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Rosas de Unión por Hikari Ichinose

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Notas del fanfic:

Este fanfic es oneshot yuri

La Eko es Sheik Rouge y la Tachi Hiro Roysell.

Notas del capitulo:

¡Hola!

Bien este es el primer fanfic que subo aquí y aparte de tematica yuri.

Espero y les guste lo que he escrito, sin más los dejo leer.

En cierta escuela privada se estaba llevando a cabo una dinámica divertida el día de San Valentín, la cual consistía en escribir una carta con su nombre pero sin destinatario y agregarle una rosa del color preferencial de la persona. Y podías tomar la carta que más te llamará la atención sin saber si era de alguien que conocías.

Era el turno de Hiro para pasar por su carta y tomó una que traía una rosa color naranja claro y fue a sentarse a las escaleras en una parte donde no hubiera nadie para empezar a leer su carta.

Hola soy Sheik Rouge,

Voy en primer grado en el grupo D, y estoy en los dormitorios naranjas, espero que nos llevemos bien, aunque yo soy muy tímida y no puedo expresarme bien con las palabras al hablar, cuando escribo eso cambia puedo dar a entender completamente mis sentimientos y emociones, mi meta es llegar a ser una gran escritora y me encantaría compartir con alguien mi éxito.

Desde pequeña no sabía expresarme y por eso mis padres creían que no los quería o no los respetaba, pero para mí es realmente difícil decir gracias o disculparme, me avergüenzo y no logró decirlo aunque, ahora he estado mejorando poco a poco.

Me encantaría que nos conociéramos, aunque tal vez no pueda hablar sin tartamudear o sonrojarme en exceso, pero quiero tener amigos más amigos, por eso me llenaré de valor y tal vez nos conozcamos y así pueda mejorar como persona y llegar a meta.

Bueno, para que me distingas si te animas a verme, tengo el cabello café con mechones naranjas casi siempre lo llevo suelto ya que es corto, no soy muy alta, mis ojos son morados y tengo un collar en forma de libro.

                                                              Nos vemos, espero que nos conozcamos: Sheik Rouge.

Al terminar de leer la carta Hiro se dio cuenta de que su corazón palpitaba rápidamente y estaba algo sonrojada, ella quería, ella anhelaba conocer a Sheik, así que decidió encontrarla; se levanto del suelo y tomo su flor y carta, oliendo el aroma de la rosa y apretando sobre su pecho la carta, comenzó su búsqueda.

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Justo en esos momentos era él turno en que Sheik eligiera su carta, y se decidió por una que venía con una hermosa rosa azul que destellaba entre todas las demás, tomó la carta junto a la rosa y fue a la parte de los dormitorios naranjas donde estaba la cafetería, parecía desierto aquel lugar sin nadie a la vista así que aprovecho para leer su carta.

Bueno, mi nombre es Hiro Roysell:

Bien te contaré sobre mí, soy una chica de segundo grado en el grupo A, soy de los dormitorios verdes; soy una chica algo ruda, ya que no tengo miedo de nada y no temo a dar mis opiniones, ni a que se burlen por mis palabras o acciones. Realmente me concentro en mis estudios, pero hay veces en las que gente busca problemas conmigo y comienzo a pelear debido a eso bajan un poco mis calificaciones.

Mis pasatiempos son leer, dibujar y jugar videojuegos; mi meta es ser una gran empresaria en el ámbito de tener una gran cadena televisiva de caricaturas  y programas divertidos sin mucho estereotipo, para que las siguientes generaciones dejen varios estereotipos y encuentren su propia esencia.

Realmente no tengo muchos amigos, prefiero encerrarme en mi propio mundo, aunque no es por ser antisocial, si no, que no tengo nada que decirle a los demás y los demás no tienen nada que decirme así que me pongo a pensar y pensar. Otra cosa que también sucede es que no suelo tener los mismos intereses que otros y es por eso que no tengo un tema de conversación con los demás.

Bueno y eso es todo lo que quiero contar, si te agrado bien encontrémonos y platiquemos, y si no te agrado una lástima puedes deshacerte de esta carta y de la  rosa, por cierto, tal vez quieras saber cómo soy; yo soy alta, la parte de enfrente de mí cabello es rojo, mi fleco cubre mi ojo izquierdo y lo demás de mi cabello es violeta rizado, casi siempre está atado en una coleta de lado y mis ojos son de color gris azulado.

                                                            Bueno eso es todo, tira la carta si quieres: Hiro Roysell

Al terminar de leer Sheik, se dio cuenta de que Hiro era lo que ella siempre había deseado ser, una chica con seguridad y firmeza en todo lo que hace, quería conocer a aquella chica también estaba muy nerviosa imaginando como saludarle, hablar o entablar una conversación con Hiro.

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Al día siguiente, ya que era fin de semana Hiro salió temprano, para ir a los dormitorios naranjas para buscar a Sheik, y si lograba encontrarla proponerle salir a alguna parte a pasear.

Un rato después en los dormitorios naranjas…

Hola, busco a Sheik Rouge –dijo hiro a una chica que salía del dormitorio.

Ah, creo que sigue en su habitación, es la 201 –dijo la chica.

Gracias –respondió.

Se adentro a los dormitorios, subiendo por el ascensor al tercer piso ya que ahí se encontraban las habitaciones a partir del 200, esperando a que llegará el ascensor de detuvo en el segundo piso dejando entrar a una chica con una sudadera rosa con la capucha puesta, la chica miro la parte de los botones y vio que el tercero ya había sido presionado y a ese lugar se dirigía así que solo presiono el botón para cerrar la puerta.

Al llegar al tercer piso ambas chicas salieron y Hiro empezó a buscar en las puertas una que tuviera el 201 y la encontró, se sorprendió al ver que la chica del ascensor era la que vivía en ese cuarto y sin más le saludo.

Hola, me llamo Hiro Roysell busco a Sheik Rouge me preguntaba si es a usted al que pertenecía el lindo nombre –dijo Hiro sonriéndole a la chica.

Ah, yo… sí, yo soy Sheik, etto… que le puedo ofrecer oh, ha… ¿quieres pasar? –dijo Sheik abriendo la puerta.

Gracias –dijo Hiro entrando en la habitación de Sheik.

Tu… tu nombre es Hiro Roysell… yo ha… tomé tu carta el día de ayer –dijo Sheik sonrojada. –Oh, puedes sentarte aquí 

Que genial coincidencia, yo tengo tu carta –dijo Hiro sentándose en la silla que le ofreció Sheik. –En realidad quería conocerte me llamaste mucho la atención

Yo también quería conocerla, me agrada mucho, usted es lo que yo siempre he querido ser, una chica con seguridad –dijo Sheik tomando un poco más de confianza. –Y ¿a que ha venido el día de hoy? 

Oh, déjate de formalidades no me trates como con “usted” puedes usar el “tú”, y he venido porque quería conocerte –dijo Hiro sonriéndole

¿E-en serio?, es bonito de tu parte casi no tengo amigos con los que pueda hablar sin avergonzarme demás –dijo Sheik desviando la mirada

Pues conozcámonos, ¿quieres ir a algún lado a pasear? –pregunto la mayor.

Ah, yo he querido ir al parque a patinar, no he ido en mucho tiempo –dijo la menor sonrojada de nuevo. –Ah! Pero solo si estás de acuerdo 

Tranquila, estoy de acuerdo, trae tus patines y yo voy por los míos –dijo sonriendo. – Yo tampoco  he ido al parque a patinar, será divertido

V-vale, yo también creo que será divertido –tomó sus patines y ambas salieron de la habitación con rumbo hacia los dormitorios verdes.

Subieron hasta la habitación de Hiro, marcada con el numero 421 y abrió la puerta dejando pasar a Sheik y comenzando a buscar sus patines en su armario.

¿E-eres fan de Buckethead? –preguntó Sheik al ver unas imágenes en su escritorio del mencionado.

Sí, es mi ídolo, ¿lo conoces? –dijo Hiro encontrando por fin sus patines.

Sí, también me agrada –respondió sonriendo. –Es bueno que tengamos algo en común

Ambas ya traían puestos sus patines y en una mochila llevaban sus tenis, fueron patinando al parque que estaba a cuatro cuadras de la escuela, platicando y charlando, ambas se sentían muy bien al lado de la otra, en especial Sheik quién tomaba un ambiente de confianza junto a Hiro, al llegar al parque se sentaron en una banca a ver el paisaje.

Continuaron platicando y haciéndose preguntas, pasaron una hora sentadas platicando y mirando el parque, de repente Sheik vio que dos chicos molestaban a un niño pequeño y fue hacia allá.

¿Sheik? –pregunto Hiro extrañada viendo que se encaminaba hacia otro lugar y al ver que iba con eso dos chicos, al ver eso se quitó rápidamente los patines y también fue hacia allá.

Dejen de molestarlo –dijo Sheik adquiriendo valor, ella recordaba que de pequeña también era molestada y por eso decidió ayudar al pequeño.

Y quién nos lo va impedir ¿tú?, pero florecita porque no mejor vienes con nosotros y lo dejamos – dijo uno de los chicos tomándola por el hombro, Sheik forcejeo y se iba a caer por perder el equilibrio en los patines.

Jajaja…. Como si se fuera a ir con gente como ustedes, ahora lárguense de aquí –dijo Hiro llegando y atrapando a Sheik antes de que cayera.

Vamos, ¿crees que te podrás deshacer de nosotros? –dijo el mayor de los dos chicos en tono retador.

En realidad sí, sí lo creo –dijo Hiro pateándolo por detrás de las rodillas haciéndolo caer ella sabía que la cosa podría empeorar así que se puso sus tenis y por eso fue que demoro.  

¿Oh, con que una chica ruda?, eh –dijo levantándose y sacando de su bolsillo una navaja que se dirigía hacía Sheik y Hiro intercepto el ataque consiguiendo un rasguño en la cara lo cual la hizo enojar por dirigir una ataque así hacia Sheik.

No te perdonaré, el haber dirigido ese ataque hacia Sheik –dijo pateando la mano donde tenía la navaja haciéndola caer lejos. –Sheik toma al niño y aléjate

No lo harás –dijo el otro chico pero Hiro se le adelanto y le dio un par de golpes en la cara y luego lo derribo haciéndolo caer para que no se levantara en muy buen tiempo.

El otro al ver a su compañero tirado, se acerco a Hiro y casi logra darle en el estomago aunque en un movimiento rápido de engaño logró darle con el codo en la nuca cayendo de rodillas sin rendirse, dejando a Hiro sin más opciones le dio una fuerte patada en la espalda haciéndolo caer encima de su compañero.

Cuando dejo a ambos inconscientes busco con la mirada a Sheik y al pequeño, y los visualizo lejos corriendo hacia ella con un policía y una señora la cuál parecía ser la madre del niño.

¡Hiro!, ¿te encuentras bien? –Pregunto Sheik algo agotada después de correr a buscar al policía con el niño y luego se percato de algo. –Hiro tu mejilla está sangrando, lo siento fue mi culpa debí haberme dado cuenta de que me atacaría

No te disculpes fueron ellos quién lo causaron y no es para tanto solo tengo que lavarme la herida como siempre y listo –dijo Hiro sonriendo para tranquilizar a Sheik.

Jovencita, muchas gracias por proteger a mi hijo, debió haber venido a esta parte mientras estaba distraída –dijo la señora tomando la mano de su hijo. – ¿cómo  te lo puedo agradecer?

No, ha sido nada, no se preocupe por eso –dijo limpiando un poco de sangre que le goteo de la mejilla con su mano

Me encargaré de estos dos –dijo el policía tomándolos por el cuello de la camisa. –Me sorprende que hayas dejado inconscientes a estos dos, es genial saber que hay chicas con mucho potencial

Jeje, sí – dijo sonriendo y luego el policía se fue. –Oh, hay algo que quiero saber y es tu nombre ¿cómo te llamas pequeño?

Ah, me llamo Alexy… Alexy Akera –respondió el pequeño. –Gra…gracias por ayudarme tu y Sheik

Bien Alexy, no ha sido nada en realidad todo fue gracias a Sheik que te vio en problemas –dijo Hiro mirando a Sheik la cual se sonrojo.

De nada Alexy, en realidad me alegro que estés bien –dijo Sheik alegrándose.

Después de curarle la herida a Sheik quién al final no se pudo negar, se despidieron del pequeño Alexy y de su madre, empezaba el sol a matizar y ambas volvieron a la escuela ya que después de las seis de la tarde, las puertas son cerradas.

Al llegar a la escuela, amabas tuvieron que despedirse por que pronto empezaría la cena en los respectivos dormitorios.

Nos vemos luego Sheik, descansa –dijo Hiro al llegar a donde se dividían los dormitorios 

S-sí, igual tú descansa y gracias por ayudar a Alexy –dijo Sheik sonrojada

No, ha sido nada –dijo Hiro sonriendo lo cual aumento el color rojo en las mejillas de Sheik

Ham… ¿me puedes dar tu número de celular? –pregunto un tanto nerviosa Sheik

Ah, claro es 9985151827 ¿ahora cual es el tuyo? –dijo Hiro sacando su móvil

¿E-el mío? Ah, etto… es 9985002772 –dijo ocultando su sonrojo tara el fleco de su cabello

Gracias, me tengo que ir o el moderador del dormitorio me reprenderá, ¡Nos vemos mañana! –dijo Hiro gritando lo último mientras emprendía carrera antes de que el moderador la reprendiera de nuevo, pues nunca llegaba a tiempo

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Luego de la cena, ambas chicas se encontraban cada una en su respectivo cuarto y dormitorio, Sheik estaba por acostarse pero luego sonó su celular lo tomó  y observo un mensaje de Hiro.

-Buenas Noches Sheik-  

Ella sonrío y empezó a escribir para responderle a Hiro, cuando terminó presionó el botón de enviar con la cara sonrojada.

-Igualmente Hiro, buenas noches-

Al llegarle el mensaje a Hiro igual sonrío, al parecer tuvo suerte de que sheik se encontrará despierta, luego de eso ambas ya se habían dormido.

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A la mañana siguiente era sábado, luego del desayuno Sheik se dirigió al dormitorio de Hiro, quién ya la esperaba debido a que Sheik le llamó.

Al llegar, fue recibida por Hiro quién la invito a pasar dentro del cuarto para ponerse de acuerdo en que hacer, al estar dentro Sheik comenzaron a habla.

Humm… ¿Qué tienes planeado hacer? –pregunto Hiro mientras se tiraba en su cama

Estaba pensando en ir al parque de diversiones –dijo algo temerosa Sheik

Claro, hace tiempo que no iba, ¿A cuál quieres ir? –pregunto Hiro sonriente

Hay uno nuevo que abrieron hace una semana, y se veía realmente divertido –respondió realmente emocionada que se podían ver chispas salir de sus ojos

Bien, ¡vamos! –dijo Hiro con su misma emoción emprendiendo camino

Saliendo del colegio, fueron a la estación del tren y esperaron el tren que les llevaría al parque de atracciones, en el camino platicaron de miles de cosas tanto que el viaje se les hizo corto, al bajar del tren se dirigieron hacia al parque de atracciones el cual quedaba muy cerca de esa estación.

¡WOW! Es increíble vamos, vamos Hiro, apúrate –decía demasiado emocionada Sheik parecía que aquella chica tímida se iba desvaneciendo dejando ver a una hermosa chica llena de energías y felicidad 

Está bien, está bien –dijo Hiro, le gustaba que Sheik estuviera así de entusiasmada y feliz, se sentía tan bien junto a ella

Llegaron a la taquilla y compraron sus boletos, luego de que se los entregaran a Hiro, Sheik tomo su mano y la jalo haciéndola correr rápidamente hacia la gran entrada, donde entregaron los boletos y al fin pudieron entrar luego de que les pusieran un brazalete de color azul.

Bien, ya entramos ¿A cuál quieres subir primero? –preguntó Hiro y Sheik miraba por todos lados encontrando el juego que sería el primero en el que subieran

En el… ¡Fire Storm! –dijo Sheik casi gritando lo ultimo apuntando hacia una gran montaña rusa

Pues, vamos –respondió Hiro  caminando hacia el enorme juego

Tuvieron que hacer fila y esperar a que llegará su momento de subir, Sheik solo miraba anonada el gran juego mientras que Hiro la observaba divertida por su infantil actitud, al fin subieron y se sentaron juntas en el espacio de enfrente ya que nadie se animaba a estar ahí a excepción de ellas, emocionadas esperaron a que comenzarán a moverse. El carrito empezaba a moverse lento al principio y con gran velocidad después, iban a toda velocidad de arriba a abajo en zigzag y dando vueltas mientras que elevaban sus brazos y gritaban por la emoción y la adrenalina, iban subiendo a gran velocidad y luego quedaron unos segundos en el momento de tensión en el que todo se veía desde el punto más alto y bajarían a mucha velocidad para así terminar el recorrido del juego.

Hiro y Sheik salían del juego tambaleándose un poco y estaban un poco muy despeinadas por el viento que corría contra su cara a toda velocidad hace unos momentos, luego de volver a la normalidad y dejar de tambalearse, continuaron su camino por el gran parque de diversiones.

¿Ahora a donde? –pregunto Hiro

Allí, a los carritos chocones –respondió casi inmediatamente

Subieron a los carritos ambas en uno diferente, empezaron a conducir y chocar entre ellas  al igual que con los demás que habían subido al juego.

Luego de bajar de los carritos chocones, empezaron a caminar y observar los distintos puestos de dulces, comida y juegos, platicaban de distintas cosas  mientas caminaban, después de mucho caminar fueron a sentarse y compraron algunos caramelos y bebidas.

No me lo creo, ¿realmente te has saltado la barda del colegio? –decía Sheik con admiración e incredulidad

Sí, se me había hecho tarde y la entrada a la escuela ya estaba cerrada, entonces me fui a la parte de atrás de la escuela y me salte la barda con ayuda de un gran árbol que había, como no había nadie a los alrededores nadie me descubrió y solo corrí hasta mi dormitorio donde el monitor al verme fuera me preguntó porque el retraso y le dije que me había quedado dormida en una jardinera, fue realmente divertido –dijo Hiro dándole un sorbo a su bebida

Increíble, creo que la única vez que he hecho algo parecido es cuando se me hizo tarde para llegar a clases y el elevador no funcionaba así que salte las escaleras, no creí que cayera bien pero sí lo logré y empecé a correr para llegar al salón de clases, y la monitora de los salones estaba por ahí y fui a la parte de atrás de los salones y entre por una ventana, la suerte fue que me tocaba en el salón de la planta baja, creo que esa fue la única vez que hice algo tan temerario –relató Sheik sorprendiendo un poco a Hiro y empezando a comer los dulces que habían comprado

Es bueno tener experiencias así, es lo que le da gracia a la vida –dijo Hiro mirando hacia el cielo

Sí, tienes razón –dijo Sheik metiendo un caramelo en su boca y mirando el cielo

Se quedaron así unos momentos más y cuando sus miradas se toparon Sheik se sonrojó al sentir la penetrante mirada azulina de Hiro, ésta por su parte simplemente veía lo tierna que se veía Sheik al sonrojarse.

¿C-continuamos? –dijo un poco nerviosa Sheik

Sí, ¿ahora qué quieres hacer? –respondió sonriéndole Hiro

Q-quiero intentar ganar un peluche –dijo Sheik

Está bien vamos –dijo Hiro rodeando con el brazo el cuello de Sheik quien se puso un poco nerviosa por el tacto ya que hizo que su corazón se agitara un poco

Llegaron a los juegos y Sheik miraba hacia todos buscando algún peluche que le gustara, continúo así hasta que vio un puesto de lanzar una pelota para derribar las botellas donde uno de los premios era un  hermoso conejo morado con un elegante moño café alrededor del cuello, sin dudarlo se  soltó del agarre de Hiro quién se molesto un poco pero luego se rio por el comportamiento infantil de Sheik.

¿Quieres ese? –dijo Hiro llegando por detrás y volviendo a rodearla

¡Sí!, estoy segura que lo ganaré –respondió Sheik pago un juego al chico que allí atendía y se concentro, tomo la pelota y cerró los ojos su concentración era absoluta y cuando abrió los ojos de nuevo lazó la pelota lo más fuerte que pudo derribando todas las botellas

Sorprendente Sheik, buen tiro –decía algo asombrada Hiro  

Increíble, no había visto un tiro así realizado por una chica, dime ¿qué peluche quieres de premio? –dijo el chico del puesto

El conejo morado del moño café –respondió Sheik recibiéndolo del chico

Luego de que a Sheik le dieran su peluche se fueron a continuar viendo por ahí, llegaron a otros puestos de juegos el cielo ya se encontraba matizando, Hiro miro su celular y vio la hora aunque corrieran no llegarían a tiempo a la escuela pero los fines de semana no lo hacían tan obligatorio ya que muchos alumnos iban a sus casas.

Sheik, vayamos a la casa del terror –dijo Hiro, Sheik planeaba escapar pero reacciono muy tarde y fue llevada contra su voluntad

T-tengo m-miedo, Hiro –dijo Sheik ya dentro de la casa

No te preocupes, son solo cosas falsas –decía con tono tranquilizador Hiro continuando el camino por aquel oscuro lugar

¡¿Q-que e-es e-so?! –gritó Sheik apuntando hacia adelante y buscando refugio detrás de Hiro

Cálmate, no pasará nada –respondió Hiro y luego se escuchó un grito en dirección donde apuntaba Sheik quién por el susto solo se pudo abrazar a la cintura Hiro buscando protección

Y así continuaron por todo el recorrido de la casa, con gritos de Sheik, palabras tranquilizadoras de Hiro, unas cuantas huídas de terror y agitaciones del corazón de ambas por algo que no era precisamente terror.

Al salir al fin de aquel lugar, afuera ya estaba oscuro y se podían percibir las estrellas en el firmamento, Hiro tomo a Sheik de la mano y la llevaba al que sería el último juego al que subiesen.        

Ya veo, el mejor paisaje es el nocturno visto desde la rueda de la fortuna –dijo Sheik al estar frente a la rueda de la fortuna

Así es, no hay nada mejor que ver las luces de la ciudad desde la rueda de la fortuna –dijo Hiro cuando ya era su turno de abordar la cabina

 Ambas observaban con atención la ciudad y lo hermosa que se veía, y al llegar al punto más alto Hiro se acercaba cada vez más al rostro de Sheik, quién estaba sonrosada por la proximidad que había entre ellas, Hiro dudando un poco se acerco más hasta unir sus labios en un casto beso que llevaba consigo muchos sentimientos.

El beso fue cortado por la falta de oxigeno a sus pulmones, ambas ahora estaban sonrojadas pero Sheik lo estaba más, ninguna de las dos sabía que decir pero simplemente dejaron que el paisaje y sus sentimientos las dejaran llevarse.

L-lo siento, es solo que… -Hiro no encontraba las palabras para expresarse

N-no te preocupes, yo igual tengo los mismos sentimientos hacia ti –dijo Sheik ambas se encontraban en total paz, disfrutando de aquel momento

Un amor surgido tan rápido, posiblemente solo podía ser un acto del destino, el encuentro dos personas por la casualidad de leer una carta, dos personas unidas con un beso puro, dos personas conocidas por el color de unas rosas de unión.

Notas finales:

Hikari: Bien eso fue todo de Rosas de Unión.

Hiro: Tuvimos un buen final ¿no lo crees Sheik?

Sheik: S-sí, así fue Hiro

Hikari: Espero que les haya gustado y si así fue por favor dejen sus comentarios.

Hiro: Espero que salgamos de nuevo en algún ortro especial.

Sheik: Y-yo también lo espero.

Nos vemos!


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