Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

AMOR EN CUSTODIA por desire nemesis

[Reviews - 87]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

 

 

Los personajes de este fic no son de mi invención, fueron inventados por el creador de Yu-Gi-Oh! Esta historia esta basada en dos telenovelas y dos películas, todas tratan de la misma trama y aunque no miré una de las telenovelas ví dos capis recientemente y parece que mi mente se puso a trabajar ya que en ella la historia que escribiré se encuentra muy avanzada. Como recientemente empecé otra temo que puede que ambas se vean afectadas en su velocidad de actualización por ello. Pido disculpas pero no podía dejar de escribir esta. La trama es enteramente mía solo que estas me dieron ciertas ideas.

 

Las telenovelas son “Amor en custodia” y “Corazón valiente”

 

Las películas “El guardaespaldas” y “El transportador”

 

         Desire Nemesis.

 

 

 

 

 

 

 

1- La misión

 

Su traje azul oscuro hacía juego con sus ojos, su cara era la esperada para un profesional de su calibre. Eso es lo que pensó Willhelm  Wheeler, un exitoso empresario de Seto Kaiba, el aspirante a guardaespaldas de su hijo. Su apariencia le gustó, también la rigidez de su semblante y las cosas que dijo durante la entrevista.

 

No haré esto más largo de lo necesario. Necesito un  guardaespaldas para mi hijo y usted parece el candidato apropiado. Ya le hemos descrito las condiciones del trabajo y la razón de necesitarlo y si usted está de acuerdo querría que empiece mañana a las 7 y 30 ya que Joseph se va a la universidad a esa hora—le dijo Willhelm.

 

Muy bien. Siendo así nos veremos a esa hora mañana—dijo levantándose de su asiento el ahora protector de Joseph Wheeler.

 

Por favor acompañe a mi secretaria, ella tiene instrucciones de llevarlo a legales para que firme el contrato—pidió su ahora jefe.

 

Así lo haré. Necesitaré también los horarios de su hijo—dijo el guardaespaldas.

 

Eso será un problema—dijo el mayor pasándose una mano por la frente—Mi hijo no conoce nada parecido a un horario estable. Yo y mi esposa no nos separamos en buenos términos y ella se volvió a casar pero a parte de formar una nueva familia no ha intentado verle de nuevo desde que era muy niño por lo que lo he criado yo solo como se dice y aunque nunca esta solo me temo que está acostumbrado a hacer lo que le viene en gana por lo que es difícil lidiar con él—

 

Entiendo. Es un chico difícil—contestó Seto.

 

No me mal entienda es un buen chico solo que…--dijo el empresario.

 

Los padres siempre dicen eso—le dijo en respuesta el ojos azules antes de irse.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La habitación de Joseph no era como la de un chico común, era blanca y espaciosa. Con un gran ventanal que daba a un balcón sobre el jardín de atrás que rodeaba una extensa pradera en donde se encontraba un establo que contenía algunos de los caballos propiedad de su padre y que él montaba en ocasiones. En ese balcón desayunaba en las mañanas pues tenía un juego de jardín para acomodarse, además de una espaciosa escalera por la que se accedía a él desde el patio para no tener que entrar de nuevo si no se quería a la habitación y para que los sirvientes pusieran el desayuno sin pasar por dentro y así cuando se levantaba todo le estaba esperando como por arte de magia.

 

Salió al balcón esa mañana renovado por un buen descanso, llevaba blue jeans, camiseta verde, una chamarra de cuero negro y borceguíes de cuero marrón. Joey solía llamar la atención a donde iba por su actitud y su apariencia que lo hacían parecer modelo, de hecho había posado a veces para la clase de arte para tener puntos extras, un curso que tomaba aparte ya que el estudiaba administración de empresas pues algún día le tocaría dirigir el emporio familiar algo a lo que se había resignado ya, pero hasta entonces planeaba disfrutar de la vida.

 

Ese día le esperaba una sorpresa junto a la puerta. Cuando lo vio junto a su padre pensó que era un nuevo miembro del personal de la empresa ya que nunca le había visto y tenía pinta de ejecutivo. Cuando su padre le saludó, él hizo lo mismo y se dispuso a partir. Su motocicleta lo estaría esperando como siempre frente a la casa en el camino de acceso, los sirvientes cuidaban de que así fuera cada mañana. Llevaba su morral en la espalda con las cosas que necesitaría.

 

¡Joey!—lo llamó su padre. Este se detuvo y lo miró con cara de hastío.

 

¿Qué pasa ahora papá? Tengo que salir o llegaré tarde a la primer clase y el señor F…--dijo el susodicho.

 

Tomará solo un momento—le dijo el mayor—Este es el señor Kaiba—añadió apuntando a Seto.

 

¡Fantástico! ¡Un gusto conocerle!—dijo el rubio haciendo notar su falta de euforia por ser presentado con el tipo--¿Eso es todo? Me voy—agregó.

 

No. No es todo—dijo el padre ya perdiendo la paciencia—Joseph el señor Kaiba se hará cargo desde ahora de tu seguridad personal—

 

Joseph que había volteado para irse los miró con cara de entender un poco y luego su ceño se frunció—¡Yo no necesito ninguna niñera, papá! Se me cuidar solito—exclamó.

 

¡Esto no está en discusión! A partir de ahora el señor Kaiba te acompañará vayas donde vayas—le dijo su padre.

 

No creo que el quepa en la motocicleta—dijo el furioso universitario sabiendo que era inútil discutir con él.

 

¡Fantástico porque no la usarás!—dijo Willhelm.

 

¿Qué?—preguntó su hijo encrespándose como un gato furioso.

 

He mandado que la mantengan en el garage. De ahora en más usarás el BMW—le informó el empresario y luego dirigiéndose al castaño agregó--¡Que pase bien señor Kaiba!—

 

El ojos azules había observado impasible la discusión y el furioso chico lo miró para preguntar luego--¿Y tú no dices nada?—

 

¿Tenía que decir algo?—preguntó Seto poniendo al otro más furioso aún.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Esa noche planeaba salir en su moto a reunirse con sus amigos pero cuando salió se encontró con el mequetrefe ese parado junto al auto.

 

¿Qué? ¿Le vas de chofer ahora?—preguntó tratando de humillarlo.

 

Tengo varios talentos. ¿Tú no?—preguntó el otro enfureciéndolo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Llegaron a la fiesta media hora después. Su amigo Tristán tenía una casa que rentaba junto a otros dos y organizaba fiestas cada poco. Joey siempre estaba invitado y las razones eran a todas luces obvias, Joey era un chico rico y dado a los excesos. Durante la fiesta su guardaespaldas descubrió que no solo se emborrachaba sino que también era adicto a las drogas que sus amigos les vendían a todos y que las chicas se arracimaban en manada alrededor del heredero.

 

Después de su noche de juerga Seto lo cargó en el auto y lo llevó a su casa donde despertó al otro día con resaca. Cuando salió a su balcón Seto ya estaba ahí, acomodado en una silla nueva que habían puesto junto al barandal.

 

Veo que sabes sentarte—le dijo al guardaespaldas pero el otro se limitó a mirarlo con los brazos y piernas cruzados. Después de un rato en que Joey se dedicó a tomar un analgésico, ya dispuesto, con agua y untar una tostada con manteca preguntó--¿Ya le dijiste a mi padre?—

 

Me pagan para protegerte no para espiarte. Lo que hagas es asunto tuyo—le respondió Kaiba con rostro adusto.

 

Después de otro rato de observarlo intermitentemente mientras desayunaba Joseph preguntó—No te agrado. ¿Cierto?—

 

No tienes que agradarme—respondió Seto.

 

¡Eso lo sé! –replicó el otro para después añadir--¿Es porque soy adicto, no es así?—

 

Eso no es de mi incumbencia—respondió el otro con cara de póquer pero quedó claro que así era y es que a Seto le desagradaba cualquier persona dada a los vicios. Sabía por experiencia propia que esas debilidades podían dañar a los que rodeaban a dichas personas incluso más que a si mismos y es que Seto era un  ex marine, en las pocas ocasiones que le tocó trabajar con adictos las cosas se pusieron muy feas para él porque estos siempre causaban problemas gracias a su adicción, incluso una vez estuvo a punto de morir por un mal vigía y es por eso que no le agradaban los adictos de ninguna especie, ni siquiera al tabaco o al alcohol.

 

 

 

 

 

 

 

 

¿Cómo le esta yendo con Joseph?—preguntó el señor Wheeler cuando se encontraron bajo la escalera principal de su casa pues él salía y Kaiba llegaba.

 

Bien señor—fue todo lo que respondió el parco guardaespaldas.

 

He sabido que le da muy poco descanso. Mañana es su día libre por lo que espero que pueda recuperarse. Uno de mis guardaespaldas se encargará de él. Los domingos salgo poco salvo a alguna recepción por lo que no necesito a todos los míos—le informó su jefe y Seto asintió mudamente. --¡Hasta el lunes entonces!—se despidió.

 

¡Hasta el lunes!—respondió Kaiba.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Estaban saliendo de la cuarta fiesta esa semana y se habían detenido en una cafetería que abría hasta tarde porque a Joseph se le habían antojado unos croisants.

 

Salían de dicha cafetería cuando Seto por el rabillo del ojos se dio cuenta de un auto que estaba por pasar frente a ellos y que iba a baja velocidad. La ventanilla trasera del auto comenzó a bajar subiendo su alerta y pudo vislumbrar desde dentro un brillo metálico que no le gustó.

 

Tomando por sorpresa a su defendido, lo agarró de un brazo. Joey que estaba beodo dejó caer la bolsa de papel y se enfureció con él por ello e iba a reclamar con su lengua pastosa cuando todo sucedió. Sintió el fuerte tirón hacia abajo y adelante y el choque de su hombro con la puerta cerrada del auto que vio que era usado como escudo por su guardaespaldas cuando se dio cuenta que lo otro que oía eran disparos. Seto lo mantenía muy junto a él mientras sostenía su Glock 9 mm. en su mano derecha. Pasados unos segundos se irguió un poco para mirar por la ventanilla hacia la calle. Todo el tiempo el joven Wheeler permaneció con su oído en el pecho del otro por su proximidad y se sintió raro de estar tan cerca de su cuerpo.

 

¡Parece que ya se fueron!—informó Seto bajando la vista cuando sus miradas se encontraron. Sus miradas se fundieron un instante antes de que Joey que por instinto se había aferrado a él se separó de golpe. El castaño lo atribuyó a la falta de reflejos de un borracho. Joey se veía agitado y él pensó que era por el susto causado por lo acontecido pero en verdad el joven se preguntaba porque su corazón se había acelerado tanto cuando se habían mirado y su cuerpo se había estremecido de pronto. Debió ser por el susto, se dijo aunque sabía que no era así. El susto se había pasado cuando sintió el latir rítmico en el pecho del otro y sintió sus brazos rodearle. –Es mejor irnos. Podrían volver—anunció Seto levantándose para luego ofrecerle una mano a Joey que había caído sentado.

 

El rubio no le miró y prefirió levantarse a su propio modo porque en ese momento estaba reacio a tocarle de nuevo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Hicieron la denuncia del caso. Su padre fue a por ellos a la comisaría y verificó todos los datos que hubo de verificar además de recibir un sermón de denunciar el caso de ser amenazado ante las autoridades.

 

Luego de llegados a casa su hijo le recriminó--¡Debiste decirme!—

 

No quise asustarte de más pero podías conjeturarlo tú solo. ¿No? ¿Por qué creíste que te puse un guardaespaldas?—preguntó el mayor.

 

Si. Algo pensé pero no creí que fuera tan grave. ¡Juegas con mi vida! ¿Lo sabes?—preguntó Joseph.

 

Yo no juego con nada. ¡Por eso te busqué al mejor! Y deberías agradecerlo. De no ser por él hoy…--dijo el mayor.

 

¡Dilo!—lo azuzó el menor--¡Estaría muerto!—gritó el despavorido y enojado joven. –Por favor. En el futuro recuerda decirme cuando quieren matarme y para el caso le debería agradecer a él. Tú solo gastas dinero en mí como siempre—respondió el menor antes de irse.

 

Seto sintió algo de pena por el muchacho. Se notaba herido y solo. Pero solo un poco de pena pues Seto Kaiba en verdad no gustaba de compadecer a nadie.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Al otro día el joven Wheeler se dio cuenta al rato de despertar que no había visto a Seto en la casa y le dijeron que era su día libre y que había salido. Esto le dio una idea. Realmente estaba muy curioso por la clase de pasado que el otro tenía y como se quedaba en una de las habitaciones para empleados de la casa entró con artimañas esperando tener tiempo suficiente para su investigación.

 

Viaja ligero—comentó al ver el casi vacío cuarto. En la cómoda solo había unas cuantas mudas y un maletín que puso cuidadosamente sobre la mesita que ahí había. Dentro encontró papeles y su pasaporte, luego vió algo que parecía un portadocumentos de cuero que le pareció interesante. Dentro había una foto. Era de un grupo de jóvenes uniformados en una plaza. Parecía una graduación. Todos estaban alineados hombro con hombro y en posición de firmes. Entre las caras Joseph reconoció la de su custodio solo que ahí parecía más joven que él pero ya tenía esa mirada dura. Sacó la foto y miró detrás. La fecha era de ocho años atrás. Joey se preguntó que estaría pensando el otro en ese momento. ¿Estaría feliz y satisfecho?

 

Luego abrió la laptop y como no sabía donde empezar buscó al azar. Luego de encontrar y leer su currículo supo más de Seto Kaiba pero aún no era suficiente. No encontró datos personales de él. Buscó fotos pero el tipo no tenía nada ahí. Seto era un misterio para Joseph y ahora quería saber todo de él. Era una necesidad.

Notas finales:

ESpero les guste

no pude esperar

quiero saber que tal va

me dicen?

mata ne


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).