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Atracción silenciosa. por BluexMind

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Notas del fanfic:

Los personajes no me pertenecen, todos son producto de Maki Murakami sama y de la serie Gravitation.

Notas del capitulo:

"No tenemos derecho a conocer el futuro... Pero nada nos impide adelantarnos a él..."

     Delante de una gran puerta de cedro se encontraba un joven de escasos 24  años, tez clara, cabellos rubios como el oro peinados hacia atrás y ojos felinos  color ámbar; vestía un traje negro pulcramente limpio acompañado de unos guantes blancos que hacían juego y de lo cual debería llevar a fuerza pues así era su trabajo, toco un par de veces hasta que la voz pastosa del otro lado de la puerta le dio accesibilidad para ingresar.

 

-Buenos días Señor Shindou. . .- con la diestra tras la espalda y la otra en ademan, elegantemente forma una reverencia acentuando lo que iba a decir- el desayuno está listo. . .¿bajara a desayunar o prefiere que le suba el desayuno a su despacho?

 

-No. . .está bien Eiri, bajare a desayunar; me ha llegado una carta desde Inglaterra y tal parece que mi pequeño estará de vuelta en 2 días y quiero.  . . - sus dedos se entrelazaban de forma presurosa, mostrando la emoción que dibujaba su rostro, cosa que solo se daba el lujo de mostrar ante su confiable mayordomo.- que se haga un gran banquete para su llegada.

 

-Entiendo señor, hare mi mejor esfuerzo para que todo esté en orden y. . .-su voz tranquila y su rostro sin reacción  alguna daba tranquilidad pero algo lo detuvo de proseguir.

 

-No, no, no. . .Eiri, no me has dejado terminar, yo  quiero que estés como un invitado, olvídate de los preparativos; Anell y yo queremos que  el día en que vuelva nuestro pequeño tú seas parte de esta felicidad.- el mayor se acerco al joven y con sumo cuidado lo tomo de los hombros para demostrarle que hablaba enserio-

 

-Sera un honor para mí el estar presente, pero. . .ser su mayordomo es mi trabajo; así que déjeme hacerme cargo de los preparativos.-le desagradaba el mezclarse con personas de “la alta alcurnia” simplemente el pensarse cerca de esas personas le daba asco, el señor Shindou había sido muy amable en haberle dado un techo donde vivir a un precio tan bajo como ser su  mayordomo, pero no podría verse en ese ambiente. Su objetivo era pasar desapercibido. . .

 

-Eres difícil de convencer. . .pero si te parece bien, estoy de acuerdo en que te hagas responsable del banquete de bienvenida.-  movió su mano como si abanicara su rostro  y se levantó tomando su bastón que descansaba en el respaldo de su silla, valiéndose de el para caminar siendo seguido del rubio con dirección al comedor.

 

 

     El trayecto había sido en completo silencio, el señor Shindou tenía tantas cosas que pensar, la llegada de su hijo lo tenía extasiado, y Eiri. . .bueno su mente divagaba en muchas cosas, una de ellas la buena oportunidad que tendría en este evento para su plan.

 

     Así había transcurrido el desayuno, los señores Shindou solían tocar temas políticos y de gran importancia, pero sin concretar ninguno; Eiri se tomaba el tiempo para pensar en lo que debería hacer para la celebración que se llevaría a cabo en dos días; por lo poco que sabia del primogénito era que su personalidad era sobria y madura, ¿de dónde había escuchado eso? Bueno dentro de esta mansión las mukamas cuentan muchas cosas; solo debes saber bien como “presionar” y ellas hablaran.

 

     Encontró una idea aceptable, quizá sea agradable para la cabeza familiar, después de todo con su posición, esa era una familia extravagante.

 

 

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En ese instante pero en otro lugar se encontraba un chiquillo de cabellos rosáceos y ojos color amatista, una especie en extinción, charlando amenamente con su mejor amigo en un pequeño restaurant, tocando temas tan triviales como “¿por qué el cielo es azul?” o “¿por qué los peces nadan?”.

 

-Nee. . .nee Hiro!! No quiero dejarte… -decía el pelirosa con ojos un tanto llorosos mientras hacia un mohín infantil.

 

-Solo serán unos días Shu, prometo alcanzarte cuando terminen los semestrales –decía de forma alentadora al ovillo que se encontraba frente suya y en un acto amistoso lo envolvió entre sus brazos para reconfortarlo.- además…tus padres estarán felices de que vuelvas después de tanto tiempo!.

 

-Eso es cierto! Hace mucho que no voy, espero y las cosas no hayan cambiado mucho jajaja la última vez que fui tenía como 7 años, los extraño a todos…-su mirada se perdió por unos momentos en el vaso de agua que se encontraba sobre la mesa, rememorando viejos recuerdos.

 

-¿Crees que te hagan una fiesta de bienvenida? Tus padres son tan extravagantes que dudo que hagan una simple cena jajajaja –palmeo el hombro del menor y sonrió.

 

-No digas eso Hiro!! Qué vergüenza…-sus mejillas se tiñeron de un suave color carmín- recuerdas mi último cumpleaños? Pues yo nunca lo olvidare!! –lagrimeaba dramatizando como si fuera el ser mas desdichado de todo el mundo- espero no me hagan ninguna fiesta ni nada de eso, a pesar de que no vinieron  sus obsequios fueron de lo más extravagantes!!

 

-Vale, vale; no seas dramático Shu. Seguro que ellos no te harán nada vergonzoso como tus cumpleaños pasados; ellos saben que ya eres todo un hombre!!- soltó de forma graciosa pues a pesar de tener 20 años ya, Shuichi seguía siendo ese niño infantil e ingenuo.

 

-Moo Hiro!! Que malo eres!!- le daba pequeños golpecitos en el pecho del pelirojo denotando su “enfado”. Dos días, solo en dos días estaría de vuelta en sus raíces, con sus padres, con su gente y eso lo ponía de buen humor. Sus padres eran excéntricos en cuanto fiestas, pero aun así eran sus padres y los amaba, extrañaba a Maiko, a Ryu. . .-Ryu. . .- susurro bajamente y su rostro se ensombreció, ¿Cómo regresar al lugar donde se encuentra la persona que te gusta?

 

-Shuichi. . .- murmuro viendo a su amigo afligido, sabiendo bien la causa de ese bajón que tuvo –Todo saldrá bien Shu, debes decirle lo que sientes- despeinó al pelirosa teniendo como paga una sonrisa del contrario que asintió para después ponerse de pie-



-Lo hare Hiro!! Definitivamente se lo diré- dice lleno de confianza y con una sonrisa plena, en todos esos años que había estado fuera de casa Ryu era la razón de que quisiera volver- Me voy Hiro, tomare el vuelo de esta noche para llegar a tiempo a casa –abrazó fuertemente al pelirojo y con unas cuantas lágrimas en su rostro se despidió de él, teniendo como respuesta un “buen viaje” de su mejor amigo-

 

 

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     Dos días pasaban rápido, Eiri había tenido una semana demasiado ajetreada, los preparativos de la recepción para la llegada del primogénito habían sido aceptados con gusto por el Señor Shindou, y aunque solo restaban pequeños e insignificantes detalles había algo que dejaba un poco intrigado al rubio. ¿Cómo sería el chico? Según Eiri quizá fuera un erudito, alguien capaz de carácter firme y sinceramente un hueso difícil de roer. ¿Sería un impedimento para sus planes futuros? Si era la maravilla de la que el Señor Shindou se jactaba, entonces iba a ser un “placer” conocerle. Pero Eiri se daría cuenta de la verdadera persona que era Shuichi, solo unas horas lo separaban de sus suposiciones y la realidad, horas que pasarían volando como en un abrir y cerrar de ojos.

 

 

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     El vuelo había sido  demasiado cansado, ya estaba completamente oscuro y  solo deseaba llegar a casa. . .darse un  largo baño y dormir como si no hubiera mañana, iba tan ensimismado en sus pensamientos hasta que el taxi en el que se encontraba hizo una parada un poco brusca por la terracería por la que cruzaban, advirtiéndole que ya había llegado a su hogar.

 

     Bajo del transporte y con paso cansino se dirigió a la entrada de la portentosa mansión, ¿Cuál sería su sorpresa al abrir aquellas puertas?

 

-¿Qué. . .es esto?

 

 

 

Notas finales:

Es el primer fic que subo, tenganme paciencia quiza mi redacción es mala pero mejorare cuando agarre confianza.

Les agradesco por pasar a leer.
Arigatou! !


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