CAMBIANDO EL DESTINO
A pesar de haber ya pasado dos años desde que te descubrí aquella tarde, tan callado estabas sumergido en tus pensamientos teniendo tú mirada fija hacia la nada, y un abrir y cerrar de ojos tu mira se conectó a la mía y para mirarnos nos faltó calor.
Y entre la arena y junto al mar, sus olas imponentes nos llegaba hasta las rodillas y por un instante me sentí la persona más afortunada del mundo y nos acercamos tú y yo, y solo buscábamos un beso para afianzar esta unión que surgió aquella tarde, y que hasta ahora sigue tan fuerte como el primer día.
Aquella tarde descubrí que había miedo en tu mirada, pero un miedo hacia lo desconocido aquel miedo que yo también por primera vez sentí.
Yo temblaba pero por besar tus labios y al hacerlo fue como tocar el sol. Y con un nudo en nuestra voz decidimos entregamos tanto amor infinito
Y sentimos que volamos hasta que nuestras manos juntas lograron tocar el cielo y con nuestros cuerpos juntos, comprobamos que estábamos cambiando el destino de nuestros corazones.
Y al llegar el atardecer tu piel y tu manera de amarme cambio e ilumino mi corazón aquella vez y aun lo sigues haciendo pero ahora de una manera tan diferente y no sabré como agradecer el que hayas cambiado mi corazón de hielo por uno más humano.
Cayó una lágrima sobre tu cara y rodando por tu mejilla termino en la comisura de tus labios pero era una de alegría y en ese instante los dos nos sonreímos y nos abrasamos y en el andén de aquel adiós nos pudimos despedir de la soledad y subirnos en el andén del amor.
Y ahora en el presente nos encontramos en el mimo lugar que nos conocimos el primer día, pero ahora este momento es diferente ya que hace dos meses en una cena muy especial y bajo el techo de la noche e iluminada por una infinidad de estrellas y bajo la luz de la luna, me pediste algo que desde hace mucho tiempo deseaba.
HACE DOS MESES
Después de haber saboreado una exquisita comida y bajo la influencia de este vino, me puede dar cuenta de que estabas nervioso y mucho regresabas ver el puño que había formado tu mano derecha.
- ¿Te pasa algo, hanamichi? – te regreso a ver de una manera tan hermosa, una mirada que sé que te hace sentir especial.
- ¿Kaede tengo algo que decirte? - te observo que estas algo nervioso, pero no lo comprender esa aptitud tuya.
- ¿Claro te escucho? – haciendo que continúes con tu platica, veo que te arrodillas y yo entonces es que logro entender lo que me vas a decir, pero dejo que continúes con tus planes.
- Kaede, ¿te quieres casar conmigo? - y veo que sacas un anillo que hasta hace unos segundos se encontraba en una caja pequeña de color negro.
- Claro que si – te lo digo y sonrió al ver que en tu rostro se forma la más hermosa sonrisa que haya visto en este mundo.
PRESENTE
Y ahora en este momento los dos estamos uniendo nuestras vida pero ahora esto es definitivo, porque tú y yo estamos consiente que después de esto no hay marcha atrás, pero sé que tú sabes que mi amor por ti es infinito, tanto que se nunca tu dejaras de amarme, y a pesar de que yo no te de muestro mucho mi amor en público, pero tú sabes que te amo.
Y toda esta felicidad se debe que una tarde decidí que para seguir en esta vida, pero que a la vez ser feliz… solo bastaba que yo decidiera que era la oportunidad que cambiara el destino de mi corazón.
Y junto a ti estamos todavía cambiando el destino.