Ahí estaba de nuevo, escondido entre las sombras, observando como el dueño de aquellas esmeraldas, que lo habían hechizado desde el primer momento en que se cruzaron en su camino, se preparaba para dormir. Sabía que lo que estaba haciendo no era correcto pero no podía evitar escaparse todas las noches de su templo y esconder sus cosmos para que el propietario de aries no de enterara que lo observaba desde la oscuridad de aquel rincón.
Amarte como te amo es complicado
Pensar como te pienso es un pecado
Mirarte como te miro esta prohibido
Tocarte como quiero es un delito
Aprovechó que el dulce cernero dorado se había dormido para acercarse y asi admirale de cerca. No cabía duda que Mu era todo un ángel, ese piel de luna, las finas facciones, los esmeraldinos ojos y esa cabellera lacia que juraba sería como tocar la más suave seda. Su carnerito se movió incomodo poniendolo alerta pero solo fue una ráfaga del frio viento de la noche, por lo que tomó la manta para cubrir a su preciado tesoro del frío.
Ya no se que hacer para que estes bien
si apagara el sol para encender tu amanecer
Falar en portúgues
Aprender a hablar fránces
O bajar las luna haste tus pies
Ya era tarde, tenía que volver o Kanon se daría cuenta que ha salido. Estaba por retirarse cuando divisó en la mesita de noche la bufanda de lana que acostumbraba usar Mu cuando no llevaba su armadura y no pudo reprimir el impulso de tomar aquella prenda y acercarla a su rostro, tenía ese olor a lavanda tan peculiar de su ángel, la llevaría consigo, Mu no se dará cuenta debe tener muchas ¿no?. Deposito un beso en la bufanda y se retiró del lugar.
Yo solo quiero darte un beso
Y regalarte mis mañanas
Cantar para calmar tus miedos
Quiero que no te falte nada.
-Se puede saber donde estabas- preguntó arqueando una ceja.
-¿Eh?, Kanon este... yo...-no hes que le debiera explicaciones a Kanon pero si se lo contaba el le hiría con el chisme a Milo, Milo se lo diría a Camus, Camus a Afrodita y en menos de unas cuantas horas todo el Santuario sabría de su secreto-fui a...a tomar aire fresco es que hace mucho calor en mi cuarto pero ya me refresque así que me voy a dormir- dijo mientras se dirijía a su cuarto.
-Bueno si tú lo dices- dijo girandose hacía çel y ante de que entrará le dijo-espero que a Mu no le moleste que tomen sus cosas mientras duerme-dijo con una sonrisa triunfal.
-¿Qué?,¿Cómo lo sabes?-
-Número 1: No sabes mentir, número 2: soy tu gemelo y se muchas cosas de las que ni te imaginas y número 3: eso que llevas en las manos es inconfundiblemente la bufanda de Mu.
Saga se enrojeció y cerro la puerta fuertemente con la risa maliciosa de Kanon resonando en sus oídos. Trato de olvidarse de su tonto hermano y dormir para soñar con su ángel.
Si el mundo fuera mío te lo daría
Hasta mi religión la cambiaría
Por ti hay tantas cosas que yo haría
Pero tu no me das ni las noticias.
Al día siguiente...
Casa de Aries:
-Que raro, estoy seguro que había colocado mi bufanda aquí será mejor que le pregunté a Kiki, tál ves ese niño travieso la haya escondido-
Casa de Géminis:
-¿y bien?-
-Y bien ¿qué?-
-Cuando se lo vas a decir-
-Kanon-suspiró- muero por decirselo, tomarlo entre mis brazos y darle un beso pero y si se ofende, me cachetea o peor aún me niega lo más valioso para mí que es su amistad-
-Saga, el que no arriesga no gana, además tú mas que nadie conoces a Mu el no haría una cosa así-le dijo con seguridad de la que se estaba contagiando- vamos, donde está ese Saga que yo conocí que luchaba por lo que quería hasta que lo consegía-
-Tienes razón Kanon, voy hacerlo- dijo parandose y corriendo escaleras arriba.
-Oye a donde vas tonto, el templo de Mu es hacía abajo-
-Ya lo sé- gritó alejandose.
-Ahora que irá hacer este loco, seguro que el amor ya le quemó la única neurona que le quedaba-sacó célular y empezó a marcar-Bueno es hora de avisarle a Milo la buena nueva-
Y ya no se que hacer para que estea bien
si apagara el sol para encender tu amnecer
Falar en portugués
Aprender a hablar francés
O bajar la luna hasta tus pies.
Esa noche...
Vamos Saga, esta sentado frente a tí, esta bien Mu preprate por que hay voy.
Ajeno a todo aquello Mu estaba sentado en unas de las escalinatas de su templo pensando en l a misteriosa desaparisión de su bufanda, no es que fuera la única pero era un regalo de maestro al que consideraba un padre, fijo la visa en las estrellas:
-las estrellas son tan hermosas-
-No tanto como tú-
-¿Eh?, Saga pero que dices- dijo sonrojandose tiernamente a los ojos de Saga al tiempo que se levantaba.
-Lo que oiste, que eres muy hermoso y por eso acepta esta rosa como un alago a tu belleza-
-Gracias-dijo con una sonrisa tomando la rosa y por primera vez fijandose en el cuello de Saga-¿Qué no es esa mi bufanda?
-Sí yo la tome-
-¿Por qué?-
-Solo hay una razón para explicar mi comportamiento-dijo acercandose al carnero y tomandolo por la estrcha cintura.
-¿Así? y ¿Cúal es?- cuestion poniendose nervioso por la cercanía del Geminis-
-Quiero darte un beso- dijo juntando sus labios con los del ariano el cual abrió los ojos sorprendidos pero solo por un isntante ya que enredó sus brazos en el cuello del peliazul y correspondió muy dulce y tiernamente haciendo que el Géminis comprobrará su inocencia-
-Saga ¿tú?-
-Sí Mu mi ángel yo te amo y tú?-
-Claro- dijo con una hermosa sonrisa-tambien lo amo apuesto caballero de Géminis-sellaron sus palabras con otro beso.
-Eres hermoso- dijo acariciando su mejilla-Mu sonrió posando su vista en las rasguñadas manos de Saga.
-Por Dios, Saga ¿que te pasó?-preguntó tomando esa mano entre las suyas.
-Robarle una rosa a Afrodita es más complicado de como imagine-dijo con una sonrisa.
-Oh, Saga, te amo- le dijo fundiendose en un abrazo con el geminis invadiendolo con su calidez. Entonces Saga se nombró así mismo el hombre más afortunado del mundo y todo gracias a su tonto gemelo.
Yo solo quiero darte un beso
Y regalarte mis mañanas
Cantar para calmar tus miedos
Quiero que no te falte nada.
Fin