Se encontraba exhausto, recostado sobre un montón de paja, transpirando. Estaba con el torso descubierto, tenía el cabello revuelto y sus rojos labios estaban entreabiertos buscando normalizar su respiración. Cuando estaba a punto de controlar el ritmo de su agitada respiración; alguien sujetó su rostro, dos manos frías lo levantaron y acercaron hasta un par de rosados y finos labios. Estaban demasiado cerca cuando de pronto Eren despertó, sobresaltándose completamente y cayendo de su cama.
Aún era de madrugada y todo estaba oscuro, solo la luz de la luna que reposaba sobre un cielo despejado y lleno de estrellas alumbraba algunos puntos de la habitación en la que se encontraba él. Sin duda era una pacífica noche.
Decidió levantarse e ir por un vaso de agua para refrescarse. Mientras tanto en el camino se preguntaba que qué había sido eso, él no recordaba la cara de la otra persona y sinceramente no conocía a muchas chicas (…) espera, ¿al menos había sido una chica? ¿Acaso una chica podía “someterlo”? Se sintió patético, pero prefirió dejar pasarlo por ahora.
Al entrar en la cocina del cuartel notó algo extraño. Había alguien sentado a la mesa, echado sobre sus brazos encima de la mesa y bastante quieto.
¿Qué es eso? ¿Hay alguien muerto ahí?, pensó el somnoliento de Eren. Se acercó muy lentamente a ese bulto y notó que al costado del “cuerpo” había una botella y un vaso. El vaso estaba medio lleno o medio vacío, pero aún tenía algo de líquido. Levantó el vaso y lo aproximó a su nariz, para ver qué es lo que era, pero no olió nada; ahora lo acercó a sus labios para probarlo y al hacerlo sintió una explosión es su cabeza y un dulce picante en la lengua.
¡¿WTF?! ¿Qué es esto?, volvió a pensar.
Con dificultad dejó el vaso en la mesa, estaba un poco mareado y aturdido. Sin querer topó ligeramente al que se encontraba recostado en la mesa, entonces se asustó y retrocedió. El alguien de la mesa levantó la mirada viéndolo con interés, un poco de sadismo y picardía, entonces de sus labios salió una palabra que le dio escalofríos a Eren: Caíste…
Se levantó de la silla y se aproximó a él lentamente, mientras tanto Eren pensaba ¿qué tiene? ¿Está ebrio? (bueno la botella estaba casi vacía y sin contar las del piso que esas sí estaban vacías).
-Ettooo… ¿Qué le sucede? ¿Se encuentra bien cabo Levi?-
Solo soltó una risilla muy baja y lo acorraló contra la pared.
-En verdad eres muy inocente- dijo.
-Eh?-
Volvió a sonreír, mientras los latidos de Eren se aceleraban y se ruborizaba.
Una ráfaga de viento, que entró por la ventana abierta, apagó la vela que había llevado Eren de su habitación (porque sí, había llevado solo una vela).
Luego solo se vieron dos sombras juntarse lentamente bajo la luz de la luna, que ahora estaba siendo cubierta por las nubes y oscureciendo aun más todo.
En todo el cuartel se oyeron extraños gemidos hasta el amanecer.