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Daruma-san por Himy Kaibutsu

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Notas del fanfic:

 

Discleimer: los personajes no me perteneces, son creaciones de Eiichiro Oda. Y El mito de Daruma-san le pertenece a su respectivo creador. Pero la historia que mezcla estos dos ítems sí salió de mí cabeza.

* El juego de “Daruma-san” de verdad que es considerado peligroso en Japón. En este momento me libro de toda responsabilidad, si lo llegan a hacer corre por su cuenta.

* Debar (todo en minúscula), es el mejor bar de Buenos Aires! Queda en San Telmo. Es el único lugar que mezcla música genial,(menos HIM, o sea, por qué no pasan HIM?! Soy “HIMY” por HIM! O sea!!) Con comida y tragos geniales a un reee precio! Aclaro qe no es SPAM, es una opinión costrucciva(¿) de lo qe pienso del lugar. :B

*Recuerden que Cavendish se pronuncia kyavendishu, y que Kid es Kiddo o Kitto.

-ppff!! Es evidente que te morís de miedo, Eustass-ya!- hace un rato largo que Law jodía al pelirrojo.

-me sorprende que diciendo ser tan inteligente creas en esas cosas, Trafalgar- no podía estar más furioso. El ojeroso trataba de convencerlo para que jugara un maldito juego.

-vamos, Eustass-ya. Yo voy a esta afuera del baño por si algo sale mal- insistía.

-no gano nada haciendo eso…- sonrió - a menos que me quieras dar algo a cambio…- estaba empezando a pensar que podría sacar ventaja de la situación.

-algo?- fingió inocencia- algo como qué?- puso su mejor carita de inocencia y se sentó en el regazo del mayor.

-no te hagas el idiota, Trafalgar. Sabes perfectamente qué quiero.- Kid lo tomó de las nalgas y lo apretó a él, provocando que sus sexos se rosaran, sólo separados por la ropa.

-okey. Entonces, cuando termines el juego te doy tu premio- se levantó del otro y caminó hasta el baño abriendo la puerta y quedándose en esta. -dale, entra. Y no salgas hasta que lo hayas hecho. Y me voy a dar cuenta si no lo hiciste!- ordenó señalando dentro del lugar. El pelirrojo seguía sentado en el sillón, mirándolo con el seño fruncido.

-qué mierda tengo que hacer?- si bien sí quería la compensación, más deseaba ver la cara del moreno cuando se desilusionara porque el juego era una farsa.

-tenés que entrar a la bañera desnudo, como si te fueras a bañar, y empezar a limpiarte el cuerpo. Mientras haces esto tenés que decir “Daruma-san, vení.  Daruma-san, vení” con los ojos cerrados. Repetilo hasta que escuches la puerta abrirse o algo así como que alguien se da la cabeza contra el grifo o la bañera.-Kid levantó una ceja. Qué carajos?

-nada más? Y cómo sé cuando empieza o cuándo termina?-

-esperá, tenés que hacer todo eso en la oscuridad- sonrió de lado al ver la expresión de fastidio del pelirrojo. –bueno, el juego empieza cuando salís del baño. Ella, Daruma-san, te va a perseguir durante 24 horas, tratando de alcanzarte. Obviamente, vos tenés que hacer lo posible para que eso no pase. Si te agarra, cagaste.-

-cómo que “cagué”? me va a matar o qué?- indagó.

-no se sabe bien que pasa, supongo que sí.- contestó como si nada.

-Trafalgar, vos me querés matar, no, maldito?!-

-cómo decís esas cosas? Si yo te amo.- los ojitos de niño bueno no quedaban con la sonrisa macabra.

-y por qué no lo haces vos?- odiaba que lo usara como conejo de prueba.

-y qué pasa si es verdad y me mata?!- se escandalizó. Eustass no lo podía creer.

-me estás jodiendo, no?! Qué hijo de puta! Y yo acá, dejándome chantajear por una pendejada!- *qué Law de mierda*pensó furioso.

-te estoy jodiendo, idiota. Es un chiste. Es obvio que no va a pasar nada, sólo quiero tener una escusa para que hacerlo sea más emocionante.- terminó volteándose “ofendido”, escondiendo una sonrisa. Kid bajó dos cambios de golpe. Tanto secuencia para eso? Sólo tenía que pedirlo!

-si es eso, sólo tenés que decirm…-

 -no entendes nada, Eustass-ya! No sabes darle emoción a las cosas! Ya me sacaste las ganas…hace lo que quieras.- fue al sillón y agarró su mochila- yo me voy…

El detector de abstinencia por tiempo indefinido de Kid sonó. Lo detuvo antes de que atravesara la puerta.

-está bien! Lo voy a hacer! – aún dándole la espalda, Law rió bajo. Se volteó mirándolo con indiferencia fingida.

-bueno, si tanto insistís…- Kid tenía una venita en la frente. Law decidió no echar más leña al fuego. - okey. – Empezó a empujar al pelirrojo hasta el baño, tirando la mochila al pasar por el mueble donde estaba antes.- vos desvestite, yo lleno la tina y después salgo.-

-eh? Por qué? No te podes quedar?- se dejaba llevar por el otro.

-claro que no! Estas cosas se deben hacer solo.- Al llegar al baño, Law abrió una llave de agua y Kid se desnudó.  Cuando estuvo por la mitad de agua, anunció:

-bueno, yo me voy. Voy a estar afuera por si las moscas…- antes de salir apagó las luces y cerró la puerta.

 Una vez afuera, apoyó la espalda en la puerta y sonrió: el plan había salido a la perfección. Sacó el celular y discó un número.

-h-hola…?- una voz adormecida se escuchaba del teléfono.

-hola? Bartolomeo-ya?-

- Law…? Qué…- bostezó- qué querés? Me cortaste la siesta…-

-hahaha. Tenés que escuchar esto- pasó el aparato a su otra oreja- Lo convencí para que lo hiciera. Ya está en el baño- el otro tardó en procesar la información.

-qué?! De verdad?! – se escuchó una serie de ruidos y golpes desde el celular- ya estoy saliendo para allá!- y colgó.

  La mueca de alegría siniestra en la cara del moreno fue cortada por un grito que salió de baño.

-Estás bien, Eustass-ya?- del otro lado se escuchaba al otro mascullar.

-Trafalgaaar! Hijo de puta!! El agua está helada!!- la risita de Law de llegó a sus oídos. -lo hiciste apropósito, forro!!-

-no, no! Tiene que estar fría- el mayor ni siquiera contestó. –ya empezaste?- curioseó.

-si! Cállate de una puta vez!- se pegó a la puerta divirtiéndose por las protestas del otro.

                                                               

   Adentro del baño, Kid estaba sentado en la mitad de la tina, dando la espalda al grifo. Cerró los ojos e inició:

-Daruma-san, vení! Daruma-san, vení! Daruma-san, vení!- le parecía una tremendamente idiotez todo esto, pero si quería una sesión de sexo con el otro más le valía hacerlo, o por lo menos intentarlo.

- Daruma-san, vení! Daruma-san, vení! Daruma-san, vení! Daruma-san, vení!- repitió. Tallándose los brazos y hombros con la esponja enjabonada.

- Daruma-san, vení!! Daruma-san, vení!! Daruma-san, vení!! Daruma-san!! Daruma-san!! Daruma-saaaan!!- se estaba impacientando.

 En el momento exacto que terminó de pensar que todo era una farsa, escuchó la puerta abrirse y cerrarse. Iba a abrir los ojos, creyendo que era Law, pero recordó que este le había dicho que si escuchaba el ruido de la puerta o el de un golpe era ella.

 Entre la duda de si el bastardo de Law le estaba jugando una broma y la curiosidad por saber si el juego era real, se quedó callado. De pronto, el agua de la tina se turbó y escuchó un fuerte estruendo. Tragó saliva. Ese sonido era claramente una cabeza golpeándose contra la bañadera.

 Kid terminó de bañarse y salió de la bañera. Se secó con una toalla y se la amarró a la cadera. Todo con los ojos cerrados. Abrió la puerta del baño y notó un peso que caía en él. Abrió los ojos encontrándose con Law, había estado tratando de espiar.

-lo hiciste?- el brillito en los ojos del moreno le dio cosita.

-sí.- contestó secamente.-y ahora?-

-nada. Pensé que tal vez podríamos ir a…- el tintineo del timbre lo interrumpió. Law fue a abrir la puerta a sabiendas de quién era, y Kid se encaminó a su habitación a ponerse algo de ropa.

 El pelirrojo tomó lo primero que encontró y se dispuso a vestirse. Cuando volteó al placar le pareció ver algo en el espejo de este, pero lejos de él. Para ser exactos, creyó ver una silueta negra, con ojos amarillos.

*ppff… las idioteces de Law son contagiosas* comentó internamente.

  Fue al living y se encontró con un muy sonriente peliverde sentado en el apoyabrazos del sillón.

-hola~~!- saludó alegremente el visitante.

-qué haces acá, Barto? No tendrías que estar en lo de la princesa?- a Kid le extrañó que no estuviera con Cavendish, el novio.

-hehahahah! Sí, a eso mismo vine.- el pelirrojo no entendió.

- Vine a invitarlos a Debar.- dijo con una sonrisa, dejando ver sus afilados colmillos.

- mmhh… a Debar? La última vez que fuimos Law se emborrachó y no me dejó ver el especial de HIM- se quejó el pelirrojo. Echándole una mirada acusadora al nombrado.

-tsk! No me emborraché! Es que…- pensó una escusa rápida… pero no podía ocultarlo- sí, sí me emborraché. Pero esta vez no lo voy a hacer!- prometió el ojeroso. Bartolomeo rió.

-bueno, ya le mandé un mensaje a Kyaven. Asique vístanse, que ni bien llega nos vamos.- ordenó.

 En tanto Law se preparaba, Kid se quedó jugando play con el peliverde.

-qué pasa, Kid? Te veo raro- comentó de la nada. Pero, sí, el pelirrojo estaba extraño: volteaba a ver todo el tiempo, y eso que nada más tenía una pared atrás.

 -tch! Nada! Es que al idiota de Law se le ocurrió jugar a Daruma-san, y no tuve mejor idea que aceptarlo!-  refunfuñó.

-hehahahaha! Para que vos aceptes debió haber algo de por medio! Qué te va a dar a cambio?- él ya sabía todo, si lo habían planeado durante toda la semana. Esperaron al sábado ansiosamente para poner las cosas en marcha. Lo mejor? Que Kid era tan predecible que era la víctima perfecta.

-…seh…me estoy empezando a arrepentir…- no era que estuviese creyendo en las cosas que veía pero sí veía algo.

-hehahaha! Y, a ver, cómo se juega a Daruma-san?- preguntó fisgón.

-es un bardo! Te hacen hacer toda una secuencia al pedo!- protestó. Mentira! Si sólo tenía que bañarse y llamar a alguien!

-okey, okey. Y salió bien?- el peliverde movía el shoystick para todos lados, como si de esa forma controlara mejor el personaje.

-…- el otro no contestó, miró por el rabillo del ojos hacia atrás…algo lo inquietaba.

El timbre volvió a sonar. El pelirrojo fue a ver quién era. En el camino, el timbre sonó varias veces, haciendo reír al peliverde.

-es Kyaven…- aseguró Barto.

-ya voy, princesa!- gruñó el otro.

   Kid abrió la puerta y, eventualmente, ese rubio de ojos celestes era Cavendish.

-qué lento que sos, Kitty!- regañó mientras entraba sin ser invitado. Kid se quedó con el picaporte en la mano…cómo lo había llamado?!

-kyaaa! Bartu-chaaann~- se sentó en las piernas del aludido, este tenía una mueca de horror…le había dicho “kitty” a Kid?! …lo iba a matar.

 El pelirrojo dio un portazo llamando la atención del rubio.

-cómo me llamaste…?- estaba conteniendo su furia.

-Kitty~- Eustass se iba a abalanzar sobre él pero Barto lo impidió.

-te voy a matar, princesa de mierda!- tiraba manotazos esperando que alguno pasara del peliverde y llegara al otro.

-por qué?! Vos me decís “princesa” y yo no te digo nada!- se defendió ocultándose tras Bartolomeo.

-no me decís nada porque sabes que lo sos! Sos la única persona así de escandalosa que conozco!- Seguían en el tumulto cuando Law apareció.

- qué hacen?- preguntó.

-es que no ves?! Ayudame que Kid lo va a matar!- pidió el del medio.

-basta, Kid! Perro malo, malo!!- en posición de mamá renegona.

-…- los presentes pararon el acto. Wtf?! Los “invitados” estallaron en carcajadas. Al otro no se causo nada de gracia.

- Se pueden ir todos a la mismísima mierda, manga de forros!- el pelirrojo se encaminó a su habitación.

-esperá, Eustass-ya! Perdón! Es que siempre quise decir eso!- el moreno jalaba del brazo del otro para que no se vaya.

-dale, Bro! Fue un chiste!- defendió el peliverde.

-Perdón, Kid. Lo que pasa es que hay veces que sí te comportas como perro.- acotó el rubio. Kid se le fue a las manos de nuevo.

-perdón, perdón! Pero un perrito lindo!! uno lindísimo!!- creyó que con eso pararía a la bestia… qué idiota…

-bueno, basta! Son un montón de mierda, wacho! Los quiero fuera de mi casa!- estalló.

-tranquilo, Kid! Dale, vamos así te despejas!-

-vayansé!!-

-pe…

-AHORA!!

 

X

 

    Después de tanto insistir, lograron sacar al pelirrojo de la casa. Ahora se encontraban sentados en una de las mesas del centro de Debar, en frente de la pantalla grande.

-especial de qué hay hoy?- Kid estaba más tranquilo. El viaje de media hora ayudó para que se calmara.

-eemm…creo que hoy hay de Muse y Placebo…- contestó el rubio, tratando de leer, con lo poco o nada que alumbraba la luz negra, la postal donde solían dar tal información.

-bieeen! Voy a cantar mucho~- una de las pocas cosas que lo serenaban, era la música.

    Una de las camareras se acercó.

-hola! cómo están, chicos?- la chica dejó la carta en la mesa.

-hola, Bonney! Bien. y vos?- Barto y Law la saludaron como se debe. Kid intentaba leer la carta ayudándose con la luz del celular, y Cavendish ni la miró.

- cualquier cosa me llaman- se estaba por ir pero Kid la paró.

-hola, Bonney. –saludó más por cortesía que por ganas.- todavía está el happy hour?-

-Hola, Kid. Sí, hasta las doce.-

-genial! quiero cuatro!- exclamó.

-okey. Supongo que los cuatro para los cuatro, no?- Kid era capaz de comerse las cuatro pizzas y tomarse las ocho cervezas solo.

-qué?! No! Que ellos se pidan lo que quieran!- sus sospechar eran ciertas.

-y ustedes?- preguntó a los demás.

-yo quiero una porción de papas y una coca- pidió Law.

-bueno, para nosotros traenos una picadita y cerveza- terminó Barto.

-bien. Ahora les traigo.- la pelirosa se alejó.

-ash! No soporto a esa idiota, es una perra!- criticó Cavendish.

-decís eso porque es la única que no cae a tus pies- contradijo Law.

-porque no es pelotuda- acotó Kid.

-ppff! Ni que quisiera que caiga!-

-para qué querés que caiga? Yo no te basto?- cuestionó el peliverde.

-claro que sí, mi amor. Pero no debería existir persona alguna que no se desmaye tras verme- exageró.

-cambiando de tema.- Law giró a ver la pantalla.- qué mierda es eso?-

-ah! Esta banda no existe más. bah! Se separaron…- informó Barto.

 

X 03:37 am X

 

I want to reconcile the violence in your heart 
I want to recognize your beauty's not just a mask 
I want to exorcise the demons from your past 
I want to satisfy the undisclosed desires in your heart

 

    La música de fono era cantada por Kid, los otros sólo comieron, charlaron, tomaron, tomaron y tomaron.

   En el medio de la euforia por la terminación de un tema y el comienzo de otro, Kid notó que algo lo observaba. Giró disimuladamente, detrás había mesas llenas de gente cantándole a la pantalla que pasaba el video musical. Pero no le pasó desapercibida la sombra que vio cerca de los baños.

 Tratando de hacer caso omiso, siguió cantando, pero intranquilo.

 

X 05:58 am X

 

 Entre alcohol y charlas se les fue la noche. Kid y Cavendish hacían un esfuerzo por llevar a Bartolomeo, que estaba más que borracho, al auto. Después de dejarlo atrás, junto al moreno, que estaba en el mismo estado, el pelirrojo tomó el volante, al fin de cuentas él sólo se tomó lo del happy hour. Esperó a que el rubio subiera y puso en marcha el coche.

-los dejo en su casa?- preguntó. El otro no iba muy espabilado, por lo que decidió que se podrían quedar en la de él.

   Cuando llegaron entró el coche en el garaje y los llamó, no tuvo respuesta, asique le importó muy poco lo que les pudiera pasar y los dejó ahí. Cerró la cochera y entró a la casa. Camino a la pieza, se fue sacando la ropa dejándola por ahí. Se tiró boca abajo en la cama, estaba cansado.

Cerró los ojos pensando en las canciones que habían pasado y que, por alguna extraña razón, el flaco rubio con marquitas en las cejas que estaba sentado enfrente de él en el bar le guiñaba un ojo y le tiraba besitos. Descartó eso y siguió pensando, esta vez en las cosas que tenía que hacer a la tarde. Volvió a girarse y la luz del sol que se colaba por la ventana le dio en los ojos. Al levantarse a cerrar la cortina vio de soslayo algo que se movía, ahí se acordó del juego. Creyó que si dormía ella lo podría “alcanzar”.

*tsk! Qué pendejada! Como si eso fuera cierto!* pensó. Pero miró con un poco de temor hacia atrás sin girar la cabeza.

*Mejor prevenir…* recapacitó.

 

X 17:06 pm X

 

Bartolomeo se despertó en una extraña posición: estaba acostado en la parte trasera de su coche, su cabeza estaba en el piso, y sus piernas sobre la cabecera de los asientos, sin mencionar que el ojeroso estaba con medio cuerpo sobre él. Apartó la moreno y se irguió. No se acordaba mucho de anoche, sólo la voz de Kid gritando los temas a la pantalla y que los tragos no dejaban de llegar. Sin duda se había gastado la mitad de lo que le habían dado sus padres. Bufó, otra vez tendría que conseguir un empleo de medio tiempo para pagar el departamento. Notó que Cavendish estaba semi sentado en el asiento de adelante, con las manos apoyadas en la guantera y sobre estas, su cabeza. La luz del sol atardeciendo resaltaba su bella carita, con sus mejillitas sonrojadas, y su hermoso cabello dorado. Barto sonrió y sacó su celular para tomarle una foto. Después de la acción, reparó en que no era muy normal que digamos que estuvieran durmiendo ahí y así. También se dio cuenta que estaban dentro de la cochera del pelirrojo al divisar la motocicleta de este. Bajó del vehículo y entró por la puerta que conectaba a la casa. La recorrió buscando al dueño. Lo que vio lo sorprendió: el pelirrojo estaba sobre la mesada de la cocina con una escoba en la mano, pegándole a la notbook. Al peliverde le causó mucha gracia y se rió, pero paró al ver que el otro no se detenía.

-Qué haces, Kid?- el otro se sobresaltó.

-nada…había una rata…- respondió bajándose. El otro decidió restarle importancia.

-che, Kid, qué basura que sos! Por lo menos nos hubieses dejado acolchadas o algo para taparnos!- se quejó.

-se joden por borrachos! Ni en pedo los hubiese cardado a los tres hasta un lugar cómodo!- protestó agarrando una sartén de debajo de la mesada y poniéndola al fuego. –es verdad, hacía mucho frío…- murmuró.

-wiii~ me vas a cocinar?!- preguntó con ilusión.

-si…-  …okey, eso no se lo esperaba. Tal vez sí se sintió mal por dejarlos ahí.

-te ayudo- ambos se pusieron a hacer algo simple: un buen omelette y un café sería un perfecto desayuno-merienda.

-gggguuuhh…- por la puerta de la cocina hacía acto de presencia Law, agarrándose la cabeza y la pansa al mismo tiempo. –me dueleeee…- se quejaba bajito.

-perro que ladra no muerde, Law- comentó Barto. El dúo lo miró raro.

-no será calavera no chilla?- corrigió Kid.

-ah, sí, eso!-

   Law se sentó en una silla y apoyó su peso sobre la mesa.

-agonizooooo…- seguía. Eustass salió del lugar y al rato regresó con una caja.

-tomá.- le tendió la caja y un vaso de agua. El otro lo tomó y siguió en esa posición.

-por qué a vos no te duele nada?- cuestionó al peliverde.

-pppuuff! No te das una idea de la experiencia que tengo con el alcohol!- dijo orgulloso.- o no, Kid?- este seguía en la estufa, cocinando.

-Sí.- respondió sin prestar atención.

-Me acuerdo cuando salíamos con Killer, lástima que se mudó.- lamentó el peliverde. -bueno, voy a despertar a Cavendish. Sino después se queja porque no lo invitamos a comer…- salió del lugar en busca de su novio. Law miraba a Kid cocinar y servir todo en la mesa.

-acá el de las ojeras soy yo. Por qué las tenés vos? No dormiste?- indagó. El otro siguió poniendo las cosas que faltaban en silencio.

-te comieron la legua los ratones, Eustass-ya?- De pronto se detuvo de espaldas a Law apoyando de golpe las manos en la mesada. Trafalgar se incorporó.

-qué pasa?- se extrañó.

-Trafalgar…está cada vez más cerca…- murmuró, casi inaudible.

-quién? de qué hablas?-

- Daruma-san…ella…no para de seguirme…- se volteó y la mueca desencajada de cansancio y miedo desconcertó al menor.

-qué? Espera, qué? Daruma-san? Pero si es sólo un juego, no pued- el pelirrojo lo tomó de los hombros y lo sacudió.

-cómo mierda hago que se aleje de mí?!- estaba más que alterado y horrorizado. El moreno trató de buscar en su mente la palabra que tenían que decir cuando estuviera muy cerca, pero, como estaba en japonés, no la recordaba.

-decime, mierda!!!-

-eemm! Eemm! Espera, Eustass-ya! Si me presionas no puedo pensar!- se soltó del agarre y se dispuso a repasar su memoria. Cansado de intentar sin obtener nada, sacó el celular para fijarse en internet.

-en internet no hay nada, ya me fijé!- gritó Kid.

-no puede ser! Si lo saqué de un video de youtube!-

-buscalo! Pero no está! Todas las webs que tenía información dicen que lo sacaron porque los de Japón decidieron que era algo muy peligroso!- rugió.

-no puede ser! No puede ser!-  En ese momento, el peliverde entró bulliciosamente.

-Chicos! Cavendish tiene fiebre! Voy a llevarlo al hospital!- sin dejar que los otros le contestaran ni dándose cuenta de las circunstancias, se fue sin más.

  El dúo se quedó de piedra. Kid le echó una mirada asesina a Law en lo que un escalofrío le recorría la espina dorsal.

-YA quiero que me digas como mierda salgo de esto!!- gritó.  El moreno propuso que, mientras él buscaba la solución, diera unas vueltas, que no se quedara quieto.

Harto de caminar por la casa, salió a la plaza. La inquietud de saber que algo te persigue para hacerte quién sabe qué, lo atormentaba. En el camino se cruzó a mucha gente conocida que lo saludaba, él sólo seguía caminando.

Llegó a la iglesia y vio el reloj, este marcaba las ocho y media. Estaba cansado de caminar. Fue al Kiosco y compro un jugo de multifrutas y se sentó en una banca de la rotonda frente a la iglesia a descansar. Miraba a las personas que estaba ahí: los niños jugando, los abuelitos paseando, los jóvenes haciendo ejercicio, y él ahí, que no sabía si era su últimos momentos de vida. En ese santiamén cayó en la cuenta: Law había dicho que tenía 24 horas antes que lo atrapara…a qué hora había empezado el juego?

Llamó rápidamente a moreno, este tardó en contestar.

-por qué carajo tardaste tanto?- estaba enojado.

-porque estoy usando el celular para entrar a internet!- se escuchó de la otra línea.

-Trafalgar, a qué hora empecé el juego?- preguntó sin dar vueltas. El otro pareció pensarlo.

- estábamos  terminando de ver la novela, asique a las diez menos y algo…- entonces se dio cuenta- fuck!-

-bueno, Trafalgar. Espero que te consigas otro novio que no sea tan boludo como para aceptar tus jueguitos estúpidos…- y cortó.

 Se quedó otro rato sentado, meditando. Había tantas cosas que quería hacer aún…

Lo sacó de sus pensamientos la sensación de que alguien iba a tocarlo y viró bruscamente, alarmado. No había nadie, sólo vio la sombra nuevamente.

 Caminó con la certeza de que lo estaba siguiendo. Pasó por una local de ropa masculina y miró de reojo la vidriera. Se espantó al ver que una cosa negra lo perseguía muy de cerca, casi rosándolo.

 Volvió a la casa. Law todavía no había encontrado nada y Bartolomeo no atendía el celular.

-…- Kid se acercó y lo abrazó, eran las nueve y media pasadas. En la desesperación, Law se puso a llorar.

-perdón, Kid! Perdón!- las lagrimas se perdían en el hombro del otro.

-sshhh… no digas nada…- Trafalgar sintió con sus manos el frío que corría por la espalda de Kid, y, al mismo tiempo, lo frío que el cuerpo de este estaba. El llanto aumentó.

-no! No quiero que te vayas!- gritaba desconsoladamente el moreno. Kid apretó el abrazo.

-no me voy a ir…- trataba de tranquilizarlo, pero hasta Law podía sentir y casi ver la sombra que lo perseguía.

-no! No! Kid!- lo agarró de las mejillas para mirarlo. La expresión dolida de la cara del pelirrojo lo rompió por dentro.

-perdón! Perdón! De verdad que creí que era un juego, que era mentira!- sus lágrimas no paraban de salir.

-ya sé, Law… no te preocupes…- Se besaron lentamente, degustando los labios del otro. Los labios de Law temblaban, y el sabor de sus lágrimas se sentía en el beso.

-te amo, Kid…- dijo en un hilo de voz.

-yo también te amo, Law…- volvieron a abrazarse.

  La escandalosa canción del teléfono de Trafalgar los interrumpió.

-hola?- contestó aún llorando.

-hola, Law? Qué pasó? Tengo veinte llamadas perdidas tuyas…- era Bartolomeo. La cara de Law se iluminó.

-Bartolomeo-ya! Cómo era la palabra que tenías que decir para que le aleje de vos?!- preguntó atropelladamente.

-qué decís? De qué hablas?-

-de Daruma-san!! Cómo eran las palabras?!- insistió.

-aahh! Eemm… para que se aleje era “Tomare” y para terminar el juego era “Quita”.- concluyó.

  El ojeroso cortó. Y, sin vueltas, Kid grito:

-Tomaré!- Law vio como el espectro se alejaba un poco.

-terminalo de una vez!-

- ¡QUITA!- exclamó. Un pequeño remolino se formó en el lugar y salió por la ventana, rompiéndola en el acto.

 Law y Kid se vieron por un largo rato, como asegurándose que todo estaba bien. Trafalgar saltó a sus brazos aferrándose con las piernas a la cintura del pelirrojo. Empezó a reírse mientras lo besaba y lloraba al mismo tiempo.

-te amo, Kid! Te amo!- repitió. La felicidad no le cabía en el pecho.

-yo también…Trafalgar…-

 

.FIN.

Notas finales:

Eemm...

*Primero: Les agradezco por leer. Sólo publiqué un fic y estoy terminando mi primer fic largo. Estaba viendo un video de Dross cuando se me ocurrió hacer este. Me parece que estaría bueno hacer una serie de oneshot de mitos o leyendas, no? No sé si ya existirá algo así, se ser así, por favor, díganme. :3

*Segundo: La frase completa que piensa Kid es “Mejor prevenir que lamentar”, pero eso ya lo deben saber.

*Tercero: Sí, a Cavendish lo hice “Loca, Loca!” xDD Igual ya se dieron cuenta qe deformé la personalidad de todos. xB

* Por último, me gustaría pedirles perdón. Como habrán visto en Alfred Jones, el primer fic qe subí, y en este, soy una negra de sucia de Argentina :B (yo soy la negra sucia, no todos lxs argentinxs :I) y tengo muchas expresiones qe no me puedo sacar. Siento raro escribir algo y poner palabras en neutro. Por ejemplo: en un día normal para mí debo repetir, por lo menos, mil veces la palabra “wacho”. Sí, con W no con G. u.u  Es decir, para mí, nuestro “pibe” es el “chavo” de México, o el “chaval” para España, no? O me eqivoco? Cuál sería el sinónimo de “wacho”? creo qe cabrón o gilipollas…no sé. xD también tengo problemas con la acentuación: acá decimos:  “che, pibe/wacho/turro/boludo, vení!”  Lo que sería: “oye, chico/chaval/joven/chavo, ven!” xD ay, se me hace tan raro…

Bueno, eso. y qe pronto subiré mi primer fic largo~ Okey, Ya se me hiso largo, así que nos vemos~ de nuevo: gracias~


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