Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

¡Misión! por RedParadiseYaoi

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Es una continuación de ¡Objetivo!

 

Puede ser que haya algo que parezca raro en la historía ya que una mitad la escribí un día y la otra otro. Pero lo he revisado y a mi parecer está bien ^^

Notas del capitulo:

Los personajes pertenecen a Masashi Kishimoto, a mi solo me pertece la historía.

Yo te había “entregado” mi regalo. Digo entregado entre comillas porque no te lo di directamente, si no que te lo puse dentro de tu mochila cuando ayudaste a bajar a aquella anciana del bus. Pero me di cuenta de que tú tenías una caja de San Valentín, por la obvia forma de corazón. En ese momento pensé que podrías querer a otra persona que no fuera yo. Me sentí desolado. La saqué de la mochila y puse la mía, sí, fui egoísta. Tú enseguida subiste.

 

No nos hablamos durante las  dos o tres paradas restantes. Me sentía un poco mal por haber sacado la cajita de tu mochila. Pero… DA IGUAL. Salí corriendo nada más bajamos del autobús. ¡Dioses como se puede sentir uno de este modo!

 

Y ahora me encuentro en el aula de clase sentado en mi lugar y pensando en mi comportamiento. YO, Sasuke Uchiha, ¡en negrita, subrayado y en fosforito! Me enamoré de ti, Naruto Namikaze Uzumaki, sé que te gusta poner el apellido de tu madre también.

 

Me pregunto si sabes desde cuando te quiero o desde cuando te conozco. Yo por supuesto que me acuerdo cuando te conocí.

 

 

 

Un día de invierno cerca de los bosques de Kanoha. Mi familia y yo habíamos ido porque queríamos jugar con la nieve y como vivimos en el centro es algo complicado. Mi hermano y yo nos pusimos a jugar con la nieve íbamos a hacer un muñeco de nieve. Mis padres ya estaban haciendo la bola de la parte de abajo del muñeco.

 

Luego de hacer el muñeco nos pusimos a jugar al escondite, si te preguntas porque, es porque mi familia aun me veía como un niño pequeño. Bueno tenía unos 10 años. Pero no era tan niño, ya llegaba casi a la preadolescencia.

 

Yo me escondí yendo más hacía dentro. Tanto que me perdí, dioses recordando sí que era un niñato. Solo a mí se me ocurriría ir más hacía adentro. Caminando intentando volver hacia atrás encontré a un conejito blanco herido, como un conejo puede ser tan estúpido y herirse. Solo hay nieve por todas partes. Me acerqué para verle de cerca. Este asustado intenta huir pero se vuelve quedar quieto, menudo conejo más idiota.

 

Yo paso de largo no me interesa para nada e intenté volver por donde vine. Pero vuelvo a encontrarme al mismo sitio. ¡Y el…! Conejo, conejito, seguía quieto. Mejor me quedo quieto yo también y me vendrán a buscar. Me pongo en un árbol cerca del conejo pero sin que el conejito me vea.

 

Al poco rato oigo a alguien corretear por la nieve haciendo un montón de ruido, incluso rugidos, salvaje. Ese ruidoso eras tú. Que estabas ahí en pleno bosque conquistando y haciendo amistades con los animales. ¿Qué hacías caminando con un zorro? ¿Y tus padres? Vas hacía el conejito y no huye, de mi sí y de ti no, ¿Por qué?

 

Lo agarras con cuidado y miras que tiene. Veo que se acurruca a ti. Te pones a tocarle por la pata de la pata derecha y le quitas una astilla que tenía en su muslo. Sabes, yo también podría haberlo hecho pero ese conejo te prefería a ti por vete a saber qué.

 

 Le pones una venda, venda hecha desgarrando tu camiseta, Y te vas junto con el zorro y el… Conejito. Yo te seguí porque sabía que como eras un salvaje sabrías como salir de aquí. Y efectivamente encontré el camino de vuelta. He de decir que en aquel momento me diste mucha rabia ¿Pero tú de que ibas? ¿De samaritano en la vida?

 

 

Y ni hablar cuando me enamoré te di. Bueno eso fue poco antes de año nuevo del año pasado, creo que sería más correcto decir que me di cuenta.

 

 

Los chicos me obligaron, rogaron, prácticamente de rodillas, que fuera con ellos a una de esas citas en grupos. En ella estabas tú, como siempre tan alegre. Eras totalmente un contraste comparándote conmigo. No nos conocíamos ni siquiera nos mirábamos, al menos no tú a mí, yo te recordé del bosque aparte tú eres imposible de evitar siempre sonriendo y tan alegre. Que incluso sonreí, un poco pero lo hice. Sobre todo cuando pusiste un pie encima de la mesa y gritaste a todo el pulmón que serias alguien importante.

 

Esa noche me enamoré de ti, de tu espíritu, de tu energía, de tu sonrisa, de tu libertad sin sentido, de tus ganas por llamar la atención, ser tranquilo y de repente ser un viento inesperado. Me perdí en ti.

 

 Esa noche entendí  porque las traías a todas detrás de ti. Pero yo no iba a ser igual que ellas no sería la persona que se quedaría mirando a cierta distancia hasta que te dieras cuanta de que estoy ahí. Tampoco me conformaría con ser tu mejor amiga o amigo al que siempre puedas ir a hablar. Y ni hablar de  la atrevida que te coquetea  en clase.

 

Podría continuar pero creo que con esta pequeña lista te habrás hecho una idea de quién te seguía y te sigue. Realmente sí que eres un despistado.

 

 

Pero aquí estoy sentado en mi mesa pensando en abrir la dichosa cajita en forma de corazón o tirarla directamente a la basura. ¿Y si dentro pone el nombre de la persona a la cual querías? ¿Y si soy yo? ¿Y si no lo soy?

 

Mejor mandar todo a la mierda y abrir la caja, pero no me encuentro tan seguro como esta mañana, así que lo hago con los ojos cerrados. Abro mis ojos poco a poco y dentro de aquella caja había una especie de paipái  de galleta. Pintada por encima con blanco y por la parte superior de rojo claro.

 

“ME GUSTAS MUCHO SASUKE 

                Naruto”

 

Yo sentía mi cara arder. Era yo, mi persona, mi ser ¡Era yo! La persona a la que querías. Siento una opresión encima de mi estómago. Tengo unas ganas inmensas de sonreír.  Dioses siento mis labios curvarse pero intento no hacerlo.

 

Mis sentimientos son correspondidos. Tranquilízate Sasuke. Inspira… Expira… Tran-tranquilizate Sasuke. ¿Yo soy correspondido? Sentía mi cara arder tanto que me hacía dolor la cabeza. Nunca había sentido este grado de felicidad.

 

Algunos de mis compañeros de clase me estaban mirando, estoy más que seguro que parezco un tomate. No suelo huir pero… ¡Tengo que salir de clase!

 

Cuando me pongo te pie oigo como el suelo tiembla, alguien corría por los pasillos a gran velocidad. De repente se detiene al parecer un profesor y le comienza a reñir en voz alta. Pero el alumno objeta que tenía prisa. Esto no sería de importancia si el que gritara no fueras tú.

Ignorando las quejas del profesor abres la puerta del salón el que yo me encontraba de pie. Nos miramos a los ojos. Estabas totalmente agitado, era normal tu clase se encuentra en la otra punta.

 

Tu sonrisa inunda toda tu cara, mostrando esos dientes blancos que menosprecian hasta al blanco marfil, tus mejillas también sonrojadas, como las mías pero seguramente eso se sumaba a la carrera que acabas de hacer y no se puede olvidar uno de tus ojos brillando y humedecidos.

 

¿Tú también te sentías como yo?

 

Nos miramos a los ojos viéndonos. Siempre dicen que eres la persona número uno en sorprender  a la gente y sin duda está no iba a ser una excepción.

 

De acercas a mí, sin perder el contacto visual. No podía moverme continuaba con la misma postura y con la caja de chocolate en mano.

 

Estás a unos centímetros de mí y me “cazas” los labios sin dirigirme una palabra. Mira que eres tonto…

Acepto tu beso haciéndolo más profundo. Esta mañana me preguntaba si me corresponderías y ahora te tengo aquí, ni siquiera pudiste esperar a mañana  para darme una respuesta.

Notas finales:

Hola :D Muchas gracias a las personas que pidieron la continuació y siento ponerlo un mes depués pero estaba en época de examenes.

 

Tenía más en la mente pero fuí a lavar los platos y se me olvido DX (me toca esta semana)


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).