Se dirigía sin saber a donde, bueno si, si sabía pero no tenía la mas mínima idea de porqué.
- “Te deje una dirección en un post-it pegado en la puerta del refrigerador”- esa era el mensaje de voz que Zach le había dejado en su celular unas horas antes de salir de la junta de trabajo.
Doblo en la esquina a la izquierda, pasó unos locales y cuando se detuvo vio que el lugar era un restaurant-bar italiano con las luces apagadas.
- ¿es la dirección correcta?- leyó sus notas guardadas – si, si es…- se acerco a la puerta y la empujo dándose cuenta de que estaba abierto, entro con cautela.
- ¡SORPRESA!- gritaron al unisonó al mismo tiempo que lanzaban confeti, globos, era una fiesta sorpresa por su cumple años organizada por Zach
- ¡muchachos, muchas gracias! – todos lo comenzaron a abrazarlo y entregar los regalos. Al final el regalo más deseado y esperado llegaba a él: Zach
- Feliz cumple años Chris – el moreno le entrego una pequeña caja con una gran sonrisa en su rostro, el rubio se sonrojo y con la misma sonrisa analizo cada centímetro de esa pequeña caja
- Gracias Zach, ¿puedo abrirlo más tarde? – levanto la mirada
- Claro, es tu regalo…-
- Gracias por la hermosa sorpresa… ¿vamos?- señalo la barra donde se la pasaron horas platicando como si el resto del mundo no existiera, todos se daban cuenta de esa aura que ambo jóvenes desprendían.
Al final del festejo Chris comenzó a despedir uno por uno de sus invitados, hasta quedar solo Zach y él.
- Tenemos mucho pastel y comida ¿qué haré con tanta comida?-
- No sé, puedes dejarla aquí o comerla…es lo que harías ¿no?- los dos se miraron serios y luego rieron
- Si, sabes que no tengo fondo- ya casi era media noche, estaba por cerrar el bar
- Disculpe joven ya vamos a cerrar- le informo a Zach
- Claro…- cuando el mesero se fue el moreno se dirigió a la oficina del gerente terminando de pagar todo y dándole las gracias
- ¿todo listo?-
- Si, ahora a buscar una caja para todos los regalos y subirlos a la camioneta que deje a unas cuadras de aquí-
- ¡oh! Si quieres voy por ella mientras tu empacas ¿si?- le dijo con ojos de cachorro el rubio al moreno
- Hahaha, claro ve- vio como salió por la puerta , se aclimato al frío y subió el cuello de su chaqueta para luego tomar valor y caminar por la camioneta
- Chris…- murmuro con un largo suspiro
Llevaban cuatro de conocerse desde su actuación junta en StarTrek y desde entonces inseparable. No sabía desde cuando se había enamorado de él o porque, cuando, como…solo sabía que lo estaba y siempre lo estaría.
El rubio aparco la camioneta negra frente al restauran y los meseros los ayudaron a subir las cosas.
- Gracias muchachos- grito Chris mientras se subía a la camioneta y del otro lado Zach. Se pusieron el cinturón de seguridad – bien… ¿te dejo en tu casa?
- Si, Zach, sino es mucha molestia. Hoy no traje el carro porque decidí ir en metro a la reunión…por cierto he firmado para otra película en unos meses-
- Felicidades ¿con quién? – pregunto mientras prendía la calefacción
- Scott…- el alma casi se le salía
- ¿con Scott? Estás bromeando- el rubio sonrió mientras movía su mirada de un lado a otro, examinando rápido los edificios de la ciudad
- No, no lo hago…-
- Excelente, excelente, mereces eso y más Chris- el rubio con la mirada baja llego hasta el moreno para luego levantarla y sonreírle
- Gracias-
Después de unos minutos de conducir, llegaron a las afueras de la ciudad donde Chris vivía en una casa con lujos pero modesta, algo que no llamará tanto la atención no le gustaba lo ostentoso ni lo llamativo. Dieron varios viajes de ida y vuelta para bajar las cosas de la cajuela de la camioneta Explorer que Zach tenía por vehículo.
- Es todo ¿verdad?- pregunto el rubio a mitad de camino
- Si, así es- el moreno cerro la cajuela y miro a su amigo
- ¿entras? – le pregunto el rubio sabiendo que no le negaría la invitación
- Si- camino para estar con él mientras sonaba la alarma de la camioneta
Lleno dos vasos con whisky con un par de hielos, ya que el frío se dejaba sentir para ser Agosto. Sentados en la barra del mini bar con vista a la chimenea platicaban del nuevo proyecto de Chris, cuando le darían el guión y donde se filmaría. Una conversación llevo a la otra…
- ¿no abrirás tu regalo?- era cierto, el regalo, lo había olvidado por completo no porque no le importara sino que lo quería hacer a solas. Le daba un poco de pena que su compañero se diera cuenta de la enorme emoción que le causaba.
- ¡claro! Pero hubiera preferido algo más de privacidad- rió
- Idiota…- le dijo el moreno. Después de reír y darle un trago al whisky saco la pequeña caja que le había dado. Cuando la abrió pudo ver ese collar frente a sus ojos.
Hacia unos meses atrás los dos amigos se encontraban en la última entrevista de su última película juntos, cerca de París, donde Chris había visto un collar muy peculiar. La palabra: Shalom.
- No es cierto…Zach- el rubio contemplo el collar como lo mas valioso del mundo
- Si, cuando vi tu expresión supe que tenía que comprarlo…-
- Por eso no estaba al día siguiente que fui por el…-
- Lo siento, le dije a la vendedora que no te dijera nada... pero eso no es todo viene con algo mas- el rubio abrió sus ojos como dos grandes platos
- No Zach, no merezco tanto- el rubio espero el otro regalo- ¡estoy perdiendo la paciencia!
- Tranquilo…aquí lo tengo- el moreno sorbió whisky y giro lentamente su cabeza sobre su hombro derecho para encontrar la mirada desesperada de su amigo esperando ese regalo que aún falta
- Chris…yo- el rubio arqueo la ceja- yo…estoy enamorado de ti- una sonrisa de nervios se dibujo en el rostro del cumpleañero
- Vamos Zach, no bromees…sino tienes el…-
- No es broma Chris, estoy enamorado de ti…-
- ¿qué? – sabía que su mejor amigo Quinto era gay, pero no que estuviera enamorado de él- sabes que no me gustan las bromas de este tipo, no soy homofóbico ni nada pero…Zach…- se levanto de la barra y desconcertado se acerco a la chimenea
- Chris...- una leve carcajada se escucho por la habitación
- Hiciste que se me bajara la presión, lo dijiste tan natural y tan creíble, eres muy buen actor-
- ¿actor?- pensó el moreno- ¡no seas idiota! ¡demonios Chris! ¿piensas que estoy actuando? Es la vida real- con furia se levanto de la barra y quedo frente a frente- no es un juego, estoy enamorado de ti, te amo…
- Deja de actuar…deja de jugar este tipo de bromas Zachary- mustió entre dientes y enfadado
- ¡qué no es un juego! ¡en verdad te amo Chris!
- Yo también te amo…Zach, te amo…ves puedo jugar del mismo lado- eso era algo fuera de Chris pero la situación lo había orillado a no aceptar la realidad que tenía frente a sus ojos con esa confesión de por medio. Sin decir nada Zachary tomo su chaqueta y las llaves de la camioneta dejando a un Chris confundido, con el pulso a mil por hora y aturdido.
¿Qué había pasado? Espera… ¿estaba molesto por qué sentía que Zach jugaba con algo tan delicado? Miro el collar por el rabillo de su ojo.
- ¡maldición Zachary! – sabía que había metido la pata al responder de esa forma tan hiriente y cómica. Esperaba que solo hubiera sido una actuación, por eso también lo había dicho como si fueran palabras al viento, ligeras. Pero para Zach no lo eran, no había mentido en ningún momento.