Siempre al despertar lo primero que mis sentidos perciben es tu perfume, tu indescriptible calor, tu cuerpo que pegado al mío se enlaza hasta casi fundirse con mi piel, tus manos de nácar que noche a noche me tocan, me queman y me encienden de la manera en que yo suelo hacerlo con nuestros enemigos, aun que tu toque me quema a mí de una manera muy diferente, tan diferente, esa manera en que a ambos nos gusta y junto a esa manía tuya de no dejar que toque con mis labios esas cicatrices de amor, sé sin miedo a equivocarme que en el fondo de tu corazón temes a que algún día yo te rechace por ellas, pero te equivocas amor, terriblemente te equivocas, soy yo, soy yo el que tema que un día te des cuenta que no soy nada comparado a ti y que sin más tus alas se plieguen y alcen el vuelo lejos de mí, lejos del terrible monstruo que soy. Todos los días al despertar y verte a mi lado, no puedo si no agradecer al ser que te envió a mí, yo que soy un ente de soledad y sufrimiento, sin embargo algo bueno debí haber hecho en mi vida anterior para que me permitieran reencontrarme contigo en esta nueva etapa, supongo que aun así es nuestro destino, seguir juntos hasta el final.
Sin querer, sin pretender robar tu sueño, mis pupilas se posan en ti, tu bello rostro, en esas bellas joyas que resguardan tus lindos parpados cerrados, tu pequeña y fina nariz, tus pómulos tan elegantes y tus labios rosados e hinchados por lo besos que te robe apenas unas horas atrás, horas en las que te marque como mío, como suelo hacerlo cada anochecer, mis ojos brillantes se deleitan en el recorrido que ejercen sobre tu perfecto cuerpo, con ellas vago hasta tu cuello en donde encuentro marcas de mi desenfreno poco contenido hacia el éxtasis del que me cautivas, sigo mi recorrido por tu torso el cual lo encuentro perfecto y delicado, y recorro más abajo hasta llegar a tu pequeño ombligo es tan sexy que solo puedo suspirar ante él, y bueno más al sur está la cuna de todas mis locuras y del febril arrebato que me enciende, me quema cada vez que lo tomo entre mis labios, sí, me vuelvo un completo idiota como dices tú, ante tu belleza, ante tu sublime presencia, y que decir de tus piernas tan largas, finas, torneadas en la cual me encanta perderme entre ellas a la hora de adorar esos sexys lunares que tienes entre el muslo izquierdo, oh, son para venerarlos porque hasta ellos lucen perfectos ahí, ya quisiera yo permanecer así, pegado, grabado en tu piel, porque aun que muera estaría seguro de que volvería a formar parte ineludible de ti, ¿sería acaso demasiado?, valla tal parece que éste amor es obsesivo como dirían los demás Zweitl, yo solo sé que es eterno, mi amor por ti Usui es y será siempre eterno así que no, no me pidas que deje de quererte, no me pidas que deje de buscarte, no me pidas que deje jamás de añorarte, porque jamás podría, nunca podría permitirme el abandonarte, para mí, para este hombre lleno de fuego lleno de calor es imposible dejar de amarte de esta loca y arrebatadora manera amor, ya que es y será siempre parte de mi alma, parte de mi existencia de mi vida entera, de Mi libertad.
Fin.