.

- Buenos días mamá. – Kai se acercó a darle uno de esos besos repugnantes para TaeMin y AhnChul y entonces… algo pasó.

- … – Ella se quedó como extrañada

- ¿Ocurre algo?

- … ¿Kai…? ¿Has bebido? – “M-Mierda” Fue como si les hubiesen dado una descarga.

- Q-qué dices… Jaja Mamá, qué ocurrencia… – “Ayayayayay….” TaeMin rehuía la mirada de su padre porque él le buscaba, le buscaba; le sentía, y él escurriéndose detrás de Kai, pero nada, no sirvió de nada.

- Esta botella de aquí – “¡MIIIIIIIIIEEEEERDAAAAAAA!” AhnChul la cogía y olía. La pasó a YangMi también.

- Sí, sí. Es eso. ¿Kai? ¿Puedes darme una explicación?

- A-ah… – Él se agarraba los dedos sin saber qué decir. Fue todo muy tenso.

- …La madre que lo-… ¡…!

Hasta que AhnChul pasó por detrás de esos dos y agarró a TaeMin por la oreja.

- ¡AHH!

-¡Estúpido gilipollas…! – Le soltó una colleja – ¡SI ES QUE LO SABIA! ¡LO SABÍA! ¡APROVECHAS LA ÚNICA OPORTUNIDAD PARA JODERLO TODO! ¿¡VERDAD!? – Y le retorció la oreja otra vez.

- ¡A-AH…! ¡IDIOTA, MI OREJA…! ¡AAHHH!

- ¿¡ERES SUBNORMAL O QUE TE PASA!? ¿¡CREÍAS QUE NO ME DARÍA CUENTA!? ¡TE TENGO DICHO QUE NO BEBAS! ¿¡TE QUIERES QUEDAR AÚN MÁS TONTO!?  - A cuadros estaban YangMi y Kai, aún en la cocina. – Qué cabrón ¡SEGURO QUE LO HACES APOSTA PARA JODERME!

- ¡J-Joder que no…! ¡Ah…! ¡CAPULLO SUÉLTAME! – Le apartó y AhnChul le agarró por la nuca. TaeMin se encogía todo.

- ¿¡QUÉ ME HAS DICHO…!?

- ¡A-aahhhhhh!

- Y-ya vale AhnChul – YangMi se acercó un poco para apartarle, entonces se dio cuenta de que la había cagado

- Oh… L-lo siento, lo siento; e-este… ESTE IDIOTA… O-ósea… Lo siento YangMi…

- ¡N-no, no no…! – Se la veía un poco asustada pero parecía poner por delante su instinto maternal hacia TaeMin – No pasa nada… Son cosas de críos… Ya sabes… C-calm-V-ve al sofá y siéntate… Te… te haré una tila…

- Ah-…yo… – Ella se fue a calentar agua y él se quedó ahí como deshinchado. Pero recobró fuerzas suficientes para dirigir ESA MORTAL MIRADA hacia TaeMin. “¡aUSHuj!”

- Vamos, siéntete en el sofá – Insistió ella.

- S-sí…

Fue hacia allí y mientras daba los seis o siete pasos, fue como si el tiempo se frenase un poco para Kai y TaeMin que empezaron a discutir con la mirada. Kai más insistente.

“¡EL SOFÁ!” Decía Kai.

“¿Qué?”

“¡EL SOFÁ, GILIPOLLAS!”

“O-oh…” “P-pero… ¿Estaba limpio, no?”

“¿¡TU LO REVISASTE!?”

Tarde. AhnChul ya se había sentado. Aguantaron la respiración unos momentos antes de ir ahí con él.

- … Pero… – “…” Se miraron. Retrocedieron un paso. AhnChul estiraba y remiraba unas manchas que había tocado sin querer. Se olía la mano y lo volvía a mirar. – Pero esto…

“…”

“… ¡MIERDA! ¡MIERDA!”

- … Aquí tienes la tila cielo. ¿Y estas manchas…? – AhnChul se quedó FLIPANDO cuando dejó caer la bandeja entera, con la taza y TODO ahí. – ¡MALDITA SEA, EL SOFÁ! – Se giró hacia ellos pero NI RASTRO. FUE LA HUÍDA MÁS RÁPIDA DE LA HISTORIA.

 

- ¡KAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII!

Ya estaban escondidos cuando subieron gritando los dos a buscarles.

- Van a ser las peores navidades de la historia. – Susurró Kai.

- Sí.


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