Te encontré en mal momento por addictyck

Vivimos en un futuro incierto, desde hace algún tiempo he perdido la esperanza, pensó Ritsu haciendo la cola en el mercado para pagar –¡Llegó la leche! –gritó un hombre, Ritsu corrió a donde estaba el hombre y logró agarrar tres bolsas; una mujer lo observó y le dijo
– ¡Descarado! Son solo dos bolsas por persona –aclaró la señora
Ritsu se disculpó, un señor le quitó la bolsa de leche que llevaba de más. Ritsu respiró, no debe reclamarle al señor o le caerán a golpes como hace dos semas. Después de tres horas para pagar se dirigió camino a casa, escondió las bolsas de leche en el morral que traía o podrían asaltarlo, esperó a que llegara el tren y se subió nervioso, las cosas estaban cada día más difíciles, la editorial de su padre se fué del país porque no había papel para imprimir, pero el se quería quedar, quería encontrar su antiguo amor, aunque ahora estaba arrepentido, no podía salir de allí.
Llegó a su casa y se puso a contar su suministro de comida, tenía dos bolsas de leche, un kilo de carne, un kilo de pollo, tres latas de atún, 20 bolsas de café de 500g, un kilo de chocolate y un pan. Ritsu sonrió –estaré comiendo por unos días –pensó.
Su apartamento no era lujoso, era pequeño, pero eso era suficiente para él, no estaba mucho en casa, trabajaba en un periódico pero las cosas estaban mal, los tenían censurados y los amenazan con quitarles el papel si decían lo que pasaba en el país. Además su sueldo era poco, pero le bastaba para no llegar a tener desnutrición.
Su teléfono empezó a sonar –¿Hola? –preguntó Ritsu
– ¿Pediste un día de permiso para protestar? –preguntó la voz de teléfono
–Sí, jefe –respondió
–olvídate de él, vas a ir y harás un artículo, si nos van a cerrar daremos la información ya no importa cómo nos amenacen –dijo su jefe colgando la llamada.

-----------------------------------------Una semana después------------------------------------------------------

Ritsu salía de su casa, bajaba las escaleras corriendo, necesitaba llegar a tiempo para la concentración de personas, el día se notaba tenso, últimamente estaban robando y matando el doble, la gente tenía miedo pero había algo diferente, de repente su vista se nubló y sintió un pequeño golpe. Se había chocado con alguien –disculpa –dijo he iba a seguir corriendo pero lo agarraron del brazo deteniéndolo.
– ¡Espera! –dijo el hombre –¿Vas a la concentración? –le preguntó a Ritsu
–Sí –respondió
–Yo también voy, es mejor no ir solo, es peligroso, mi nombre es Takano –se presentó
– Soy Ritsu –sonrió, estaba aliviado de no ir solo.
Ambos caminaron hacia la concentración de personas, todos iban a reclamar en el edificio donde se denuncian los casos de asesinatos, etc. Había más guardia de lo normal, pero había mucha gente, por un momento Takano perdió de vista a Ritsu, no lo veía por ninguna parte. Del otro lado había otra concentración de personas que alababan a la persona que generaba escasez y violencia, porque si lo seguían podían darles dinero o simplemente no quería ser despedidos de su trabajo. Ambas concentraciones estaban dividas por una línea de guardias, nadie quería una masacre.
Ritsu no encontraba a Takano, de repente escuchó un disparo, se asustó como todos de al su alrededor, escuchó personas gritando ¡Lo mataron! Una oleada de personas corrió, pues se escuchaban más y más disparos, empezó a ver gas blanco, rápidamente Ritsu se quitó la camisa y cubrió su cara, sentía algo más que miedo, sentía mucha molestia. Sin darse cuenta terminó al frente del lugar y vió personas lanzando piedras al edificio de justicia. Él hizo lo mismo, todos pidieron justicia pacíficamente y lo respondieron con disparos, pués si allí no había justica porque en el poder habían corruptos no debía haber un edificio de justicia.
Sintió un golpe en el brazo, y su vista se nublo con gas blanco, le habían lanzado gas lacrimógeno, se alejó pero ya lo había respirado, se sintió asfixiado, alguien apareció en frente, era un guardia, Ritsu trató de alejarse, pero lo agarraron otros dos guardias y le empezaron a golpear con una manopla, uno de los guardias lo soltó, pues le lanzaron una piedra. Golpeado, Ritsu aprovechó el momento para liberarse del que lo tenía agarrado, corrió pocos metros, le costaba respirar por el gas, y ahora sentía sangre en su torso y espalda, creyó que no podía más – ¡Eres idiota! ¿Cómo puedes ser tan descuidado? –escucho de cerca, era Takano que lo cargo y lo llevaba a un lugar más seguro.