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Me gustas más que las golosinas. © por lyio harrison

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Notas del capitulo:

 

http://www.tumblr.com/blog/lyiorrison

Esté capitulo ha sido editado, del tres para adelante son caca :>, pero seguiran editandose :>

Nos hemos comido al mundo de un solo bocado, por el mundo no damos ni un bocado.

Vivir por y para un número. Vivir por y para un solo bocado. No es vivir.

— No debí dejarme manipular.

— No debiste hacer caso.

— No debí hacer nada.

Capítulo 2.

Mi primer sueño húmedo.

 

— Uff, menos mal que ya despertaste bebé —. La voz de mi mamá fue lo primero que escuche al abrir pastosamente los ojos, mi cabeza tronaba y la sentía caliente. Escuchar una voz conocida fue placer.

— Si… —Dije somnoliento, levantando el torso, intentando descifrar donde me encontraba; no tarde mucho en darme cuenta que estaba en casa—. ¿Qué paso? —. Pregunté confundido ¿Por qué estaba ahí? Si hace unos segundos estaba seguro de encontrarme en la dulcería intentando conquistar a Cameron Paeton Marferth. Tan hermoso Que hice para aparecer en casa privándome de tan angelical vista?

— El chico de la dulcería dijo que llegaste jadeando y luego te desmayaste, él te trajo aquí, el doctor dijo que como no estás acostumbrado a correr te cansaste muy rápido y quiere vernos mañana en su consultorio —Asimilé con lentitud las palabras de la boca de mi madre y asentí a todo lo que me decía, de una u otra manera tenía que ir al doctor sin importar si mi salud era buena o mala, así somos los gordos.

¿¡Qué!? ¿Paeton Marferth me trajo a casa?

  Qué vergüenza y  lo peor de todo es que la primera vez que hace contacto físico conmigo yo estoy desmayado y no recuerdo nada. No tengo a quien echarle la culpa, si no fuese por los Park, seguramente me hubiera quedado fuera de la dulcería, entraría, compraría una golosina y después me iría. Pero gracias a ellos y al… ejercicio eso cambio y me cargo a casa, pero nunca lo note. Maldita vida.

Por otra parte, lo bueno es que él ahora sabe que existo, aunque sé que no debo hacerme ilusiones, ya que solo me ayudo, pero pudo haber ayudado a otra persona pero no, me ayudo a mi así que aléjense bitches porque ese hombre será mío, en mis sueños pero será mío de mí.

— Y esta vez ¿Para qué me quiere ver? —Pregunte dejando a Peaton en segundo plano, siempre había una razón importante para que el doctor me llamara, y este es uno de esos momentos.

— No lo sé, solo dijo que era importante y tenías que saberlo— Dijo levantándose de la cama —Bueno iré a hacer la cena, dormiste toda la tarde señorito y tienes que dormir toda esta noche ¿Seguro que duermes bien? Ya te he dicho que apagues esos aparatos—. Recorrí la cortina de mi cuarto sin siquiera escucharla. Incrédulo, era de noche y si, estaba oscuro ¿Cuánto se supone que dormí? No me lo podía creer. En verdad... increíble. Mi madre me beso la sien y se alejó con paso lento a la primera planta.

Tome mi celular que estaba en la mesa de noche y observe la hora 6:10 p.m., no era exactamente tarde, pero no era temprano.  Tal vez veinte minutos antes de que mamá llamase a cenar.

Pasaron  unos minutos como predije la señora de la casa me llamo para que bajase a cenar, debido a que mi padre había llegado, les hablare un poco de él; mi padre es mucho más blando que mi hermana y mi mamá, él es como mi mamá y mi mamá como mi papá; ahora mi familia está un poco solitaria pues mi hermana se acaba de mudar con su esposo al estado de Utah, nunca creí que alguien aparte de la familia la aguantara, pero allí está, ocho meses de casada.

Baje las escaleras con lentitud, sin prisa pero sin pausa.

—Hola pa —. Salude observando el celular para luego sentarme en la mesa.

—Hola hijo ¿Cómo estuvo la escuela?—. Siempre preguntando eso, esperando que algún día le dijera lo que realmente sucedía. No creo que le gustase que le dijera que solo tengo dos amigos y toda la escuela me molesta, además de que mis calificaciones son pesimas... ¡Por Dios! Mi vida es un asco.

—No, nada nuevo... ¡Ah! Creo que la próxima semana haremos un proyecto en equipos—. Dije ya comenzando a comer.

— ¡Oh! Qué bien, en casa ¿todo bien Sandra?—. Le pregunto a mi madre quien llegaba de la cocina con una jarra de agua en mano.

— Tu hijo se desmayó en la dulcería del señor Galaxi—. Mi padre se sorprendió tanto que hizo que el espagueti de mi tenedor se cayera.

—¡¿Qué?!—. Pegunto mi papá espantado ¿Ven cuando les digo que parece mi mamá? Mi mami nunca se exaltaría de esa manera, más bien ella actuaría como un bombero... Mi familia es rara.

—Si me dijo el doctor que solo fue por correr mucho, pero que mañana debemos ir a verlo.

—Menos mal que fue por el ejercicio, y no me vengas con que por eso ya no te ejercitaras, me entendiste chico.

—Sí señor, a todo el mundo le pasa, es normal—. Dije  con la mano extendida en mi frente.

—Ese es mi hombre, pero no todo va desmayándose así porque sí—. Dijo tomando un sorbo de su agua.

Después de una deliciosa cena, tome una ducha y me fui a mi habitación.

     Abrí FB con solo cuatro amigos... mi mamá, mi papá, Lina y Thomas. Y no es que mi imagen de pingüinos de Windows ayude a conseguir más.

En la bandeja de mensajes encontré un link que me envió Lina.

 Esa payasa solo me envía estupideces y artículos idiotas sobre la fruta. Por eso mejor siempre habló con Thomas, esa niña está peor que en la vida física.

Tú y Harry XD

 Y aunque, ya conocía los antecedentes cibernéticos de Lina, preferí arriesgarme al abrirlo pero:

{Video}

— Harry, basta, ya no puedo, me voy a... —Se escuchó  la voz de Lina en el video. Ella había doblado las voces. Agudizaba al intentar hacer mi voz y la engrosaba cuando intentaba hacer la de Harry— era lo normal, la voz de una chica intentando hacer voz de hombre—. Comenzaban a gemir así que rápidamente comencé a hacer mis movimientos ninja buscando y colocando los audífonos en el ordenador. Visualicé si no había moros en la costa y me dispuse a intentar ver el video sin burlarme de la patética actuación de Lina.

La guardia estaba despejada...pude ver como dos chicos se abrazaban en una cama. Qué bonito, pero no del todo, porque según Lina, ese era HARRY y yo. Eso no me gusto. Así que  mejor imagine a Paeton.

— Clyde—. Dijo "Harry" acariciando "mí" cabello. Y seguí viendo el video hasta que acabo. Pronto me dio sueño y me fui a dormir.

No era algo exagerado, se supone que se tocaban y tenían sexo, perosolo se ve de la cintura hacía arriba y estaban completamente vestidos así que fue raro. Se supone que en un principio se odiaban, luego follaron y de repente se aman, eso jamás pasara con ese Harry, jamas.

—No te preocupes Paeton, porque yo te amo—. Le dije suavemente para después seguir el silencio de la rueda de la fortuna tomados de las manos.

 Y luego me lleva a la regadera donde el muy caliente, ni siquiera se quita la ropa—ni a mí me la quita—. Siento sus besos, son realmente calientes y pasionales, no me besa, me come.

— Sabes dulce—. Pronuncia sonriendo.

— Y tú sabes…sabes suave, como algodón— Ni yo sabía lo que decía, nos fundimos en un apasionado beso y…

¡PAZ!... caigo al suelo con la almohada en mi rostro. Gracias a eso entendí todo, me había caído de mi cama... besando mi almohada.

— Bueno días Paeton—. Le digo a mi almohada. Por alguna razón me siento con mucho calor y sudando, me quito las sabanas y...  lo que veo en mis pijamas no es nada decente. No es aguas, repito, eso no era agua. Suspiro cansado, baño ahí voy. Entendía que era algo natural, pues todos los chicos los tenían, yo era feliz que ahora por primera vez en mi vida haya tenido esa experiencia y con que persona.

— Amor, listo para el doctor—. Entro mi madre sin modales y sin tocar la puerta, viéndome desparramado en el suelo y con las piernas abiertas intentando secar tal aberración corporal. Es una salvaje.

— ¡Ah! Ee...este…sí…ya voy, ahora sal—. Le dije tapando mi "pequeña" masculinidad con la sabana. Porque a decir verdad yo no la creo tan pequeña, no es que sea gigante pero no es tan pequeña... ¿Por qué demonios les estoy diciendo esto? Solo…debería sacar a mi madre y ya.

— ¿Te pasa algo amor te veo raro?—. Me pregunta inocentemente aun ya sabiendo la respuesta, tal vez tenía ganas de quedarse a confirmarlo.

— ¡No!... No...que pasada…no, tu sigue, si, ya sal—. Le dije atropellado, odio mi vida. Por si no lo sabían ya.

—   ¿En serio no es nada? Porque sabes que puedes confiar con tu madre para lo que sea. Por ejemplo pesadillas, buenos sueños y esas cosas.

— No, no es nada, solo... problemas técnicos.

— ¿Prob…? Ah… ¿Así le llaman ahora? Ya entiendo—. Hablo picarona y esperando como algo, torcí los labios en forma de fuchi—, ¡oh sí! lo siento ya salgo— Rápidamente salió de la habitación, dejándome con un gigantesco sonrojo. Madres.

—Si mejor sal—. Susurre más para mí mismo, nunca me había pasado esto, y nunca me refiero a... ¡Nunca!...nunca en mi vida he tenido una erección, bueno si, pero no por un sueño húmedo, literalmente, pero ese sueño fue parecido a lo que había visto la noche anterior, solo hay que culpar a alguien por esto: Lina, esa pervertida del demonio sabelotodo. Ella sabía que le pasaría esto a mi inocente y puro cuerpo, la muy pervertida no piensa que aun soy muy inocente para esto. Tal vez sí que lo pensó, pero no le importó un comino.

— ¡Mark, Mark tu hijo tuvo su primer sueño húmedo!—. Se escuchó a mi madre gritar fuera de la habitación. Causando que abriera los ojos como platos.

— ¡Mamá! No digas sueño húmedo—. Grité ¡Que... vergüenza!

—Oh bueno ¡Mark, Mark  tu hijo va a tener su primera paja!—. Madreeeeeee.

— ¡Mamá!—. Esa mujer tan…tan…apestosa.

— ¡Mark tu hijo se masturbara por primera vez!—.

—Mamá ya cállate—. Le dije mientras  terminaba mí... trabajo en el baño. Comencé a jadear más frecuente sabiendo que mi madre no escuchaba esa parte. Aunque quizá los vecinos ya hasta la habían escuchado gritar, así que no importa si gimo o no, de cualquier modo ellos ya saben que me masturbe pensando en el hijo del dueño de la dulcería.

Termine, me limpie rápido y comencé a vestirme.

— Que bueno, ese es mi chico, y yo que pensaba que eras…

Mi padre ya estaba en la puerta apenas abrí la habitación y junto a él, mi madre, los mire con desaprobación. Humillar a sus hijos está mal, cuando yo tenga a mis hijo, jamás les haré algo similar.

—Mark—. Susurro mamá, aunque ya le había dicho a mis padres mis preferencias, mi papá siempre hacía como si nunca lo hubiera escuchado, sé que lo decepciono, pero de cualquier manera es mi padre y tiene que amarme, lo quiera o no. Sino mamá lo dejara y él la adora.

—No, papá no me gustan las niñas—. Le dije saliendo de la habitación, él como siempre se hizo el sordo.

— ¿Listo amor?—. Pregunto mamá.

—Si listo—. Aseguré para los tres salir de casa, papá a su trabajo y yo y mamá al doctor.

El doctor, esa persona del demonio que te da dietas diabólicas, esas cosas del infierno no son para la gente gorda, ya debería saberlo, se supone que es doctor.

 

Notas finales:

Gracias por leer.


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