Verdad o reto
Kumui, Leenalle, Lavi, Allen, Kanda, Miranda y Kroy estaban decaídos por la muerte de muchos de sus compañeros exorcistas y buscadores, ahora la Orden estaba casi vacía y se respiraba un aire sombrío y fúnebre.
-Chicos tengo una idea, ¿Qué tal si jugamos un rato?- El pelirrojo aunque estaba muy aturdido por lo sucedido intentaba levantarle el ánimo a sus compañeros.
-No es momento de juegos conejo idiota- Acababan de perder a una gran cantidad de personas, no podía pretender que nada había ocurrido y sentarse a jugar como un niño, Yuu Kanda ya no era un niño de echo ninguno de los presentes lo era sin contar al frijol que aparte de lo joven que era aún tenía comportamientos infantiles al igual que el conejo.
-Yo creo que es buena idea, tal vez así se nos despeje la cabeza un rato- Comento el alvino con fingida sonrisa; seguía bastante triste por la repentina baja de sus compañeros pero al igual que el pelirrojo intentaba levantar los ánimos de sus amigos.
-Bien pues no se hable más empecemos, Lavi ¿Qué propones jugar?- El supervisor ya no soportaba ver esos ánimos decaídos, tal vez con ese dichoso juego todos tendrían un mejor humor.
-Pues este juego es solo para valientes- Dijo en tono fúnebre ganándose la atención de todos y sin más se sentó en el suelo estilo indio, los demás lo imitaron esperando a que continuara con la explicación. –Se llama verdad o reto- les mostro una botella de vidrio la cual será el instrumento que señalaría al condenado.
-Yo le eh jugado antes pero ¿Cómo sabremos si nos dicen la verdad- Comento un poco entusiasmada la peliverde ya que era una buena manera de conocer un poco más a sus compañeros; sobre todo a su buen amigo inglés, ya que desde que lo vio simplemente quedo flechada por esa mirada inocente y tierna.
-Qué tal si el que no diga la verdad recibe un golpe por parte de todos- Sonrió tétricamente el japonés mostrando su fuerte puño; ya le comenzaba a gustar la idea, podría aplicar un poco de tortura a sus molestos compañeros sin ser regañado además de que tal vez podría aprovechar para molestar al alvino, le era realmente divertido ver esas expresiones encantadoras cuando se enojaba o avergonzaba.
-Eso me parece muy violento Kanda, mejor que reciba un beso- Propuso el vampiro bastante tenebroso de ser apaleado por todos sus amigos.
-Eso me parece peor que la idea de Kanda- Comento el alvino algo inseguro; creía que el beso solo era usado para demostrar el afecto que se tenía a una sola persona especial, eso fue lo que le dijo Mana de pequeño.
-A mí me parece buena idea y más segura, que ser apaleada por todos ustedes - Dijo miranda nerviosamente pues Kanda se encontraba aun lado de ella y temía por una reacción violenta por parte de él.
-Pues póngamelos a votación- Sugirió el pelirrojo. –Bien quién vota por la idea violenta de Kanda- Solamente dos brazos sobresalían de los demás, y estos pertenecían al inglés y al japonés, Lavi rio divertido. –Bien chicos creo que la democracia ha hablado.
Y sin más Lavi comenzó a girar la botella, las reglas eran simples quien girara la botella tenía derecho de hacer una pregunta a quien apuntara la punta de la botella y si no la contestaba tenía derecho recibir un reto que si se incumplía entonces aplicarían el castigo del beso.
Estaban sentados en círculo en el siguiente orden: Lavi, Allen, Leenalee, Miranda, Kanda, Kumui y croy a un lado de Lavi cerrando el círculo.
La botella se detuvo apuntando a Leenalle, poniendo nervioso a su hermano.
-Bien ¿Qué será bueno preguntar?- Pensó en voz alta el pelirrojo, y como era obvio que los temas favoritos de él eran asociados con los sentimientos. –Dentro de la orden ¿Hay alguien que te guste como pareja?- Sonrió burlonamente él sabía que a su amiga le gustaba su mejor amigo ingles pero quería ver la reacción de su loco hermano.
Y como lo predijo al instante Kumui se paró gritándole a su hermana que no tenía edad para pensar en esas cosas, la chica se sonrojo notablemente.
-Compórtate hermano, y si, si hay alguien que me gusta y mucho-
Al supervisor casi le da un infarto, definitivamente la Orden tendría más bajas al descubrir quien fue el chico que se atrevió a enamorar a su hermana.
-Me toca- Una vez más la botella giro apuntando esta vez al peliazul quien ni se inmuto al saber que era el elegido para confesar.
-Bien Kanda, cuéntanos la persona que te gusta esta entre nosotros- No sabía muy bien que preguntar y simplemente volvió a repetir la pregunta de Lavi.
-Si- Fue la simple pero clara respuesta que dio el azabache asombrando a todos, ¿Quién rayos podía cautivar a Kanda? Nadie sabía exactamente la clase de persona que buscaba Kanda pero definitivamente no se esperaban que estuviera entre ellos.
-Mi turno- La botella giro con bastante fuerza, Kanda uso la mayor cantidad de fuerza posible porque aunque tratara de evitarlo no podía evitar preocuparse, y más sabiendo lo metiche de sus compañeros quienes no descansarían hasta saber quién es.
-A-a mí?- Allen estaba un poco asustado de que Kanda le hiciera decir algo vergonzoso, no se llevaban muy bien y ese era el momento perfecto para vengarse.
-Moyashi… ¿eres virgen?- de repente la cara de Allen parecía una granada mientras que Kanda sonreía perversamente, quería saber que tan experimentado era el joven exorcista.
S-si- Un silencio abrumador se hizo presente en la habitación, aunque la respuesta era mas que obvia para todos no dejaba de ser ciertamente increíble que nadie intentara desvirgar al lindo frijol en el pasado.
-Es mi turno!!- Grito furioso, no le gustaba hablar de cosas TAN personales sin duda se vengaría del japonés por esta humillación.
Y bingo a la persona a quien apuntaba la botella era ni más ni menos que el causante de que los vasos sanguíneos de las mejillas del inglés estallaran.
-Kanda….- En realidad no sabía ni que preguntar, solo sabía que quería vengarse pero no sabía cómo hasta que Lavi le hizo una señal en forma de corazón indicando la manera perfecta de vengarse-
-Como se llama la persona que te gusta- Sonrió macabramente mientras el samuray suspiraba pesadamente, ya se esperaba un tipo de pregunta así de directa pero él no era una persona que cediera tan fácilmente.
-Dime el castigo- Allen estaba cada vez más molesto, ese espadachín afeminado prefería el roto a decirle algo tan simple.
-NO sé, has lo que quieras, besa a quien sea- Fueron las frías palabras de Allen al darse cuenta que su plan había fracasado.
Todos se asombraron por ese reto, no sabían quién podría ser el elegido por el azabache para ser besado, aunque conociéndolo bien seguramente antes o después del beso le proporcionaría un puñetazo en la cara para que lo olvidara.
Sin más Kanda se levantó del lugar decidido, se sentó de cuclillas frente al más joven de los presentes quien lo miraba retadoramente, Yuu ensancho una sonrisa perversa comenzando a asustar al inglés quien a pesar de esto no desviaba la mirada.
-Conste que fue tu culpa frijol- Dijo Kanda levantando su puño fuertemente cerrado a la altura de la cabeza alvina, al contrario de lo que todos pensaban el puño viajo hasta posarse detrás de la nuca plateada donde abrió la mano capturando la nuca y empujándolo hasta su propio rostro quien al sentirlo lo suficientemente cerca lo beso salvajemente.
Allen intenta apartarse del azabache quien pretendía profundizar el beso, así que coloco una de sus manos en el cuello níveo apretándolo un poco con la intención de que el garbanzo reclamara aire, cuando esto paso introdujo violentamente su lengua explorando el virgen lugar, invitaba a la lengua contraria a participar pero esta se reusaba.
Cuando sintió que el Moyashi necesitaba respirar se despegó de sus labios mordiendo el labio inferior ajeno causando que sangrara un poco. Al separarse quedo todavía muy cerca del rostro infantil sonriendo malévolamente mirando como el niño luchaba por regresar oxígeno a sus pulmones.
-Supongo que es mi turno eh frijol, si quieres mas solo avisa- Se paró y se fue hasta su lugar donde comenzó a girar nuevamente la botella.
Todos quedaron asombraos por el beso, se esperaban que Kanda besara mínimo a una de las mujeres presentes, aunque a Lavi al principio le parecía divertido el beso entre sus amigos ahora se sentía realmente irritado y ¿celoso?
La china estaba realmente furiosa, era más que obvio que a ella le gustaba su compañero alvino, y eso hasta Kanda lo sabía y aun así lo beso y en sus propias narices, so ella lo consideraba traición.
-Despierten!- Grito Kanda al notar como sus compañeros estaban en el mundo de las ideas, sabía que había causado una impresión no esperada pero es que no se pudo ni quiso controlar al saber que Allen le había puesto un reto tan tentador.
Sin duda jamás había probado labios más suaves, tiernos y dulces que los de su frijolesco compañero, y quería más mucho más de ese inexperto chico quien lo miraba desafiantemente desde su lugar.
-Conejo, te toca… ¿Dime besarías a uno o una de los presentes?- No pudo evitar sonreír con superioridad, claro que había notado que tanto la peliverde como el pelirrojo lo miraban con rencor, por haber robado el primer beso de campanita.
-S-si… lo besaría aunque a diferencia de ti lo haría con su permiso- Dijo mirando al azabache fijamente aun molesto por la forma tan ruda de besar a su inocente compañero a quien le dio una rápida mirada sonriendo alegremente cosa que no paso desapercibida ni por el vampiro ni por la alemana.
-No-no es por nada chicos pero creo que mejor me voy a dormir- Hablo nerviosa miranda ya que el ambiente estaba bastante tenso y no quería salir lastimada.
-Comprendo de lo que hablas, creo que yo también iré a descansar- Secundo asustado el vampiro.
Ninguno de los presentes se opuso así que los mayores salieron torpe y temerosamente de ser atacados por cualquiera de los jóvenes exorcistas.
-Bien…continuemos- Nuevamente la botella apuntaba al peliblanco alertando a los presentes, sabían que Lavi era un pervertido muy atrevido.
- Pequeño Allen-chan ¿Tienes a alguien que te guste?- Un ambiente pesado se sintió en la atmosfera, Allen no sabía bien que responder, se limitó a llevar una de sus manos a su barbilla pensando cuidadosamente.
Leenalee y Miranda no le atraían solo las apreciaba como amigas, Kroy y Kumui eran como un par de tíos cariñosos… por alguna razón no negaba que el beso de Kanda no le desagrado tanto como le hubiera gustado, y siempre sintió cierta atracción por su amigo de ojo esmeralda.
-N-no lo sé, creo que me gusta más de uno- Los presentes se pusieron alerta, ya que aunque alguno de ellos fuera el elegido aun así tendrían un rival.
-Como sea, me va- Esta vez la botella apuntaba al loco supervisor-
-NO!!!- Allen aún no había preguntado nada y Kumui ya estaba negando. –No quiero preguntas, quiero un reyo- Por cómo estaban resultando las cosas, lo mejor sería hacer un tonto reto y terminar más raído.
-Bien.. Te reyo…a… que me traigas mi cena, lo que normalmente como- Sonrió angelicalmente el alvino mientras los demás caían al suelo estilo anime.