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ANATA NO TAME NO WATASHI NO AI WA EIENDESU por Haku1008

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Notas del fanfic:

Los personajes de este fic no me pertenecen a mí si no a las grandiosas CLAMP, usados aquí sin ningún fin de lucro y porque son la principal fuente de inspiración para este fic, ¿qué más?…

Soy novata así que espero de todo corazón que sea de su agrado ^^ y arriba el KuroXFye!!!!!!!!

Notas del capitulo:

La historia comienza con algunos breves momentos de Fye y Kuro desde el comienzo de su relación, la “verdadera” historia comienza siendo el final de este prologo :) gracias por darle una oportunidad y perdón por las faltas de ortografía.

*Enjeru: ángel

 

ANATA NO TAME NO WATASHI NO AI WA EIENDESU:

 

 

-Serás mi novio

-¿eh?

-que quiero que seamos novios- decía tan imponente como lo podía ser un niño de 8 años (Kurogane).

-pero, los dos somos hombres, no se puede- decía el niño rubio de 6 años, nervioso (Fye).

-mi mamá me dijo que para ser novios bastaba quererse y yo te quiero, o ¿tú no me quieres?- podía intimidar a cualquiera a pesar de su corta edad.

-… eh… si, si te quiero- dijo con voz bajita, bajando la mirada ocultando su rostro ya que estaba algo sonrojado.

-entonces, ya somos novios.

  

 

Tiempo después:

-Te traje helado de vainilla.

-… gracias- dijo el pequeño rubio sentado en una banca, el pobre estaba algo cohibido –me siento raro

-ashh, no sigas con eso, tenemos que hacer lo que hacen los novios y esto hacen

-… bueno- comenzó a lamer su helado y entonces -¡¡!!- abrió los ojos a más no poder mientras su helado se caía del cono… su “novio” lo había besado en la boca, un movimiento rápido y certero, una simple unión de labios y a la vez, una muestra pura.

-no me digas que te puso así un beso.

-…

-los novios se besan ¿sabías? Lo que me recuerda, debemos llamarnos de formas ridículas como, mmm…

-¡lo tengo! Quiero llamarte “Kurorin”

-¿¡qué!? No tan ridículas, o a ti te gustaría que te llamara… que te llamara… ¡rayos! ¿Qué se supone que haga con 3 letras? Tu nombre ya es ridículo

-¿te parece, Kurorin? ^^

-¡no me llames así!

-tú me besaste, yo puedo llamarte así

El pelinegro hizo algunas muecas -… está bien, pero no en público ¿vale?

-vale- dijo el rubio sonriendo…

-…

-… oye

-¿sí?

-¿me compras otro helado?

-ushh, para ser tan joven eres un novio muy fastidioso

-por favor, Kuu-ro-rin

Sintió algo recorrerle por todo el todo el cuerpo cuando el rubio lo nombro de esa manera…

-¿qué te pasa?- preguntó el pequeño, inocente de las reacciones que le provocaba.

-¡eh! ¡Nada!... mejor te doy del mío

-mmm bueno- tomó la mano de su “novio” y la acercó hasta su boca para poder lamer de su helado dando pequeñas lenguetitas, el pelinegro también comenzó a dar lamidas del otro lado… -Fye, también, quiero, conocer, a, tu, mamá- decía entre lamidas, el pequeño rubio detuvo su acción.

-¿por qué?- preguntó curioso

- por que eh escuchado que debo conocer a la mamá de mi novio, también tú debes conocer a la mía, aunque aun no entiendo muy bien por qué.

-ah, ¿sí?

-mañana te invitare a cenar a mi casa

-um…- el rubio apretó sus labiecitos –no lo sé- se oía indeciso, pero la mirada que su “novio” le propinaba lo hizo cambiar rápidamente de parecer –está bien- dijo nervioso, su “novio” sonrió.

-¡genial! Y yo ¿cuándo puedo conocer a la tuya?

-le preguntare y te digo- el niño de ojos rojos le iba a plantar otro beso pero el rubio retrocedió de inmediato…

-¿qué te pasa?

-l-lo siento, es que, aún… aún no me acostumbro

-pues hazlo- sonó más como orden que petición, el niño rubio suspiró profundamente.

-lo intentare- se inclinó hacia el frente sin perder de vista los ojos del pelinegro, Kurogane hizo lo mismo pero antes de “cerrar” la unión comenzó a reír…

-¿qué?

-es muy divertido

-¿qué?

-tu rostro esta todo rojo- dijo sin parar de reír, el rubio llevó una mano a su mejilla, se sentía caliente, bajo la mirada.

-ya, lo siento

-¡¡ERES UN TONTO!!- gritó antes de echarse a correr

-¡oye espera! ¡¡Fye!!

  

oOoOoOoOo

 

-¿listo?

-mhm…- se veía algo nervioso.

-relájate, todo va a estar bien- dijo mientras lo tomaba de la mano… -¿vale?

-… si, vamos- dijo con más seguridad. Ambos pequeños se dirigieron a la casa de Kurogane para que sus padres conocieran al niño rubio.

Al llegar a la casa del pelinegro una servidumbre les dijo que su madre había salido, pero no tardaría y que su padre aún no regresaba del trabajo –bien, estaremos en mi cuarto, ven- dijo tomando al rubio; la casa era amplia y muy bien decorada, podía respirarse un gran sentido de paz en el ambiente. El cuarto de Kurogane estaba en el segundo piso, ambos entraron.

-esta es mi habitación

-vaya…- no sabía que decir, para ser la habitación de un niño estaba muy ordenada.

-¿quieres que te preste ropa?- ya que ambos eran niños de casi las mismas edades (Kurogane 9, Fye 7) no había mucha diferencia en cuanto a volumen; el rubio asintió.

Las ropas que le había prestado le quedaban un poco grandes pero el niño pelinegro no podía evitar pensar que (Fye) holgado lucía muy bien.

-¿de verdad?- dijo Fye con una mueca.     

-que sí, no insistas, además tienes que gustarme a mí, no a ti.

-mmm- el rubio torció la boca –no lo comprendo muy bien aún

-que sí, las cosas funcionan así, lo eh visto en parejas grandes; como mi prima, usa sólo lo que a su novio le gusta y hace todo lo que él dice- se dejó caer en la cama mirando hacia el techo, la verdad muchas de las cosas que veía que hacían las parejas grandes no las entendía pero, quería llevar una buena “relación” al pie de la letra.

-bien, ¿a qué quieres jugar?- volteó a ver al rubio que aun meditaba sus palabras…

Jugaron toda la tarde, hasta que pararon para hacer tarea donde el pelinegro ayudó al rubio en ocasiones, Fye era un niño muy listo a pesar de su corta edad.

-Kurogane, hijo ¿puedo pasar?- se oyó una voz dulce del otro lado de la puerta.

-sí, mamá – al instante una mujer de cabello largo y negro entró a la habitación -¡mira! Él es Fye.

Su madre se acercó al rubio poniendo su mano en la cabeza del niño –un placer, Fye

-¡eh! M-mucho gusto señora- dijo inclinando la mitad de su cuerpo.

-^^ eres muy lindo- el niño sonrió ante el halago –vamos la cena esta lista- salió de la habitación, ambos niños fueron primero a lavarse las manos.

Iban bajando las escaleras cuando el ruido de la puerta principal al abrirse y cerrarse hizo que el pelinegro partiera carrera hacia la puerta -¡papá!

Al poco rato el rubio pudo ver que su “novio” venía con su padre, a decir verdad eran muy parecidos.

-buenas tardes- saludó con una reverencia, estaba algo cohibido…

-buenas tardes- el padre de Kurogane la correspondió de una manera cortes, se veía tan imponente que de cierta manera lograba intimidarlo, ahora comprendía de donde sacó Kurogane sus facciones duras, su carácter imponente y… a la vez podía ver en él cierto deje de bondad…

-él es Fye, un amigo de la escuela, mamá me dejó invitarlo a cenar y a dormir en casa- dijo ya que tanto él como el rubio habían acordado no decir aún sobre su noviazgo, ya que creían que sus padres no lo aceptarían; ya que ambos “eran muy jóvenes” para un noviazgo.

-ya veo, un placer tenerte en nuestra casa- dijo amablemente mientras le sonreía como se le sonríe a un niño pequeño.

 

 

 

6 años después:

 

-¿seguro que aquí no viene nadie?

-que no, vamos- tomó de la cintura a su ángel para acercarlo contra sí posesivamente y después invadir su boca con la lengua que, expertamente comenzó a explorar cada rincón de la cavidad del rubio, quien por su parte “luchaba” en contra de esa lengua invasora con la propia de una manera tan intensa que no se dio cuenta de cuando el chico pelinegro lo acorraló en la pared. Fye tomó al pelinegro por los brazos mientras conseguía entrar en la cavidad de éste, probaba audazmente cada parte del chico que hacía el esfuerzo por volver a la boca del rubio... se separaron respirando agitadamente.

-va hacer el mejor cumpleaños de mi vida- dijo Kurogane mientras le levantaba la playera al rubio para despojarlo de ésta, Fye comenzó también a desabotonar la camisa del pelinegro con algo de afán, ambos estaban nerviosos más aun así querían hacerlo.

El chico rubio comenzó a quitarle la camisa mientras propinaba besos por todo el pecho y los hombros del chico, luego comenzó a atacar su cuello ocasionándole un leve gemido de placer a Kurogane.

-sigue así- dijo el moreno comenzando a extasiarse por el placer, entonces su novio volvió atacar su boca mientras tomaba su cara entre las manos, esta vez el beso fue solo una intensa interacción de labios, él por su parte volvió a tomar al rubio de la cintura uniendo sus pechos desnudos… se separaron de nuevo a milímetros de distancia.

-me toca a mí- al instante tomó las muñecas de su ángel llevándolas a la pared a la altura de la cabeza del chico, entonces ahora fue él quien comenzó a besar el cuello de su novio de una manera voraz, el ritmo de la respiración de ambos comenzó a acelerarse.

-¿te está gustando?- le susurró Kuro al oído completamente invadido por el placer.

-sabes que si- dijo en el mismo tono excitado que su novio.

-bien- dijo aún en su oído para después

-ah- no pudo evitar quejarse levemente cuando le sintió morderle la oreja.

Soltó sus muñecas y sus manos fueron directo a las caderas del rubio para inmediatamente introducir la punta de sus dedos en su pantalón (bermuda), para tomarlo y comenzar a bajarlo lentamente y luego soltarlo para que cayera solo, dejándolo únicamente en bóxer, el chico rubio no perdió tiempo y también dirigió sus manos al cierre del pantalón del pelinegro para bajarlo y quedar en las mismas condiciones, de inmediato comenzaron a acariciarse el uno al otro, pegando sus cuerpo al punto de querer fundirse, Kurogane acariciaba el muslo y la espalda de Fye y éste lo hacía en la espalda del pelinegro, la temperatura en sus cuerpos comenzó a elevarse, la respiración por la nariz se les hizo insuficiente así que comenzaron a utilizar sus bocas.

-¿no crees que, estorban?

-mhm- ambos se separaron para deshacerse de su última prenda… se miraron y el rubio tubo que morderse el labio inferior al ver la completa anatomía de su novio, lo miró a los ojos  y se puso nervioso al ver como lo miraba a él.

-…

-vaya que si eres un ángel, mi “enjeru”- lo sabía, siempre lo supo, estaba perdiendo ese toque angelical de niño pero su belleza era cada vez más etérea, y era suyo, solo suyo, prueba de ello era lo que estaban a punto de hacer –lamento que nuestra 1ra vez sea en un lugar tan…

-… tan poco romántico

-iba a decir horrendo, una casa abandonada- eso era, la habían “equipado” con lo necesario algunas colchonetas y sabanas, mientras que su única iluminación era la luz del sol que entraba atreves de las tejas viejas del techo; sí, era de día, ya que en la tarde o noche notarían su ausencia (además de que su madre le había organizado una fiesta) por lo que decidieron tomar el tiempo de la escuela (por lo que estaban de “pinta”).

-lo que importa es que vamos a estar juntos ¿no?- dijo el rubio desviando la mirada, Kurogane sonrió mientras alcanzaba su mano para guiarlo a su “lugar”, ambos se hincaron sobre las colchonetas de frente.

-¿estás seguro de esto?

Fye suspiró profundo para después mirarlo a los ojos y asentir -además, es mi regalo de cumpleaños- estaba nervioso, no lo podía ocultar pero nada lo haría cambiar de opinión.

El pelinegro se acercó y lo beso con ternura –será el mejor regalo de toda mi vida.

 

  

Notas finales:

Gracias por llegar al final ^^ se acepta de todo, en especial críticas constructivas como ya dije soy novata así que me gustaría saber su opinión; por favor no sean muy duros conmigo T.T espero subir el próximo cap. pronto :)

PROXIMO CAP. “1# TIEMPO SUSPENDIDO”

Bye, bye.


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