CAPITULO UNICO.
Nos casamos muy jóvenes, yo tenía 18 años y tú 20 años. Nos amábamos mucho, tú me cortejabas a diario, me llevabas flores, chocolates, me fui enamorando de ti poco a poco. Al año de ser novios, decidimos casarnos, tú fuiste a mi casa, a pedir mi mano a mis padres. Recuerdo que nos casamos un 14 de febrero, el día de los enamorados.
Pasaron los días y era muy feliz, después de varios años, nuestra relación se fue deteriorando, tu llegabas muy noche a casa tus pretextos es que tenías, mucho trabajo en la empresa.
Un día te dije que no estaría en casa, que iría a pasar el fin de semana con mis padres, fui a visitar a mis padres, pero decidí llegar antes, me acuerdo que llegue en domingo temprano.
Abrí la puerta de nuestro hogar, escuche ruidos que provenían del segundo piso, así que decidí subir las escaleras, seguí caminando, hasta que descubrí que el ruido provenía de nuestra habitación; abrí la puerta, y lo que vi me dejo el corazón roto, tú estabas penetrando a un pelirrojo, en nuestra cama.
Te observe y de mis ojos azules salieron lágrimas que resbalaban hasta llegar a mis mejillas y decidí hablarte.
—Sasuke… que estas… haciendo—dije con dificultad, debido a las lágrimas de dolor que surgían de mis ojos.
Volteaste con miedo, sabiendo de quien era la voz; me miraste con tus ojos negros que un día me enamoraron, pero que ahora me destrozaban el alma en miles de fragmentos.
—Naruto—Es lo que pudiste pronunciar, antes de que saliera corriendo, ya no quería estar en ese lugar, donde algún día fui feliz a tu lado.
Cuando iba bajando las escaleras, tú me alcanzaste y me agarraste de un brazo y me volteaste.
—Perdóname naruto, yo te amo, te lo puedo explicar—dijiste, pero yo ya no quise escucharte, así que te di una patada y salí de esa casa.
Pasaron semanas, hasta que llego el día, en que firmaras los papeles del divorcio. Tú me estuviste insistiendo que habría otra solución, pero yo no te hice caso e seguí con el proceso del divorcio.
Ese día venias con los ojos apagados y fuera de este mundo. Firmaste los papeles, me miraste y de tus ojos, resbalaron lágrimas.
—Naruto, perdóname, no te quiero perder—dijiste mirándome y con la intención de encontrar una esperanza, de que cambiara de parecer.
—¿Dónde quedo el amor? —dije mirándote con decepción—Prometiste amarme por toda la vida, pero lo único que hiciste fue romperme el corazón.
—Naruto, dame una segunda oportunidad, prometo que esta vez será diferente—dijiste, pero yo no te conteste y salí de aquel lugar.
Han pasado dos años desde nuestro divorcio, y ahora vivo con una persona que todos los días me enamora cada día, se llama Kakashi, pero tu cada día que pasaba me lastimabas, hasta que me diste un golpe que me destrozo el corazón, pero kakashi hizo que mi corazón volviera a latir.
De tu vida, sé que después del divorcio, te la pasabas tomando, hasta que moriste de tristeza, por haberme perdido para siempre, aun te recuerdo con nostalgia, porque tú fuiste mi primer amor y la persona con quien viví por varios años, tu muerte me perjudico, pero gracias a kakashi, seguí adelante.
Me pregunto una vez más.
¿Dónde quedo el amor?
Pero eso ya no importa, ahora lo importante es seguir con vida y sonreír a cada minuto, porque la vida y el amor son efímeros, que pueden durar días o años o simplemente horas o segundos.
FIN