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Mi gris mundo teñido de blanco por Dereck G de Sehamforash

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Notas del capitulo:

Primer fic que publico, espero sea de su agrado, den una oportunidad, al principio sé que es un poco confuso

Miré el cielo con mis ojos distraidos, al final de la tierra escuché el canto de los pájaros que buscaban libertad...  perdí tantas sonrisas del pasado que no seré capaz de traicionarlas de nuevo.

 

No importa cuanto sea herido, seguiré buscando la debil luz en medio la oscuridad.

 

Quizas no haya un sol cerca por ahora, pero la lluvia se detendrá algún día...

 

(°·., (¨*·.,     ,.·*¨) ,.·°)

, . ~ * ° ° * ~ . , , . ~ * °†El amanecer se tiñe de un nuevo blanco†° * ~ . , , . ~ * ° ° * ~ . ,

(,.·° (,.·*¨     ¨*·.,) °·.,)

 

 

Mi nombre es Dokuro Yamano, actualmente tengo 17 años y estudio el último año de preparatoria en el instituto Seigaku, donde le conocí a él, la razón de que hoy este tan feliz es que justamente hoy le iré a ver… ah es cierto creo que estoy tan emocionado que olvidé presentarle, la persona que amo,  se llama Erian, el tan solo pensarle me hace el ser más feliz del mundo, excepto por el hecho de que…

 

-Señores pasajeros, esta es la última estación, gracias por utilizar nuestra línea de autobuses.

 

Oh vaya, no me percate de cómo pasó el tiempo, así que mientras me dirijo a mi destino creo que les platicaré un poco sobre como es mi querido Erian, es un chico de estatura mediana, tal vez un poco pequeño, su cabello es de un rubio casi blanco y sus ojos azules, tiene la piel muy pálida y facciones muy finas, aunque le molesta que por ellas sea fastidiado a menudo, si lo sé todo de él y aun así no puedo hacer mucho para ayudarle.

 

Sé que tiene una cicatriz en su cadera, una más grande en su pecho la cual oculta con vergüenza así como muchas otras en sus muñecas debido a sus constantes deseos de no seguir “haciendo sufrir a otros” como él lo cree.

 

Sé que le gusta dormir por horas, que a pesar de ello le aburre que mientras este despierto no haya nada que hacer, le gusta la lluvia pero los relámpagos le asustan, se que ama dibujar como a nada en el mundo, los ocasos, la naturaleza, su color favorito es el negro y sin embargo ahora mismo se encuentra rodeado de un blanco tan puro que duele el pensar en él.

 

Sé que desea ser amado y sin embargo, a pesar de lo mucho que le amo... no hay nada que yo pueda hacer por él, y lo que mejor sé es que… eso duele, no solo a mí.

  

 

 

 

El enorme letrero me indica que he llegado “Instituto Saint Marie” pero antes de entrar me miro en esas enormes ventanas, que por el polarizado parecen espejos.

 

Mi físico nunca me ha gustado mucho, creo que soy bastante común: ojos castaños, soy alto supongo, pero no tanto, mi cabello es levemente largo de color negro, siempre me pareció muy poco llamativo a pesar de tenerlo en un corte degrafilado y con un flequillo de lado, y sin embargo el solo recordarle “Me encanta tu cabello, ¿sabías que el negro es mi color favorito?” tonto, claro que lo sabía y eso me hace feliz, en algún tiempo deseaba cambiar su color, y sin embargo el oír aquellas palabras… él me hizo cambiar mi forma de ver no solo al mundo, sino a mí mismo.

 

 

 

 

Pero bueno, aquí estoy, la enfermera que me ve llegar ya me conoce, Hiyori-san, quien cuida a Erian, me hace una pequeña reverencia y me indica donde esta Erian, espero no asustarlo, pero quiero sorprenderlo, me acerco lentamente a abrazarlo por detrás.

 

-Hola Erian, cuánto tiempo.

 

El salta un poco por la impresión, pero parece no estar sorprendido, solo corresponde al abrazo- Dokuro, al fin llegaste, sabía que vendrías.

 

-¿En serio?, vaya, te extrañe mucho.

 

-Y yo a ti, ah toma esto es para ti- me da uno de sus dibujos, parece reciente.

 

-Gracias, no debías molestarte es hermoso.

 

Hiyori-san se nos acerca- Debes estar muy contento Erian-me mira- toda la mañana no paró de empeñarse en terminarlo diciendo que vendrías y debía estar listo para ti.

 

-Eh? Pero yo no le avise que vendría, en serio ya me esperabas, pero… ¿Cómo?

 

- No lo sé –pone su mano sobre su pecho- solo… lo sabía.

 

 

Miro con más atención el dibujo, es un paisaje, en él hay un gran árbol, y encima de él estamos Erian y yo, él recostado sobre mis piernas, con un rostro apacible, el dibujo me causa una sensación de profunda melancolía, mi amado Erian, se que quieres salir de aquí pronto, pero no sé si por el momento se posible.

 

-Bien Erian-san- exclama alegre Hiyori- quieres pintar un poco más, Dokuro debe ir a hablar un momento con el doctor y entonces volverá contigo.

 

-Ok- me mira con esos enormes y suplicantes ojos y luego sonríe en señal de aprobación.

 

-Bien, por favor cuida de él un poco más, vuelvo enseguida.

 

 

 

 

Sé dónde queda la oficina del director, he estado algunas veces ahí, una enfermera amablemente me informa que él está dentro y puedo pasar, toco la puerta.

 

-Adelante- me informa con su gruesa voz, de manera firme pero afectuosa.

 

-Con permiso doctor, soy yo.

 

-Yamano-kun no te esperaba tan temprano hijo

 

-Lo siento, en cuanto me aviso que podía venir a ver a Erian no pude contenerme y vine lo más pronto posible.

 

El doctor ríe- No era una queja, me alegra que tenga alguien que se preocupe tanto por él.

 

-Sabe que le amo más que a nada en el mundo.

 

-Es muy afortunado.

 

-Por cierto, ¿le avisó que vendría?, el lucía como si ya lo supiera, no es como si me molestará, pero quería que fuera una sorpresa.

 

-Eh?- se muestra un poco confundido- la verdad es que eres el único además de mí que lo sabía- aquello me ha asombrado- pero no te preocupes, ya que el sentimiento es mutuo no me extraña en absoluto.

 

-Doctor…

 

-Por cierto como han estado tus padres.

 

-Muy bien, gracias por preguntar.

 

-Saben ellos que estás aquí supongo.

 

-Sabe muy bien que no es así, ellos no me lo permitirían.

 

 

 

De pronto la habitación se llena con ese molesto e incómodo silencio, intentó buscar rápido algo que decir, pero mis pensamientos son interrumpidos.

 

-No viniste solo para sentarte en el cómodo sillón, cierto.

 

-¿El puede salir pronto?- cuando noto lo que he dicho me arrepiento un poco, pero no es momento para decir las cosas de manera amable, muero de ganas porque la respuesta sea un sí.

 

-Lo siento, sabes que eso tomará tiempo.

 

-¿Cuanto más  doctor?… ya no puedo- Rompo en llanto.

 

-Lo siento hijo, eso no lo sé con exactitud, se que la espera es muy cruel, pero debes ser fuerte por él- limpia mis lágrimas- la mejoría ha sido asombrosa, y creo que en adelante podrás visitarle con mayor frecuencia, sabes ha sido un chico muy valiente, estoy seguro que el también ansia volver contigo.

 

Me tranquilizo un poco, y comienza a conversar sobre otros temas, él siempre fue buen amigo de mis padres, así que lo conozco de años, siempre se esfuerza por hacer sonreír a otros.

 

-Gracias por todo, iré a verlo, después de todo eso es a lo que vine.

 

-Yamano-kun… ten cuidado por favor, las últimas semanas todo ha ido de maravilla, él está tranquilo, pero aún no se si…

 

-No se preocupe- sonrío- Sé que está todo bien.

 

Me levanto y haciendo una reverencia salgo de aquel lugar, dirigiéndome con Erian, quien ahora se encontraba solo dibujando de nuevo.

 

-Ya volví- le digo abrazándolo.

 

-Me alegra, comenzabas a tardar… ¿cuándo podré salir?

 

Su pregunta me duele en lo más profundo, deseo llorar, quiero llevármelo  pero las cosas no son tan sencillas, ¿por qué no podemos ser felices?

 

-Pronto amor- le doy una falsa sonrisa- ¿ya te has aburrido de este lugar?

 

-No es tan malo, pero me haces falta…

 

No sigas, me harás llorar, me hinco un poco para poder ver su rostro, poso mi mano sobre su mejilla intentando reconfortarle

 

- Tú también me haces mucha falta, pero debemos ser fuertes, vale.

 

El sonríe haciendo un lindo gesto mientras asiente, haciendo que me sienta mejor, lo observo seguir pintando mientras comenzamos a conversar.

 

-¿Te tendrás que ir pronto?-me pregunta inocentemente con un rostro triste

 

-Me iré hasta el anochecer, pero el doctor dice que podre venir más seguido.

 

Ante mi respuesta él hace la más linda sonrisa- Ven seguido Dokuro, me siento muy solo sin ti.

 

-Lo haré pequeño, lo prometo.

 

-¿Y tus padres saben que viniste?- su expresión se torna algo preocupada.

 

-Erian… grábate esto: eres lo más importante para mí, y no dejare que nada, absolutamente nada me separe de tu lado.

 

-Entiendo

 

Deposito un casto beso sobre sus labios- Te amo y voy a seguir luchando hasta que puedas salir de aquí… y entonces estaremos juntos, lo prometo…

 

Comienza a llorar un poco y me abraza- Gracias por todo, yo también me esforzaré… para que eso no pase- esto último lo dice con una voz profunda y que me eriza la piel.

 

-No puede ser… tú eres…- pero antes de poder separarme mi hombro es atravesado por su pincel- Etsu- de repente una enfermera grita y Hiyori-san corre a separar a “Erian” quien se dispone a repetir la misma acción, me jala mientras yo sigo perplejo, mirando esos ojos llenos de profundo odio.

 

-¿Por qué… por qué Erian?, el doctor dijo…

 

-Tranquilo Dokuro- me dice Hiyori mientras unos tipos sujetan a Erian- Tú llama al doctor deprisa, ven por aquí Dokuro.

 

 

 

Miro a “Erian” seguir forcejeando- Tú y Erian no estarán juntos jamás, por nada del mundo permitiré que seas tú quien le tenga, aléjate de él Dokuro- de pronto llega el doctor inyectándole algo, es lo último que veo antes de que se rinda y quede inconsciente, el doctor me mira algo triste, pero finalmente da la vuelta y se marcha.

 

- Toma esto para calmarte- Hiyori me da una taza con té, pero me es imposible tranquilizarme.

 

Comienza a tratar mi herida amablemente. Luego de un buen rato sale el doctor.

 

-¿Cómo esta él?- La preocupación me atormenta.

 

-Está algo mejor… pero me temo que por ahora no hay más que hacer…

 

-Entonces… puedo venir…

 

Pero soy interrumpido- Lo lamento de verdad, avisaré cuando puedas volver.

 

-¡No por favor no me haga esto otra vez!, doctor, yo le dije que volvería, le dije que…

 

 

 

Pero él parece ignorarme, no me molesta, entiendo que también le es difícil, solo doy la vuelta y me marcho, miro al cielo, da indicios de que pronto oscurecerá así que me apresuró, no quiero además de todo tener problemas con mis padres, y así es como se arruina el día, bueno por lo menos pude verle, solo resta esperar.

 

 

 

Le echo un último vistazo al Saint Marie la clínica mental donde está mi amado Erian, sufriendo por algo que no puede controlar… Etsu esa otra personalidad que solo sabe dañar a otros…

Notas finales:

Si tienen dudas con gusto contestaré, si dejan review harán feliz a una persona n.n

Sé que la historia esta terminada y eso (la estoy editando) pero aun así si desean opinar algo, creanme que es importante

acepto críticas constructivas, todos los comentarios nos ayudan a crecer como escritores

Hasta la proxima!!


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