-Prrrr…-
El inconfundible sonido de un denden mushi llamo la atención de un chico que hasta escasos instantes se encontraba durmiendo plácidamente sobre un futon en su cuarto. Extrañado al recibir una llamada a tan altas horas de la noche, y luego de meditar seriamente si no se trataría nuevamente de algún insistente marine intentando dar con la ubicación de su hogar, tomo el auricular con algo de pereza pero atento ante cualquier señal de peligro.
-¿diga?-pregunto aun alerta, pero sin poder evitar que un sonoro bostezo escapase de sus labios mientras frotaba sus ojos con cansancio, viendo en un pequeño reloj la hora y gruñendo molesto al darse cuenta que pasaba la media noche-
-¡¡ZORO!!-exclamo una voz sumamente conocida al otro lado de la línea, provocándole un pequeño infarto al chico peli verde quien, por la impresión, dejo caer el denden mushi al suelo mientras respiraba agitadamente, sujetando su pecho con una de sus manos- Nishishishishi ¡¿Qué tal estas, Zoro?!-pregunto alegre, sintiéndose luego un enorme ruido y la voz de una mujer histérica que hizo que una gotita de sudor se deslizara por la nuca del moreno, quien dejo escapar una risita nerviosa al entender que era lo que había pasado-
-cuantas veces debo decirte que seas mas considerado y llames a la gente de día, idiota- resoplo con cansancio el peli verde, ignorando monumentalmente los gritos de su capitán sobre comida y aventuras- estaría mejor si casi no me matas con ese grito, capitán. A esta hora la gente duerme ¿sabías?- se sentó en el futon ya algo más calmado, permitiendo que una pequeña sonrisa alegre adornarse su rostro luego de meses sin saber nada de su capitán. Por lo general Luffy debía escapar de isla en isla por culpa de los marines y casi siempre era él quien los llamaba, cuando su atolondrada cabeza recordaba que además de la comida y su titulo, sus nakama aun se preocupaban por él a pesar de la distancia-
-pero tú siempre estas durmiendo, no se cual es la diferencia-contesto el chico haciendo berrinches, logrando que una vena se marcase en la frente de su primero al mando por tan certera y molesta afirmación- ¡por cierto, Zoro! Desde que me convertí en el Rey de los Pirata y nos separamos no hemos vuelto a vernos ¡Así que decidí que nos reuniremos en el Archipiélago Shaobady dentro de cinco días para ir de aventuras juntos otra vez!-exclamo con fuerza el pelinegro, casi dejando sordo a su compañero- ¡nos vemos entonces, y no olvides traer carne!- ordeno Luffy antes de cortar, dejando al espadachín con el rostro desencajado y una profunda ira escapando por cada uno de sus poros-
-¡¡LUFFY!!-exclamo el espadachín aun y a pesar de saber que el pelinegro le había dejado con las palabras en la boca, frotando su cuello para aliviar la tensión sin poder dejar de pensar en lo idiota que podía llegar a ser el chico, sin pensar un segundo en los demás ni tener consideración por su persona ni por el resto de los integrantes de aquella banda tan peculiar; meditando seriamente si siquiera había pensado en la distancia que todos tenían que recorrer para llegar a Shaobady y el enorme y mas que notorio problema que tendría por su nulo sentido de la orientación-
Gruñendo por la molestia, más que nada enfadado por el predecible comportamiento de su capitán, el moreno se levanto de su cama a sabiendas que no podría volver a dormir con todas aquellas dudas carcomiendo su mente y la paz que hasta ese día había disfrutado, tomando una botella de sake mientras se dirigía al patio trasero de su casa, dispuesto a beber un poco mientras admiraba la hermosa luna que estaba presente aquella noche.
A pesar del enfado inicial por lo terco e irresponsable que era Luffy, no pude evitar sentir como la ansiedad y la alegría se expandían con fuerza por su pecho, como su corazón latía con inusitada felicidad por la simple perspectiva de volver a reunirse con la banda, de volver a reunirse con él. De poder, finalmente, cumplir aquella promesa hace mucho había hecho con aquel chico de cabellos como el sol hace ya tantos años atrás, cuando habían debido separarse por la búsqueda de sus ideales y la realización de sus sueños.
-ya falta poco, solo espérame un poco mas…-susurro con una sutil sonrisa surcando sus labios, mientras le daba el último trago a su botella y cerraba los ojos relajado, viendo como en su mente acudían uno a uno los recuerdos e imágenes de la única persona que había robado su corazón-espera solo un poco mas…pronto estaré a tu lado y podre cumplir nuestra promesa…espérame, Sanji…-
Tsusuku (o tal vez no xD)