Se encontraba frente al chico de los ojos azules, sus manos sudaban y su respiración era irregular.
Había caído muy bajo… más de lo que quería creer, mira que pedirle ayuda a esos idiotas, eso era ir más abajo de el subsuelo.
- Kagami-kun ¿De qué querías hablar conmigo? – preguntó con calma el chico fantasma.
- Ehh… Bueno… Kuroko, yo… verás… - No podía dejar de tartamudear, se sentía muy estúpido.
- Pareces nervioso – habló Kuroko al no encontrar coherencia en las palabras del más alto.
¡¡¿Qué parecía nervioso?!! ¡¡¿Qué parecía nervioso?!! ¡Claro que estaba nervioso! Si hasta sentía que comenzaría a hiperventilar en cualquier momento. Aunque claro, el no podía admitir eso delante de su sombra, no de él.
Una mano le ofreció una botella de agua y le invitó a sentarse en alguna banca cercana.
- Gracias – con una sonrisa aceptó el agua y se desplomó en su sitio quedando sentado a media cancha de aquel parque. Kuroko le imitó y se sentó justo delante de él.
=Flash Back=
Desde hacía algunas semanas, Kagami había decidido declararle sus sentimientos a su pequeña sombra, aún sin importar las consecuencias de aquella acción.
Por varios días se planteó la manera de hacerlo, pero nada de lo que se le ocurría lograba convencerlo del todo.
- Kagami ¿Qué sucede? – preguntó preocupado el 4 de Serin. – Desde hace varios días te ves distraído ¿Tienes algún problema?
- ¿Ehh? N-No es nada, capitán – respondió retomando el hilo de lo que pasaba a su alrededor. – Deberás.
- … - Mitobe lo miró fijamente, como tratando de decir algo.
- Mitobe tiene razón – dijo Koganei - ¿No será que estas preocupado por Kuroko-kun?
- ¿Kuroko?- El chico fantasma se había ausentado unos días de clases debido a un resfriado que pescó. – No, hable con él temprano y me dijo que para mañana ya estaría entrenando con nosotros.
- ¡Que bien! – exclamó con alegría el chico con cara de gato.
- Entonces si no es eso ¿Qué te tiene tan distraído? – se atrevió a hablar Teppei
Todos dirigieron su mirada al 10 de Serin. A Kagami se le subieron los colores al rostro, se sentía interrogado.
- No puedo decirlo.
- ¿Eh? ¿Estás diciendo que no confías en nosotros? – exclamó ofendido Koganei.
- ¡N-No! N-No es eso… es solo que… es algo personal.- Con cada palabra que pronunciaba, bajaba el tono de voz.
- Pero además de ser tus senpais y compañeros de equipo ¿No somos tus amigos también? – habló Hyuga. – quizás si nos cuentas nosotros te podemos ayudar – insistió.
Se lo pensó 2 veces… quizás esos hombres, un año mayor que él, puedan ayudarlo, alguna experiencia amorosa deben de tener ¿No? Kagami soltó un suspiro de resignación y se atrevió a hablar.
- Yo… Yo no se… como… como… - El rostro de Kagami estaba tan rojo que no se distinguía cual era su cabello y cual su piel.
- ¿Cómo? – lo incitó a continuar Izuki.
- Como… Como… Comodeclararlemissentimientosalapersonaquemegusta. – Lo gritó tan rápido que nadie entendió que dijo.
Mitobe lo observó por escasos segundos, el pelirrojo no entendió nada de lo que su senpai trató de decir, pero por alguna extraña razón esa mirada lo tranquilizó.
- …. – el 8 de Serin abrió la boca
- ¡¡¡¿Qué?!!! –grito -¿Cómo que a Kagami le gusta Kuroko-kun? – Sin lugar a dudas, Koganei era el más escandaloso.
- Bueno… a mí realmente no me sorprende – dijo Hyuga acomodándose las gafas, Kiyoshi lo apoyó.
¡Ohh Dios santísimo! ¿Por qué no se habría la tierra bajo sus pies y se lo tragaba en ese instante? Al menos así se libraría de las miradas pícaras de todos sus senpais.
- Yo… a mi… a mi no… - intentó negarse, pero la mirada de Teppei le dijo “Ríndete, de nada sirve negarlo”.- Está bien, es cierto. A mí me gusta Kuroko… pero no sé cómo decirle lo que siento.
- ¡¡¿Queee?!! ¿A Kagamicchi le gusta Kurokochii? – Por la puerta del gimnasio caminaban un emocionado Kise y un sorprendido Takao.
Quizás si hubiese bajado su rendimiento Riko los habría hecho desnudarse en frente de toda la escuela y declararse… así por lo menos se habría librado de ese bochorno.
=Fin Flash Back=
Y ahora, gracias a ésa panda de idiotas se encontraba frente a Kuroko en un lugar “especial” (La cancha donde jugaron por 1° vez) vestido con un ajustado pantalón negro, una playera blanca y una camisa roja encima sin abrochar; a sugerencia de Kise: “Debes vestirte bien Kagamicchi, eso si no quieres ser rechazado rotundamente”, había dicho.
- ami-kun… Kagami-kun – habló Kuroko. -¿Qué sucede? Estás muy distraído ¿Te sientes mal?– El más bajo colocó una mano en la frente de su compañero, al sentir el tacto, el de ojos rojos se estremeció.
“Se delicado” - había aconsejado Hyuga -“Si le dices las cosas de golpe, lo puedes asustar”. Con delicadeza Taiga retiró la mano ajena de su frente y la tomó entre sus dedos, pero al instante la alejó.
– Demasiado directo – Pensó -Kuroko… yo… bueno… yo – su sombra lo observó fijamente.
– Te escucho…
“Prepara el terreno” -Dijo Izuki.- “No seas tan torpe y dile algo bonito… alágalo”
- ¿Cómo era? –Taiga trataba de hacer memoria y recordar las palabras exactas del ‘Ojo de águila’ - ¡¡Ya me acordé!! – casi bailaba de la emoción. -Kuroko, tus ojos son tan bellos… me recuerdan al océano, tan puro y libre... el verte sonreír es como el amanecer de todos mis días.
El más alto trató de recitar las palabras de su poeta senpai con toda la exactitud posible… pero obviamente no era el mejor declamando.
Con ansias esperó su respuesta, pero el 11 de Serin sólo lo miro extrañado.
- No entiendo a qué te refieres Kagami-kun… Yo no conozco el océano.
Taiga quiso estrellarse contra el suelo.
Ok, Plan B: “Podrías decírselo indirectamente”- Había sugerido Koganei.
- Cambiemos de tema… ¿Podrías ayudarme?
- Claro, tú solo dime que tengo que hacer – accedió el de cabellos celestes fácilmente.
- Yo… Yo tengo un amigo – comenzó a relatar. -Pero a mi amigo le gusta otro chico, él es un poco idiota y no sabe como declarársele, ¡Pero mi amigo lo quiere y lo quiere sinceramente! El problema es que yo no sé qué aconsejarle.
- No te preocupes Kagami-kun, a Himuro-kun ya se le declaró Murasakibara-kun… y él aceptó.
Kuroko le mostró su celular a Kagami, en el se apreciaba un mensaje de Murasakibara que decía: Muro-chin aceptó ser mi novio… Gracias por tu ayuda Kuro-chin, la próxima vez que nos veamos, te invitaré unos dulces para agradecerte.
¡¡¿Qué Himuro qué?!! Eso realmente no lo esperaba, al más alto casi le da un infarto con aquella noticia ¿No se supone que el gigante de Teiko salía con su ex capitán?, el tal Akashi
- Ellos terminaron hace un mes – mencionó Kuroko adivinando su pensamiento -¿No te lo había contado Himuro-kun? Eso fue hace una semana.
Kagami ahora si quería que la tierra se lo tragara. ¡Himuro era su mejor amigo! ¿Cómo es posible que no se lo haya dicho? Ni siquiera estaba enterado de que al de cabellos brunos le gustaba el grandote. Mataría a Himuro en cuanto lo viera…
- ¿Estás molesto Kagami-kun? – la voz de Tetsuya sonaba triste.
- Enojado no, sorprendido mejor dicho… realmente eso no me lo esperaba – suspiró.
De pronto algo tan duro como un ladrillo se estrelló en su cabeza (y no, no era un balón, era la realidad) ¡¡Aún no se le declaraba a Kuroko!! Y lo peor es que se había quedado sin opciones.
“Podría decirle lo que me dijo Shin-chan”- fueron las palabras de Takao. -“Fue lo mas romántico que nadie me ah dicho jamás” Se sentía estúpido por solo intentarlo, pero a casos desesperados… medidas aún más desesperadas.
- Los-Los horóscopos dijeron que tú serías mi objeto de la suerte, así que quédate conmigo siempre. - ¿Cómo había podido decir Midorima algo tan estúpido como eso cuando se confesó? Realmente debía estar enamorado… tanto, que perdió el sentido común.
- Sigo sin entender, tú no crees en los horóscopos… eso déjaselo a Midorima-kun.
Ok. Había dicho las cosas más estúpidas que se pudo imaginar y nada había funcionado, Kuroko seguía ahí sin entender. Lo peor es que se había quedado sin opciones y ahora no sabía como podría mirar a su compañero a los ojos.
“Atácalo”- había sugerido Kise. -“Hazlo tuyo y si te denuncia es que no te quería”
¡¡Pero que mier…!! ¡El no quería ir a la cárcel! ¡Ni tampoco violar a Kuroko! Ni de chiste haría eso… ¡Y menos en un lugar público!
La desesperación se apoderó de él y cuando menos lo notó, ya se encontraba gritando un “AHH” como loco mientras se revolvía y jalaba el cabello.
- ¿Estás seguro de que te sientes bien? - Kuroko no entendía nada. -Si quieres podría acompañarte a tu casa, ya hablaremos después.
El cielo estaba obscuro y la luna resplandecía sobre ellos, mostrando toda su belleza. El dueto de 1° aún se encontraba sentado en el piso. “Al atardecer, declárate al atardecer” había ‘traducido’ Koganei a Mitobe. Ni siquiera eso… ahora por su idiotez había obscurecido ya.
Kuroko trató de ponerse de pie, pero una enorme mano se lo impidió regresándolo a su sitio.
- ¡Espera! – Pidió- ¡¡Ah, Joder!! ¿Por qué es tan complicado?- Con desesperación (y miedo de que se fuera) Kagami lo tomó de la mano y se decidió a hablar- ¡Me gustas! ¿Entiendes? No sé desde cuando ni cómo, pero me gustas, y si el idiota de Aomine o alguno más se atreve a tratar de tocarte lo mataré…- No pudo evitar agregar eso. -Así que quita esa cara de palo y acepta salir conmigo. – Lo había gritado, y cuando cayó en la cuenta de lo que dijo, se tapó la boca con su mano libre.
La cara de Kuroko era un completo poema: pasó de la duda a la sorpresa, y de la sorpresa a la emoción, su rostro se tiñó de un bello rojo y solo atinó a sonreír.
- Si eso era lo que intentabas decirme debiste ser sincero y hablar directamente – lo reprendió el más bajo. -A mí también me gustas, Kagami-kun… y mucho.
Con lentitud el 11 de Serin sello sus labios con los de su luz, en un tierno y un poco torpe beso. Quizás la idea de Kise de “hacerlo suyo” ahí mismo ya no le resultaba tan descabellada, aunque claro, ahora tenía seguro que no lo denunciarían.